Primer viaje [1]
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Maratón 3/6
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Durante los últimos tres días Mew se la había pasado de la casa a la oficina y de la oficina la casa. Desde el incidente de la última vez no había visto a Gulf por más de una fracción de segundos, cuando el chico abría los ojos buscándolo por la mañana. No había sido su intención el sonar de esa manera. Duro y frío, pero tenía la razón suficiente para hacerlo. Le había dolido hasta lo más profundo de su alma el terminar por aceptar la situación.
Gulf solo lo había buscado para olvidarse del dolor que le provocaba la verdad. Y eso ¿En qué posición lo dejaba a él? A pesar de que él mismo lo había disfrutado no podía dejar las cosas simplemente así, Gulf tenía que reconocer sus errores, y decifrar muy bien que representaba para su corazón, y en su vida.
Tirando el sobre de papeles sobre el escritorio se frotó desesperadamente el rostro, tratando de alejar el estrés de su cuerpo. Estaba harto, cansado y completamente agotado, tanto física como mentalmente. Necesitaba a Gulf. El chiquillo parecía ser su medicina a cualquier problema que estuviera pasando, pero todavía no era el momento para buscarlo. El chico tenía que pensar muy bien sobre qué hacer, y para eso necesitaría su espacio, aunque eso lo estuviera matando.
Revisando los documentos dentro de su ordenador, Mew miró de reojo su móvil cuando esté comenzó a vibrar. El nombre en la pantalla le llamó mucho la atención, y dejando de lado su trabajo, cogió el aparato y tomó la llamada.
----- ¿Diga? ----- Los sollozos tras el auricular le hicieron erguirse en su silla.
----- Mew... necesito tu ayuda ----- Poniéndose de pie rápidamente, el hombre asintió, aun sabiendo que no podría verlo.
----- Dime donde estas ----- Anotó la dirección que la voz del otro lado le dicto y luego asintió ----- Voy para allá... solo tranquilízate ----- Colgó la llamada, y tomando su saco salió corriendo.
Cuando llegó a su destino, Mew divisó através de las mesas la silueta del chico, y apresurando su pasos llegó hasta él, sentándose frente a frente. Up trató de sonreírle, pero lo único que consiguió fue una mueca sobre sus labios, preocupando más al hombre. En el tiempo que llevaba de conocer al chico nunca lo había visto de esa manera, ni mucho menos escucharlo llorar, razón por la cuál no sabía cómo actuar frente a él.
----- ¿Qué es lo que está sucediendo? ----- Preguntó con cautela. El chico no respondió inmediatamente, y tras unos minutos contestó:
----- Me odia, Mew. Gulf me odia ----- Terminando por susurrar las últimas palabras, el chico se derrumbó. Mew no supo cómo reaccionar, así que con algo de temor arrastró sus manos através de la mesa, terminando por tomar las del chico tratando de tranquilizarlo.
----- Escucha. Desde que te conozco no has hecho nada más que cuidar de él. No veo como podría odiarte. Eres alguien especial para él, mucho más de lo que te imaginas y de lo que él mismo asegura ----- Negando, Up se limpió las lágrimas con algo de fiereza.
----- No Mew, le mentí. Le oculte la verdad sobre esa perra, y ahora no quiere ni verme. El mismo dijo que me odiaba ----- Sintiendo como la irá crecía en su interior, Mew tragó con fuerza. Ese mocoso lo iba a escuchar.
----- ¡Tú solo querías protegerlo! Y Gulf tiene que entenderlo, le guste o no ----- Up lo miró y luego apretó las manos del hombre que todavía yacían entre las suyas, agradeciendo el gesto ----- Ahora tú solo no te preocupes. Ese chico me va a oír ----- Mordiendo sus labios Up le sonrió, terminando por susurrar.
----- Gracias.
Esa tarde Gulf salió rumbo al parque como los últimos dos días atrás, para encontrarse con la pequeña Sammy. A pesar de los problemas por los que estaba pasando no había roto su promesa, y había salido para encontrarse con la pequeña princesa. Gulf había descubierto muchas cosas sobre la chiquilla, como que era mitad surcoreana por parte de su madre, y que está había muerto al darla a luz quedándose solamente con su padre, y que luego éste había muerto en un accidente de tráfico terminando de esa forma en el hogar para niños.
