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Maratón 2/5

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La fría brisa de diciembre golpeaba el delicado rostro, mientras suaves copos de nieve caían formando un gigantesco manto blanco sobre el suelo. Ella sonreía, dulce y fresca como una mágica hada o una sirena hermosísima. Su lacio cabello castaño como la miel se movía al son de la brisa, sus enormes ojos mantenían ese brillo que encanta a los hombres y caían hechizados, y el colorido vestido que se acentuaba a su esbelto cuerpo, bailaba al lado de su caballera.

Davika Hoorne sonríe cuando los chiquillos en la calle comenzaron una terrible guerra de bolas de nieve, cuando una enorme bola le cayó a la chica en el rostro, y el chiquillo se burló de ella, recuerdos de su niñez la asaltaron, haciéndole sonreír abiertamente y que su corazón latiera desbocado. Cerrando los ojos, un lindo chiquillo rubio y de ojos verdes invadió su memoria, un chiquillo que desde la adolescencia no había vuelto a ver.

Sintiendo nostalgia de los recuerdos decidió dejar el balcón en dónde se encontraba, y entrar a su habitación. En el momento en que las cortinas cerraron la vista de la calle, un hermoso chico castaño entró sonriéndole, tenía unos hermosos ojos cómo los suyos y una bella sonrisa que iluminaba su rostro. Snriendo, Davika se acercó a su gemelo.

----- Kao ----- El chico sonrió unos instantes, pero luego su sonrisa vaciló, dejando una mueca de preocupación en sus rojitos labios, preocupando a su hermana ----- ¿Pasa algo? ----- Entregándole un viejo periódico, el chico se encaminó hacia la cama, y cruzando los brazos en espera a la reacción de su hermana al leer el contenido.

----- Mira esto ----- Sin comprender la actitud de Kao, Davika miró el periódico, abriendo los ojos con terror cuando leyó la primera plana.

Aparatoso accidente cobra una vida. Type Kanawut un dolescente de 19 años, muere tras ser embestido por un todoterreno en las calles de Nueva York, Estados Unidos.

Davika dejó escapar un grave gemido mientras una lágrima escapaba por las comisuras de sus ojos. Tenía que ser un error, una broma de mal gusto. Type, el hermano de su querido Gulf estaba muerto. Gimiendo angustiada, su barrera se desbordó y rompió en llanto, siendo consolada por los cálidos brazos de su hermano.

Había conocido a los gemelos Kanawut desde que iban al preescolar. Gulf y su hermano habían sido muy unidos a ellos por el simple hecho de tener gemelos el uno y otro, con la única diferencia de que Davika y Kao eran niño y niña, y los rubios eran dos varones. Gulf siempre había sido el niño problemático, este que le jalaba las coletas y le pegaba un chicle en la raíz de su cabello. Ese que se burlaba de ella por el simple hecho de que le sacará la lengua y no la dejara jugar con sus amigos.

Davika y Gulf, dos chiquillos que conforme pasaron los años una amistad más profunda y firme se creó entre ellos. Pero que cuando se convirtieron en dos adolescentes, consciente de su atracción física que se había convertido en amor. Gulf había sido su primer amor, al cuál le entregó su virginidad y con el cuál vivió muchos momentos felices. Davika había amado con todo su corazón a Gulf, pero la distancia se había interpuesto entre ellos, obligándolos a alejarse uno del otro y sufrir por la falta del contrario.

De eso habían pasado 4 años. Cuando Davika cumplió 15 años, se vio obligada a abandonar la ciudad y a Gulf. Obligada por su madre viajo hasta Rusia, y desde entonces no lo había vuelto a ver o saber algo de él. Hasta ahora. Pero jamás imagino que de esa forma. Con la muerte de Type.

Davika sabía cuán importante era el chico para Gulf, a pesar de que él hubiera sido el menor, siempre había cuidado de su hermano como si él hubiera sido el mayor, y sabía perfectamente el dolor que provocaría en Gulf, el que su hermano ya no estuviera con él. Alejándose de los brazos de Kao, y limpiando las lágrimas que habían mojado sus mejillas, Davika miró suplicante a su hermano.

