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¿Otra vez tú? ¡Joder!

Gulf detuvo abruptamente todos sus movimientos cuando escuchó el sonido del timbre. En su lugar, Mew soltó un suspiró cansado, y sin decir nada pegó la frente contra el hombro del chiquillo, sin ganas de moverse o salir para abrir la puerta. El timbre continuó una cadena de sonidos,  que a decir verdad había comenzado a desesperarlos. Tomando una toalla del estante de al lado de la ducha, Gulf fue el primero en salir del baño, tratando de no lastimar su pie, y como pudo llegó hasta la habitación, girándose hacía la pared cuando Mew entró detrás de él, poniéndose un par de pantalones para dormir, bajo para ver de quién se trataba.

Al momento en que llegó frente a la puerta, agradeció el no tener que seguir escuchando el desesperante sonido, pero se arrepintió completamente cuando al abrirla, una cabellera roja salió volando por los aires cuando la chica se tiró a sus brazos, en un sufocante agarre.

----- ¡Oh cariño! ----- Mew deseo que el tiempo se detuviera y regresará, para no escuchar la voz chillona de Amanda Obdam, allí, en su casa.

----- Amanda ¿Qué haces aquí? ----- La pregunta, aunque trato de disimularlo, salió de mala gana y con fastidió.

----- Supe lo que pasó, y quise venir a ver como estabas. ¡Es increíble! Aún no puedo creer como ese mocoso pudo hacerte eso ----- Mew masajeó las esquinas de su cabeza tratando de alejar las pequeñas punzadas que comenzaban a formarse, y cuando estuvo dispuesto a contestar, la imagen de Gulf llegó hasta ellos, cruzándose de brazos cuando observó el rostro de la chica.

Mew se alejó de un suave empujón, y se giró hacia el chiquillo. Amanda observó sin decir ni un sola palabra al chico, y luego a Mew. Sintió una ola de rabia creciendo en su interior, girandose hacía el hombre mayor, se preparó para pedir una explicación, pero Mew no se lo permitió.

----- Te pregunte ¿Qué haces aquí Amanda? ----- La pelirroja observó con odio a Gulf, mientras este apretaba los puños contra sus piernas, tratando de controlar la ira que corría por sus venas y no lanzarse sobre ella y arrancarle todos los cabellos.

¿Por qué no podía dejarlos en paz? ¿Por qué siempre tenía que interrumpir los momentos importantes? ¡La odiaba!

----- Yo creí... ----- Mew observó como Gulf se alejaba molesto, y cogiando del lugar. Sin embargo no lo siguió, se giró hacia la chica en espera de que esta le diera una buena explicación, o terminaría por perder todos los estribos y explotaría ----- Vi las noticias en la televisión, así que me vine sin el permiso de mis padres. Ellos no saben que estoy aquí ----- El hombre cerró los ojos, y contó hasta tres antes de hablar.

----- ¿Y qué esperabas? ¿Qué yo te recibiera con los brazos abiertos? ----- Amanda no respondió ----- No puedes quedarte aquí.

----- No tengo a donde ir, Mew. Mis padres no saben que regresé, y si se enteran tendré problemas ----- Mew no dijo nada.

Su cabeza era un libro de pensamientos. la familia de Amanda era muy amiga de sus padres, incluso mantenían una sociedad en las empresas, pues parte de la acciones estaban en manos del padre de la pelirroja. No podía dejarla solamente así, sería algo descortes de su parte incluso podría traerle problemas. ¡Joder! Estaba en una situación demasiado difícil. Revolviendo sus cabellos con frustración, Mew la dejó entrar. Dejó la maleta de la chica a un lado, y dejándola sentada en el sofá subió en busca de Gulf.

Lo encontró en la habitación, sentado contra el espaldar de la cama, con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Cuando Gulf observó la expresión en el rostro de Mew supo que la discusión que estaba por tener no saldría nada bien. Mew camino hasta el chiquillo, y tomando sus manos entre las suyas lo miró lo más dulce y tierno posible, recibiendo a cambió un manotazo y un empujón de parte de Gulf.

