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✯ᑕᗩᑭITᑌᒪO 2

5 años atrás

Un alegre Jimin de 14 años iba camino al encuentro con su novio, para él Jungkook era la persona más especial en su vida, lo que más le gustaba de ese chico era que a pesar de todo, Jeon siempre lo ponía y elegía a él primero que todo.

Ellos se conocían hace más de un año, pues Jungkook había sido trasladado al colegio de Jimin, kook era 2 años mayor, tenía 16, pero estaba próximo a cumplir los 17, lo que quería decir que era su último año de secundaria, Jimin tenía miedo que Jungkook lo olvidara cuando fuera a la universidad, pero él le había prometido que no y Jimin confiaba ciegamente en Jeon, la razón era porque Jungkook era la única persona que, al haberlo conocido, no lo había juzgado como los demás.

Jimin no tenía una vida color de rosa, el sufría de bullig en su colegio por ser rellenito y tener cachetes grandes y en su casa siempre le gritaban y decían cosas hirientes, en el colegio habían menorado las burlas gracias a Jungkook, pero en su casa las cosas seguían igual, sus padres siempre lo comparaban con su hermana y la ponían a ella por sobre todo. Pero a pesar de ello, Jimin siempre tenía una hermosa sonrisa en su rostro.

Esa sonrisa era la que había enamorado por completo a Jungkook, por ello le había pedido ser su novio hace 3 meses.

Ya había llegado al parque donde siempre se veían y no muy lejos de donde estaba, pudo visualizar el alto cuerpo de su novio, con una sonrisa se acercó a él, quien lo esperaba igual de sonriente y con los brazos abiertos.

–kook– sonrió llegando hasta él y refugiándose en sus brazos.

–bebe­– respondió de vuelta Jungkook.

Por la diferencia de estatura Jimin aun en el abrazo, tenía que apoyar su mentón en el pecho de Jungkook y alzar la mirada, lo que le daba una hermosa vista a Jeon.

Para ambos, ese abrazo no se sintió como los demás, y quizás Jungkook sabía el porqué.

Para muchas de las personas que los veían, podría ser como cualquier otro amor adolescente de los muchos que veían hoy en día, pero lo cierto era que ese romance pasaría a ser de todo, menos un amor adolescente como cualquier otro.

– ¿hasta qué hora te dieron permiso bebe? – pregunto Jungkook dejando un casto beso en sus labios.

–dijeron que llegara a la hora que se me diera la gana kookie– contesto como todas las veces.

Una hermosa sonrisa surgió de los labios de Jungkook.

–entonces voy a poder disfrutarte toda la tarde– dijo pícaro.

Jimin soltó una risa avergonzada y golpeo suavemente el pecho de su novio.

–no digas tonterías kook­– dijo con las mejillas con un leve tono carmín.

Jungkook rio y deshizo el abrazo para tomar la pequeña y gordita mano para entrelazarla con la suya, llevo la otra al bolcillo izquierdo de sus jeans y de allí saco una hermosa pulsera color plata, sin decir una sola palabra y bajo la mirada atenta de Jimin, se la puso en la mano que tenía sujetada, al terminar dejo un beso en ella y miro a su novio.

prométeme que pase lo que pase, nunca te quitaras esta pulsera­– lo había dicho con tanta seriedad que Jimin no dudo en asentir repetidas veces.

lo prometo kook– aseguro dejando un beso en los labios de su novio como agradecimiento.

Jungkook sonrió y volvió a entrelazar sus manos.

–entonces vamos a pasear bebe.

Jimin asintió sonriente y ambos empezaron a caminar sin rumbo aparente, como todas las veces que salían a pasear, esa era otra de las cosas que Jimin agradecía de Jungkook, que siempre buscaba distraerlo y ayudarlo a olvidar los malos ratos que pasaba en casa o en el colegio.

(........)

Su tarde fue maravillosa, comieron, rieron y disfrutaron. Jungkook había llevado a Jimin a muchos lugares, se habían divertido mucho, pero sobre todo esa tarde fueron felices, dos adolescentes con la libertad de sonreír y de vivir a su manera, al menos por esa tarde.

Ahora siendo las 8 de la noche, caminaban tomados de las manos, sin decir ni una palabra, solo disfrutando del silencio y la companía del otro, cada quien perdido en sus propios pensamientos.

Jimin detuvo su andar cuando sintió que Jungkook lo hizo, levanto la vista y sus ojos pudieron apreciar la preciosa vista, se encontraban frente a un gran lago, en el césped había una manta tendida con velas alrededor, las cuales iluminaban la noche con ayuda de las estrellas.

Jimin miro con ojitos brillosos a Jungkook, quien sonrió en su dirección y los guio a ambos a la manta, después de todo Jeon no bromeaba cuando dijo que quería disfrutarlo esa tarde.

Cuando ambos estuvieron sentados en la manta, con Jimin apoyando su espalda en el pecho de su novio, mientras este lo rodeaba con sus brazos, Jungkook decidió romper el silencio.

