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—¡Lo siento! ¡En serio que lo siento! Fue sin querer queriendo…No lo había visto cuando pegue el pelotazo.

Frank se acercaba al cuerpo desmayado de la diva mientras se disculpaba a todo pulmón por lo sucedido. Varios alumnos, incluido Bob y Ray, se acercaban a ver la escena del crimen y el probable, pero no posible, asesinato de Frank Anthony Iero Priccolo Jr.

—¡Dios! ¡Su cara está roja!—chilló Brendon, mientras le daba aire al rubio con la mano.—¡TAN ROJA!

Frank intentó acercarse, pero se vio apartado por el tumulto de personas que rodeaban a Stump.

—¡Gee, su nariz! ¡SU NARIZ!

—¡Por Madonna! ¡Su nariz está doblada! ¡¡Su perfecta naríz!!

Patrick reaccionó, abriendo bien grande los ojos y estalló una carcajada general, acompañada de dedos que lo apuntaban al igual que las cámaras de los celulares. Grabando o tomando fotos del estado actual del rubio accidentado.

Sus amigos hacían lo posible para cubrirlo de las burlas, pero las fotos que se tomaron de Patrick ya estaban a segundos luz de ser publicadas en cualquier red social de la escuela. O peor aún, en la página de chismes y confesiones de la escuela.

Misma página cuyo dueño está presente en la escena.

Frank estaba muy apartado del grupo de personas, por lo que tenía de dos: Escapar y fingir que no ha sido el responsable de tan terrible incidente o tener la valentía de declararse culpable y pedir perdón dando la cara.

Optaría por la primera, por más peso que cargaría en su conciencia, pero al escuchar el griterío entre la abeja reina y los futbolistas, ahí se vio obligado a acercarse de nuevo.

—¡MALDITOS MALNACIDOS! ¿¡QUIEN DE USTEDES LO HIZO!? ¿EH? ¿QUIEN HA SIDO?

—Oye, oye. Cálmate, gordis.

—¡NO ME LLAMES GORDIS!

Jon blanqueo los ojos.

—¡NO TENES DERECHO A LLAMARME DE ESA FORMA, MARIHUANO DE CUARTA!

—¡Eso es gordofobia!—defendió Urie

—¡Lo que sea! Pero antes de que le eches la culpa a mí equipo por la nariz rota de tu mejor amigo potaxie, puchaina o como sea la wea...Fue el boludo de Frank quien lo hizo.

Susodicha persona al oír su nombre salir por los labios del capitán del equipo, sintió en cada fibra de su ser un miedo que era similar a como tú mamá te llamaba por tu nombre completo. Temeroso y con el Cristo en la boca, apenas levantó la vista e hizo contacto visual con la diva.

El alma se le fue a los pies.

—¡Tú!—vociferó sin dejar de apuntarle.—¡Tú eres el culpable de todo esto! DE TODO, ¿¡OÍSTE!?

El gentío se dio cuenta a quien se dirigía Gerard de esa manera, por lo que abrieron el paso para dejar a simple vista a la pequeña bola enana asustadiza ante los ojos de la pelirroja demonio.exe  y como no, grabar el futuro asesinato.

El labio inferior de Frank empezó a temblar al igual que sus rodillas cuando Way se aproximaba a él a paso furioso. Todas las miradas de sus compañeros estaban puestas en él; e incluso Brendon lo miraba con el mismo enojo mientras levantaba a Patrick del suelo.

Y el público comenzó con las porras y las apuestas de que quien ganaría.

—Gerard yo no lo hice por querer...¡F-fue un accidente! ¡Tienes que creerme!

—COMO SE QUE NO ESTÁS MINTIENDOME EN LA CARA, RATA VOMITIVA.

—¡No estoy mintiendo! No me di cuenta de quién era hasta que lo vi tirado en el suelo...Te lo juro ¡Fue un accidente!

—No te creo para nada, Iero.—se acercó amenazante el muy afeminado, haciendo retroceder al más enano.

Este se tropezó con sus propios pies y cayó de cola al suelo, sintiéndose aún más pequeño ante la gigantesca sombra de Gerard Arthur Way. La humillación era lo de menos, vive de eso. Lo preocupante era que, por castigo, terminará aplastado y quedará como plancha de lámina, y que posiblemente Pete lo usará para el techo de su casa.

Si así sería su muerte, está listo para escuchar las voces de los ángeles llamándolo desde el más allá...

—¡Alto!

