Como si fuera la primera vez.
Perdón por la tardanza, andaba ocupada, pero es mejor tarde que nunca ¿No es así?
Disfrútenlo ❤❤❤
El deseo es el comienzo de un logro, no una esperanza, pero un fuerte imparable deseo que supera todo.
Napoleón Hill.
Mew miró como la copa que yacía frente a él desaparecía de su vista, y Joss la llevaba a sus labios en un solo trago. Haciendo señas al mesero, pidió otra copa, debiéndose su contenido de una sola vez, y sintiendo como el caliente el líquido quemaba su garganta y le hacía arrugar el ceño. Joss observó a su amigo en silencio, deteniendo su mano cuando se preparaba para tomar otra copa, haciéndolo fruncir el ceño y dar un gruñido.
----- ¿No crees que ya es suficiente por hoy? ----- Soltando un jadeo, Mew negó.
----- Solamente quiero olvidar ----- Joss no dijo nada durante un momento, a lo que Mew aprovechó para llevarse otra copa a sus labios.
----- ¿Qué sucedió esta vez? ----- Acomodándose mejor en el banco, Joss hizo una seña para que también le sirvieran una copa, y bebiendose un buen trago lo miró.
----- ¿Tengo que limpiar siempre sus desastres? ----- Frunciendo el ceño Joss lo miró sin comprender ----- Me prometió que no respondería a las provocaciones de Amanda, que sabría contenerse. Pero no hizo más que humillarme frente a todo el mundo, y darle una buena golpiza ----- Terminandose su bebida, Joss se quedó observando el vaso, sin saber qué decir o qué hacer durante unos minutos, pero al observar la expresión derrotada de su amigo y como seguía bebiendo sin parar, tomó todo el coraje de su interior y contestó.
----- ¿Le preguntaste que fue lo que realmente sucedió? ----- Frunciendo el ceño, Mew negó.
----- Todo estaba muy claro ----- Bufando, Joss golpeó su espalda haciéndolo gruñir.
----- Eres un verdadero idiota.
Gulf observó por décima vez el reloj en los apenas 5 minutos que habían transcurrido, y al ver que no avanzaba ni una mínima fracción dió un gritó frustrado, golpeando la puerta con una de las almohadas, y girandose hacía Up que se miraba las uñas en la otra esquina de la habitación. Apretando los puños con impotencia, Gulf le aventó una almohada, haciendo que el chico diera un respingo.
----- ¡Oye! ----- Protestó. Gulf se cruzó de brazos, restándole importancia.
----- Han pasado exactamente tres horas desde que Mew se fue, y tú lo único que haces es mirarte las uñas ----- Abriendo la boca con indignación ante el tono de furia de su amigo, Up se puso de pie y lo miró seriamente, señalandolo con un dedo acusador.
----- ¡Sabes que nada de esto es asunto mío! ¡Pero tú tienes la culpa de lo que sucedió! ----- Gulf lo miró furioso, negando frenéticamente con sus manos.
----- ¡Oh no! ¡Esa estúpida se lo merecía! ¿Acaso no escuchaste la sarta de mierdas que me dijo? ¡Yo no tengo la culpa de no ser mujer, y no poderle dar un hijo! ¡¿Por qué jodidos no lo entienden?! ----- Up se le quedó mirando completamente asombrado y en silencio, solamente observando como las gotas salinas se resbalaban sin ningún tipo de control por sus mejillas.
Definitivamente mataría a esa mujer. Se había atrevido a lastimar a su pequeño de esa forma, y eso no lo permitiría. Mordiendo sus labios a manera de disculpas, abrió sus brazos y miró a Gulf. El chico limpió con rudeza algunas lágrimas y tras soltar un gemido de tristeza se lanzó a sus brazos, llorando contra su pecho, y soltando toda esa angustia y dolor que llevaba en su interior.
Era como si algo dentro de él, algo que no sabía que existiera se quebrará en miles de pedazos, y el sentimiento de ser padre floreciera en su interior, haciendo que las palabras de Amanda lo destrozaran aún más. Aunque le doliera admitirlo, la chica tenía razón. Y nunca se había puesto a pensar en ello.
Mew podía haberlo elegido, ser homosexual y preferirlo antes que a Amanda; pero había algo que nunca podría regalarle. Y eso era un hijo. En todos los matrimonios la ilusión de concebir un pequeño era la fuerza para seguir adelante, la emoción que los hacía vivir cada día, ante la posibilidad de que algún día podrían llegar a ser padres; sin embargo, él jamás podría.
¡Los hombres no podían embarazarse, joder! Al menos que fuera un fenómeno. O quizás no. Gulf había escuchado sobre algunos hombres que podían dar a luz, sin embargo, eran muy contados, y demasiado riesgoso si pudiera darse. Lo que lo dejaba en desventaja ante Amanda.
Ella era una mujer, y podría darle un hijo a Mew, algo que, aunque le doliera reconocerlo, lo podría hacer muy feliz, algo que no podría reemplazarse con cualquier amor. Y él, no podía dárselo.
