ꜰᴜᴇʀᴛᴇ ᴀᴘᴇɢᴏ
Últimamente estaba dependiendo demasiado de la presencia de Tomioka.
Quizás eran sus constantes mimos, quizás eran sus cortas pero profundas palabras.
No lo sabía con certeza, pero cada vez quería estar más apegado a su mayor.
Y esta tarde no era la excepción.
Acarició nuevamente la nuca de Sabito para intentar calmarse.
Sus amigos le decían que era normal el que se sintiera así junto a su ser querido.
Y su madre tan solo le dedicaba sonrisas cálidas.
¿Se reía de lo tonto que parecía?
No lo sabía.
Eso de querer mucho a alguien era realmente complejo.
- Tanjiro - llamó el mayor -
- ¡a-ah, ¿s-si?!
Su mente estaba llena de dudas, tantas que su exterior había desaparecido por un momento inconscientemente.
- últimamente te nóto distraído, ¿sucede algo?
Tomioka sentía que Tanjiro se aburría de estar con él.
¿Acaso el mortal se dio cuenta de que el no era lo suficiente?
- lo siento, he estado pensando...
- puedo saber ¿qué?
Ahí estaban esos profundos ojos marinos que lo ponían nervioso.
¿Acaso Tomioka-San no se daba de cuenta lo que causaba en su pequeño ser?
- tengo dudas sobre... S-sobre..
- ¿si?
- ¡sobre nosotros!
El de azabaches cabellos no pudo evitar temblar ante aquello.
¿Había algo malo entre ellos?
- n-no me lo mal entiendas - se apuró en contestar - no hay nada malo contigo
En esos momentos odiaba el agudo olfato de su menor.
- ya - musitó - ¿entonces que es?
Tanjiro acarició por centésima ves el plumaje melocoton del ave.
¿Como le dices a tu ser querido que no te gusta estar lejos de él?
Inhalo y exhalo profundamente.
- nosotros... ¿Que somos?
Desde aquel beso, ambos evitaban el tema a toda costa como dos pequeños adolescentes hormonales confundidos.
Tomioka se tensó, tenía planeado pedirle tener una relación formal pero... ¿Estaba bien?
El era un dios, el ya ha vivido cientos de años junto con miles de experiencias.
¿Estaba bien compartir el resto de su infinita vida con un puro mortal?
No lo sabía con certeza.
Y eso le aterraba.
- ¿qué quieres que seamos?
A pesar de no tartamudear, el mayor estaba con la mirada baja para evitar mostrar su evidente nerviosismo.
- b-bueno yo...
En ese momento recordó todo lo que alguna vez su madre le había contado cuando preguntaba sobre su relación con su padre.
-Quisiera ser el único que pueda sacarte una sonrisa en los momentos más difíciles - musitó - acompañarte en tus más profundos pesares, saber lo que piensas sin necesidad de palabras y conocer hasta el último rincón de tus secretos
Incluso Sabito quedo perplejo ante aquella declaración.
Tanjiro mantenía su carmín mirada en los ojos marinos de su mayor.
Necesitaba de algún modo suplir la necesidad de ser alguien realmente especial en la vida de Tomioka-San.
A pesar de ya serlo.
- Tanjiro... - balbuceo encantado -
¿Por qué el ser más puro que ha conocido en su larga vida era tan lindo?
Sus manos blanquecinas atraparon las contrarias.
Tanjiro tembló ante él repentino tacto, pero no apartó su determinada mirada.
El de azabaches cabellos suspiro, esa mirada lo consumía lentamente.
Le gustaba esa determinación contraria.
Ya no le importaba sus dudas anteriores.
Quería conocer más a Tanjiro Kamado.
Ser la persona que despierte junto a él en las mañanas.
Cuidarlo y protegerlo de los diversos males y peligros.
Estar junto a él en las buenas y en las malas.
Quería ser la única persona capaz de darle todo el cariño y amor del mundo.
