Sin recuerdos
Gulf cerró los ojos cuando la luz cegadora de la máquina de rayos x le pegó de lleno en el rostro. Desde que había despertado había estado alrededor de un sin fín de enfermeras y médicos dando vueltas, indicaciones y revisando todo su cuerpo. No podía culparlos, después de todo decían que acababa de despertar de un coma por seis meses. Lo cuál le parecía una locura. Y luego estaba aquel hombre que lo había besado.
Lo había mirado con tanto amor y ternura que su corazón se había estrujado de una manera un tanto extraña y a la vez dolorosa, como si una parte muy importante de él volviera a recordar. Sin embargo no lo recordaba. Estaba 100% seguro que nunca lo había visto en su vida, por lo tanto, no entendía la reacción del hombre a su pregunta.
Unas cuantas radiografías más fueron tomadas, para luego ser llevado de regreso en silla de ruedas hacía su habitación. En el camino pudo reconocer a la doctora que lo había atendido platicando con aquel hombre. Su guapo rostro estaba compungido en un claro signo de desesperación, y su mandíbula se encontraba tensa debido a la molestia que al parecer las palabras de la mujer le estaban causando.
La imagen desapareció cuando llegaron a su habitación, la enfermera lo ayudó a acomodarse en la camilla, y tras volver a abrir la vía del suero se dispuso a irse. Gulf la detuvo cuando se percató de la presencia de una cuna al otro lado de la habitación. Una hermosa bebé de piel blanca permanecía profundamente dormida, moviendo sus manitas de vez en cuando en el sueño. Un extraño sentimiento oprimió su corazón, haciendo que apretara fuertemente los puños.
No comprendía. Era... era como si una parte de él le hubiera sido arrebatada, como si no tuviera una pieza importante de su vida a su lado. Tomando fuertemente la mano de la enfermera miró detenidamente en dirección de la pequeña, sintiendo como algo dentro de él se agitaba con cada respiración que daba la pequeña.
----- ¿Quién es esa bebé? ¿Por qué está aquí? ----- La mujer trató de retroceder sin saber que responder a la pregunta. Podía ver a la perfección lo perturbado que se encontraba el chico, sin embargo, no podía hablar así sin más. Soltando el agarre, retrocedió lo suficiente como para que Gulf no pudiera volver a alcanzarla.
----- Creo que necesita descansar. La doctora vendrá en unos minutos para volver a revisarlo ----- Gulf trató de volver a hablar, pero la mujer salió más rápido de lo esperado, impidiéndole así interrogarla.
¿Qué rayos estaba sucediendo? No podía entender. Un fuerte dolor de cabeza lo invadió al tratar de recordar y obtener respuesta, consiguiendo siempre el mismo resultado, nada, no podía recordar nada más aparte de la muerte de su hermano. Luego todo era una serie de nubarrones borrosos y sin fin. Gritó. Se sentía acorralado, sin salida alguna al laberinto de pensamientos a los cuales quería llegar.
----- ¡Joder! ----- El sonido de la puerta al abrirse le hizo salir de la nebulosa de pensamientos en la que se encontraba, apretando los puños y frunciendo el ceño cuando reconoció al hombre de minutos atrás.
----- Por un momento creí que estarías descansando ----- Gulf retrocedió sobre la cama, chocando su espalda contra el espaldar cuando ya no encontró salida.
----- ¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí, y por qué hay un bebé en mi cuarto? ¡¿Qué está pasando?! ----- Gulf no pudo más con la desesperación, y finalmente estalló.
Sus lágrimas por fin cayeron en una cascada sin fin sobre sus mejillas, y sus manos se apretaron fuertemente con cada sollozo que expulsaba, provocando que a Mew se le partiera el corazón. No dudo ni un momento en correr hacía el chiquillo, y abrazarlo fuertemente entre sus brazos, mientras esté, por inercia se aferraba fuertemente a su pecho. Soltando todos esos sentimientos que lo estaban ahogando.
No entendía. No podía recordar a ese hombre, sin embargo, su cuerpo reacciona al tenerlo cerca. Su corazón parecía acelerarse y sus manos no podían apartarse de su cuerpo, queriendo fundirse con él y quedarse de esa forma. Mew masajeaba sus cabellos tratando de calmarlo al ver su desesperación y tratando de contener su propio llanto.
