¡Kana!
Gulf abrió los ojos completamente asombrado. El rostro de Joss se le hacía demasiado familiar. Parpadeó constantemente durante unos instantes, y cuando creyó que tal vez era su imaginación, lo recordó. El pasillo. Su boca formó una pequeña O, reconociendo la identidad del hombre con el que se había encontrado minutos atrás.
----- ¡Oh tú! ----- Susurró cautelosamente. Mew miró a su amigo confundido, y luego a Gulf.
----- Ustedes... ¿Se conocen? ----- Gulf abrió la boca dispuesto a responder, pero las palabras cortantes de Joss se lo impidieron, haciendo enarcar las cejas con asombró por la respuesta.
----- ¡No! Es la primera vez que lo veo en mi vida ----- Guardando la debiba distancia, Joss saludo cortésmente al rubio, evitando a toda costa su mirada. Gulf correspondió al saludo, sin embargo, no lo miró.
La actitud de Joss le había parecido por demás grosera. No se conocían exactamente, pero si de vista. Y el hecho de que el hombre hubiera negado su encuentro le pareció un acto arrogante. Gulf chasqueo la lengua con molestia, rodando los ojos cuando por fin la mirada de Joss se levantó y se encontró con la suya. Afilando su mirada, Gulf se permitió escanearlo con sus penetrantes ojos verdes, demostrando de esa manera su arrogancia. Sus ojos recorrieron el cuerpo completo, desde la punta de la cabeza, hasta la punta de los zapatos Praga que el hombre usaba, formando un mojin al terminar. Si de arrogancia se trataba, Gulf Kanawut era el mejor. Siempre habia sido reconocido por eso. Las chicas que siempre habían permanecido tras sus pantalones siempre lo habían dicho. Ese era su encanto.
El aire de superioridad, la mirada arrogante, su sonrisa petulante. Todo eso mezclado con su etérea belleza lo convertían en una especie de criatura completamente inalcanzable ante los ojos de cualquiera. Exepto uno. Mew Suppasit.
Joss sintió como un nudo de formaba en su garganta al ver la hiriente mirada que el menor le dirigía, y todo su mundo se desbarató en un segundo. Era como si el destino se hubiera empeñado en hacerlo sufrir. No... la vida le estaba dando el castigo por el estúpido comportamiento que había tenido hasta ahora. Todos esos chiquillos a los que había votado después de haberlos usado a su antojo, todas las lágrimas que derramaban por un pequeño espacio dentro de su corazón y de su vida. Todo eso... ahora lo comprendía.
Y había algo que no podría cambiar, y que su madre siempre le había dicho.
"El destino no se da, ni se presta"
Mew fue el primero que rompió el incómodo silencio. Sus brazos enroscados alrededor del delgado cuerpo de Gulf, mostrando de esa manera la hermosa y Dulce relación que mantenían enfrente de Joss. Éste carraspeó la garganta un tanto incómodo, observando como Gulf le sonreía al alto y besaba su mejilla.
----- Me alegra que por fin puedan conocerse. Hubo un problema con los viñedos en Baja California y por eso Joss no pudo asistir a nuestra boda ----- Dijo Mew.
----- ¡Oh ya veo! Un gusto conocerlo señor Joss ----- Joss correspondió al saludo, ofreciéndole la mano a Gulf en un gesto educado. Gulf se tomó su tiempo en observar su mano, para después levantar la mirada sin corresponder el gesto, sorprendiendo a Mew. Joss apartó la mano rápidamente, arreglo los papeles que llevaba en el regazo y girándose hacia su amigo se encaminó hacia la puerta.
----- Tengo que ir a ver la muestra para las botellas ----- Dijo dirigiéndose a Mew, luego miró a Gulf ----- Mucho gusto señor Kanawut ----- Y mirando una última vez a su amigo, desapareció tras la puerta.
----- ¿Qué fue eso? ----- Pregunto Mew al verse a solas con el rubio. Suspirando este se encogió de hombros.
----- Al parecer no le caigo muy bien ----- Susurró sin darle importancia. Mew lo observó en silencio durante varios segundos, acunando su rostro entre sus manos beso suavemente su nariz.