O tal vez no estaba listo para tomar mate con Dios.

—¡Ni se te ocurra dar ni un paso más!

Frank sintió que su alma volvía a su cuerpo por completo, al igual que su valentía.

—Esto no te incumbe para nada, Carson. ¡Es entre yo y la rata de alcantarilla está a la que llamas "hermano"!

—Esta rata de alcantarilla no tenía intenciones de lastimarlo. ¡Fue un accidente, Gerard!—lo defendió, poniéndose en medio de estos—¿No entiendes o te lo explico con títeres?

—No me trates de  llamar estupido, estupido.

—Es de estúpidos decirle a alguien "estupido".

—¡Deja de decirme estupido!

Varias carcajadas sonaron alrededor de ellos y el pelirrojo estaba sintiéndose un poco insignificante.

Un poquito ¿Okey?

—No entiendo por qué te metes en lo que no te incumbe. ¡Esto es entre Frank y yo!—contestó dando un paso al frente de Cody.

—Porque yo soy su jodido hermano, idiota con cabeza de fósforo. ¡Y está en mí deber defenderlo de personas arrogantes y de anchas dimensiones, cómo vos!

Varios “uuuuuh” y “oooooh” se produjeron alrededor de Cody.

Gerard puso su peor cara de ofendido dramático.

—¡Eres un grosero! ¡Ruin! ¡Patán! ¡Malévolo hijo de…de…de…

—¿De que, a ver?

—¡Dejame pensar, carajo!

—De tanto tinte que te pones seguro que ni neuronas te quedan.

La mayoría no evitó reírse de eso, incluido Frank, quien se rió más fuerte…Pero inmediatamente todos lo miraron y se quedó callado.

—Eh…¿En qué estaba?

—Tratabas de humillarme con tu poca capacidad neuronal para contestar.

—Ah, si si si…Eh…Brendon tírame una idea plis.

Brendon soltó a Patrick y lo hizo caer al suelo de nuevo para sacar su libretita de frases humilladoras.

—Estem, dile que a su madre le quedan 18 minutos.

—No me jodas, Brendon. ¡Eso lo sacaste de Pickle y Mani!

—¡No puedo trabajar bajo presión, okey! ¡Hago mí mejor esfuerzo, ballena colorada!—y siguió buscando en la libretita.

—Aaaagh ¡Pero apúrate, frente cajetuda! Es Cody Carson, tampoco es la gran cosa.

— Y qué te parece un “Si no cierras la boca, te voy a pegar una tremenda piña que te dejaré la cara como el trasero de un babuino” ¿Eh?

—Me gusta esa.— y carraspeo su garganta para repetir la misma frase.—Te voy a pegar tal tremenda piña que te dejaré la cara como…¿Como que, Brend?

—Como el trasero de un babuino.

—Si, exactamente eso.

Cody se rió sarcásticamente en su cara.

—¿Tú? ¿Pegarme a mí? ¿Y qué hay de tú manicura de los martes, eh?

Gerard se quedó en blanco y con cara de que se le reinició el Windows.

—Como lo suponía. No te atreverías a sacrificar tus perfectas uñas en una pelea. Típico de Way.

Iba a contraatacar, pero su mente estaba en blanco, literalmente. ¿Cómo podría defenderse ahora? La gente lo observaba como payaso de circo y lo peor, es que estaba arruinado su imagen.

—Oye ¿Escuchas eso?—le preguntó Cody e hizo que se acercara.—Es tu dignidad llendose al carajo al igual que tu dieta.

Y con esas simples pero potentes palabras, logró que todos lo alabarán y aclamaran como el ganador.

—¡UUUUUF! ¡PAPEADO!

—¡OOOOOOH! ¡Ese es mí brotheeeer!

—¡Crack como Fernanfloo!

—¡Los factos van a la factoreria, Máster!

—¡¡Máquina!! ¡¡Capitán de navío!!

—¡Wuuuuu! ¡Cody Charles Carson poniendo a las perras en su lugar desde siempre!

—¡Eres mí ídolo, Cody!

—¿¡Se pueden dejar de boludear y llevarme a la maldita enfermería!?

El ruido cesó y todos, incluso los hermanos, voltearon a ver a Patrick, quien no se digno en tapar su quebrada nariz ante la vista del público y mostrar su cara de fastidio por dejarlo de lado.

—Están desde hace unos buenos quince minutos, diciéndose pendejadas el uno al otro y sin preocuparse de mí estado. ¡Quince minutos, oyeron! ¡Quince!

