¿Deseo concebido?
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Maratón 6/6
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Cuando Gulf abrió los ojos en esa mañana deseo él nunca haberlo hecho. El sonido de la ducha en la puerta de al lado de la habitación le alertó el hecho de que Mew todavía seguía en casa, y que a juzgar por la hora no iría al trabajo ese día. Recordándo los sucesos del día anterior enterró la cara tras la almohada, dando un gemido de frustración cuando las nauceas y las inmensas ganas de hacer pipí que molestaban a su cuerpo con continuidad decidieron hacerse presentes.
Mew le había advertido que ese día visitarían al médico, quisiera o no. Y ese era el detalle. ¡No quería! Por más que tratara de explicarle al hombre de que se encontraba en perfecto estado, éste se negaba a creerle. Y con qué razón lo hacía. Él mismo sabía que algo no andaba bien. Pero tenía miedo de descubrirlo ¿Qué tal si el médico le decía que tenía una enfermedad incurable? ¡O lo que era peor? ¿Una terminal? ¿Y si se había contagiado de sida?
Poniéndose de pie en un rápido brinco Gulf negó, y luego comenzó a reír por su estupidez. ¿Cómo podría tener sida? ¡Era una tontería! Y todo infundado por sus miedos. Mientras más ensimismado se encontraba en sus pensamientos, menos se percató de la presencia de Mew en la habitación, y de cómo este se acomodaba a su lado en la cama y lo miraba atentamente y con completa curiosidad. No fue hasta que el hombre le dió un suave beso en la mejilla, que reaccionó.
----- Piensas demasiado ----- Jadeando por la sorpresa, Gulf se alejó de golpe, llevándose con él las sábanas y cubriendo su cuerpo. Mew lo miró sin comprender ----- ¿Te encuentras bien? ----- Asintiendo, Gulf trató de alejar la mirada del hombre de su cuerpo, cosa que no consiguió al clavar sus grises ojos en su pie que no paraba de moverse. ¡Joder necesitaba ir al baño!
----- Seguro ¡Increíble! ----- Poniéndose de pie, Mew consiguió ponerse a su altura, señalando la extremidad que no parecía tener cansancio.
----- ¿A qué se debe? ----- Preguntó señalando. Negando con la mano, Gulf no contestó, en su lugar lanzó las sábanas con brusquedad de regreso a la cama, y corriendo se encaminó hasta el baño, bajando de una sus pantalones y dedicándose a sus negocios. Mew frunció el ceño dentro de la habitación y tras esperar que el mocoso se lavará las manos, se recostó contra el umbral de la puerta, y con los brazos cruzados habló con toda autoridad ----- ¿Listo para tú visita al médico? ----- Tratando de olvidarse del asunto, Gulf comenzó a buscar dentro de su armario algo que ponerse.
----- ¿Qué no tienes que ir a trabajar hoy? ----- Cerrando la enorme puerta de madera tapizada, Mew lo encaró.
----- ¿Deberás piensas que podrás evadirme de esa manera? ----- Formando un pequeño puchero, Gulf asintió.
----- Al menos lo intenté.
----- Vístete. Nos vamos después de desayunar ----- Y tras haber arreglado la cama, salió de la habitación.
Mientras se dedicaban a tomar sus alimentos, ninguno de los dos dijo nada. Mew lo miraba cada tanto, cerciorándose de la infinidad de comida que metía a su boca, y convenciéndose a cada segundo que ir al médico era lo mejor. O no podría dormir tranquilo el resto de sus días. El sonido del timbre los alertó a los dos, y poniéndose de pie rápidamente, Gulf salió corriendo para abrir la puerta. Deseando con todas sus fuerzas que fuera Up, y pudiera ayudarlo a librarse de la consulta. Pero lo que no esperó, fue la imagen sonriente de aquella mujer.
----- ¿Tía Jennie?
Una hermosa mujer como de unos 35 años, pelinegra igual a su madre. Con una esbelta y envidiable figura y un par de maletas a los lados le sonrío con una enorme calidez, y tras abrir sus brazos de manera exagerada lo jaló hacía su cuerpo, estrechándolo con fuerza y llenándolo de besos. Gulf que todavía se encontraba confundido solo atinó a corresponder el abrazo, y separándose de la mujer clavo sus verdes ojos en los también verdes de su tía, para después volver a abrazarla con mayor intensidad.
