- au

- ¡Lo siento!

- esta bien

Tanjiro se encontraba removiendo las vendas del cuerpo mayor.

Y muy a su pesar, el mortal no podía evitar ver los marcados brazos y pectorales de su mayor.

Debía volver a admitirlo, el pilar del agua era MUY atractivo para su gusto.

- ¿Tanjiro? - preguntó al verlo quieto y callado -

- oh lo siento - se disculpó mientras volvía con su labor - ¿sucede algo?

- nada, es solo que te noto callado - explicó - ¿te sucede algo a ti?

Y es que ya se había acostumbrado al palabrerio de su querido mortal.

- es que... - balbuceó - Se ve doloroso

Realmente no mentía, las quemaduras y ampollas adornaban la blanquecina piel de su mayor.

Lo hacía sentir culpable.

- no es tu culpa - dijo mirando los rubíes contrarios -

- Tomioka-San... - murmuró -

- lamento que me hayas visto de esa manera tan deplorable - musitó -

Tanjiro estaba cansado de escuchar las disculpas ajenas.

¡Lo que había hecho era increíble!

El mortal no se explicaba el porqué de su depresiva actitud.

- con todo el respeto Tomioka-San, deja de decir estupideces - objetó -

El mayor se le quedó mirando sorprendido.

¿Estupideces?

- sólo digo la verdad - se excusó -

- no, no es cierto - volvió a objetar - Tomioka-San lo que hiciste fue asombroso, arriesgaste tu vida para salvar a personas que te desprecian

El Pilar escuchaba atentó cada palabra que salía de esa amable boca.

Su voz para el, era más dulce que la miel.

Podría jurar que le daría diabetes de seguirla escuchando, tan acaramelada para su gusto.

- pero casi pierdo - respondió apenado -

- salvando a los demás - afirmó - eso es tan lindo y dulce de tu parte ¿no lo crees así?

"si sigues sonriendo me derretiras de ternura. "

- supongo que tienes razón - respondió sonrojado -

Sus pensamientos no le estaban favoreciendo.

- Termine - anunció - ¿de verdad no te duele?

Sin esperar respuesta, las manos del joven mortal tocaron gentilmente la piel contraria.

Tomioka se tenso ante el tacto, las manos de su menor eran muy suaves a comparación de las suyas.

Tanjiro evitaba lastimar más al Pilar, así que empezó a limpiar las heridas con el agua y jabón que Nezuko le había traído.

- a que son lindos ¿no? - preguntó Nezuko mirando de lejos al par -

- ni que lo digas - respondió Shinobu - menos mal que Tanjiro se ofreció a tratarlo, de otra forma se hubiera resistido

- Nii-chan tiene encanto en el

- Y puedo asegurar que Tomioka-San tiene encanto en Tanjiro-kun

Ambas féminas se miraron cómplices.

El instinto femenino nunca fallaba.

- ya debería sentirse mejor - afirmó escurriendo la toalla -

- es verdad - respondió -

Tanjiro había hecho un excelente trabajo limpiando las heridas.

Sus manos eran tan amables y ágiles que Tomioka no sintió dolor alguno.

- bueno, ¿podrías darte la vuela Tomioka-San? - pidió amablemente -

- esta bien

Acatando las ordenes del mortal, Giyu se acostó boca abajo en el sofá dándole una grata vista de su ancha espalda al joven mortal.

Tanjiro se mordió levemente el labio inferior.

Era la primera vez que veía algo así.

Y le estaba gustando demasiado.

Lento, volvío a pasar sus llemas de los dedos suavemente en la piel contraria.

Tomioka se estremeció levemente, le encantaba el tacto sutil de su menor.

- avisame si te duele por favor - avisó el menor -

Tomioka como pudó asintió con su cabeza.

Gentilmente pasó la húmeda toalla por las quemaduras.

Con una esponja llena de jabón, acarició las heridas de su mayor dándole un refrescante masaje.

Porque si, Tanjiro masajeaba para distraer el dolor contrario.

Y Tomioka no se quejaba, al contrario, le encantaba.

Ya cubierto de jabón, Tanjiro volvió a pasar ágil mente la toalla llena de agua, limpiando las heridas para que no se infectaran.

Ya limpio, tanjiro secó el agua con otra toalla.

- ya está Tomioka-San - avisó -

El Pilar suspiro complacido, había escuchado de los masajes humanos.

Pero nunca imagino que se sentiría tan bien.

- gracias - murmuró relajado -

- no hay de que, por lo que me dijo Shinobu-San mañana ya te puedes bañar a gusto Tomioka-San - explicó -

- me gustaría que me siguieras limpiando tú - admitió -

Tanjiro se sonrojo de sobremanera.

- b-bueno, aún hay una parte que no hemos tratado - contestó tímidamente - si quieres puedo tratar tus piernas

Decir que estába apenado era poco.

Y Tomioka no era la excepción a la vergüenza.

No dijo nada, pero en un movimiento rápido se quito sus pantalones negros quedando en boxers.

Tanjiro lo miró sorprendido.

Los colores invadieron su redonda cara.

El mismo se había metido en esto, así que no podía retractarse.

- de acuerdo - susurró -

Repitiendo el mismo proceso, aunque tembloroso, Tanjiro limpio y masajeo las heridas de su mayor.

Tomioka no dejaba de mirar los movimientos contrarios.

Poniendo a Tanjiro más nervioso de lo que estaba.

La situación era comprometedora, pero acabó rápido por la agilidad del joven mortal.

Dejando más que satisfechas a las chismosas de la escena.

- Tanjiro - llamó -

- ¡s-si! - respondió terminando de escurrir la toalla -

- gracias

Una radiante sonrisa adorno su sonrosada carita.

- no hay de que Tomioka-San

- ¡Nezuko, tienes que ver esto!

La menor corrió al llamado de la diosa.

Lo que vio la dejó boquiabierta.

- Dios... Le hubiera dicho a Nii-chan que las camas ya estaban listas

Tanjiro se encontraba durmiendo plácidamente en el hombro de Tomioka.

Y el mayor también dormía con su cabeza apoyada en los finos cabellos burdeos del mortal.

- esto nunca lo voy a olvidar - comentó Shinobu -

- ya somos dos - aclaró Nezuko -

- tres - contestó Kie asustando a las contrarias -

- ¡Oka-san!

Algo cute pal destrozado kokoro.