Jimin, tú ¿confías en mí? – pregunto tratando de sonar despreocupado.

–claro que confío en ti kook– respondió algo confuso por la pregunta.

por favor jamás dejes de desconfiar.

–¿Por qué hoy estas diciendo cosas raras jungkookie? – pregunto volteando su cuerpo totalmente, pero aún quedando entres los brazos de Jungkook.

Jungkook sonrió por la pregunta de su novio, pero Jimin noto algo diferente en esa sonrisa, no era como las otras, esta reflejaba tristeza y culpa.

–por nada bebe, solo quiero saber cuanto me amas– susurro besando uno de sus regordetes cachetes.

–te amo mucho, mucho, muchísimo kookie– dijo sonriente.

–yo más cariño.

–nop, yo te amo más– rio mientras se colocaba a horcadas para mejor comodidad.

–claro que no, yo te amo mucho más– lo abrazo por la cintura mientras se deleitaba con la hermosa risa de su novio.

–no......

Jungkook lo corto besando sus labios, un beso suave, con movimientos delicados, sin apresurase a nada. Pero jungkook tenía un propósito, quería tener a Jimin en cuerpo y alma, quería marcarlo como suyo, quería que Jimin lo recordara hasta el día de su regreso.

déjame hacerte el amor bebe– pidió separándose del beso, obteniendo toda la atención de Jimin.

El pequeño quería negarse, pues digamos que él aún no estaba mentalmente preparado para dar ese paso, pero al conectar miradas, pudo ver la suplica en los ojos de su novio, como si necesitara de él, de su cuerpo y Jimin lo amaba demasiado que termino asintiendo y espero pacientemente y con algo de miedo a que su novio lo tomara.

Jungkook se maldijo por ser tan egoísta, sabía que Jimin lo hacía solo por él, pero necesitaba tenerlo, nesecitaba ser egoísta esa noche.

Volvió a unir sus labios y lentamente lo fue recostando quedando ahora sobre él, sin cortar el beso comenzó a acariciar su cuerpo sobre la ropa, movió su mano delicadamente, corto el beso y susurro un confía en mi a Jimin, para después empezar a desvestirlo.

Jimin solo se dejo hacer, por que como dijo antes, confiaba ciegamente en Jungkook, sabía que no lo lastimaría, no a propósito, con movimientos delicados, Jungkook tenía ahora el cuerpo de Jimin completamente desnudo bajo él suyo, volvió a unir sus labios, proporcionando suaves caricias a lo largo de su cuerpo desnudo y disfrutando de la tersa piel de su novio, llevo su mano a su trasero y lo acaricio dando leves apretones de vez en cuando, bajando sus besos ahora al cuello de su novio y escuchando sus gloriosos y suaves gemidos, busco de su bolcillo el lubricante que había conseguido, se movió un poco y vacío una gran cantidad en una de su manos.

Volvió a unir sus labios con los de su novio y paseo su mano entre los glúteos de Jimin, con cuidado busco su entrada e hizo círculos en la zona, Jimin ahora estaba un poco tenso esperando el siguiente movimiento.

–relájate amor– pidió, Jimin respiro profundo e intento relajar su cuerpo, pues a pesar de ser aun un adolescente de 14 años, su cuerpo respondía a las carisias que Jungkook le proporcionaba, su pene erecto era prueba de ello.

Al ya notar más relajado a su novio, Jungkook fue ingresando su primer dedo, Jimin no sintió dolor, si no cierta incomodidad, por lo que después de unos segundos ingreso el segundo dedo.

–a-ah– gimió, esta vez sí había sentido algo de dolor.

Jungkook trato de ser lo más cuidadoso posible, no quería lastimarlo, movió sus dos  dedos suavemente y los abrió en tijeras para estirarlo, poco tiempo después ingreso el tercero y Jimin pareció aceptarlo más rápido.

Luego de unos minutos los retiro y se quitó la ropa bajo la atenta y nerviosa mirada de Jimin, quien trago grueso al ver el miembro erecto de su novio, se volvió a colocar sobre él y posicionó ambas piernas de su novio sobre sus hombros teniendo mejor acceso a su entrada, unió sus labios y unto una gran cantidad de lubricante en su pene, unió sus manos y las coloco a los costados de su cabeza, obteniendo un apretón por parte de Jimin.

Con cuidado alineó su miembro en la dilatada entrada de Jimin y empujó solo ingresando la punta.

–a-ah kookie– gimió separándose solo unos centimetros de los labios de Jungkook y apretando el agarre de sus manos, no había dolido mucho, pero si le resultaba incómodo.

–tranquilo bebé– susurro saliendo de él y volviendo a tomar sus labios, cuando lo distrajo lo suficiente, volvió a empujar metiendo está vez la mitad de su miembro.