----- ¡Oh por Dios! Si eres tú ----- Riendo, la mujer asintió emocionada.
----- Mi pequeño. Mírate, eres tan hermoso ----- La presencia de Mew los alertó, y girandosé hacía el enorme hombre, Jennie lo miró con sus ojos enormemente abiertos. Mew solamente miró incrédulo, pidiéndole una explicación con la mirada a Gulf. Acercándose a él, Gulf sonrío.
----- Mew, ella es mi tía Jennie ----- Parpadeando constantemente, Mew asintió; todavía mirándola con incredulidad.
----- Por un momento pensé que era tú madre. Pero ella no tiene ojos verdes ----- Formando un gesto con la mano, la mujer negó.
----- Eso es algo que solo Gulf y yo hemos tenido; y creó que el hecho de que somos gemelas también influye ----- Gulf sonrío con complicidad a su tía, y tomando las maletas la invitó a entrar.
----- ¿Cómo es que llegaste aquí? Creí que estabas en Corea ----- Arreglándose un par de mechones que salían de la horquilla, Jennie sonrío.
----- No soy tan partidaria del clima frío, y en estos momentos el clima de Seúl está que te cagas, y mucho menos de quedarme quieta como monja ----- Mew sonrío. Esa mujer se parecía cada vez más a Gulf ----- Además necesitaba ver a mi sobrino favorito. Tú madre se negó a darme cualquier información tuya luego de la boda ----- La sonrisa que adornaba los rojizos labios del mocoso, poco a poco fue desapareciendo. Jennie lo miró ----- ¿No has hablado con ella, cierto? ----- Sintiendo la incomodidad embargarlo, Gulf negó.
----- No desde la última vez, hace como dos meses. No fue una visita muy agradable ----- Asintiendo, Jennie lo entendió a la perfección. Anong no era precisamente la clase de mujer que sonreiría a su hijo, al menos que fuera Type.
----- Eso pude corroborarlo con tan solo verlo. Realmente la falta de tú padre le ha afectado más de lo que quisiera aceptar ----- Jennie supo que había cometido un error al ver la expresión en el rostro de Gulf.
----- ¿Qué? ----- Mew observó la expresión en el rostro de su chico, y tomando sus manos entre las suyas trató de calmarlo, Jennie suspiró.
----- Fui a buscarla porque pensé que tal vez me daría un lugar donde quedarme. Pero con lo único que me encontré fue con una mujer amargada, a la que su marido había abandonado ----- Apretando los dientes, Gulf sintió la furias corroerlo. Porque a pesar de todo dolía como el infierno.
----- Me alegro ----- Jennie lo miró, atónita ----- Después de todo se lo merece, y papá podrá ser libre ----- Y sin más desapareció.
Mew lo observó subir las escaleras a una velocidad inimaginable, y poniéndose de pie miró a la mujer esperando que está entendiera Jennie asintió y suspirando miró como el hombre subía tras su sobrino. Al llegar a la habitación, Mew encontró al mocoso mirando a través de la ventana. Su cuerpo completamente tenso subía y bajaba ante cada respiración. Caminando hasta él, enredó los brazos alrededor de su cintura, dejando caer su cabeza sobre el hombro del chiquillo, y dejando un suave beso sobre su mejilla.
----- ¿Estás bien?
Gulf no podría decir con exactitud Cómo se sentía ¡Joder! No todos los días te enterabas que tus padre se habían separado. Y para alguien como él, con la estabilidad emocional por los suelos realmente podría llegar a ser muy doloroso. Molesto, Gulf se negó a dejar salir la primera lágrima. Los recuerdos de todo el daño que Anong le había infrigido le provocaron tanto dolor que sus uñas se incrustaron sobre las manos de Mew. Teniendo que estás pudieran soltarlo en cualquier momento, y caer desmoronado. Después de un largo rato, por fin pudo hablar.
----- A pesar de todo, nunca le deseé lo peor. Es mi madre, aunque aveces piense lo contrario ----- Jugando con un mechón de cabello, Mew trató de alejar el tema.
----- Nunca me dijiste que tú madre tuviera una gemela, y que se pareciera tanto a ti ----- Riendo, Gulf se giró en el abrazo.