—Tranquilizate, princesa. Ya te van a atender, si es que tú amiga ya no tenga nada más para decirme o para humillarse.—contestó dedicándole una mirada fulminante a Stump.

Este le sostuvo la mirada por unos segundos. Unos segundos en los no ocasionó nada. Ni siquiera una pizca de sentimientos en ese pequeño y helado encuentro de ojos.

Ojos a los que alguna vez brillaban cuando se cruzaban.

—¡Bien!…Por hoy ganas, Carson— empezó el pelirrojo, sin percatarse de que estaba metido en el concurso de miradas.—Pero la siguiente vez, si fuera tú, cuidaría muy bien mis espaldas…

—Ya muévete, Gerard.—le ordenó Patrick,y por voluntad desvío su mirada de Cody; la cuál apenas se ablandó.

Las divas se retiraron junto con su ego y narcisismo de bolsillo, los jugadores de fútbol y de otros deportes volvieron a los suyo junto con las porristas,los emos volvieron a las sombras y los frikis volvieron a sus tachos de basura a jugar un pvp de Fortnite.

Lo interesante y emocionante duró muy poco para ellos.

Frank se levantó del suelo, limpiándose la tierra del trasero y al saber que estaban totalmente solos, no dudo en abrazar al sinvergüenza e invencible de su hermano, en agradecimiento por defenderlo hace rato.

Este, por más que se sentía distante con su pequeño reencuentro con Patrick, no pudo evitar sonreírle al más pequeño y revolverle el pelo.

Era su hermano después de todo.

—Vámonos por una soda para sacarnos la amargura.

—¡Yeiii!

—Yo pago.

—¡Doble yeiii!

—Pero tú invitas los mini prettzels.

—No tengo ni un mango, Cods. Pero puedo pedirle plata a Bob o a Ry.

—Te van a pegar después si no le devuelves lo que les debes.

—Ya lo sé, pero para eso llevaré un casco antigolpes que yo mismo fabricaré.

—Mejor cerra el hocicote ¿Querés?.

Ambos regresaron a la escuela, dándose  pequeños empujones juguetones o tacleadas inesperadas.

[...]

En el camino a casa, su mente se llenó de culpabilidad por lo sucedido está mañana. Con cada paso que daba en la desvencijada vereda, se replanteaba mentalmente si era justo o no pedirle una sincera disculpa a Patrick; sin embargo cabían las posibilidades de quedar en ridículo ante la diva y cómo no, ante toda la escuela.

Pero estaba dispuesto a correr el riesgo, porque no quería quedar como un cobarde que se zafó de su crímen.

Eso iba en contra de sus propios códigos morales.

Y durante la hora de la siesta, se pasó dando vueltas en círculos por toda su habitación; pensando, armando y rearmando su discurso de disculpas. No era tarea sencilla si se ponen a pensar.

Estamos hablando de Patrick Fucking Stump.

Conocido por muchos, odiado por unos tantos y querido por sus amigos y algunos familiares. Patrick es alguien que le gusta resaltar en todo, mostrarle al mundo que él es la estrella del show y que todos lo amaran e idolatran como a los famosos de Hollywood.

No obstante, obtuvo su anhelada fama al igual que una reputación, que con el tiempo se vio manchada por sus actitudes narcisistas y altaneras, su promiscuidad y como no, la cantidad de corazones rotos que ha dejado por ahí en menos de 2 años.

Y siempre cuando se hablaba de Patrick, muchas veces, resaltan ese lado B de él, y no sus logros más importantes, que tampoco eran muchos que digamos.

Por lo que no es sorpresa que casi nadie se le acerca ni para saludarlo o pedirle la hora.

Y claramente, Frank se pasaría eso por los huevos.

Tomó una hoja blanca, el lápiz más cagado de la existencia y se dispuso a escribir una carta para Trick.

Se pasó toda la tarde noche con la carta, sin celular ni comics. Con el culo en la silla como Dios manda. Su mamá de a ratos pasaba cerca de su puerta, para ver lo que hacía.

Jamás creyó que lo vería tan ocupado con un lápiz y una hoja.

Hubo una ocasión en la que Cody entró a su cuarto para preguntarle si estaba bien ya que le pareció extraño  que en toda la tarde no salió a joderlo o a quejarse de cualquier pelotudez. Frank le dio una respuesta cortante y no se atrevió a decirle lo que hacía.