A pesar de que no podía sentir todo lo que el chico estaba pasando, lo entendía. Sus manos poco a poco se encargaron de calmar su llanto, dejando suaves caricias sobre su espalda, caricias que asustaron a Gulf cuando su corazón se disparó de nuevo a galope. Se alejó de golpe, asustado al verse tan cerca del hombre. Mew lo miró temeroso, sin saber cómo interpretar su rechazo.
----- Gulf... ----- Aferrándose a las sábanas, Gulf negó.
----- ¡Esto está mal! Yo ni siquiera lo conozco ¡Joder! Por más que le doy vueltas siempre terminó en el mismo lugar. ¡Y me aterra! Es como un camino sin salida, en el cuál tengo miedo de perderme y... ----- No pudo continuar. Las manos le comenzaron a sudar y su piel perdió todo el color, volviéndose pálida. Mew trató de calmarlo.
----- Gulf, escúchame. Todo tiene una explicación, pero mientras no te calmes no puedo contarte todo. Tienes que tranquilizarte ¿De acuerdo? ----- Un poco más tranquilo, Gulf asintió.
----- ¿De dónde me conoces? ----- De todas las preguntas Mew se imaginó que esa sería la primera. Sin embargo, no encontró una manera cautelosa para responderla.
----- Yo... tú y yo estamos casados ----- El rostro de Gulf palideció, y sus ojos se abrieron desmesuradamente.
----- ¿Qué? Eso no puede ser ¡Yo no soy gay! ----- Tratando de alejar el dolor que las palabras de Gulf le causaban, Mew continuó.
----- Tú y yo nos casamos un poco después de que tu hermano muriera, él era... mi pareja. Pero por algunas circunstancias tú tomaste su lugar, y te casaste conmigo ----- Gulf cerró los ojos tratando de asimilar todo, y de encontrar, aunque fuera un resquicio de ello en sus recuerdos, sin embargo, no encontró nada ----- Pasamos muchas cosas juntos antes de que descubriera la verdad sobre tu identidad, pero nuestro amor fue tan grande que superó cualquier tropiezo ----- Gulf no lo dejó terminar. Sus manos se apretaron en puños, y se aferraban fuertemente a las sábanas.
----- Sí lo que dices es verdad. Porque... porque hay algo que no me deja tranquilo. ¿Qué más hay aparte de ti? No se que pueda ser, pero cada vez que veo esa niña mi corazón parece llorar de dolor. ¿Quién es, y por qué está aquí? ----- Mirando a la pequeña nena dormida, Mew tragó duro antes de responder.
----- Esa nena... es nuestra hija. Natasha ----- Los ojos de Gulf se abrieron con horror, mirando hacía la pequeña ----- Han pasado muchas cosas, que con el tiempo iras descubriendo, y lo único que puedo decirte por el momento es que no es nuestra hija biológica. Nuestros hijos de sangre están en casa... con Up y con tu tía, junto a nuestras otras dos hijas adoptadas ----- Gulf jadeó.
Todo eso estaba siendo demasiado para él. De pronto se despertaba de un sueño en el que le habían dicho había pasado 6 meses, y se encontraba con que no recordaba nada de todo ese tiempo que había pasado, y lo peor; con que estaba casado con el ex de su hermano muerto, y que tenían 5 hijos. Quería gritar, soltar todo ese nudo que le estaba ahogando la garganta y no le permitía hablar. No sabía que decir a todo eso. Estaba claro que no recordaba nada, pero los hechos estaban ahí, latentes y presentes para hacerle ver que si era real. Tan real como esa pequeña que empezó a llorar.
Mew se levantó para poder cargarla y calmar su llanto, y Gulf clavó sus ojos en la imagen. El hombre miraba con tanta ternura a la pequeña que algo dentro de él hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas. Necesitaba estar solo y pensar, tratar de acomodar todo ese rompecabezas antes de saber que iba a hacer. Tan pronto la niña se hubo calmado, Mew regresó su atención al mocoso, Gulf evitó toparse con su mirada. Algo de esos ojos de color gris intenso no lo dejaba tranquilo.
----- Necesito saber todo. Que me digas todo lo que pasó, y porque terminé así ----- Mew asintió.
----- Lo sabrás, pero no ahora. Tu cuerpo aún debe recuperarse de todo esté tiempo que has pasado dormido ----- Con cuidado dejó a la niña dentro de su cuna, y con pasos vacilantes se acercó a Gulf.
----- Yo... mis hijos ----- Una pequeña sonrisa salió de los labios de Mew, mientras sus dedos dibujaban una pequeña caricia sobre sus mejillas.