----- Siempre ha sido así. Incluso cuando era más pequeño llegué a pensar que Jennie era mi madre ----- Comentó señalando sus ojos ----- "Somos más parecidos de lo que pareciera" ----- Mew sonrío ----- Siempre me defendía cuando mi mamá se enojaba por alguna travesura, que tal vez Type había hecho ----- Se encogió de hombros ----- Para mí ella es mi madre. Realmente me dolió cuando mi mamá le prohibió regresar a casa ----- Besando las palmas de su mano, Mew sintió como algo dentro de él se encogía ----- Aunque siempre me mandaba cartas a escondidas de mamá.
----- No puedo imaginar cuanto sufriste ----- Gulf suspiró, dolía recordarlo todo. Pasaron unos cuantos minutos sin decir nada, y enrollando sus brazos alrededor del cuello del hombre Gulf comenzó una cadena de suaves besos por todo su rostro. Mew sonrío al principio, pero cuando el mocoso mordió suavemente su cuello supo que algo iba a pedirle, y no se equivoco.
----- ¿Podrá quedarse, cierto? ----- Gulf formuló la pregunta con toda la cautela que pudo conseguir, y mientras masajeaba su nariz alrededor de la suave carne, Mew sonrío con resignación.
----- Lo que tú quieras amor.
El el resto de la mañana Gulf se la pasó charlando con su tía. E incluso llegó a pensar que había podido olvidarse de su salida. Pero al parecer la vida no estaba de acuerdo con él. Mientras Mew buscaba un lugar en donde aparcarse dentro del gran estacionamiento, a Gulf se le estaban acabando las cartas para poder deshacerse de la visita con el doctor. Y cuando Mew le abrió la puerta para que pudiera bajar supo que ya no tenía escapatoria.
Comenzó a sentir como le temblaban las piernas, y conforme más se acercaban a su destino los nervios le jugaban una mala pasada. Tuvo que aferrarse con fuerza a las paredes del elevador al sentir que podría desmayarse en cualquier momento, y cuando llegaron a la enorme recepción del hospital, el olor a medicina le provocó unas horribles nauseas. Gulf quería llorar. Sin saber porque no se sentía preparado para escuchar lo que iban a decirle, y aferrándose fuertemente de la camisa de Mew, lo miró suplicante.
----- Por favor Mew. Te juró que no volveré a comer tanto, pero vamos a casa ¡Por favor! ----- Mew pudo reconocer la desesperación navegar a través de sus ojos, sin embargo, no se iba a dejar convencer. Tomando las manos más pequeñas, se giró para encararlo.
----- Escucha. No importa lo que pase, voy a estar a tú lado, voy a tomar tu mano fuertemente, y cuando veas mis ojos sabrás que todo estará bien ----- Con lágrimas en los ojos, Gulf asintió, y no pudo más que quedarse a esperar mientras Mew se dedicaba a realizar los papeleos.
Cuando un hombre vestido de blanco le llevó una silla de ruedas, no pudo evitar el arrugar la nariz ¡No estaba inválido! Sin embargo, no impidió el que Mew lo ayudará a acomodarse cuando las náuseas volvieron a jugarle en contra. Los enormes pasillos estaban completamente silenciosos y mientras avanzaban lo máximo de personas que llegaban a ver eran algunos familiares que salían de las habitaciones de los pacientes, en busca de un doctor o algo para alimentarse.
Cuando giraron en uno de los pasillos, Gulf se sorprendió de ver a un par de mujeres en cinta que esperaban frente a las puertas de los consultorios. Y el estómago se le revolvió ¿Qué cojones significaba eso? Girándose hacia Mew, pidió una explicación, pero se encontraba tan alterado que no midió sus palabras.
----- ¿Qué putas es todo esto? ----- Mew pudo ver el enfado en los ojos del mocoso, sin embargo, él estaba tan, o más atónito que Gulf. Observándolo de reojo, el enfermero se detuvo frente a la puerta de uno de los consultorios, y tocando la puerta susurró.
----- Debido a los síntomas que presenta decidieron que la mejor solución era un obstetra ----- Gulf abrió la boca completamente perturbado, pero en ese mismo instante la puerta se abrió y una mujer que rondaba los treinta los miró con una media sonrisa, indicándoles el que pasarán.