----- ¿En dónde encontraste esto? ----- Kao la miró preocupado, alertando más a la chica que le arrebato el trozo de papel, inspeccionándolo, sorprendiéndose al ver que era de una semana atrás.

----- Escucha ----- Kao tomó las dos manos de su hermana, tratando de calmarla ----- Sabía que no debería decirte nada. Pero no quería privarte de saberlo. Así que tiene que prometerme que te vas a calmar ----- Davika negó furiosa.

----- ¡Pero cómo quieres que me calmé! ¡Type está muerto! ¡Gulf...! ¡Oh santo Dios! ----- Susurró angustiada ----- Kao por favor, dime qué más sabes.

----- Si te lo digo, me tienes que prometer que no dejarás todo tirado y te irás hasta dónde Gulf ----- Davika no respondió ----- ¡Davika prométemelo! ----- Frustrada asintió.

----- ¡Está bien! Pero habla de una vez.

----- Me enteré por papá mientras leía el periódico. Al parecer no corto comunicación con sus amigos allá en Nueva York ----- Davika escuchaba atentamente ----- Según escuché, ellos se mudaron a Miami después de un tiempo. Type tenía un novio, y se iba a casar con él.

----- ¿Qué? ----- Davika abrió los ojos asombrada ----- ¿Un... novio? ----- Kao asintió.

----- Era gay ¿Recuerdas? ----- Davika lo miró no muy convencido.

----- Bueno, si. Pero jamás pensé que lo decía en serio ----- Kao coincidió.

----- Yo tampoco. Pero ellos eran muy distintos hermanita. Pero lo que jamás me imaginé era que Gulf terminaría igual que el en ese aspecto ----- Davika lo miro aturdida, y con cautela pregunto.

----- ¿Qué quiere decir? ----- Hubo un largo silencio, poniendo aún más nerviosa a Davika, que comenzó a desesperarse ----- ¡Habla Kao! ¿Qué es lo que sabes?

-----  Gulf está casado. Se casó, Davika ----- Para hacer aún más dramática la situación, Davika se puso de pie, negando frenéticamente y respirando con dificultad.

¡Gulf casado! Eso no podía ser verdad . Gulf le había prometido el cielo y la tierra. Que siempre estarían juntos, y que en el futuro la haría su esposa. Negando rotundamente, Davika señaló molesta a su hermano.

-----  ¡Eso no es verdad! Deja de mentirme ¿Por qué habría de casarse? ¡Hablamos de Gulf por Dios! ----- Kao oscureció su mirada, penetrando los angustiados ojos de su hermana.

----- No tengo porque decir mentiras Davika. Gulf si está casado, y con el novio de su hermano.

-----  ¡¿Qué rayos estás diciendo?! ----- Davika gritó desesperada ----- Gulf no es gay, Kao ¡Joder me hizo suya! ¿Cómo puedes decir que está casado con un hombre? ----- Se detuvo un momento ----- Y si fuera así ¿Por qué con el novio de su hermano? ¡Es una estúpidez! ----- Kao suspiró cansado, esa situación le estaba hartando y estaba llegando a su límite.

-----  ¡No lo sé Davika! No soy adivino para saber eso. Solo estoy diciendo lo que escuché ----- Davika lo miró tratando de encontrar aunque sea un poco de mentira en su voz ----- El hombre es un importante exportador de vinos, y dueño de la más grande empresa vinicultora del continente.

----- ¿Cómo se llama?

----- ¿Qué? ----- Kao la miró sin comprender.

----- Dime el nombre del tipo, Kao ----- El chico la miró impresionado ante la fiereza que se dibujaba en su iris, y negando se alejó de ella.

----- ¿Para qué quieres saberlo? Si te dije todo esto fue porque pensé que debías saberlo. Pero de haber imaginado que te pondrías así no habría dicho media palabra.