----- Eso es algo imposible. Porque eres un amor ----- Puntualizando sus palabras, sus dedos comenzaron a formar círculos alrededor de sus mejillas, sacando suaves risitas de los labios de Gulf.
----- Siempre sabes como avergonzarme. ¿No es así? ----- Mew rió.
----- ¿Quién yo? ----- Gulf soltó una risita juguetona, besando suavemente los labios de Mew. uno tras otro, besos dulces y llenos de amor que hicieron que miles de mariposas volarán dentro de su estómago, y que sus mejillas se sonrojaran furiosamente cuando Mew mordisqueó sus labios, y sus dedos comenzaron a jugar con la piel de su hombro. Pegando su frente con la de Gulf, Mew cerró los ojos, sintiendo un escalofrío recorrer el cuerpo, y con vos suave y tensa susurró.
----- Hay algo que quiero darte ----- Gulf se separó de él, mirándolo con curiosidad.
----- ¿Qué es? ----- Mew se alejó de él, caminó hasta su escritorio y tras revólver unas cosas en las gavetas, sacó un sobre de tamaño carta. Gulf lo miró atentamente.
De todas las cosas que le pasaron por la cabeza jamás se le ocurrió que su esposo quería darle un papel. Sintiéndose un tonto decepcionado por no haber encontrado cualquier otro regalo, tomó el sobre sus manos.
----- ¿No lo abrirás? ----- Preguntó Mew. Gulf asintió y tras abrir lentamente la pequeña pestaña que ocultaba el contenido, sus dedos sacaron un documento.
Gulf lo leyó atentamente, al principio no comprendió de qué se trataba, pero al ver una larga tira de números y su nombre en la línea de beneficiario sus ojos se abrieron enormemente y asustado miro a Mew... acaso eso era...
----- Es un fideicomiso ----- Gulf lo miró aún más confundido y solo pudo formular una pequeña frase.
----- Por... ¿Por qué? ----- Tomando las pequeñas manos de Gulf entre las suyas, Mew se acomodó en su silla dejando a Gulf sobre sus piernas, frente a frente.
----- Cuando nos casamos lo hicimos por bienes separados. Algo en lo que por supuesto no estuve de acuerdo ----- Kanawut lo miró confundido, entrecerró los ojos y luego volvió a abrirlos asustados. Type...
----- Yo... ----- Mew interrumpió.
----- Espera, déjame terminar ----- Gulf asintió lentamente, escuchando con atención las palabras de su esposo ----- Sé que dijiste que no te gustaría recibir ni un solo centavo de mi dinero. Pero eres mi esposo. Y aunque no quieras, lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío. Pero como eso ya no podemos arreglarlo, decidí abrir una cuenta de un fideicomiso para tus gastos ----- Gulf abre la boca después de replicar, pero los labios de Mew lo callaron ----- Shhh, ¡por favor! compláceme en esto.
El rubio mordió sus labios, indeciso. Sabía porque Type no había querido eso. Aunque no fueran una familia extremadamente adinerada jamás aceptaría algo así. Y él tampoco. De hecho jamás le había pasado por la mente, el hacer uso del dinero de Mew, era algo completamente inaceptable. Él era un hombre. ¡Por Dios!, podría cuidarse, salir adelante por él solo. Suspirando resignado, Gulf miró suplicante a Mew.
----- Escucha ----- Mew asintió ----- No se trata de complacerte o no, se trata de mí ----- Mew lo miró expectante ----- Siempre he sido alguien independiente, que no depende del dinero de otra persona, y mucho menos del de su marido. Siempre he visto mal y completamente fuera de lugar las mujeres que se casan con hombres por su dinero y luego lo derrochan como si fuera de su propiedad. Yo no quiero ser alguien así ----- Mew lo miró en silencio durante varios minutos, y cuando creyó que no diría nada, llenó de besos su rostro, terminando por besar frenéticamente sus labios ----- ¿Mew? ----- Preguntó jadeante y confundido.
