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No soy él, no soy su sombra.

Gulf estaba furioso. O quizás eso era poco para todas las emociones por la que estaba pasando su cuerpo en ese momento. Apretando los puños con fuerza volvió a hacer el intento de soltarse, pero en cambio solo consiguió un agarre más fuerte de la mano de Mew, y que esté en un solo paso lo apretara entre sus brazos y lo elevará como un saco de papas. Gulf gritó asustado, tratando de alguna manera de lastimar a Mew y poder soltarse cuando esté abrió la puerta de la camioneta y lo tiraba sobre el asiento para después cerrar la puerta con seguro.

----- ¿Qué haces? ----- Gulf parpadeó sin poder creerlo. ¡Estaba siendo secuestrado por su propio marido! Y al ver la expresión en el rostro del hombre no le pareció nada divertido ----- ¡Déjame salir! ¡Mierda, abre la puerta! ----- Abrochandose el cinturón de seguridad, Mew se giró para mirarlo.

----- Te lo dije, volverás conmigo a casa ----- Gulf abrió la boca, completamente indignado.

----- ¡Si no abres voy a gritar! ----- Amenazó. El alto lo miró desafiante, sin embargo, no le prestó atención y se dedicó a encender el auto.

Observando al hombre, el rubio se sintió completamente impotente. ¿Qué iba a hacer ahora? Si lo que quería era demostrarle que podía hacer lo que quisiera, se lo había demostrado. Pero eso sólo llevaba a un estado da rabia a Gulf. Él no iba a dejarse mandar por Mew ¡O perdería su orgullo! Sintiendo como el auto comenzaba a moverse, Gulf apretó el botón para que la ventanilla bajará, y sacando la cabeza por la ventanilla gritó con todas sus fuerzas.

----- ¡Auxilio! ¡Up! ----- El mayor freno de golpe cuando escucho al mocoso, observando como el chico gritaba como un desquiciado, desabrocho su cinturón y girándose hacia él, logro agarrarlo por el cuello de la camisa y callar sus gritos tapándole la boca.

----- ¿Qué mierdas haces? ----- Gulf se removió desesperado.

----- ¡Te lo dije! Si no me sueltas voy a gritar que me quieres secuestrar para violarme ----- Mew lo miró anonadado.

----- ¿Qué? ¿Te estás escuchando? ----- Gulf lo miró furioso.

----- ¿Te estás escuchando tú? ----- Contraatacó ----- He dicho que no quiero ir contigo, sin embargo, vienes y me llevas por la fuerza. Si no me sueltas voy a gritar más fuerte hasta que Up salga, y te aseguro que no le gustará para nada lo que quieres hacer ----- Observando al chiquillo durante un instante, Mew no dijo nada.

Gulf pensó que se había rendido, al ver cómo comenzaba de nuevo a abrocharse el cinturón pero cuando volvió a ponerse en marcha el auto, se alarmó y asustado observó como se alejaba de la casa de su amigo.

----- No creo que a tu amigo le moleste demasiado ----- Gulf lo miró sin comprender ----- O no hubiera aceptado cuando le dije que te llevaría conmigo de regreso a casa ----- El chiquillo negó sin poder creerlo. Up no podía haberlo traicionado así.

----- ¡Imposible! ----- Mew rió satisfecho al ver como el chico regresaba a su asiento.

Cerró la ventana y regresando a su lugar se puso en marcha. No fue mucho el camino de regreso a casa, después de todo el chico no vivía tan lejos de su residencia. Cuándo llegó, abrió la puerta para que Gulf saliera, éste lo observó con odio, alejó la mano que le ofrecía y de un solo salto se bajó del auto. Entró en la casa sin detenerse a esperar al alto, y lo primero que hizo fue dirigirse directamente a la habitación y encerrarse en ella.

Echó pestillo a la puerta, y quitándose los zapatos se tiró a la cama, escondiendo el rostro entre las almohadas cuando sintió como la humedad comenzaba a formarse en ellos. Estaba triste, o más bien molesto por la traición de su amigo. No sabía que era exactamente lo que había pasado, pero Mew lo había dicho tan seguro de sus palabras que no cabía la menor duda.

Sollozando contra las sábanas, escondió su rostro entre sus manos cuando escucho que llamaban a la puerta.

----- ¡Kana, bebé abre la puerta!