----- ¿No la echaste verdad? ¡Eres un idiota! ----- Mew trató de esquivar todos los golpes, sin embargo uno se estampó con fuerza contra su estómago, haciendo que frunciera el ceño y lo tomará de las manos logrando detener la fuerza.

----- ¡Ya! Tranquilízate ----- Mew explotó.

----- ¿Cómo quieres que me tranquilice? ¡Hay una jodida zorra en mi sala! Que lo único que quiere es joder mi matrimonio ----- Mew rió ante las expresiones en el rostro de Gulf, y tras recibir otro manotazo no pudo callarlo más que con un furtivo beso ----- ¡Déjame! ¡Eres un aprovechado!

----- Kana, escucha ----- Gulf sintió como una manada de mariposas revoloteaban en su estómago ante el apodo, y con las mejillas coloradas se cruzó de brazos tratando de evitar la mirada gris ----- La familia de Amanda no sabe que ella está aquí. No tiene a dónde ir y no puedo dejarla en la calle. Sus padres son muy amigos de los míos y si se enteran puedo ganarme muchos problemas ----- Gulf gritó.

----- ¡Entonces porque no consigue un maldito hotel! Esta no es una casa de huéspedes.

----- Gulf es en serio. No puedo hacerlo, mamá no me lo perdonaría ----- Incándose sobre la cama, Gulf lo apunto con su dedo índice, y mirándolo amenazante susurró:

----- Pues llama a tu madre, ¡Porque yo! No la quiero aquí ----- Y lo sacó de la cama con un empujón.

Mew caminaba de un lado a otro por la sala mientras hablaba por teléfono. En la otra esquina sobre uno de los sofás, Gulf fulminaba con la mirada a la pelirroja, mientras está lo miraba de vez en cuando con una sonrisa mal intencionada. Gulf quería arrancarle los cabellos, patearle el culo y borrarle esa estúpida sonrisa de la cara. Sabía perfectamente las intenciones de las zorra esa, pero a pesar de que estuviera molesto con Mew, no lo permitiría.

Terminando la llamada, Mew se giró con una señal clara de cansancio y miró a Gulf, luego a Amanda. Ninguno dijo nada durante un largo rato, y cuando pensó que el aire bien podría cortar una hoja de papel de lo tenso que estaba, por fin habló.

----- Mamá sugirió que lo mejor será que te quedes acá, al menos por hoy. Es demasiado tarde, las carreteras están mojadas por la lluvia ----- Terminó derrotado.

Gulf se levantó de golpe al escuchar la respuesta, y caminando lo más rápido posible que su pie se lo permitió subió a la habitación. Estaba furioso, no, eso era poco para todo lo que había en su interior. Quería romper cosas, gritar y correr hacia la tipa esa y matarla con sus propias manos. Levantando con rabia la sábana se dispuso a meterse en la cama y dormir antes de que le diera un derrame cerebral por tanta furia, pero la cabeza de Mew asomando por la puerta no se lo permitió.

----- ¿Bebé? ----- Gulf le lanzó una de las almohadas, dando de lleno contra su rostro.

----- ¡Jódete! ----- Esquivando los lanzamientos de Gulf, Mew logró llegar hasta la cama, tratando de abrazarlo sin conseguirlo por ningún medio posible ----- ¡No vuelvas a tocarme!

----- Gulf... bonito ----- Esquivando el rostro del mayor, Gulf logró alejarse por completo de él ----- Entiéndeme.

----- ¡Oh claro que te entiendo! ----- Contestó con sarcasmo ----- Haz lo que se te de la gana, ¡Pero a mí no vuelves a ponerme un dedo encima! Mew Suppasit.

----- ¿Qué? ¡No puedes dejarme así!

----- Vete a la mierda Mew.

El domingo por la mañana llegó Ploy. La mujer corrió hasta la chica, abrazándola con una enorme sonrisa, molestando a Gulf que miraba todo tras Mew. El hombre permanecía en silencio y tomando su mano en una clara muestra de apoyo. Ploy miró a su hijo y luego al pelinegro menor, frunciendo el ceño cuando Gulf afianzó el agarre de sus manos, entonces se alejó de Amanda.

----- ¡Oh mi niña! Mírate como estás. Eres una completa belleza ----- Amanda sonrió complacida.