----- Khalan y Alexander están bien. Y son tan hermosos como tú ----- Gulf sonrío, había algo en esos nombres que lograban hacerlo sonreír con su tan sola mención. Con un poco de temor, Mew dejó un pequeño beso sobre la frente de Gulf antes de disponerse a salir, deteniéndose cuando la mano de Gulf se aferró a la suya fuertemente.
----- Espera... yo... no recuerdo tú nombre ----- Una sonrisa melancólica se formó en los labios de Mew, y con algo de dificultad susurró;
----- Mew, mi nombre es Mew Suppasit ----- Y tras tratar de sonreírle abandono la habitación, dejándolo completamente solo y con un sin fin de pensamientos.
El martes de la semana siguiente Gulf ya estaba listo para que le dieran de alta. Con los mejores resultados de los médicos, su pronóstico había mejorado notablemente. Lo único que parecía no querer avanzar eran sus recuerdos. Había pasado el tiempo suficiente tratando de llegar, aunque sea a un pequeño fragmento de ellos, sin embargo, no conseguía nada claro. Lo único que había logrado Identificar, y de lo cuál no había hablado nada, era la imagen borrosa de una mujer pelirroja, y cuando estaba apunto de verle la cara está se desvanecía.
No sabía que significaba, pero cada vez que aparecía en sus sueños lo único que lograba era perturbarlo. Mew había llegado todos los días después del trabajo a visitarlo, y tal como había prometido le había dicho toda la verdad. Aún recordaba el extraño sentimiento que había corrido por su cuerpo con cada palabra que el hombre le revelaba. Era como si le estuvieran contando una historia, no su propia vida. Reconoció varías cosas que estaba seguro él hubiera hecho, como las peleas y sus locuras, sin embargo, no le ayudaban en nada.
Se sentía un poco mal porque a pesar de todos los esfuerzos del hombre por lograr que recordará, su mente parecía no querer hacerlo. La doctora le había explicado que podía ser una parte de su subconsciente la que le estuviera negando la oportunidad de los recuerdos al parecer causado por un fuerte shock, el detonante de que todos sus recuerdos sobre "su vida con Mew Suppasit" desaparecieran por completo.
Gulf soltó un suspiró cuando la enfermera entró con la bandeja de su desayuno. Revisó que todo estuviera a la normalidad y tras sonreírle volvió a dejarlo solo. Minutos después la puertas se abrió mostrando un enorme ramo de hermosos girasoles asomar por ella. Una sonrisa se escapó de sus labios, para después mirar avergonzado al dueño del regalo. Mew le regaló una radiante sonrisa, mientras caminaba hacia él.
----- ¿Listo para volver a casa? ----- Gulf se mordió el labio, tomando con dificultad las flores que el hombre le ofrecía.
----- Mentiría si te dijera que si. Pero me he pasado toda la mañana quebrándome la cabeza al pensar en que por fin saldré de aquí, y lo que me espera ----- Comprendiendo sus palabras, Mew le dió la razón.
----- Sólo tienes que ser tú mismo. Además, Up y Jennie estarán ahí para ti. Lo único que quiero es que no te sientas presionado... con los niños ----- Gulf asintió.
Ese era otro asunto te lo tenía muy nervioso. No podía negar que la idea de ver por fin a sus bebés lo tenía completamente emocionado, pero a la vez el miedo de no recordarlos no lo dejaba tranquilo. Mew le había explicado cómo es que Sammy y Love habían llegado a su lado, y el milagro de sus gemelos, sin embargo, aún no le aclaraba el nacimiento de la pequeña Natasha. Estaba claro que algo había detrás, algo demasiado fuerte como para que Mew no quisiera contárselo.
No se le había escapado la idea de qué tal vez Mew le había sido infiel, y de esa relación había nacido la niña, sin embargo, al ver el amor con que esos grises ojos no dejaban de mirarlo todos esos pensamientos se esfumaban.
La llegada de la doctora Scott los interrumpió, e hizo que Gulf dejara a un lado los girasoles para poder poner atención a la doctora. La mujer lo examinó por última vez, antes de que por fin le pudiera dar el alta.
----- Has evolucionado muy bien los últimos días Gulf. Pero eso no significa que puedas volver a tú vida normal de llenó. Tienes que permanecer tranquilo y sin emociones fuertes. Tampoco trates de recordar a la fuerza, eso te puede perjudicar y ocasionar que tal vez esos recuerdos ya nunca regresen. Solo se paciente, que ellos regresarán solos ----- Gulf asintió, mientras Mew le ayudaba a ponerse de pie y a recoger todas sus cosas.