Una extraña conexión había surgido entre ellos desde el primer momento, y un extraño sentimiento por proteger a la chiquilla crecía dentro de su pecho conforme pasaba el tiempo, y como no hacerlo, si la pequeña con su tan sola sonrisa iluminaba su presencia.
Mientras se aseguraba de cerrar la reja de la casa, la silueta de una chica rubia le hizo detenerse abruptamente, haciendo que su corazón se disparará a todo galope con tan solo verla. Davika lo miró fijamente para luego encaminarse hasta él. Gulf retrocedió con algo de temor, lo que menos quería era encontrarse con la chica, pero parecía que el destino o tal vez su mala suerte se empecinada en volverlos a juntar. Llegando hasta él, Davika lo miró dulcemente, tratando de acariciar su rostro y recibiendo a cambio un esquivo por parte del chico.
----- ¿Qué quieres? ----- Gulf no pudo evitar el tono tajante en su voz, lo que obligó a Davika a mirarlo con tristeza.
----- Te he estado esperando ----- Sintiendo la irá correr por sus venas, Gulf bufó.
----- ¿Estás de coña? ¡Ya te lo he dicho! No voy a volver contigo ----- Sonriendo con algo de irá, Davika.
----- Yo se esperar cariño, lo eh hecho durante un buen tiempo ----- Terminando por explotar, Gulf gritó.
----- ¡Ya déjate de estas mierdas, y déjame en paz! ----- Davika trató de detenerlo al ver que se alejaba, pero solo consiguió la furia y la mirada de odio del chico que terminaba por alejarse.
Cuando Gulf llegó al parque la furia se hacía palpable en sus ojos. Algo dentro de él había volcado al volverse a encontrar con la chica, lo que lo volvía furioso. No era el hecho de que hubiera estado queriendo verla en estos días, de eso estaba seguro, pero no sabía exactamente que era. Mientras se mantenía peleando consigo mismo sobre sus sentimientos, la pequeña Sammy se acomodó a su lado bajo el gran árbol que se había vuelto su guarida y lugar favorito.
----- ¿Estás bien? ----- Gulf sonrío al ver a la pequeña, sintiendo como un poco del nudo en su estómago se iba aflojando ----- Te ves tristes Gulf ----- Negó.
----- No es eso, es solo que todo se vuelve más confuso ----- Mirándolo durante un instante, Sammy se quedó en silencio, para luego posar su pequeña manita sobre la mejilla de Gulf, sonriéndole cuando la mirada de éste se posó en la suya.
----- Cuando me siento triste, o pienso en mamá y papá, la señorita me dice que no escuche a mí mente, si no a mí corazón, y entonces todo se arregla y vuelvo a sonreír ----- Mirándola, Gulf sintió como algo dentro se calentaba dentro de su corazón, y no pudo más que abrazarla fuertemente contra su pecho, amando la sensación de tener a esa personita entre sus brazos, y secando un par de lágrimas cuando los pequeños bracitos se aferraron a su alrededor ----- Te quiero mucho, y no me gusta verte llorar ----- Sintiendo como su corazón daba un vuelco, Gulf sonrío ante la confesión de la pequeña, y acariciando sus suaves cabellitos susurró:
----- Yo también chiquilla, yo también te quiero ----- Sammy se apretó más al cuerpo de Gulf, sonriendo cuando el chico besó su cabecita. Hacía mucho que no se sentía tan querida, y eso... le gustó mucho, demasiado y no quería volver a pedirlo.
Cuando la noche comenzaba a caer, Gulf se despidió de la señoritas del hogar tras dejar a una profundamente dormida Sammy entre sus brazos, y luego se encaminó hacia la casa. En todo el camino no dejo de pensar en lo que la chiquilla le había dicho, y metiendo las manos dentro de sus bolsillos se dedicó a mirar la casa frente a él.
Su cuerpo temblaba con angustia, pero no le importó. Con manos temblorosas tocó el timbre, y tras esperar unos momentos la puerta se abrió y la chica que salió de está se tiró a sus brazos al verlo, haciendo que retrocediera un poco ante el inesperado acto.