----- Lo sé ----- Gulf rodó los ojos ante la falta de humildad por parte de la chica, y su enorme ego.

----- ¿Cómo es que no avisastes que vendrías? Tus padres estarían muy felices de verte ----- Mirando hacía Gulf, Amanda sonrió de mala gana, tratando de parecer avergonzada y así aprovecharse de la situación.

----- Yo... vine porque vi las noticias ----- Susurró angustiada. Ploy la miró asombrada, y luego a Gulf, frunciendo el ceño.

----- ¡Oh querida! Gracias por preocuparte por nuestro Mew ----- Gulf apretó lo puños con fuerza, y soltándose del agarre se giró dispuesto a largarse de ese lugar, pero Mew no se lo permitió, le rogó con la mirada que no se fuera, sin embargo Gulf no lo miró.

----- Es suficiente ----- Susurró, y subió rumbo a la habitación. Dejando a Mew con la mirada hacía su camino y a una sonriente Amanda que fingía inocencia frente a Ploy.

----- Mew siempre ha sido alguien importante para mí ----- Al escucharla, Mew se giró hacía las mujeres y con clara molestia en su rostro habló.

----- ¡Basta! Ya fue suficiente, Amanda. Ve por tus cosas ----- Ploy lo miró indignada.

----- ¡Mew! ----- Una lágrima se derramó por la mejilla de Amanda ----- ¿Cómo te atreves? Amanda se preocupa por ti, y por eso está aquí. En cambio, tú la tratas de esa forma. No puedo creer como te ha cambiado ese chico ----- Mew bufó.

----- No metas a Gulf en esto ----- Se giró hacia Amanda ----- Te agradezco que te preocupes por mí, pero no puedes quedarte. Ahora soy un hombre casado ----- La mujer mayor dió un gritó indignada, girándose hacía Mew lo miró amenazante.

----- ¿Casado? Ni si quiera sabes si ese matrimonio en realidad es válido ----- El hombre la miró furioso ----- Amanda se quedará, quieras o no. O yo misma me encargaré de que tú padre se entere de esto ----- Apretando los puños, Mew observa con impotencia como su madre subía por las escaleras en busca de una habitación para la chica.

Respiró una, dos, tres veces para poder calmarse y entonces subió a su habitación en busca de Gulf, sin embargo, no lo encontró. En su lugar sobre la cama había una pequeña nota. Tomandola entre sus dedos leyó detenidamente:

"Necesito pensar, Llegaré tarde. No te preocupes."

Mirando hacia la ventana abierta, Mew susurró:

----- ¿De verdad no debo preocuparme?

Gulf no regreso por el resto de la tarde. Se la pasó caminando por los alrededores y al final terminó frente a la puerta de Up. El chico lo había consolado como ya era costumbre, y cuando la noche había caído y el reloj marcaba las 10 se sintió seguro de regresar. La casa estaba completamente a oscuras, y con dificultad logró llegar hasta la habitación.

Entró sigilosamente, y tras quitarse los zapatos se metió en la cama, dando un pequeño salto cuando los brazos del hombre a su lado se enroscaron a su alrededor y sus labios buscaron los suyos. Gulf correspondió el besó con desesperación, temblando cuando las manos encontraron el camino a su cintura y se quedaron allí, aferrándose fuertemente a la piel.

----- Regresaste ----- Susurró sobre su oído.

----- Y no volveré a irme ----- Mew sonrío contra sus labios, disfrutando de su calidez y acariciando cada pliegue de estos, terminando por reclamarlos de nuevo.

----- Eso es bueno.

El lunes por la mañana Gulf se levantó muy temprano. Tenía clases a las 7 y no podría llegar tarde, se ducho rápidamente y tras ponerse un par de pantalones de mezclilla azul y una camiseta negra, bajó al comedor. Esperó encontrarse con la sonriente señora de la cocina sirviendo un delicioso desayuno, pero en su lugar estaba una sonriente Amanda, metida en un par de diminutos shorts y una camiseta de tirantes, jugando con un trozo de manzana en un plato de frutas.