----- ¿No sabes cuánto te amo? ----- Gulf rió ----- ¿Ah no? ----- Dejando un último beso sobre sus labios, Mew lo miró dulcemente, jugando con algunos mechones rebeldes que caían a los lados de sus ojos ----- Entiendo tú argumento, y te admiro mucho más por eso ----- Gulf lo miró interrogante ----- Siempre supe que eras honesto, y que jamás me mentirías y te aprovecharías de mí. Pero... ese dinero es tuyo, quiero cuidar de ti ----- Gulf sintió como finas capas de agua se golpeaban en sus ojos y sus labios comenzaron a temblar.
¿Acaso había hombre más dulce que Suppasit?
----- Ese dinero es para ti, para que hoy mismo vayamos juntos a buscar la mejor Universidad de arte, y así puedas terminar tus estudios. ¿Qué dices? ----- En ese punto Gulf sintió que se derrumbaba.
Con sus manos trató de acallar los sollozos, pero no pudo contener por mucho tiempo más las lágrimas, estás cayeron de sus ojos rodaron por sus mejillas como dos caudales de agua cristalina. A pesar de la noticia. ¿Por qué se sentía la peor persona del mundo? Ah si... eran esas palabras: "siempre supe que eras honesto, y que jamás me mentirías y te aprovecharías de mí"
¿Cómo podía mentirle a ese hermoso hombre de esa forma? Una angustia dentro de su corazón, hizo que estallara, se rompiera en llanto y se lanzará a los brazos de Mew, mojando su camisa con lágrimas de arrepentimiento y dolor. "Jamás me mentirías" ya lo había hecho "siempre supe que eras honesto" no lo era. ¿Por qué la vida era tan difícil? Llorando aún con más fuerza, Gulf se aferro al hombre que lo sostenía entre sus brazos.
Tenía miedo. Miedo de que se fuera de su lado, miedo de depender de él y que después no pudiera levantarse cuando ya no lo tuviera ahí, miedo al rechazo y a decir la verdad.
Separándolo de su escondite, Mew miró acongojado el rostro bañado en lágrimas y los ojos tristes de Gulf.
----- Hey. ¿Qué pasa? ----- Pregunto con dulzura. Mordiendo sus labios Gulf lo miro a los ojos mientras más lágrimas silenciosas caían de sus ojos ----- No llores. ¿Qué tienes? ----- A Mew se le partía el corazón verlo así. Con su carita mojada por las lágrimas y sus pozos verdes bailando en tristeza. Limpiando el camino de las lágrimas. Mew beso sus mejillas, sus párpados, terminando con un beso suave en sus labios. Gulf suspiró tratando de calmarse, sus puños se aferraron con fuerza a la camisa ajena, y sus ojos se clavaron ansiosos en los de su esposo.
----- Yo... yo.
¿Qué iba a decir? ¡Perdóna, pero te he estado mintiendo y engañando todo este tiempo, yo no soy Type, sino Gulf su hermano gemelo! ¡Imposible! La mirada preocupada de Mew no se lo permitía, y tampoco su miedo.
----- Yo... te amo, te amo tanto ----- Soltó, rindiendose en los fuertes brazos y en los dulces y cálidos labios.
Era egoísta, lo sabía. Pero no se podía permitir perder el derecho a ser feliz. No iba a renunciar a una vida al lado de ese hombre. El mismo tenía que forjar su destino, aún teniendo que pasar sobre quien sea. ¡Jamás diría la verdad! Viviría la vida al máximo, disfrutaría el matrimonio junto a Mew, pero sobre todo se permitiría el amar sin reservas y al límite. "Porque el destino no se da, ni se presta..."
Mew manejaba através de la despejada carretera, volteando a mirarlo de vez en cuando, y besando sus labios furtivamente en cada semáforo en rojo, haciendo sonreír a Gulf y corresponder con entusiasmo en cada beso, mientras revisaba detalladamente cada folleto de las universidades que ya había conseguido para él.
Las imágenes mostradas unas excelentes y completas instalaciones, y su prestigio era uno de los mejores. La universidad de artes del centro de Los Ángeles. Esa había sido la opción que le había recomendado Mew, pero no había querido precipitarse y prefirió echar un vistazo a las demás. Girándose hacia Mew se encontró con la penetrante mirada gris.
----- ¿Sabes?... creó que al final me quedaré con la universidad de arte de Los Ángeles ----- Mew entrecerró los ojos.