----- Sabía que vendrías ----- Dijo emocionada, y lo metía a la casa.
Cuando Mew llegó a casa todo estaba completamente oscuro. Dejando las llaves del auto sobre uno de los estantes se sacó la corbata, se arremangó las mangas y se dirigió a la cocina en busca de un vaso con agua. Un refrescante suspiro se escapó de sus labios cuando el líquido se deslizo por su garganta, calmando un poco el ardor que sentía.
Dejando el vaso sobre el lavamanos observó a su alrededor. Todo era silencio, un silencio que lo llenaba de angustia. Decidiéndose por preparar la cena, sacó todos los ingredientes que necesitaría y se puso manos a la obra. Mientras cortaba los vegetales le echó un pequeño vistazo al reloj, preocupándose al ver que Gulf no llegaba. Sacó su celular, pero al teclear el número se negó a llamar. volvió a su tarea y cuando la desesperación se apoderó aún más la puerta se abrió y pudo divisar la silueta de Gulf entrar y mirarlo directamente a los ojos.
El alivió corrió por su cuerpo, sin embargo, no se movió. Dejo que Gulf dejara sus cosas sobre el sofá y luego caminara hacia él. Era la primera vez, luego de su discusión en la que se encontraban a solas y la necesidad por tenerse no ayudaba en nada. Señalando hacía la estufa, Mew lo miró.
----- Hice panqueques ¿Quieres? ----- Gulf asintió en silencio, recogiendo un par de platos y entregándoselos al hombre, pero lo que no se esperó fue el roce de sus dedos cuando Mew trató de tomarlos.
Gulf se apartó rápidamente, sintiendo como su respiración se agitaba y no sabía que hacer. Mew lo miró asombrado, pero no dijo nada. Sirvió un par de hotcakes para cada uno y tras ponerlos en la mesa se dedicaron a comer. El ambiente tensó se filtraba hasta por sus poros, sin embargo, ninguno de los dos se atrevió a decir nada. Gulf sentía como la culpa crecía en su interior ante cada segundo que pasaba, y el hecho de que el hombre lo mirará cada cierto tiempo no ayudaba para nada.
Al final no terminó su cena. Dejando prácticamente sus hotcakes enteros se negó a seguir en la mesa, y tras lavar su plato subió a la habitación, dejando a un confundido y herido Mew. El hombre no sabía cómo interpretarlo, y tras dejarlo todo limpió en la cocina subió tras Gulf. Encontró al chiquillo jugando con sus labios y mirando hacia la nada sobre la cama, y solo pudo conseguir su atención cuando cerró la puerta tras de sí.
Gulf dio un brinco al verse de nuevo a solas con el hombre, y retrocediendo hacia el espaldar de la cama se negó a verlo. Podía sentir la cercanía del hombre conforme pasaba el tiempo, pero lo que no sé esperó fue que este lo tomará entre sus brazos completamente desnudos y le diera un fragante beso. Todo a su alrededor se desvaneció y las paredes parecían dar vueltas a su alrededor. Los labios de su hombre se movían con demanda sobre los suyos exigiendo de esa manera su entrega y amor. Y Gulf no pudo resistirse. Abrazándose al cuello del hombre gimió cuando el par de pezones duros chocaron contra su pecho, refregándose en contra de la tela de su camiseta. Un sentimiento abrazador se apoderó de él, pero cuando su cuerpo fue depositado sobre el colchón la realidad lo golpeó el colchón la realidad lo golpeó, obligándolo a separarse del hombre, y alejarse por completo de él.
----- ¡No! ----- Sintiendo como se alejaba, Mew lo miró sin comprender, sintiendo una extraña angustia al encontrarse con los ojos del chiquillo. Algo no andaba bien, y eso no le estaba gustando para nada.
----- ¿Gulf? ----- Escondiendo el rostro entre sus manos, Gulf se echó a llorar, negando rápidamente cuando el hombre se levantó en busca de poder consolarlo.
----- No... no vengas ----- Aún confundido Mew lo miró.
----- ¿Qué está sucediendo? ----- Tras unos minutos en completo silencio, Gulf lo miró, terminando por soltar su pecado.