----- Prometo ser bueno ----- Scott sonrío.
----- De acuerdo, vístete. Sólo entregó los últimos papeles en la recepción y la firma de Mew y entonces puedes irte ----- Gulf le dió una mirada agradecido.
----- Muchas gracias por todo.
Mew le entregó la maleta con ropa que le había llevado, y tras haber firmado los papeles del alta por fin pudo salir del hospital. Cuando salieron la fresca brisa que pegó en su rostro le hizo sonreír. Había pasado tanto tiempo encerrado que había olvidado como se sentía. Mew lo ayudó a subir al coche, abrochándole el cinturón y acomodándolo de manera que pudiera descansar la cabeza, para después subir a su lugar.
----- ¿Estás listo? ----- Aunque sabía que no lo estaba, Gulf asintió sintiendo un extraño cosquilleo cuando el auto por fin se puso en marcha.
Las calles le parecieron demasiado cortas, y tan solo 15 minutos después Mew apagaba el motor frente a una enorme casa de color crema, con un bonito jardín y una verja de madera. Le pareció la típica casa de películas, y el bullicio de niños que provenía de la casa le hizo tragar con dificultad. Mew le abrió la puerta y le ayudó a bajar, deteniéndose cuando se dio cuenta de lo nervioso que se encontraba.
No podía evitarlo, sin embargo, la sonrisa que le regaló el hombre le hizo sentirse un poco más seguro. Dió una profunda respiración, y tras un par de pasos la puerta por fin se abrió. Una niña de coletas rubias y otra de cabellera castaña corrieron directamente hacía él cuando por fin lo vieron, haciendo que retrocediera debido al impacto del abrazo.
----- ¡Papi! ----- Algo dentro de él se removió ante la palabra cariñosa, y quiso gritar por no poder recordar nada sobre ellas. Mew intervino rápidamente, separando a las pequeñas que miraron anhelantes a su padre.
----- No presionen a su papi preciosas ¿Recuerdan lo que hablamos está mañana? ----- Las niñas parecieron meditarlo por unos segundos, asintiendo un poco avergonzadas. Gulf quería llorar, sin embargo, se tragó sus propias lágrimas tratando de sonreír.
La silueta de Up sosteniendo a un par de bebés le hizo dar un paso hacia atrás, y esta vez no pudo contener sus lágrimas. La imagen de él acariciar su estómago grande pasó rápidamente como una nube borrosa, haciendo que jadeara cuando por fin pudo ver a los bebés. Las pequeñas personitas clavaron sus ojos en los suyos propios, comenzando a moverse entre los brazos del chico, inquietos y en busca de los brazos de la persona que les había dado la vida.
Era como si pudieran reconocer la presencia de su padre, y Gulf no dudó en tomar a los pequeños cuando Up los acomodó a cada uno en sus brazos. Los pequeños gimieron, buscando el calor de su padre, y Gulf no pudo evitar llorar aún más.
Cuán injusta le parecía la vida, que lo había separado de sus hijos todo ese tiempo, y que ahora le negaba los recuerdos de su pasado. Los brazos de Mew alrededor de su cintura impidieron el que perdiera la fuerza, y le dieron el valor para llamar a las dos pequeñas que miraban todo en silencio. Las niñas titubearon en si acortar los pasos que los separaban, rompiendo el corazón de Gulf.
----- No tengan miedo. Vengan pequeñas ----- Sammy fue la primera en salir corriendo y abrazarse a su cintura, y luego Love que un tanto renuente aceptó el abrazo ----- Mis pequeños ----- Mew no pudo evitar soltar sus lágrimas al ver a Gulf, sin embargo, un bonito sentimiento de tener a toda su familia después de mucho tiempo reunida lo llenaba de paz.
La noche llegó luego de una tarde llena de lágrimas y horas de juego al lado de los niños. A pesar de todo Gulf no había podido evitar el disfrutar de sus hijos. Sammy y Love habían sido las más difíciles de tratar ante el remordimiento de no poder recordar nada de ellas, sin embargo, podía sentir una conexión muy fuerte con ellas. Con respecto a los gemelos, Gulf no había querido separarse de ellos ni un segundo.
No se cansaba de mirarlos, y de admirar esos hechizantes pares de ojos verdes y grises. Mew lo llenó de todas y cada una de las características de los nenes, empezando por el de ojos verdes como los suyos. Su pequeño Alexander se parecía más a él de lo que se hubiera imaginado. Con sus hermosos ojos gatunos y su sonrisa juguetona y escandalosa. En cambió Khalan, con sus pestañas enormes y ojos grises tenía la misma mirada cautivadora de su padre.