----- ¡Buenos días! ----- Saludo con milicia. Gulf no respondió. Buscó un plato y luego reviso la estufa.

----- ¿En dónde está la cocinera? ----- Amanda lo miró con una sonrisa en sus labios.

----- Vino a hacer el desayuno, luego se fue ----- Gulf no respondió, y continuó en su tarea de servirse el desayuno ----- ¿Dormiste bien, querido? ----- Deteniendo sus movimientos Kanawut soltó la cuchara para servir el guiso, causando un gran estruendo al chocar contra el metal. Apretando los puños se giró hacia ella, mirandola con la furia navegando dentro de sus verdes ojos.

----- ¡Escúchame bien maldita! Conozco tu juego. ¿Pero qué crees? ¡No lo lograrás! Mew seguirá a mi lado, para tu desgracia. Y nunca podrás tenerlo, ni siquiera vendiéndole tu alma al diablo ----- Amanda no dijo nada, fingió arreglarse las uñas, y cuando Gulf se disponía a salir de la habitación habló, deteniéndole ante sus palabras.

----- Tal vez no le venda mi alma al diablo. Pero... ¿Qué crees? Yo tengo a Ploy de mi lado. ¿O no Type? No... ¿Cómo debería llamarte? ¿Gulf? ----- Gulf se giró a mirarla, sorprendiéndose ante la facilidad con que está mujer podía lastimar a las personas, y tras una sonora carcajada salió.

Mew entraba a la cocina unos minutos después, sorprendiéndose de no encontrar a su chiquillo allí. Amanda se levantó de un salto, alejando la silla para que el hombre pudiera sentarse, y tomando uno de los platos comenzó a servirle. Mew carraspeó algo incómodo.

----- ¿En dónde está Gulf? ----- Amanda colocó el plato frente a él, y luego miró melancólica a la mesa.

----- Le dije que les había hecho el desayuno, y no quiso comer. Realmente es un malagradecido... ----- Poniéndose de pie, el hombre no la dejó terminar.

----- Agradezco tu ayuda, Amanda. Pero creo que lo mejor es que te vayas ----- La chica parpadeó un par de veces confundida, y luego lo miró indignada.

----- ¿Me estás corriendo? ----- Mew negó.

----- Tómalo como quieras. Pero no puedes seguir en esta casa ----- Amanda replicó.

----- Tú madre dijo...

----- No me interesa lo que diga mi madre. Tú eres un impedimento para mí relación con Gulf. Así que te pido de por favor que te vayas ----- Mirándolo con completa furia, Amanda comenzó a salir de la habitación, deteniéndose cuando estuvo a su lado.

----- ¿Lo amas? ----- Preguntó entre dientes. Mirandola de reojo, Mew asintió, lanzando su mundo al suelo con una simple palabra.

----- Sí ----- Amanda corrió el rostro cuando la primera lágrima escapó de sus ojos ----- Lo amo ----- Y corriendo subió las escaleras.

Gulf caminaba por los jardines de la universidad contando chistes junto a Up. El chico decía cualquier sarta de tonterías con tal de hacerlo reír y pasar un buen rato. Mientras pasaban por uno de los pequeños bosques que había, una pareja tomados de las manos llamó la atención de Gulf, instintivamente sus ojos fueron a parar al anillo que yacía en su dedo. Up observó su expresión, y mordía su labio sin saber que hacer.

----- ¿Qué harás esta tarde? ----- Preguntó casualmente, consiguiendo así de nuevo la atención de su amigo.

----- ¡Oh! ----- Gulf lo miró pensando ----- No lo sé.

----- ¿Qué te parece ir de compras? ----- Gulf sonrío.

Caminaron un poco más antes de salir del estacionamiento, encontrándose con una camioneta bastante conocida y un alto hombre apoyado en ella.

Gulf lo observó sin poder creerlo, sintiendo como una ola de emoción lo embargaba y no podía evitar las ganas de sonreír. Mew camino directo hacia ellos, regalándole una hermosa sonrisa, que hizo temblar su cuerpo. Up sonrió al verlo, y rodando los ojos lo empujó a su lado, sonriendo divertido cuando las mejillas de su amigo se colorearon avergonzado.

