La ville de l'amour
Gulf miraba anonadado la fiesta. Era como si estuvieran pasando una película en cámara lenta y sin sonido. Solamente miraba sin siquiera escuchar a las personas a su alrededor. Parecía completamente ido fuera de si. Y eso a Mew le preocupo. Su novio siempre había sido un parlanchín de primera, y el Type que estaba ahora a su lado no pronunciaba ni una sola palabra. Tomando la mano de su ahora esposo, Mew acarició los pliegues de la mano blanquecina, llamando así la atención de Gulf.
----- ¿Te encuentras bien? ----- Gulf parpadeó sin comprender ----- No has dicho una sola palabra en toda la tarde ----- Gulf se recriminó mentalmente por su estupidez y negando acomodó su cabeza en el hombro de Mew.
----- No es nada, solo estoy un poco cansado ----- Mew sonrío, acariciándole el cabello para después besar suavemente su mejilla, sonrojando a Gulf.
----- Estoy seguro que cuando lleguemos a París podrás relajarte.
----- ¡PARÍS! ----- Gulf dio un brinco cuando las palabras penetraron en su cabeza.
¿Acaso había escuchado bien? ¿París? La hermosa e increíble ciudad del amor. Gulf miró todavía incrédulo a Mew y este soltó una sonrisita divertida ante la inocencia de su esposo. Soltándose el nudo de la corbata, Mew asintió lentamente y continuo con su explicación.
----- Exacto. ¡París, la ciudad del amor! Nos iremos de luna de miel ¿Recuerdas? ----- Gulf asintió suavemente.
Nunca se hubiera imaginado viajar a París, mejor dicho salir de viaje. Siempre se la había pasado encerrado en las cuatro paredes de su habitación, y vagando por las monótonas calles de Miami. Pero de eso, a salir al extranjero. Nunca. Y ahora la tan sola mención del viaje para su luna de miel lo emocionó. Mirando a Mew, Gulf no pudo evitar tirarse en sus brazos abiertamente, después de todo no era tan malo.
Mew terminaba de lavarse las manos cuando volvió a entrar en el salón. Busco con la vista a Gulf y lo encontró en una esquina hablando tímidamente con su madre. Sonriendo se encaminó hasta ellos, siendo sorprendido por Anong su suegra.
----- Mew ----- La mujer le sonrió.
----- Oh, Anong.
----- ¿Podemos... podemos hablar un momento?
Mew asintió no muy convencido, dio una mirada a Gulf y se dirigieron a la parte más sola de la sala. Ya estando a solas Anong lo miró, mordió su labio indecisa y después de unos segundos sin decir nada, sacó un pequeño sobre blanco de su cartera y se lo entregó a Mew.
----- Esto... ----- Mew la miró sin entender.
----- Es una carta... ¿Podrías leerla cuando regresen de su luna de miel? ----- Mew la miró con preocupación.
----- Claro... ¿Sucede algo? ----- Anong se sobresaltó negando frenéticamente.
----- ¡Oh no! No es nada malo, solo... solo prométemelo. Ábrela hasta que regresen.
----- De acuerdo ----- Anong sonrió con nostalgia, y luego miró a su hijo que reía con su suegra. Solo esperaba estar haciendo lo correcto.
Por él, y por Type.
Gulf estaba completamente borracho. Sentía como todo el piso daba vueltas y pajaritos de colores volaban alrededor de su cabeza. La verdad jamás imagino que esa bebida color verde esmeralda sería tan deliciosa, y lo peor, que lo pondrían de esa forma. Mirándolo con preocupación, Mew corrió hasta él tomándolo entre sus brazos, cuando Gulf tropezó con sus propios pies y estuvo apunto de caerse.
----- ¡Mew! ----- Gritó Gulf, arrastrando las palabras, Mew solo negó con la cabeza mientras lo cargaba al estilo princesa y le llevaba al auto ----- ¡Oye! ¿A dónde me llevas? ¡Si la fiesta no ha terminado! ----- Mew rió.
----- Te equivocas, la fiesta terminó hace horas ----- Gulf hizo un puchero.
----- Pero... pero. ¡Yo quiero bailar! ----- Dijo haciendo énfasis con sus manos.
Dejándolo en el auto, Mew le abrocho el cinturón asegurándose que estuviera bien sentado. Gulf lo miró fijamente, analizando cada movimiento que el más alto daba, y estirando el dedo índice, Gulf lo pegó en la frente de Mew, haciendo que este frunciera el ceño y lo mirará divertido.
----- No te enojes ----- Mew rió por el comentario.
----- No estoy enojado Type ----- Gulf asintió.
----- Arrugas la frente ----- Mew se sorprendió.
La verdad, no se había dado cuenta que fruncía el ceño, sin embargo, el rubio si. Masajeando suavemente la frente de Mew, Gulf sonrió satisfecho cuando se hubo desecho del fruncido, y sonriendo bobamente se tiró en los brazos del alto, gimiendo suavemente sobre su oreja.
----- ¿A dónde me llevas? ----- Mew parpadeó un par de veces, sintiendo un escalofrío cuando el tibio aliento del rubio golpeó su oído.