A pesar de la insistencia de Mew, Gulf no cedió. Se sentía demasiado vulnerable como para ver al hombre. Era como un delicado vaso de porcelana que podría derrumbarse en cualquier momento. Encogiéndose en un ovillo sobre la cama, se quedó de esa forma, Sollozando silenciosamente mientras los golpes no cesaban, para minutos después quedar profundamente dormido.

Cuando Gulf abrió los ojos, eran las 8 de la mañana. Se limpió el rostro con lentitud al sentirse cansado, rindiendose finalmente cuando observó su rostro hinchado y rojizo por las lágrimas. Se acomodó a la orilla de la cama, abriendo abruptamente los ojos al recordar que debido a su molestia de la noche anterior se había quedado dormido y no había dejado entrar al pelinegro para que esté pudiera descansar.

A pesar de que aún sentía molestia, se sintió culpable. El hombre tenía que levantarse temprano para ir al trabajo, y lo más seguro era de que no había descansado nada. Aunque también estaba la posibilidad de que se hubiera quedado en una de las otras habitaciones. Asintiendo, aunque aún no muy convencido, Gulf decidió abrir la puerta y salir de su duda.

Abrió la puerta lentamente cuidando de no hacer ningún ruido y sacó la cabeza. No encontró a nadie en el pasillo, y cuando tampoco escuchó ningún ruido en ninguna de las otras habitaciones salió completamente. Se revolvió el cabello soltando un bostezo, mientras bajaba las escaleras, dando un fuerte grito acompañado de un salto cuando se encontró con la mirada de su amigo al llegar a la sala.

Up lo miraba seriamente, con los brazos cruzados y su pie moviéndose de un lado a otro. El rubio tragó con fuerza. Conocía a la perfección las expresiones de su amigo, y no tenía duda de que estaba furioso. Respiró con desgana dispuesto a pedir disculpas, deteniéndose antes de abrir la boca al recordar las palabras de Mew que había dicho el día anterior.

----- Se puede saber ¿Por qué mierdas echaste seguro la puerta de la habitación? ----- Cruzándose de brazos Gulf formó un mohin molesto.

----- Y tú, se puede saber ¿Por qué mierdas dejaste que ese hombre me trajera de regreso? ----- Up bufó ante la ironía de su amigo.

----- Haber Gulf, déjate de jueguitos y... ----- Gulf no lo dejó terminar. ¡Es que acaso ahora estaba de parte de Mew!

----- ¡Basta! ¡Es que no lo entiendes! ----- el pelirosa lo miró en silencio ----- ¡Me humilló! Fue él, el que me acusó de tomar el lugar de Type, como si eso hubiera sido mi decisión. Fue él, el que me hizo sentir culpable. ¡No puedes ponerte de su lado ahora! ----- Cuando sus labios ya no tuvieron nada más que articular, quedando temblorosos, terminando por cerrarse cuando los odiosos recuerdos comenzaron a aparecer.

Up no dijo nada, se quedó en silencio, esperando que Gulf sacara todo ese dolor que llevaba dentro. Comprendía muy bien al chico, él mismo lo había consolado cuando esté había llegado devastado, sin embargo, también comprendía a Mew. No es que estuviera de su lado ahora. Sencillamente comprendía los sentimientos de los dos, al fin y al cabo no eran más que unas víctimas del egoísmo de Type y el odio de Anong.

----- ¿Ya terminaste? ----- Gulf parpadeó confundido ante la pregunta de su amigo, y aún con lágrimas en los ojos frunció el ceño ----- Sé perfectamente cómo te sientes. Pero tú te has preguntado ¿Cómo se siente Mew? ----- El otro negó lentamente ----- ¿Sabes cuántas horas pasó ese hombre en el suelo?

----- ¿Qué? ----- Gulf abrió la boca asombrado. ¿Acaso Mew se había quedado ahí? ¿En el suelo? No podía creérselo.

----- Puede que haya cometido un error al tomar una decisión sin consultarte, pero al entrar esta mañana y encontrarme a este hombre tirado sobre el suelo, muriendo de frío, me di cuenta que hice lo correcto. Así que deja de actuar y comportarte como un niño caprichoso y muéstrale a Mew que también puede enamorarse de ti por ser quién eres. Deja de ser la sombra de Type, y vive siendo quién eres ----- Gulf mordió sus labios sin poder contener más los sollozos.