Gulf los adoraba, y mientras los nenes dormían en su cuna no pudo evitar una sonrisa melancólica. Ellos eran lo único que lograban mantenerlo en pie, y que no perdiera la cordura, sin embargo; cuando Mew entró a la habitación y lo miró directamente a los ojos, no pudo evitar el preguntarse ¿Qué iba a pasar ahora?
Porque por más que tratará, no podía recordar. Y cada vez que miraba todo eso a su alrededor, cada vez que los días pasaban la realidad lo golpeaba. Esa no era su vida, al menos no la que recordaba. Era... como vivir una vida ajena. Y no estaba seguro de poder soportarlo, y vivirla con normalidad.
Tomándolo de la mano, Mew lo encaminó hacía la cama, sentándose y haciendo que quedarán frente a frente, con Gulf entre sus piernas. El mocoso no pudo evitar el tensarse al sentir las manos de Mew acariciar sus manos. Se había acostumbrado a las atenciones del hombre en el hospital, pero ahora completamente solos, y en la que aparentemente había sido su habitación le parecía mucho más íntimo, y le aterraba. Sintiendo la tensión en su cuerpo, Mew obligó a que Gulf lo mirará, dejando de tocar las manos, sin embargo, sin soltar el agarre, antes de poder hablar.
----- Sé que todo esto puede parecer nuevo para ti, y que también es demasiado duro. Pero quiero que me tengas confianza, que me dejes mimarte para que pronto todos esos recuerdos puedan regresar solos, sin necesidad de forzarlos. Pero para eso necesito que confíes en mí, que convivas conmigo, tal vez no de la misma manera, pero si de una en la que pueda volver a enamorarte, sin necesidad de recuerdos. Necesito que me dejes quererte, o me voy a volver loco ----- Gulf reconoció la sombra de lágrimas asomar por esos hermosos ojos, y no pudo evitar sentir remordimiento, mucho más cuando Mew se mordió el labio tratando de no llorar ----- No sabes el dolor que sentí todos estos meses al no tenerte a mi lado. El miedo que sentí de perderte ----- Gulf dudó en acariciar el rostro del hombre, terminando por limpiar una traicionera lágrima, y acercándose más al hombre, de manera que su cuerpo quedó entre las piernas de Mew.
----- Por favor ----- Susurró ----- No llores ----- Gulf negó sintiendo sus propias lágrimas, acercando más su rostro al del hombre.
No sabía que se había apoderado de su cuerpo, pero era como si una extraña conexión lo llamara a acercarse más al hombre, como un imán al metal; hasta que sus rostros quedaron a escasos centímetros. La respiración de Mew se volvió irregular, perdiéndose en los ojos ajenos que no apartaban la mirada de los suyos. Gulf jadeó cuando los dedos rasposos del hombre dibujaron el contorno de sus labios, y con voz temblorosa susurró:
----- Tengo miedo. Porque por más que trato, todo son sombras que no me dejan tranquilo. Y... tampoco puedo evitar el sentir esto. Pero todo es tan confuso, que siento que estuviera viviendo la vida de otra persona, no la mía. Y me aterra... mucho ----- Mew asintió, limpiando las lágrimas de las mejillas coloradas del mocoso.
----- No lo tengas, porque yo estoy aquí. Y juntos vamos a recuperar esos recuerdos ----- Gulf negó, aún más angustiado.
----- ¿Y si no regresan? ----- Mew lo miró. No podía negar que él mismo también se había puesto a pensar en esa posibilidad, llenándolo de dudas y de inseguridad, sin embargo, no dejó que Gulf las sintiera. Suficiente tenía con todos los sentimientos con los que estaba batallando.
----- Con recuerdos o sin ellos, tú y yo seguiremos adelante. Y yo me encargaré de que sean sustituidos por unos mejores. Y de que me ames de nuevo ----- Pasaron unos cuantos minutos más en completo silencio, hasta que Mew se atrevió a pegar sus labios sobre los de Gulf.
La sensación de los labios del hombre sobre los suyos envío un burbujeo a través de su estómago, haciendo que Gulf cediera y se entregará al beso. Sus manos se aferraron fuertemente a la camisa del hombre, temblando cuando se volvió más demandante, y llenó de una pasión que le dobló las rodillas, haciendo que cayera sobre el cuerpo del hombre, y gimiera antes de abrir su boca a la lengua de Mew.
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