----- Yo... yo vi a Davika otra vez ----- Apretando los puños, Mew sintió como la sangre se congelaba en sus venas y luego volvía a correr a toda velocidad, impidiéndole el pensar con claridad.
----- ¿Estuviste con ella? ----- Cerrando los ojos, Gulf se negó a contestar, abriéndolos abruptamente cuando el gritó explotó en su cara ----- ¡Contéstame! ¿Estuviste con ella? ----- Mirándolo a los ojos, Gulf sintió como se derretía, y tirándose a sus brazos susurró:
----- Solamente escuche a mí corazón.
Cerrando la puerta tras de sí, Davika se lanzó a sus labios, gimiendo cuando el sabor de sus labios volvió a asaltar sus recuerdos y todo lo vivido años anteriores revivía. Su corazón palpitaba frenéticamente contra su caja torácica y los labios que besaban los suyos le parecían ajenos y sin vida, y Gulf sabía por qué. No eran los de Mew. Alejandola de su cuerpo, Gulf trató de ponerse de pie, siendo detenido cuando la chica lo pegó sobre el sofá, subiendo a su cuerpo.
----- Sabía que regresarías. Tú siempre me has amado ----- Previniendo el próximo beso, Gulf la empujó con todas sus fuerzas, logrando así sacarla de su cuerpo y ponerse de pie rápidamente ----- ¿Gulf? ----- Davika lo miró asustada.
----- No es así Davika ----- Sintiendo la impotencia barrer su corazón, Davika lo miró con dolor.
----- ¿Qué estás diciendo?
----- Tú fuiste alguien muy importante para mí, sin embargo, ahora me doy cuenta porque el destino se encargó de separarnos ----- Negando, Davika gritó.
----- ¡Nos mintieron!
----- ¡Si, lo hicieron! Pero ahora no puedo estar más agradecido por eso ----- La mirada de Davika cayó cuando las palabras perforarón su corazón ----- Siempre me enseñaste lo valioso que soy, y por eso te estoy muy agradecido, pero no puedo ofrecerte más que eso ----- Davika negó, tratando de detener sus palabras, sin embargo, estas se derramaron de sus labios ----- Porque yo... ya no te amo. Nuestros recuerdos siempre serán una parte importante dentro de mi corazón, pero se quedarán como eso, nada más que recuerdos ----- Más lágrimas se derramaron de los ojos de Davika ----- Ahora tengo una vida... un esposo al que amo con todo mi corazón y al que no estoy dispuesto a dejar nunca ----- Frunciendo el ceño, Davika gritó.
----- ¡Es un hombre!
----- ¿Importa? ----- Llorando sin ningún control, Davika lo miró sin responder ----- Me he pasado la mayor parte de mí vida siendo un imbécil, pero entonces él llegó y toda mí vida dio un cambio inesperado, pero no me arrepiento. Amo mi vida, y lo más importante, lo amo a él ----- Gulf deseó que la chica dijera algo, pero al ver que esta jamás abriría su boca se encaminó hacía la puerta, giró el pomo y antes de salir susurró: ----- Realmente esperó que seas feliz.
Mirando las lágrimas que bajaban sin control por las mejillas del chiquillo. Mew las limpió con delicadeza admirando el valor y el coraje que el mocoso había tenido al confesarle la verdad. Por un momento había sentido que moriría ante la posibilidad de que Gulf hubiera terminado por dejarlo e irse con la chica, o de que su amor no fuera lo suficientemente sólido como para sobrevivir cualquier prueba. Pero que equivocado estaba. Besando dulcemente sus labios, Mew pegó sus frentes en una suave caricia, sonriendo cuando Gulf dejó de hipar y se aferró a sus hombros.
----- Perdóname por haber dudado de ti ----- Negando, Gulf cepillo sus narices juntas, amando la sensación de el cálido aliento del hombre golpear su rostro.
----- Perdóname a mí por ser tan imbécil. Nunca debí actuar como lo hice, y lastimar tus sentimientos de esa forma ----- Mew cepillo un beso através de sus labios, terminando por acurrucarlo sobre el mullido colchón.