----- ¡Ah si! ----- Parpadeando constantemente Gulf se mordió el labio inferior, cerrando los ojos cuando el rostro de Mew comenzó a acercarse.
----- Sí.. creo que tenías razón ----- Acorralándolo contra la puerta del coche, Mew rió socarronamente, pegando sus labios al suave y perforado lóbulo, sonriendo al ver cómo los vellos en la piel de Gulf se erizaban.
----- Yo siempre tengo razón Kana ----- Gulf gimió. Sintió como todo el cuerpo se le electrizaba y sus terminaciones nerviosas se ponían expectantes al siguiente movimiento.
----- ¿Kana? ----- Preguntó con dificultad. Mew asintió en un ronco susurro, mientras su lengua comenzaba a jugar con los aretes de la oreja.
----- Sí... mi Kana.
----- ¡Ahhh! ----- Gulf se mordió la mano, avergonzado al ver como las luces de los demás autos en el sótano del centro comercial se reflejaban en el techo del auto ----- Me... Mew pueden vernos ¡Oh Dios! ----- Una fría y grande mano comenzó a recorrer la piel del vientre para dibujar el contorno de su ombligo ----- Mew... ¡Joder! ----- Riendo malvadamente, succiono con fuerza besando una porción de piel del cuello.
Su lengua se dedicó a jugar con la suave y esponjosa piel, y sus dientes a ejercer una deliciosa presión. Gulf creyó que se saldría de su piel, sus dedos se cerraron alrededor de los hombros de Mew, y lucecitas de colores brillaron tras sus párpados.
----- Creó que debemos conseguir llegar a la tienda, o juró que te violo en este mismo asiento ----- Separándose de él, Mew lo miró lujurioso, mordiendo sus labios al ver el delgado pecho subir y bajar frenéticamente.
Completamente acalorado y avergonzado, Gulf se incorporó en el asiento, observando azorado como un hombre intentaba ver a través del polarizado. Se alejo el cabello de los ojos con manos temblorosas, y casi se encoge de nuevo en el asiento al ver la sonrisa satisfecha y de depredador que Mew le lanzaba.
----- ¡¡Deja de mirarme así!! ----- Mew sonrío.
----- ¿Así como? ----- Avergonzado, el rubio desvío la mirada al espejo retrovisor y comenzó a arreglarse los tirantes de la camiseta que llevaba.
----- Así... como si fueras a comerme y... ----- Sus labios se callaron inmediatamente cuando sus ojos observaron el motivo por el que Mew sonreía. ¿Un chupetón? ¡Le había dejado un jodido chupetón!
Abriendo los labios completamente asombrado, Gulf se examinó el cuello. El pequeño circulito morado... ¡No! Eso no era para nada pequeño. La Mancha abarcaba un espacio considerable de su piel, y la forma de los dientes podía verse con Claridad alrededor. Aún sin poder decir nada de giro bruscamente hacia el sonriente Mew, señalando ofendido y horrorizado su cuello.
----- ¿Me dejaste una mamada? ¡¡Una mamada!! ----- Mew encogió sus hombros, comenzando a desabrocharse el cinturón para bajar del auto.
----- ¿Eso parece? ----- Comentó desinteresado. Gulf abrió la boca aún sin poder creer el cinismo del hombre ----- ¿No bajas? ----- Preguntó Mew frente a la puerta.
----- ¡¿Qué?! ¿Acaso no ves? ¡Tengo un jodido chupete en...! ----- Gulf se sonrojo violentamente sin poder continuar, haciendo reír a Mew.
Abriendo la puerta trasera Mew sacó una sudadera que siempre andaba para casos de emergencia, le quitó alguna que otra pelusa de la piel de los asientos, y abriendo la puerta del lado del Gulf la colocó frente a sus ojos. Gulf la observó con sus ojos escrutadores. Era enorme, seguramente unas tres tallas más grandes de la que debía usar, pero no le importó. Se la Arrebato de las manos a Mew, y se la colocó tratando de esconder lo más que pudiera la marca de la lujuria de su marido.