Gulf miró como el enfermero desaparecía y entonces la puerta se cerraba, dejándolos encerrados dentro de esas cuatro paredes, de las cuales podría sentir que le causaban claustrofobia. El lugar no era tan pequeño, pero lo que realmente le ponía los pelos de punta eran los enormes enunciados pegados en las paredes, todos dirigidos hacia la maternidad. ¡Definitivamente estaban locos! ¿Cómo se les ocurría llevar a un hombre, a esa área? ¡Por el amor de Dios! Los hombres no concebían hijos.
----- Muy bien Gulf, puedes tomar asiento en esa camilla ----- El silencio fue roto por la dulce voz de la mujer, sin embargo, Gulf no se movía ni un ápice.
----- Así estoy muy bien ----- Sonriendo, la mujer alzó las cejas un poco divertida.
----- Puede que si. Pero es necesario para que pueda revisarte. Según lo que dice aquí, has estado presentando síntomas un tanto extraños ----- Renuente a obedecer, Gulf término por montarse de un salto sobre la dura camilla, sintiendo como las manos comenzaban a sudarle.
----- Sólo fueron unos cuantos mareos. Que estoy seguro no significan nada ----- Estrechando los ojos, Mew lo invitó a seguir, pero al ver como el mocoso no hablaría, continuó.
----- No fue solo eso. También estuvo teniendo muchas náuseas, vómitos. E incluso unos extraños deseos por comer cosas raras ----- Gulf lo miró furioso.
----- ¡Ya te dije que fueron los mariscos! Nada más ----- Gulf calló abruptamente cuando se dió cuenta de la presencia de la mujer a escasos centímetros suyos, y alejándose lo más que pudo evitó su toque.
----- ¿Qué otras cosas has comido Gulf? ----- Frunciendo el ceño, Gulf lo pensó durante unos segundos.
----- Bueno, ese día me levante con ganas de mariscos, así que los comí; luego una hamburguesa, pastel de chocolate, los nuggets de Up, pasta ¡Ah! Y las cebollas encurtidas ----- Tras haber anotado todo en su libreta, la mujer se acercó hasta su escritorio, y sacó un estetoscopio. Gulf la miró horrorizado.
----- Necesito que te acuestes, voy a examinarte y necesito que me digas si sientes algo. O que es lo que sientes ----- Gulf asintió no muy convencido, pero aún así obedeció.
Con mucho cuidado la mujer le levantó la camisa, dejándole todo el vientre y parte del pecho destapado. Mew observó todo en silencio, y Gulf se mordió los labios con nerviosismo. Los delgados dedos se clavaban en su piel de vez en cuando, presionando y palpando ante cualquier anomalía. Sin embargo, no era incómodo. La mujer continuó con su exploración y cuando sus dedos avanzaron un poco más abajo, el suave quejido que salió de los labios de Gulf la detuvo.
----- ¿Te duele ahí? ----- El chico asintió ----- No estoy muy segura, pero necesito hacerte unos exámenes. Tengo que descartar cualquier problema.
Gulf se vio sometido a varios exámenes, incluso los de orina y sangre. Y mientras sostenía el algodoncito en donde había sido punzado el miedo y la ansiedad le carcomían por dentro. No sabía a que atenerse. Bien podría ser una enfermedad o algo así. Había escuchado que los hombres también sufrían de cáncer, y el más famoso era el de próstata. Y si lo tenía. Negando efusivamente, algunos cabellos se salieron de su lugar ante la brusquedad. Todo iba a estar bien. Mew se lo había prometido.
20 minutos después la doctora regresó con los resultados. Gulf se aferró a las manos de Mew, sintiéndo como cada minuto le parecía una eternidad. La mujer se dedicó a leer detenidamente los papeles, frunciendo el ceño cada tanto, lo que incrementaba más el nerviosismo y cuando Gulf creyó que no podría esperar más, por fin hablo.
----- Como me lo temía ----- Gulf la miró ----- Los síntomas que me diste no indicaban más que signos de embarazo. Lo que puede parecerte descabellado. Sin embargo, los resultados lo confirman. Dicen que estás embarazado ----- Gulf creyó ver que todo a su alrededor era desmoronado por un torbellino, y Mew evitó el que cayera de su silla ¿Qué rayos estaba diciendo esa mujer?
----- Eso es imposible ----- Mew la miró, pidiendo una explicación mucho más clara.