----- No importa. Solamente prométeme que hablarás conmigo sobre tus sentimientos, y que confiarás en mí pase lo que pase ----- Mordiendo su labio, la imagen de la pequeña Sammy invadió la mente de Gulf.
Confiar en Mew significaba contarle cómo se sentía, y lo más importante, sobre la existencia de Sammy. Acomodándose sobre su hombro lo miró indeciso en sí hablar o no, pero al ver la mirada de amor en los ojos del hombre siente que podría derretirse.
----- Dijiste que hablara sobre mis sentimientos ----- Mew asintió, acomodándose mejor para poder escucharlo ----- Hay algo que me ha estado incomodando desde hace algún tiempo, y es el hecho de que no puedo darte un hijo ----- Abriendo los ojos con asombro, Mew se preparó para refutar, pero Gulf no se lo permitió ----- Déjame terminar ----- Hizo una pequeña pausa y luego continuó ----- A pesar de que digas que eso no te importa, y que siempre me amarás a pesar de todo no puedo evitar el reprimir mis sentimientos. ¡Quiero una familia Mew! Disfrutar de la compañía de algún pequeño y de oír la palabra padre, de verte sonreír ante la idea de ser llamado papá, de cuidar a alguien más, de que nuestra familia crezca ----- Acariciando el extremo de sus mejillas, Mew lo miró.
----- ¿Es así como te sientes? ----- Gulf asintió, mirando con ojos anhelantes al par de orbes grises, y luego susurró:
----- Quiero que conozcas a alguien ----- Mew no pudo evitar la curiosidad, sin embargo, Gulf se negó a revelarle toda la información ----- Ven conmigo al parque mañana, y entonces sabrás ----- Contestó juguetón.
----- ¿A sí? ----- Entrecerrando los ojos, Mew lo miró amenazadoramente, y antes del que mocoso pudiera escapar lo encarcelo entre el colchón y su cuerpo, comenzó una guerra de cosquillas.
----- ¡No!
Riendo Gulf se retorcía en busca de librarse del castigo al que estaba siendo sometido, y cuando pensó que moriría de la risa el ataque se detuvo. Jadeando, Mew lo miró a los ojos, perdiéndose en las aguas turquesas que parecían absorberlo ante cada parpadeó. Como si fuera llamado por una fuerza magnética sus labios se buscaron anhelantes, reclamándose cuando por fin hicieron contacto, y bajo los susurros de la noche se entregaron mutuamente.
A tan solo un día para la tan esperada navidad, el ambiente en las empresas Suppasit era un completo caos. Gente corriendo por acá y por allá, teléfonos sonando por doquier. Era todo menos tranquilidad. Revisando los papeles de exportación Mew dio un suspiro aliviado cuando el último cargamento estuvo listo para zarpar. A su lado, Joss palmeó su hombro satisfecho, comenzando su camino de regreso a la oficina.
----- ¿Vas a alguna parte? ----- Terminando por apagar su PC Mew asintió.
----- Gulf dijo que tenía algo que mostrarme ----- Sonriendo, Joss no pudo evitar reír ante la imagen del travieso esposo de su amigo.
----- Ya veo. Entonces que te diviertas ----- Mew sonrío.
------ Solamente espero que no sea nada malo. Gulf es como una bomba de problemas ----- Joss asintió ----- Me tengo que ir ahora ¿Podrías ayudarme con los preparativos para el viaje de mañana?
----- No te preocupes ----- Mew le sonrío, y dándole una palmadita se encaminó hacía la puerta.
----- Gracias amigo.
Mew revisó el mensaje que le había mandado Gulf de la dirección en dónde se encontraba. Bajando del auto, miró detenidamente el enorme dificio que se alzaba frente a sus ojos. Hogar de niños. Leyó, y observando los alrededores divisó a Gulf del otro lado de la calle, jugando con una pequeña niña rubia que reía alegremente, aferrándose a la mano del mocoso. Parpadeando con confusión, caminó hasta ellos, sorprendiéndose cuando la niña lo miró con sus grandes ojos grises y se escondió detrás de Gulf.