–ahg– gimió, está vez si había dolido por lo que intento mover sus caderas hacia atrás, pero Jungkook soltó una de sus manos y lo tomo de la cintura impidiéndole hacer cualquier movimiento– ko-kook – Jungkook volvió a callarlo uniendo sus labios y tratando de distraerlo del dolor.

Al parecer había funcionado, porque poco después Jimin había relajado su cuerpo y dejado de apretar su mano empezando a corresponder al beso, por lo que volvió a empujar y ingreso por completo su miembro y a Jimin no le había dolido demasiado.

Con cuidado soltó su mano y bajo ambas piernas, paso sus besos a su cuello y fue levantándose quedando sentado y con Jimin a orcadas sobre él.

–muevete a tu ritmo amor– le susurro en su oído, quería que ambos lo disfrutarán.

Jimin hizo caso y con cuidado levantó sus caderas solo un poco y se dejó caer  con lentitud, no había dolido pero seguía siendo incómodo, volvio a hacer el mismo movimiento, pero está vez Jungkook también había levantado sus caderas logrando enterrar su miembro mucho más profundo, tocando su punto dulce.

–¡Ahh! Kook...mmm – con solo ese roze había sentido tanto placer y necesitaba sentirlo de nuevo.

Volvió a levantarse y estaba vez cayó más rudo, tocando nuevamente su próstata y repitió la acción varias veces aumentando el ritmo, enserio que jamás pensó que llegaría a disfrutarlo tanto. Pero Jungkook también quería tomar el control, por lo que de un movimiento volvió a recostarlo bajo el y siguió su propio ritmo, entraba y salía rápidamente y los gemidos aumentaban cada vez más, ambos lo estaban disfrutando y eso era lo que Jungkook quería.

Al llegar a su orgasmo Jimin cayó rendido y como no había dormido en ningún momento, sus ojitos llorosos por el reciente placer se fueron serrando poco a poco, Jungkook no impidió eso, porque sabía que su bebé estaba cansado y merecía una pequeña siesta, por lo qué el se encargó de limpiarlos a ambos y aprovecho para dormir unos momentos también.

(.......)

–Jimin, amor es hora de irnos– trato de despertarlo con besitos en sus cachetes regordetes.

–mmm– sus ojitos se fueron abriendo y una sonrisa se formó en su rostro a ver la sonrisa de su novio iluminada por la luna– kookie.

–bebe ya es tarde, debo llevarte a tu casa– le acarició su mejilla con cariño.

–¿Qué hora es?– pregunto sentándose con ayuda de Jungkook.

–las 11.

–¡ay!– se quejo y volvió a sentarse, pues al intentar ponerse de pie había sentido una punzada en su parte baja.

–¿Que pasa cariño?– pregunto preocupado.

Jimin hizo un puchero y alzó sus bracitos.

–me duelo mi trasero Jeon, tienes que cargarme.

Jungkook soltó una carcajada y sonrió con cariño para luego alzarlo en brazos.

–claro que te llevo en mis brazos mi bebé– le beso un cachete y con cuidado lo ayudo a subirse a su espalda.

Camino de regreso a la casa de Jimin, sus pasos eran lentos, como si quisiera retrasar lo inevitable, suspiró con nostalgia cuando diviso la casa, era hora de despedirse.

Jimin había dormido nuevamente, se sentía culpable de dejarlo así nada más y sabía que iba a tener problemas por la falta de sueño, pero si no se alejaba, la vida de ambos corría peligro.

–bebe, llegamos– lo removió un poco.

Jimin soltó un suspiro y con cuidado bajo de la espalda de Jungkook, al menos había dormido un poco y mañana no tendría tanto sueño.

Le dió un último beso a Jungkook y quiso separarse de él para poder entrar a su casa, pero este lo tomo de la cintura para unir nuevamente sus labios en un beso más profundo.

prometo regresar– le susurro cuando se separaron.

Jimin al estar aún con sueño, no entendió muy bien el verdadero significado de esas palabras por lo que sonrió con cariño.

prometo espérate– a decir verdad solo lo dijo por instinto, ni siquiera lo había pensado, las palabras fluyeron por si solas.

–adios bebe– se separó y dejo un beso en su frente.

–te veo mañana kook– sonrió e ingreso a su casa.

Cómo siempre las luces apagadas y todos ya se había ido a dormir, sin siquiera preocuparse si llegaba tarde o si le hubiera pasado algo. Entro en su habitación y empezó a desvestirse, aún le dolía sus caderas, pero no sé arrepentía de nada.

Se dió cuenta de que no le había devuelto el abrigo a Jeon, el cual seguramente se lo había puesto cuando se quedó dormido.

Con una sonrisa, lo guardo junto con su ropa y se metió bajo las sábanas, tomo una pastilla para dormir que le habia recetado el doctor, aunque sabía de antemano que le costaría demasiado dormir y quizás ni logré hacerlo a pesar de haberla tomado, pero mañana cuando esté con Jungkook podría descansar un poco.

Nunca imagino el rumbo que tomaría su vida después de esa noche.

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