Era mejor evitar quilombos.

Al día siguiente se sentía totalmente listo para su misión épica, pero primero necesitaba la sincera opinión de sus amigos…

—Estás bien pendejo.—le dijo Bob una vez que escuchó el plan.

—Concuerdo.

—Oigan, era apoyarme, no ponerse en mí contra así nomás.

—Es por tu bien, Francis.

—Ñañañaña me vale.

El grupito de porristas cliché, pasó cerca de ellos y no dudaron en burlarse de los tres, con sus risas chillonas de perras. Hasta hubo una que le clavó un tenedor al pelazo de Ray Toro como si nada, llamándolo “Broccoli andante”.

Hasta el pelo más perfecto del fucking mundo no puede salvarse del bullying.

—¡Estamos hablando de Patrick!—siguió el afro mientras se quitaba el tenedor.

—¿Y qué?

—Es el ex de tu hermano, webon.—recalcó Bob.

—....

—¿En serio no pensaste en eso antes de escribir la carta?

—Oye, tampoco soy tan valiente para hablarle en frente…¡Por algo la carta, weon!

—Ya, pero tienes pensado en cómo dárselo?

—Pues la dejaré en su casillero, Ray. Será camarón comido.

—¿Y tenés idea de cuál es su casillero?

—Eh, le pedí a Ryan que me dijera dónde, hasta me dio el código del casillero.

—Qué amistades más peligrosas tenés.—comentó Bryar, comiéndose un cheeto.

La campana sonó y cada carancho directo a su rancho.

Iero entró a sus clases de historia y se sentó al medio. Ni tan vago ni tan presumido, el punto ideal de cualquier alumno.

Tenía una clara vista de Patrick, quien andaba sentado dos sillas a la derecha de él, mascando chicle mientras escribía. También podía ver a Cody metido en su tarea, a Pete pidiéndole las respuestas a Ryan; y escuchaba hasta las risitas de Asher, los suaves tarareos de Sarah, la nariz silbante de Bert, a Tyler tosiendo, y como no, los ronquidos de Joe al fondo.

La clase de hoy era un repaso para el examen de la semana que viene. Exámen al cual Frank no tenía dudas ni preocupaciones, ya que fue bendecido con un hermano que le sabe perfectamente a la materia…y también porque últimamente le ha prestado atención en vez de estar molestando con Pete.

Terminó de contestar la última pregunta y pensó en cómo haría para dejar la carta en el casillero de la diva.

No podía dejarse ver por nadie, por lo que tendría que ser sumamente cauteloso cuando esté en el casillero. Pero costaría bastante conociendo su naturaleza revoltosa.

«Debo ir cuando no haya nadie en el pasillo»—Pensó, mientras mordisqueaba su lápiz.—«Pero esa posibilidad solo se da cuando…

Y rápidamente guardó la carta bajo su campera y alzó la mano, llamando la atención de su profesor.

—Profe ¿Puedo ir al baño?

El profesor alzó una ceja.

—¿Es urgente?

—Es nivel tres, profe.—le llegaron varios “ew” por parte de sus compañeras.—Y usted sabe que en ese nivel…

—Si si si, ya te entendí, Iero. Puedes ir.

En un parpadeo salió del curso y caminó apurado para los casilleros. Se cruzó con Nate Novarro y le quitó de un manotazo su bolsita de caramelos y chupetines.

Nate lo miró con quietud y Frank esperaba que reaccionara el pequeño castaño.

Pero no tenía todo el tiempo del mundo.

—¡Buh!

—¡WAAAAAAAA!

Y Nate se fue corriendo despavorido por el pasillo.

Finalmente, luego de ese encuentro raro con el chico de cuarto año, encontró el casillero de Patrick, usó la clave que le dio Ryan y dejó ahí adentro la carta y la bolsa de caramelos encima de esta, cerrando la puerta, sin chismear lo que había dentro del casillero. No le llamaba la atención.

Y volvió a su curso con una sonrisa satisfecha, la cuál Ryan pudo notar desde su asiento, pensando que había logrado lo prometido.

Ahora solo faltaba esperar una respuesta…

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¿Cómo está mí gente bonita? :3

Aquí les traigo otro capítulo para ustedes, pero sinceramente es un regalo de cumpleaños para mí pookie Chupa_pitos05 que fue ayer y le había prometido este cap ya que le gusta mucho esta historia <3

Sin más, me despido :3

~Midnight fuera.

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