----- V-vamos a París ----- Hablo con dificultad ----- Así que Pórtate bien ----- Gulf asintió como un niño pequeño y dejando un pequeño beso en la mejilla de Mew, se recostó sobre el asiento y cerró los ojos.
Mew todavía sorprendido parpadeó un par de veces, y luego sonrió tiernamente, besando los labios de su esposo. Cerró la puerta y despidiéndose de sus padres y de los señores Kanawut, emprendió el largo camino hasta el aeropuerto.
Gulf se despertó cuando un suave susurro le erizo la piel. Abriendo los ojos con lentitud, Gulf se encontró con la profunda mirada de Mew. Parpadeó un par de veces y luego se sentó de golpe, observando la luz que entraba por la ventana. Cerró los ojos un par de veces tratando de recordar en dónde estaba, pero lo único que recordó era el siendo llevado en los brazos de Mew. El hombre que se encontraba cruzado de brazos frente a la cama, le dirigió una mirada divertida.
----- ¿En dónde estamos? ----- Pregunto todavía confundido el rubio.
----- En París, dormiste desde que nos subimos al auto ----- Quitándose la camisa, Mew camino hasta él, haciendo que Gulf retrocediera asustado.
----- ¿Tanto? ----- Pregunto nervioso.
Acorralándolo contra el espaldar de la cama, Mew asintió, acariciando suavemente su cuello.
La suave piel se erizó ante sus dedos, causando una sonrisa maliciosa en los labios del más alto. Gulf no sabía qué hacer. Finalmente el momento había llegado. Pero... ¡Estaba aterrado! Los expertos dedos de Mew hacían un suave recorrido desde su cuello hasta su clavícula haciendo que cerrará los ojos con fuerza. ¿Qué debería hacer? Él nunca había estado con un hombre y ahora estaba aterrado. Cerrando los ojos fuertemente,Gulf espero que su camisa fuera sacada de su cuerpo o que Mew le sacará los pantalones, pero lo único que sintió fue un ligero beso en su mejilla y luego nada.
Abriendo los ojos, Gulf busco la mirada de Mew, todavía sin comprender. Y lo que se encontró le aceleró el corazón. Mew lo miraba con claro deseo en sus pupilas, Pero lo único que esté hizo fue ponerse de pie y quitarse los pantalones. Gulf corrió la vista avergonzado pero al ver que Mew no se acercaba, regreso la vista.
Mew lo miraba desde la puerta del baño con miraba traviesas.
----- ¿Una ducha? ----- Todavía confundido, Gulf lo miró fijamente durante varios minutos, para luego bajarse de la cama con extrema lentitud y quitárse la ropa de igual manera.
Sus manos temblaban con cada prenda que abandonaba su cuerpo, y sintió las mejillas arder cuando solamente le quedaba su boxer, Gulf sintió como toda la sangre se le estancaba en la cara, poniéndola de un rojo furioso y como la respiración se le cortaba por tan imprevista imagen. Mew Suppasit, completamente desnudo, cómo Dios lo trajo al mundo.
----- ¿Te gusta lo que ves? ----- La pregunta de Mew lo descolocó, avergonzándolo todavía más.
----- ¿Qué? ¡No... yo... ----- Mew lo calló con un beso.
Sus labios tomaron los suyos en un beso demandante y demoledor que le robó el aliento al pobre Gulf, que sintió como las piernas le temblaron, y de no ser por las fuertes manos de Mew que lo tomaron de la cintura se salvó de un certero golpe. Poco a poco Gulf relajó los hombros y se entregó al beso. Sus labios se cerraron con los de Mew y su lengua jugó sin vergüenza con la del alto. Sus dedos se cerraron en los azabaches mechones de cabello, gimiendo cuando la fría palma de Mew agarró fuertemente su trasero.
Fue hasta entonces que se dio cuenta que ya no tenía puesta su ropa interior. Se encontraba con todo su cuerpo desnudo, refregandose de manera obscena contra el delicioso cuerpo de su esposo, disfrutando del roce de sus cuerpos y de las manos de Mew que recorrían su cuerpo sin pudor. Un gemido escapó de los labios del Gulf cuando sus labios dejaron los ajenos y el agua fría mojó su cuerpo en llamas.
----- No te preocupes ----- Susurro Mew contra el lóbulo de la perforadora oreja ----- Tenemos muchas noches para poder descubrir nuestros cuerpos ----- Gulf tembló ante la propuesta, sintiendo como todas sus terminaciones nerviosas se disparaban ----- Y créeme bebé, son muchas noches las que pienso hacerte mío.
Las mejillas de Gulf se encendieron en un rojo furioso, haciendo reír a Mew. Realmente no podía dejar de pensar en las palabras del más alto. Había sido un tonto al pensar que no se acostaría con él. Estaban casados ¡Por Dios! Y para colmo se encontraban de luna de miel, en la ciudad que era considerada la cuna del amor.
Era lógico. Pero lo que no dejaba de darle vuelta en la cabeza era el asunto que estaba replanteándose, la idea de disfrutar las caricias de Mew.