Pero no lo consiguió, la manga se le deslizaba cada tanto, dejando expuesta la marcada piel y el delgado hombro. Suspirando con resignación, rodó los ojos y mejor comenzó a caminar, seguido por el divertidísimo Mew. Cuando llegaron a las puertas del almacén, Gulf se detuvo a tomar la carretilla, deteniéndose al sentir la mirada de Mew sobre su cuerpo. Girándose hacia el hombre se miro de pies a cabeza.
----- ¿Tengo algo malo? ----- Pregunto con temor. Negando el pelinegro lo abrazo de la cintura y lo pegó a su cuerpo, abarcando el contorno de las nalgas con sus manos. Gulf dio un respingo completamente sobresaltado ----- ¿Qué... Qué haces?
----- Me encanta cómo se te ven esos pantalones ----- Golpeando en el pecho, Gulf se alejó de él, comenzando a caminar por los pasillos, y es que iba completamente avergonzado, podía sentir las miradas curiosas y divertidas de algunos clientes ----- ¿Ves cómo nos observan? ----- Pregunto Mew, erminando de alcanzarlo. Gulf fingió desinterés, observando la fecha de vencimiento en un paquete de salchichas.
----- No sé a qué te refieres ----- El mayor sonrió divertido, tomando un par de boquitas y poniéndola dentro de la carretilla.
----- ¡De acuerdo! Finge que no ves ----- Cerrando los ojos exasperado, Gulf se giro hacia Mew, parpadeando sorprendido cuando los labios de este lo recibieron gustoso ----- ¡¿Oh, los huevos están en oferta?! ----- Gulf observó al alto alejarse, y luego a una chica que sonreía divertida al ver la escena. Farfullo algo entre dientes y mejor apresuró el paso tras Mew.
----- No creo que necesitemos todas esas chucherías ----- Sentenció Gulf al ver las 8 bolsas de golosinas que Mew había metido al carrito ----- Tampoco un paquete de... ----- Gulf entrecerró los ojos, leyendo el contenido ----- Crema de maní ----- Mew lo observó suplicante, haciendo reír a la cajera que esperaba mientras sacaban las cosas para poder pagar. Gulf negó, colocando la caja frente a Mew luego continuando con las demás cosas ----- Tampoco los dulces, las galletas, la caja de condones... ¿¿Condones?? ----- Una risita de parte de la cajera hizo que esté abriera los ojos y se girara furioso a Mew, entregándole con un golpe en el pecho la caja de condones. Mew retrocedió unos pasos.
----- Creó que iré a devolver las cosas ----- Gulf suspiró resignado. ¡Ese hombre no tenía remedio!
Mientras Gulf se agachaba para sacar las cosas, Mew se acercó sigilosamente y depositando con cuidado la caja de condones frente a la chica le hizo señas para que guardara silencio y los guardara en una bolsa. La chica asintió suavemente, digitando el número de serie de la caja y luego lo guardo en una pequeña bolsita de papel, lejos de los ojos de Gulf, Mew le guiño un ojo con complicidad y corrió por las pasillos a devolver las demás cosas.
----- Creó que eso es todo ----- Dijo Gulf terminando de sacar todas las cosas. La chica le sonrío y comenzó a tomar las cosas. Sacando la billetera del bolsillo de su pantalón, Gulf sacó un par de billetes, agachándose a recoger sus documentos cuando estos cayeron al suelo.
----- Muchas gracias ----- En la caja de al lado, una chica rubia terminaba de pagar sus compras y tras guardar el cambio en su cartera tomó las bolsas de sus compras y salió del establecimiento.
----- ¡Bebé, ya está! ----- Mew llegó corriendo mientras Gulf se ponía de pie y la chica comenzaba a guardar las cosas en las bolsas.
Terminaron de pagar y tras una sonrisa se despidieron de la chica. Mew peleando con Gulf mientras intentaba besar su mejilla, y este se alejaba completamente avergonzado hacia el estacionamiento. Antes de bajar las escaleras hacia el sótano, el ojigris busco las llaves del auto, chocando con una chica cuando se giró para bajar.
----- ¡Oh! Discúlpame ----- Mew la observó avergonzado.
----- No hay problema ----- Echándole un último vistazo, Mew se alejó rumbo al auto.
Y la chica, se quedó observándolo hasta que desapareció de su vista.
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