ꜱᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏ
Verlo caer tan rápidamente lo alteró de sobremanera.
Antes de cometer una locura, Shinobu atrapó al Pilar del agua en sus brazos.
Recostandolo en el césped para mirarlo mejor.
- lo hiciste Tomioka-San - felicitó Shinobu -
- creí que estaría oxidado - comentó con sorna Sanemi -
Tanjiro corrió hasta donde se encontraban los pilares.
Nezuko lo siguió más despacio.
Ya cerca se dejó caer arrodillado para poder verificar el estado del pilar.
Apesar de todas las quemaduras en su cuerpo, su blanquecina cara seguía viendose relajada.
Y sus marinos ojos cerrados sólo preocupaban más a Tanjiro.
- ¿se pondrá bien? - preguntó Nezuko -
- Claro que sí - respondió Shinobu - pero para sanar rápido necesita el tratamiento adecuado
- ¿que clase de tratamiento? - preguntó ahora un preocupado Tanjiro -
- Ara ara - musitó - necesito varias toallas, un cesto
Ni bien termino de escuchar y Tanjiro ya se encontraba buscando lo que Shinobu decía.
- también agua y jabón - añadió -
- yo me encargo - dijo Nezuko -
Shinobu sonrió complacida, en realidad Tomioka no necesitaba de ello.
No olvidemos que es un dios, sus habilidades curativas superan por mucho a las de un mortal normal.
Sin embargó, necesitaba que el Pilar se recuperará en cuánto antes, incluso los dioses tenían límites, así que el tratamiento ciertamente le ayudaría.
- sabía que no todos lo odiaban - susurró el albino -
- shinagazuwa-San, avisale a los demás del estado de Tomioka-San - pidió Shinobu -
Sin esperar respuesta, el pilar del aire se fue volando entre el cielo azul.
- ¿ves Tomioka-San? Hasta Sanemi se preocupa por ti
- supongo que era de esperarse que mi querido hermano Tomioka se interpusiera - musitó mientras veia el ahora cielo azul - esta no será la última cosa que escuchen sobre mi
- ¿escuchar sobre usted?
- es solo una expresión - explicó sobando su sien - deberías actualizarte Kokushibo
- lo siento
- no importa
Abrió sus azules orbes de golpe.
Un fuerte dolor de cabeza lo dejó quieto en donde estaba.
Enfocó su vista para poder ubicarse.
Pero no reconocía nada.
Estaba acostado en un sofá, tenía vendas en su cuerpo junto con una que otra toalla con agua.
Mirando a su alrededor se dio cuenta que se encontraba en una casa ajena.
- oh... Rayos - musitó -
Antes de que pudiera reincorporarse, se escucharon rápidos pasos acercarse a el asustandole un poco.
- ¡Tomioka-San! - chilló el de burdeos cabellos -
Sin dejar que el mayor reaccionara, el joven mortal lo abrazo por la cabeza evitando tocar sus heridas mientras dejaba caer sus lágrimas sobre la mejilla contraria.
-¡¿T-tanjiro?!
- ¡por todos los cielos! - exclamó gimoteando - ¡Me tenias muy preocupado, Tomioka-San!
Al Pilar se le encogió el corazón al escuchar a Tanjiro llorar.
Sentirse querido no tenía precio.
Con los brazos adoloridos, correspondió el abrazo contrario.
- Estoy bien Tanjiro - dijo tratando de calmar el llanto contrario - ¿en donde estamos?
- en mi humilde casa - respondió limpiando sus lagrimas - Shinobu-San nos ayudó a traerte para curar tus heridas
- no debiste molestarte - objetó avergonzado -
Se supone que era un ser superior, y ahora se encontraba siendo curado en la casa de un mortal.
Ya se imaginaba a su hermana burlándose de él.
Y para él colmo según su lógica, ya tenía demasiadas deudas con Tanjiro.
- no lo hiba a dejar malherido después de salvar a mi hermana - respondió determinadamente el mortal -
Y antes de que dijera algo más, Nezuko apareció con agua y jabón en manos.
- Nii-chan, aquí traigo lo que Shinobu-San dijo - avisó -
- ven, dejame y te ayudo
Dejando el abrazo, Tanjiro le recibió el balde con agua a Nezuko.
- Nezuko, Tomioka-San ya está despierto - le susurró a su hermana -
- ¿De verdad? - miró hacia el sofá y efectivamente los ojos contrarios ya se encontraban abiertos -
La de ojos rosados se acercó hasta el sofá, al ver que su mayor noto su presencia se apuró en inclinarse con respeto.
- Señor Pilar del agua Tomioka-San - musitó eufórica mente - gracias por haberme salvado de ahogarme ayer
A Tomioka se le salió una sutil sonrisa.
Se le hacía extraño el que lo tratasen con tal respeto después de décadas.
- no hay de que... Nezuko - murmuró restándole importancia - espera... ¿Ayer?
- quedaste inconsciente después de ganar Tomioka-San - explicó Tanjiro mientras dejaba el balde con agua en el suelo -
- que vergüenza - se quejó - lamento todas las molestias
Y cómo si no hubiera pasado nada, el Pilar se levantó rápidamente del asiento.
- ¡Tomioka-San! Espere - dijo Tanjiro -
- ya cause demasiadas molestias - explicó - no quiero ser más una carga innecesaria
Ya estaba al frente de la puerta.
Lo único que tenía que hacer era abrirla, tenía porque alguien lo detubo cogiendo sus manos.
- Ara ara - Río por lo bajo - veamos si te niegas conmigo Tomioka-San
Giyu trago duró al ver a su hermana.
De allí no saldría sin tratamiento.
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