Siempre había pensado en que el sexo con un hombre sería extraño, no repulsivo pero extraño. Y ahora se encontraba temblando conforme los dedos del castaño se deslizaban por su piel. Se sentía completamente avergonzado, y... excitado, aunque tratara de negarlo. Su cuerpo vibraba con tan solo sentir el cálido aliento de Mew. Y cuando sus manos lo tocaban ¡Joder! Podía sentir que podría derretirse en cualquier momento.
Terminando de lavar su cabello, Mew enjuagó sus cuerpos y los cubrió con una toalla. Gulf no dijo nada solamente se dejó llevar por las manos de Mew, y cuando estuvieron en la habitación no supo cómo actuar. Mew no le quitaba la vista de encima, como si quisiera aprenderse de memoria cada parte de su cuerpo, cada curva pronunciada, cada trazo de tatuaje. Desviando la mirada del desquiciable cuerpo de Mew, Gulf busco algo para ponerse en la maleta, sacando el primer par de pantalones jeans que encontró y una camiseta de mangas largas de color azul que encontró le quedaba de maravilla, resaltando el color blanquecino de su piel.
----- ¿A dónde quieres ir? ----- La pregunta de Mew lo trajo de regreso a la realidad, perdiéndose entré el par de brazos bronceados que se contraian mientras se abrocha el botón del pantalón.
----- Mmm... no lo sé ----- Lo meditó por unos minutos, había muchos lugares hermosos en París que no sabía por dónde empezar.
Estaba la gigantesca Torre Eiffel, la famosisima catedral de Notre Dame, la Saint Chapelle, el palacio de Versalles...
----- Me gustaría ir a la Torre Eiffel primero.
----- De acuerdo, ve por tu abrigo. Afuera está haciendo un poco de frío y no quiero que te resfries.
Sonrojado por la preocupación del alto, Gulf asintió y tomando su abrigo de cuello de tortuga, que su madre le había regalado en su cumpleaños número 18 salieron de la habitación.
Mew había rentado un auto para el tiempo que estuvieran ahí y manejaba por las tranquilas calles de París.
Subieron a un ascensor y conforme subían a Gulf le pareció que la vista era indescriptible. Los carros parecían pequeños puntos en la carretera. Llegando hasta el último piso el delicioso aroma a pizza y la fría brisa las recibió.
----- Es hermoso ----- Susurró el rubio, Mew sonrió y tomó su mano en busca de una mesa.
Encontraron una cerca de los enormes ventanales de hierro y se acomodaron hasta que una hermosa rubia se les acercó para tomar su orden. Gulf no prestaba atención a la plática que su esposo mantenía con la mesera. Su mirada se perdía en el azul firmamento. Era tan diferente a las contaminadas y ruidosas calles de los Estados Unidos.
Gulf se levantó, caminando hacia la ventana y cerrando los ojos sonrío cuando la brisa golpeó su rostro. Se sentía libre, el mismo. Y no pudo evitar sonreír más cuando los fuertes brazos de Mew se enredaron en su cintura y un suave beso se posó en sus mejillas.
----- ¿Te gusta? ----- Pregunto Mew ----- Es hermoso... gracias ----- Girando el rostro, Gulf se encontró con un pozo grisáceo que lo miraba profundamente.
Su respiración se acelero y su corazón comenzó a latir con fuerza al ver como los labios de Mew se acercaban a los suyos. Cerrando los ojos Gulf suspiró y acercó su rostro haciendo que por fin sus labios se tocarán. Mew movió su lengua buscando entrar a la boca de Gulf, aumentando el ritmo del beso, cuando esté le concedió el permiso gustoso y sus lenguas comenzaron una erótica danza, provocando que una electricidad recorriera sus cuerpos.
Gulf no sabía que era lo que le pasaba a su cuerpo. Jamás había sentido algo así con todas las mujeres con las que había estado antes. Era diferente. Su cuerpo parecía cobrar vida, obligándolo a girarse y entrelazar sus manos en el cuello de Mew para profundizar el beso.
Lo único que sabía era que su cuerpo gritaba por el toque de Mew, por sus besos. No se entendía, era como si algo se hubiera apoderado de su cuerpo, y lo único que hizo fue esconder el rostro en el cuello de Mew. Gimiendo cuando las manos de este se enredaron alrededor de su cintura y sus labios besaron sus cabellos.
----- Te amo Type ----- Las palabras lo descolocaron, haciendo que se separara de golpe del cuerpo ajeno como si una fuerte llama lo hubiera quemado.
Sin darse cuenta las lágrimas comenzaron a picar en sus ojos y alejándose del alto, una lágrima se derramó. Después de todo, la realidad lo había golpeado, obligándolo a darse cuenta de su situación. Estaba casado con un hombre que no lo amaba a él precisamente, y para colmo le estaba haciendo sentir confusión, una horrible confusión.
"Es gracioso como el corazón puede ser engañoso. Más de un par de veces..."
¿Por qué nos enamoramos así de fácil?
¡Incluso cuando sabemos que no es lo correcto!
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