Las lágrimas se desbordaron sin control y no puedo callar más. El miedo y la desesperación que había estado sintiendo por fin cedían ante las palabras de su amigo. Y aunque le doliera admitirlo tenía razón. Desde el momento en que nació no había sido más que la sombra de su hermano, una sombra que conforme pasan los años se fue opacando aún más. Pero ahora todo iba a cambiar, pasaría de ser la sombra hacer un hermoso rayo de sol que alumbrara sus pasos, y que le diera la confianza de aceptar quién era. Limpiando sus lágrimas se abrazó a Up, sonriendo cuando este afianzó el agarre y acarició sus cabellos.

----- Gracias ----- Limpiando el residuo de las lágrimas, el más bajo negó.

----- No tienes nada que agradecer, simplemente se feliz ----- El rubio asintió con un sonrisa, y alejándose de su amigo comenzó a jugar con sus manos de manera nerviosa.

----- Mew... ¿En serio estaba allí? ----- Up soltó un suspiro de resignación.

----- Dijo que no abriste la puerta, y que no podía dejarte simplemente así ----- Bajando la mirada Gulf se sonrojó. A pesar de todo ese hombre seguía enamorándolo.

----- Up...

----- ¿Si? ----- El chico lo miró.

----- No puedo perdonarlo así nada más ----- Up lo observó durante unos segundos y luego sonrió perversamente.

----- ¡Por supuesto que no! Mi intención nunca fue que te lanzaras a sus brazos,  solo quería que dejarás de compórtate como un bebé ----- Gulf frunció el ceño indignado.

----- ¿Bebé? ----- El chico sonrió.

----- Un bebé llorón y revoltoso.

Up se fue luego de ayudarle a acomodar sus cosas. Habían charlado sobre varios temas que el tiempo se les había pasado volando. Eran las dos de la tarde, y Gulf estaba aburrido. Luego de que su amigo se había marchado, había salido rumbo a su trabajo, regresando completamente molesto cuando el dueño de la librería le había dicho que un hombre había llamado diciendo que no se presentaría al trabajo, y que por nada del mundo dejará que pusiera un pie en ese lugar.

Todas las buenas intenciones que Gulf habría tenido para Mew ante el hecho de que el hombre había dormido en el suelo se habían esfumado ¿Qué se creía? Podría ser su marido, pero eso no le daba derecho de controlar su vida. Y para colmó había mandado a un hombre para que lo anduviera siguiendo como si fuera un perrito faldero. Había sospechado algo cuando había salido de la tienda, y cuando el hombre lo interceptó metiéndolo a la fuerza al auto, supo que no había sido su paranoia. Y ahora se encontraba ahí. Furioso y con un hombre frente a la entrada que no lo dejaba salir por nada del mundo.

----- ¡Maldito manipulador! ----- Refunfuñando, Gulf seguía en el sillón mandando al otro lado de la habitación el cojín que yacía sobre este ----- ¡Te odio!

Se quedó de esa forma durante unos minutos. Acostado boca abajo sobre el cómodo sofá, y soltando una sarta de improperios en contra del ojigris.
Se sentó de golpe cuando escucho la puerta abrirse y apretando los puños se preparó para enfrentarse al hombre, quedando anodado cuando se encontró con quien menos se había esperado. Ploy Suppasit se sorprendió al verlo, para luego entrecerrar los ojos y observarlo con desdén.

Gulf se sintió intimidado. En el tiempo que llevaba de conocer a la mujer nunca la había visto de esa forma. Y mucho menos lo había tratado de esa manera, al contrario, la mujer le había dado amor, y había cuidado de él desde el principio. Ahora Ploy lo miraba con odio, y cuando habló supo que no se había equivocado.

----- ¿Qué haces aquí? ----- Gulf no respondió, en su lugar retrocedió y apretó los labios con impotencia.

----- Yo... ----- Ploy bufó ante la sumisión del mocoso, aprovechando esa forma vulnerable en la que se encontraba.

----- ¿Es qué acaso no tienes vergüenza? ¡Tú ya no tienes nada que hacer al lado de mi hijo! ----- Gulf abrió la boca, sin embargo ni una palabra salió de ella ----- Realmente eres un descarado ¡¿Es qué acaso no te bastó con lastimar a mi hijo?! ¿Qué es lo que quieres ahora? ----- Observó como la mano de la mujer se elevó en su dirección, y sintiendo la rabia correr por sus venas, levantó su mano impidiendo el golpe. La castaña observó asombrada al rubio, soltándose bruscamente ----- ¿Cómo te atreves?