----- ¡Basta Kao! ¡Dime el maldito nombre! ----- Mirando el fuego que llamaba en los ojos de su hermana, Kao se recriminó mentalmente el haber abierto la boca, y con apenas voz audible, susurró:

----- Mew Suppasit.

Tecleando el nombre en el buscador, Davika abrió el primer resultado que la máquina Le mostró. Un hombre pelinegro, con los ojos de un color gris profundo y cuerpo atlético, sonrío abiertamente ante los resultados de la biografía.

Nombre: Mew Suppasit.
Edad: 26 años.
Fecha de nacimiento: 21 de febrero de 1993.
Zigno zodiacal: Piscis.
Estado civil: Casado.

Es el primogénito y heredero de las empresas Suppasit, actualmente gerente general de Suppasit International Business. En 3 años ha subido las acciones a un triple porciento más en la bolsa de valores, volviéndolo en uno de los empresarios más cotizados de Norteamérica y el mundo. De origen  tailandés, pero aún así se ha empeñado en dar a conocer su trabajo, logrando asentarse en el centro de Nueva York siendo conocido, por más de medio planeta. Su afición por crear fabulosos vinos lo ha vuelto un hombre respetado por los hombres, y deseado por muchas mujeres.

Siguiendo un poco más abajo, Davika sintió la rabia salir a flote por cada poro de tu piel , conforme conocía más del hombre, y cuando llegó al último enunciado, supo que no encontraría nada bueno. O por lo menos para ella.

¡El casado más codiciado!

Dejando atrás la vida de soltero, Mew Suppasit contrajo matrimonio el pasado 5 de diciembre. Dando una tremenda sorpresa al dar a conocer a su ahora afortunado esposo, Type Kanawut. Un dulce chiquillo de 19 años, con una belleza inimaginable, y con un carisma que cautivó a los medios.

Soltando un jadeo de sorpresa, Davika observó con lágrimas en los ojos al sonriente rubio que abrazaba al hombre. Estaba segura que había leído bien el nombre en la pantalla. Type Kanawut. Pero, aunque todo el mundo creyera que el que estaba casado era Type, ella sabía perfectamente que ese rubio de la fotografía no era Type, sino Gulf kanawut. El travieso gemelo de Type.

Parpadeando confundida, cerró la tapa del ordenador y comenzó a dar vueltas alrededor de la habitación, bajo la confundida mirada de Kao. Había algo que no cuadraba en toda esa historia, efectivamente, él estaba casado con ese tipo, no tenía duda alguna, pero lo que no comprendía era el porque creían que Gulf era Type. No había lógica.

Gritando frustrada, volvió a mirar la imagen. A pesar de ser iguales, Davika había sido la única en diferenciar a los hermanos. Y podía jurar que ese de la foto era Gulf, su Gulf. A pesar de que pensaba la palabra con tanta seguridad, la sonrisa en el rostro de Gulf le hacía dudar, si todavía era suyo.

El chico sonreía alegremente, y sus ojos mantenían un brillo especial al ver el guapo rostro del empresario. Un brillo que nunca mostraron cuando estaba a su lado. Sus mejillas pintaban un bonito tono carmín, e incluso en una fotografía podía ver el amor que flotaba entre ellos. Davika no entendía. Gulf parecía una jovencita enamorada del ahora su esposo.

Cosa de no creer, al recordar el pasado del chico. Una tristeza suave emanaba de su corazón, estrujándola y obligándola a apartar la vista de esa dolorosa imagen.

Lloro, Davika lloró hasta que sintió que se le podrían cerrar los ojos de tantas gotas salinas que derramó, y en la soledad de su habitación observó el cielo escuro, perdiéndose en la enorme y brillante luna en medio de esta, jurándose descubrir el misterio de esa historia. Dejaría su casa y viajaría a Miami para averiguar la verdad, pero más que todo para ver con sus propios ojos la nueva vida de Gulf, si era feliz, y el porque la había abandonado.

A los pasajeros del vuelo 302, con destino a Nueva York, United States. Se les hace el primer llamado para abordar...