----- ¿Gulf? ----- Girándose abruptamente, Gulf se encontró con la mirada interrogante del hombre, y aferrándose a la mano de la niña trató de sonreír.
----- Llegaste ----- Asintiendo, Mew se giró para mirar a la pequeña, esta asomó su cabecita, para luego volver a esconderla.
----- Sí, pero lo que menos me imagine era que te encontraría en un hogar para niños ¿Puedo saber porque? ----- Tragando con algo de dificultad, Gulf se preparó para poder decirle todo de una vez por todas.
----- Bueno, es que esto es lo que quería enseñarte ----- Sacando a la niña de su escondite, la colocó frente al hombre sonriendo lo más dulce que pudo ----- Ella es Sammy ----- Parpadeando un par de veces Mew no contestó.
Se quedó mirando detenidamente a la niña, retrocediendo cuando está le regaló una enorme sonrisa e hizo que algo dentro de él se contrajera. Sonriéndole dulcemente Gulf, él giro hacia él.
----- Vete adelantando por nosotros ¿Si bonita? ----- Sonriendo, Sammy asintió y tras mover su manita hacía Mew salió corriendo hacía el edificio. Todavía confundido Mew señaló en la dirección por donde la pequeña había desaparecido.
----- ¿Qué significa ésto? ----- Gulf lo miró con inocencia ----- ¿Me podrías explicar por favor? ----- Cruzándose de brazos, Mew le dirigió una severa mirada.
----- Mew ¡Por favor! Ya lo hablamos anoche ----- Apretando el puente de su nariz, Mew se negó.
----- ¡No! ----- Abrazándose fuertemente al hombre, Gulf formó un puchero con sus labios.
----- ¡Por favor! Solo pasa unos días con ella ¡Es un amor! ----- Canturreó inocentemente. Perdiéndose en la felicidad que brillaba en los ojos del chiquillo, Mew no se vio rompiendo las esperanzas del chiquillo, y suspirando lo miró ----- Por favor.
----- Está bien ----- La sonrisa que creció en los labios de Gulf logró el no arrepentirse de su decisión, y tomándolo de la mano se encaminaron juntos hacia la chiquilla que jugaba con un emocionado perro.
----- ¡Oh, señor Suppasit! ----- Mew se giró al escuchar su nombre, si embargo, no reconoció a la mujer que se dirigía hacia ellos.
----- ¿Perdone? ----- Sonriendo, Gulf lo miró.
----- Se refiere a mí ----- Mew formó una "O" con sus labios ante la revelación, y se quedó en silencio observando como su chiquillo hablaba amenamente con la mujer ----- Buenas tardes señorita García.
----- Veo que hoy viene acompañado ----- Comentó dirigiéndose a Mew. El hombre asintió un tanto cohibido, y sin saber que decir. Gulf se rió internamente. Era divertido verlo tan nervioso.
----- Así es. Él es mi esposo ----- Mew no pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios ante la presentación que Gulf le había dado. Se oía realmente hermoso.
El resto de la tarde se la pasaron jugando con la pequeña Sammy, y para ese entonces Mew ya estaba completamente fascinado con la chiquilla, decidiendo al final pasar la navidad con ella. Las encargadas del hogar no habían estado tan flexibles del convencer ante la posibilidad de solamente ilusionar a la niña, pero luego de una sería charla terminaron por acceder. Y dejando a la pequeña ilusionada se despidieron esperando porque la navidad por fin llegará.
Gulf miraba completamente emocionado la fecha que marcaba su móvil, y mientras terminaban de guardar las cosas que necesitarían para el viaje de ese día, el sonido del timbre hizo que su corazón se disparara dentro de su pecho. Mirando a Mew, el hombre le dio un casto y sonoro beso en los labios, y corriendo bajaron para abrir la puerta.
Al momento en que la madera cedió y la pequeña los miró con sus ojillos brillantes de la emoción, supieron que estaban haciendo lo correcto, y acurrucandose frente a ella, Mew acarició sus caballitos desordenados por el viento decembrino, sonriéndole abiertamente.
----- ¿Lista para el viaje? ----- Sammy los miró un par de segundos y luego soltó una sonora carcajada, asintiendo frenéticamente.
Un muy divertido viaje les esperaba...
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