----- Puede decir lo que quiera señora, pero no dejaré que me humille. No más de lo que su hijo ya ha hecho ----- Ploy abrió la boca indignada.

----- Eres un maldito malcriado ----- Gulf gruñó.

----- ¡No voy a permitir que me insulte! ----- Ploy levantó de nuevo la mano y está vez, Gulf no pudo evitar el golpe.

La mano se estrelló con fuerza contra su rostro, mandándolo al suelo ante la fuerza. Gulf se encogió contra su cuerpo al sentir las lágrimas picar en sus ojos, levantó la mirada, trató de mantener su orgullo, cosa que no funcionó cuando las cristalinas gotas mojaron el suelo y su camisa. Su suegra lo miraba desde arriba, rodando los ojos ante las aguas salinas que se derramaban de los ojos verdes.

----- ¿Esa es tú manera de mantener tú orgullo? ----- Gulf no respondió, mordió sus labios y apretó los puños en el suelo ----- No eres más que un aprovechado ¡Lárgate de la vida de mi hijo de una vez! ----- Gulf explotó.

----- ¡Pues no sabe como lo deseo! ----- Poniéndose de pie Gulf trató de salir corriendo del lugar, siendo detenido por el hombre que entró a la habitación y lo tomó con fuerza de los brazos ----- ¡Suéltame! ¡Maldita sea! ----- Ploy observó molesta al hombre. Este en su lugar, bajo la cabeza con respeto, sin embargo no lo soltó.

----- Lo siento señora. Pero tengo órdenes del señor Suppasit de no dejarlo salir ----- Y reiterando las palabras, apresó a Gulf.

Ploy observó desde su lugar como Gulf luchaba por soltarse y no derramar más lágrimas que sintió culpa. Los ojos del chiquillo mostraban la desesperación y el dolor por lo que estaba atravesando, sin embargo trataba de permanecer fuerte. Soltando un suspiro de resignación esta se rindió. Observó por última vez al chico que había dejado de luchar y lloraba en silencio sobre el suelo, y antes de salir murmuró:

----- Aunque estés al lado de mi hijo, jamás te aceptaré en mi familia ----- Y salió dando un portazo.

Gulf terminó de caer al suelo, cuando el hombre lo soltó y salió tras Ploy. Las palabras de la mujer habían atravesado su corazón con un filoso cuchillo y lo había hecho trizas. Apretando los puños con fuerza, dio un fuerte grito, terminando por encajarse las uñas contra la suave palma. No podía soportarlo más. Necesitaba salir de ese lugar, alejarse de todo ese sufrimiento al que estaba siendo sometido, y que no se merecía.

Llorando con fuerza cayó rendido al suelo. Su ojos se perdieron en el vacío y su corazón volvió a endurecerse como aquella vez, con una fuerte coraza. Todo volvía a ser como antes, y llorando en silencio se escondió dentro de mismo. El odio creció en su interior, y recordando la sonrisa de su hermano, reconoció que era el único culpable.

Poniéndose de pie observó su rostro frente al espejo, y por primera vez en la vida se odió. Odió el parecerse tanto a Type, odió el haber aceptado su promesa, y sobre todo odió el haberse enamorado de Mew Suppasit. Limpiando las lágrimas recordó las palabras de Up, y mirando su reflejo lo decidió.

----- Ni volveré a ser su sombra.

Subió corriendo a la habitación, tomó la tarjeta de la cuenta que Mew le había dado, y abriendo la ventana observó a su alrededor. El guardia estaba frente a la puerta principal, así que su única vía de escape sería la parte trasera. Afianzando su mochila, miró por última vez a la habitación y salto.

----- ¡Oh joder! ----- Su cuerpo se estrelló con fuerza contra el suelo, haciendo que se retorciera del dolor, y tras unos minutos recuperándose se levantó y corriendo salió del lugar.

Una hora después llego a los centros comerciales de la ciudad. Entró a una boutique de belleza en donde una sonriente chica lo recibió. Le dijo que quería un cambio de Imagen y tras mirar algunos estilos encontró uno de su gusto. La chica sonrió ante su decisión, y mirándose por última vez en el enorme espejo, Gulf asintió. Permitiendo de esa forma que la chica comenzará con su trabajo... una hora después la estilista había terminado.

