– ¿Y si le vamos y tiramos huevos en su casa y luego nos vamos corriendo?, Si llega la policía le decimos que eres ciego y querías venganza porque el te hizo bullying. ¡Soy un maldito genio! – habló completamente emocionado su amigo de cabellos rubios mientras hacia que su pequeña hija de apenas dos añitos brincara en sus piernas. 

 – Oh, vamos Félix, ¿Qué edad tienes?, ¿Quince?, No seas infantil e inmaduro. – habló el rubio castaño, soltando un suspiro para después sonreír a la nena – Solo.. dejemos las cosas como están. Tal vez así esté bien, además, ese bobo Alfa no era mi tipo, por eso nunca me marcó, tampoco es como si yo se lo hubiese pedido, mi lobo no lo quiso nunca y aún así decidió tener al hermoso cachorro que tengo ahora, así que, estoy bien. – habló, jugando con la bebé. 

– Entonces quememos su casa, así sabrá que hizo mal al dejar a un Om.. ¡AUCH, FUE SOLO UN DECIR, BOBO! – se quejó el menor sobándose la nuca que fue donde recibió el golpe – Sabes que lo digo de broma, bueno, ese idiota sinceramente nunca te mereció, es bueno que hayas hecho lo que tenías que haber hecho desde un inicio, Mimi. – hizo un puchero, mientras que la pequeña reía por la escena que a su poco conocimiento le parecía graciosa. 

– Lo sé.. soy un completo idiota. – habló en un suspiro con un tono frustrado y "divertido" – Bueno, creo que me iré, BaekHyun ya debió haber salido de clases desde... – miró el reloj de su mano izquierda y abrió los ojos a mas no poder, dándose cuenta que posiblemente de nuevo llegó tarde – ¡Mierda!, Oh perdón.. ¡Mangos!, Lix tengo que irme, voy tarde. – dió un veloz beso en la frente de la nena llamada HyunA y se fue gritando un "¡Nos vemos pronto!"

Después de que saliera casi corriendo hacia su auto lo encendió y emprendió camino hacia la pequeña escuela de música donde su hijo estaba estudiando canto y un poco de piano. Luego de unos cuantos insultos a los autos que no querían apurarse llegó al lugar, estacionando el auto en el estacionamiento de ahí y bajando corriendo al salón donde su hijo estudiaba; parecía que Diosa Luna estaba a su favor pues aún no salían. Se recargó en la pared a un lado del salón de su cachorro y sacó su celular del bolsillo, mirando una notificación en donde el mensaje de su ex esposo le decía lo siguiente:

 Kim JiSoo: 

JiMin, iré por mis cosas en un mes.

De solo pensar en todo lo que pasó le daban ganas de llorar. Estarán pensando ahorita, "Si le duele, ¿Por qué aún no va hacía el de nuevo?", O bueno tal vez no, equis, y volviendo a la historia; lo que pasa, es que a JiMin lo dejaron por una linda beta de diecinueve años, bueno ahora ya con sus veintidós, universitaria, joven, hermosa y con unas lindas curvas que "hasta Toretto quisiera recorrerlas", o eso decía JiMin. Omega bobo. Con el nudo en su garganta fue caminando hacia los baños, encerrándose en el último cubículo y ahí soltando sus lágrimas, se sentía herido, como si le clavaran un cuchillo en su corazón. 

Podría mil y una vez decir que le interesaba en absoluto ese Alfa idiota que lo ha hecho sufrir, pero la verdad era que él realmente si le pidió una marca en su tercer mes de casados, en ese momento teniendo apenas un año de estar juntos como pareja más no casados, los siguientes fueron solo indirectas pero después de tres años, decidió dejar esa idea de un lado. Su madre y padre le tenían tanto odio a ese tipo que desde el inicio de su relación con el Alfa no hablaban tanto apenas para saludar. Su lobo aullaba en tristeza, humillación, frustración sexual (pues claramente el tipo no quiso volver a tener relaciones al tener a BaekHyun por miedo a que quedara de nuevo en cinta el Omega rubio), enojo y muchísimas emociones negativas más como para que sus feromonas salieran como cañón en todo aquél baño.

Tantas emociones que ni siquiera escuchó como la puerta era abierta y alguien entraba. Aquella persona en su curiosidad, se guio en aquel aroma amargo (pero lindo y agradable a su parecer) hasta estar en el último cubículo donde nuestro protagonista estaba en pleno llanto.

– ¿Te encu..? – fue interrumpido.

– ¡E-está ocupado! – habló entre sollozos el Omega, moqueando y limpiándose la nariz con su mano, teniendo un rollo de papel a su lado.

– Ya veo que lo está.. ¿Se encuentra bien, joven?, Su aroma, está por todo el baño y es amargo.. – «y triste» pensó – ¿Lo puedo ayudar en algo? –

– S-si tiene una botella grande de champaña, vino o whisky si puede, si no, tal vez no.. – sollozó nuevamente, preocupando a la persona detras de la puerta que los separaba.

–¿Podría decirme por qué demonios llora en un cubículo de baños públicos de una escuela de música? – 

– Chingado, uno ya no puede llorar porque lo critican, bueno ¿A usted qué...? – al abrir la puerta con enojo y frustración por no poder desahogarse en su propia miseria, se encontró a un lindo Alfa, sabiendo ésto al oler el aroma fresco y embriagante sintiéndose mareado de repente, un poco más alto que él, pálido, ojos grisáceos, cabello platinado oscuro y una expresión confusa con su ceño un poco fruncido.
Por la parte del Alfa, veía a un rubio castaño sonrojado, sus mejillas húmedas y algunas lagrimas secas de tanto llorar, mocos líquidos transparentes saliendo de su también roja nariz de botón, unos ojitos avellano cristalinos, labios rojos e hinchados y una piel blanca bronceada que le iba bien al chico, o bueno, eso pensó él; ahora que la puerta estaba abierta identificando más el aroma: dulce y natural, una combinación tan rara como exquisita..

 « ¡NUESTRO! » – había hablado una voz dentro de ambos hombres al verse. Un sentimiento extraño comenzando a crecer en su interior.

.

.

.

.

🎹

JKAJSSKADB wey, estoy pendejisima, lo sé. eliminé la historia por accidente al querer editarla owowowo

bno nimodo; cambié algunas cosas que no me llegaron a cuadrar ahora que de nuevo leí de nuevo el capítulo, don wori, todo es igual solo con unos pequeños cambios

bno, me despido, un beso en la cola derecha