----- Hola principito ----- Mew sonrío divertido ----- Me alegro verte, Poompat ----- Dijo refiriéndose al más bajo. Up sonrió.

----- Todos lo hacen ----- Comentó este haciendo reír a Mew. El hombre señaló la camioneta y Gulf asintió. Up observó como Suppasit caminaba hacia la camioneta y la ponía en marcha, le dio un abrazo a Gulf, y sonriendo le guiñó un ojo.

Durante todo el camino, Gulf no dijo nada. Sentía que sí abría la boca diría cualquier estupidez y temía echar a perder el momento. Deteniéndose en un alto, Mew se giró para mirarlo escondiendo un mechón de cabello tras la oreja de Gulf. El chico sonrió, tomando la mano del hombre entre la suya y llevándola a su mejilla.

----- ¿A dónde vamos?

----- Es una sorpresa.

Tras un rato más de camino, Gulf divisó a los lejos una plaza con una enorme pista de patinaje, y le pareció fascinante. En Miami nunca había visto algo así, solamente arena y a las olas del mar. Desabrochandose el cinturón bajo de un salto y corrió hacía la fila en donde la gente conseguía los tickets para poder entrar. Llegando tras él, Mew preguntó:

----- ¿Te gusta? ----- Gulf asintió.

----- Es hermoso ----- Pagaron las entradas y tras ponerse los patines se lo llevó hasta la pista.

Gulf estaba cerrado, el enorme hielo brillaba en sus ojos y al poner un pie en él y resbalar se arrepintió de haber aceptado entrar. Dio un gritó completamente asustado, y agarrándose de la barandilla se negó a salir del miedo. Mew reía divertido, tratando de soltarlo, cosa que le resultaba muy difícil puesto que el chico estaba fuertemente aferrado.

----- ¡Ya deja de reírte! ----- Gruñó furioso.

----- Kana, en serio suelta. Nada malo te va a pasar, bebé, yo estoy contigo ----- El menor observó la mano de Mew y luego el piso congelado, pero al ver como un chico un poco más adelante de ellos caía, volvió a negarse rotundamente.

----- ¡No! Amo demasiado mi vida como para morir como una paleta de limón.

----- ¿Paleta de limón? ----- Gulf asintió ----- Okay, entonces no me queda más que la fuerza ----- Gulf lo miró aterrado.

----- ¿Qué? ----- No pudo terminar de hacer la pregunta cuando fue alzado por los aires y Mew lo montaba sobre sus piernas como si fuera un Koala y comenzaba a patinar, dando vueltas y haciendo que diera grandes gritos ----- ¡Bajame animal? ¡Oh, voy a morir?

Tras una hora, Mew por fin logró que Gulf diera unos cuantos pasos, terminando en el suelo por supuesto, y con un Gulf completamente avergonzado y sin dirigirle la palabra.

----- Kana, amor. ¡Por favor! ----- El mocoso aumento el paso, y llegando a la camioneta se subió y abrocho su cinturón. Mew lo alcanzo después.

----- ¡Eres un idiota! Te dije que me iba a caer, y no me hiciste caso ----- Mew sonrío, besando rápidamente su mejilla y regresando a su lugar.

Gulf parpadeó confundido, y luego lo acusó con el dedo, sorprendiéndose cuando Mew lo tomó de la mano y lo empujó contra su cuerpo, haciendo que cayera directamente sobre su pecho. Abrió la boca indignado, jadeando cuando la boca de Mew asalto la suya, y sus manos se apretaron en su cintura. Quiso escapar, pero ya era demasiado tarde, su sentido estaba completamente nublado y en lo único que podía pensar era en la inmensa necesidad por estar entre sus brazos. Terminando el beso, Mew pegó su nariz contra la del chiquillo, mordiendo sus labios cuando Gulf jadeo y tembló entre sus manos.

----- Te dije que no me podías tocar ----- Gulf habló con dificultad, haciendo reír a Mew cuando su mano comenzó a descender por la pretina de su pantalón y a jugar contra el cierre.

----- ¡Ya lo veremos! ----- Susurró, poniendo en marcha el auto y alejándose del que pronto sería completamente su amante.


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