----- Puedes abrir tus ojos ya ----- Gulf sintió el nerviosismo correr por sus venas, y asintiendo abrió los ojos lentamente.

Sus ojos parpadearon asombrados ante la imagen que le mostró el espejo. El brillante rubio había desaparecido por completo, y en su lugar un intenso negro lo había reemplazado. El largo que había crecido en los últimos días ahora caía completamente lacio por toda su cabeza, dándole un toque dulce y femenino. Gulf sonrío satisfecho, acariciando los suaves mechones de cabello, y sintiendo como las miradas se clavaban en él, dejó que unos cayeran sobre sus ojos, formando un lindo contraste con el verde de sus orbes.

----- Me gusta.

Salió del salón satisfecho, y tras varios minutos caminando entró a una tienda de ropa, pues el cambió no solo incluía su cuerpo. Compró una buena cantidad de pantalones y camisas, unas cuantas chaquetas que le habían llamado mucho la atención, y varios pares de zapatos, entre ellos incluidos dos pares de tenis que lo había dejado anonadado. Salió del centro comercial cuando el sol ya se había ocultado y todo estaba completamente oscuro. Sin embargo, aún no quería regresar a casa.

Caminando lentamente llegó hasta el parque cerca de la casa, y dejando las bolsas de sus compras a un lado, se acomodó en una de las banquetas. ¿Qué iba a hacer ahora? Se sentía completamente perdido, sin ningún rumbo fijo y sin saber que hacer. Tenía su corazón hecho pedazos, y el alma rota. Levantando el rostro al cielo, observó las brillantes estrellas que parpadeaban, y soltando un suspiro deseó ser una de ellas.

----- Mi vida es un completo caos ----- Cerrando los ojos, dejo que la suave brisa nocturna jugara con su cabello ----- Y ahora lo único que siento es miedo ¿Por qué tú siempre lo tuviste todo? ----- Soltando la primera lágrima, Gulf viajo al pasado.

A pesar de que siempre trato de esconderlo, los recuerdos eran dolorosos. Y cuando ahora el tan solo pensamiento de su hermano le parecía odioso. Parecía increíble como la maldad de alguien podía llenar de rencor a otra persona. Y ese era el caso de Gulf. Su propia madre se había encargado de hacerlo infeliz, y lastimarlo con su tan sola existencia. Y ahora era la culpable del odio que esté al fin había desarrollado hacia su propio hermano.

No parecía tener explicación lógica,  como siendo su propia sangre los había tratado tan diferente. Por eso Gulf los odiaba aún más. Limpiando las silenciosas lágrimas, Gulf reanudo su camino a casa.

Cerrando la puerta tras de sí, dio un brinco asustado cuando la luz fue encendida y la furiosa imagen de Mew se presentó ante él.

----- ¿Se puede saber de dónde vienes?----- Gulf trago con dificultad, retrocediendo cuando el hombre se acercó hasta él, y terminó por acorralarlo contra la puerta ----- ¿Qué mierda te hiciste?

"Aunque estés al lado de mí hijo nunca serás parte de mí familia" Gulf cerró los ojos, corriendo el rostro ante la cercanía de Mew "¡Lárgate de la vida de mí hijo de una vez!" Las palabras parecían darle una bofetada conforme se repetían en su mente, y cuando volvió a abrir los ojos y observó a Mew, su pared se derrumbó.

----- ¡Me pinte el cabello! ¿Acaso no lo vez? ----- Mew apretó los puños con rabia.

----- ¡Eso me queda claro! Pero, ¿Por qué putas lo hiciste?

----- ¿Qué, no te gusta? ¿O es qué acaso ya no te recuerdo a mi hermano? ----- Preguntó Gulf, con la ironía y el dolor pintado en su voz ----- ¡Este soy yo! ¡Gulf Kanawut! No Type ----- Mew lo observó sin poder creerlo.

El chico lo miraba con odio en sus pupilas, sus manos estaban fuertemente apretadas y su respiración estaba completamente acelerada.

----- ¿Qué estás diciendo? ----- Empujándolo, Gulf lo alejó de su cuerpo, y encarándolo le susurró.

----- Acostúmbrate, porque no volveré a ser su sombra ¡No más!


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