----- Lo sé, parece imposible. Pero muchos jovencitos homosexuales llegan a presentar tú misma condición. Desmayos, mareos, antojos. Lo que nos lleva a pensar en un posible embarazo. Pero como tú lo has dicho, es imposible ----- Gulf la miró, sintiéndose molesto ante la poca claridad con la que hablaba.
----- ¿Entonces? ----- Sacando un pequeño folleto de su portafolio, se lo entrego a Gulf.
----- Estás embarazado Gulf. Pero psicológicamente ----- Gulf negó ----- La mayoría de los chicos como tú desarrollan sentimientos maternos, tanto que los lleva el desear concebir, y se les concede, pero en su imaginación. Las hormonas femeninas se disparan en su organismo, lo que lleva a dar positivo a las pruebas, e incluso el vientre le llega a crecer, pero con el tiempo, alguna fuerte impresión les hace ver la realidad y todo vuelve a como era antes. Es lo que conocemos como un embarazo espurio ----- Sintiendo las lágrimas quemar en sus ojos, Gulf susurró:
----- ¿Me está queriendo decir, que yo mismo hice que esto pasará? ----- La mujer asintió.
----- Naturalmente, puedo darte vitaminas para que tus hormonas vuelvan a la normalidad, y antidepresivos en cualquier caso de que presentes una depresión. Suele suceder, y es muy normal. Así que no debes preocuparte ----- Gulf ya no pudo escuchar nada más de lo que la mujer le indicaba. Algo de él acababa de romperse, y estaba seguro que no volvería a la normalidad.
Durante el trayecto de camino a casa, Gulf no había dicho nada. Y Mew permanecía con la mirada clavada en la carretera. No dejaba de darle vueltas el asunto, y cada tanto las palabras de la doctora lo obligaban a aferrar los dedos al volante ¿Qué le diría a Gulf ahora? Le había prometido que estaría a su lado, sin embargo no podía ni decir una palabra.
Bajándose del auto, Gulf no espero a que Mew terminara de estacionarse. Sentía que en cualquier momento se rompería y todo el dolor que sentía se convertiría en un río de lágrimas derramadas sin control. Mew lo observó salir corriendo, y bajando del auto lo detuvo por el brazo, sintiéndose un idiota cuando el rostro lloroso del mocoso se giró para mirarlo con furia.
----- ¡Suéltame! ----- Tratando de acercarse, Mew lo miró con ternura.
----- Gulf, amor, por favor ----- Gulf negó.
----- No te acerques. Todo esto es tú culpa ----- Mew sintió como su corazón se rompía ante sus palabras ----- Te dije que no quería ir al jodido médico ¡Todo estaba bien! Y ahora tendré que vivir sabiendo que me va a crecer la panza ¡Pero todo es mi puta imaginación! ----- Mew lo observó desaparecer tras la puerta, y cuando está se cerró de golpe, su cuerpo se desvaneció y las lágrimas de culpabilidad se desbordaron de sus ojos.
Gulf subió corriendo las escaleras rumbo a su habitación, sin siquiera importarle los gritos de Jennie que trató de alcanzarlo. Lo único que quería era encerrarse en su cuarto y llorar, llorar hasta que las lágrimas se le secarán, y no recordar nada al día siguiente. Porque estaba seguro que no podría soportarlo ¿Cómo iba a hacerlo?
Recordó la sonrisa de aquellas mujeres en los pasillos del hospital, y la rabia e impotencia hicieron que gritara con todas sus fuerzas. Tirando todo a su alrededor. Sentía odio, dolor, rabia, frustración, pero lo más doloroso... tristeza ante la realidad que lo había golpeado. Observándose en el espejo se imaginó con una enorme panza en unos meses, y entonces deseó que fuera real.
Quería tener un hijo, y todo eso que le estaba sucediendo quería que fuera real, no una fantasía creada por su subconsciente. Quería que dentro de unos meses su estómago creciera, y que le diera vida a alguien en su interior. Observó su imagen por última vez en el espejo, y cerrando los ojos soltó todas las lágrimas que ya no pudo seguir con teniendo. Escuchando una suave voz a su alrededor.
《Pide... y se te concederá.》
----- ¿Ty-Type...?
Espero que hayan disfrutado de esta maratón, nos leemos mañana igual con doble actualización. Siempre y cuando no haya nada que me lo impida.
Cuídense ❤
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