- ¿quisieras ser mi novio? - soltó sin rodeos -
Los ojos del Kamado se abrieron con felicidad y asombro.
Los múltiples "si" salieron rápidamente de sus labios junto con su radiante sonrisa.
- esta bien, entonces ya somos pareja oficial - afirmó levemente orgulloso el mayor -
Y con un sutil toque de labios, la mismísima noche fue testigo de aquella declaración.
Sabito canto alegre al ver aquella escena.
Su amigo de siempre ya no estaría solo otra vez.
- Tomioka-San...
- ¿si?
- me gusta cuando acunas mi cara
- ¿¡Son pareja!?
Tanjiro intento calmar la emoción de su hermana, pero lo único que logro fue llamar la atención contraria de sus amigos.
- ¿no habían tardado ya?
- ¿Tu y el Tapioka?
- ¿Tapioka? - preguntó desconcertada - ¿quién es tu pareja Tanjiro-kun?
- bueno en realidad..
- ¡se llama Giyu Tomioka-San, y ahora es mi cuñado! - gritó energéticamente Nezuko -
El de cabellos burdeos suspiro avergonzado.
Kanao abrió los ojos sorprendida.
- Giyu Tomioka... ¿El compañero de Shinobu Nee-San?
El resto la miró sorprendidos.
¿Kanao conocía a Shinobu?
- ¿conoces a Shinobu-San? - preguntaron los Kamado -
- ¿están seguros de que estamos hablando de la misma Shinobu? - intervino el rubio -
- Shinobu Nee-San es una diosa - comentó la de cabellos amarrados - Kanae Nee-San y yo la conocimos en una de sus tantas reuniones con los demás mortales
- entonces si es la misma - aclaró Inosuke - ¿por qué nunca me dijiste Kanao?
- b-bueno, Nee-San me pidió que lo mantuviera en secreto por seguridad de Shinobu Nee-San - expúso nerviosa -
- ¿por qué?
- si las demas personas se enteraran de que un ser divino como Shinobu Nee-San nos visita a Kanae y a mi, no dudarían en atacarnos - explicó más calmada -
Los cuatro faltantes la miraron comprensivos.
Así como habían personas buenas, existían los mortales malos.
Un equilibrio como en todo.
- pero bueno, al menos ya no tengo que ocultarlo de ustedes - animó Kanao - ¿así que Tomioka-San eh? Tanjiro-kun, no sabía que te gustaban mayores
- ¡Kanao-San!
Los cuatro amigos rieron ante aquella broma contraria, mientras el quinto se retorcía de los nervios.
- me alegra que Nii-chan ya tenga su media naranja - expúso alegremente la de ojos rosados -
- que envidia te tengo Tanjiro - afirmó Zenitsu - pero también me alegra
¿Enserio era merecedor de tanta paz y alegría?
Se sentía un completo egoísta al no querer compartir los sutiles besos y mimos que le regalaba su mayor.
- si si muy lindo y todo, pero ¿no te ha enseñado sus trucos?
Tanto Nezuko, Zenitsu y Kanao quedaron con los ojos abiertos de par en par al escuchar decir eso.
¿Acaso Inosuke no tenía algún tacto?
- ¿trucos? - preguntó Tanjiro -
- ya sabes, como controla el agua y como pelea - explicó sonriente - ¡sería genial aprender eso!
Nezuko, Zenistu y Kanao suspiraron aliviados.
Sus mentes otra vez malentendian las palabras de su salvaje amigo.
- ¿enseñarte a controlar el agua?
- nose, me quedo sonando la idea - admitió avergonzado -
- bueno, Tienes en cuenta que estos son poderes de dioses ¿verdad?
- si
- ¿entonces porque me pides algo así?
- ¡por qué ue quiero intentarlo! Apesar del fracasó, Tomioka-San
Suspiro rendido.
No perdía nada con intentar enseñarle ¿verdad?
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