Aferrándose a la camisa de Up, Gulf hipo suavemente cuando las caricias del chico lograron calmarlo. Eran como las manos de una madre tratando de calmar a su pequeño; y por eso estaba agradecido. Besando los suaves cabellos, Up continuó susurrándole dulces palabras, deteniéndose cuando el sonido del timbre los alertó y puso de pie a Gulf rápidamente.
----- ¡Mew!
Corriendo, Gulf bajo las escaleras, y sin siquiera asegurarse abrió la puerta. Sorprendiéndose al encontrar a Joss frente a ella. Gulf parpadeó un tanto desilusionado, pero todos esos sentimientos se convirtieron en sorpresa al ver como Joss señalaba hacía su coche, en donde un muy borracho Mew yacía completamente dormido sobre el asiento del copiloto.
----- Bebió más de la cuenta ----- Up llegó minutos después, sorprendiéndose al igual que Gulf, y dando un gritó de sorpresa.
----- ¡Santo Dios! ----- Corriendo hacía el auto, Gulf abrió la puerta y comenzó a inspeccionar al hombre, mordiendo su labio cuando esté gimió su nombre en un distorsionado susurró ----- Ayúdame a llevarlo arriba.
Asintiendo, Joss logró subirlo con dificultad a su espalda, Mew soltaba unos cuantos quejidos, haciendo reír a Up que los seguía sigilosamente, Y cuando por fin llegaron a la habitación, Joss lo dejó caer sobre la cama con un golpe seco, haciendo gruñir al borracho hombre, y que Gulf corriera a su lado, acariciando su sudorosa cabellera.
----- Gu... Gulf... bonito ----- Susurrando contra su oído, Gulf asintió.
----- Shhh, tranquilo, estoy aquí ----- Admirando la escena, Joss sintió como algo dentro de él se quebraba al ver el amor con que Gulf miraba al hombre.
Sus delicadas manos se pasaban por el rostro del hombre, dejando suaves besos sobre su frente de vez en cuando y susurrándole que estaba a su lado. Joss sintió envidia. A pesar de todo Mew tenía a ese chico a su lado, sin importar que fuera un cabezota imbécil, y actuará sin pensar, y deseo ser él. Por un momento deseo ser Mew y estar disfrutando de las suaves caricias del chiquillo, y de la mirada de amor que éste le regalaba a su esposo.
Up fue quien lo sacó de sus pensamientos, sobresaltándolo cuando lo tomó de la mano y lo llevó fuera de la habitación.
----- Muchas gracias por traerlo ----- Joss lo miró ----- Significa mucho para Gulf ----- Entrecerrando los ojos, Up observó como la mirada del hombre se dirigía hasta su amigo, y dando un suspiro comprendió lo que sucedía ----- Será mejor que te vayas ----- Girándose hacía el chico, Joss asintió, tomó su chaqueta que había dejado en la sala y se preparó para salir, deteniéndose por un breve momento antes de salir, y así poner toda su atención en el pelirosa.
----- Buenas noches... ----- Joss se detuvo al no tener un nombre por el cuál nombrarlo, y sorprendiéndose Up contestó:
----- Up, me llamo Up ----- Asintiendo, Joss sonrió un poco.
----- Buenas noches Up... soy Joss ----- Y desapareció tras la puerta.
Gulf levantó el rostro al ver a su amigo sobre el umbral de la puerta. Mordió su labio y negó, acomodando mejor la sabana sobre el cuerpo de Mew, y terminando por caer rendido sobre el espaldar de la cama. Up caminó hacia él, sonriendo al ver sus manos unidas y la expresión preocupada de Gulf, acomodándose a su lado Up le miró con dulzura.
----- ¿Qué piensas hacer ahora? ----- Gulf mordió su labio sin saber que decir.
----- No lo sé. Todo parece estar bien, pero cuando despierte sé que los problemas regresaran ----- Tras un suspiro, Up miró al hombre, regresando su mirada a Gulf al escuchar sus palabras ----- No sé si pueda perdonarlo ----- Y besando con delicadeza sus labios se recostó a su lado, aferrándose fuertemente a su cuerpo, y suspirando su nombre en un susurró.
Cuando la mañana llegó el cielo todavía se encontraba oscuro y suaves gotas cernían la tierra, haciendo que la gente corriera por sus paraguas rumbo a sus destinos y que los autos salpicaran las aceras con las llantas. Abriendo los ojos, Mew gimió al sentir un fuerte dolor de cabeza invadirlo, y escondiendo el rostro contra la almohada trato de recordar cómo diablos había terminado en su casa, y en su cama. Pero lo único que consiguió fue que la jaqueca aumentará y su estómago gruñera ante la falta de alimento y la acidez del alcohol.
Poniéndose de pie con dificultad logro llegar al baño, abrió el Grifo y se enjuagó la cara, terminando por observarse detenidamente en el espejo. Su estado era completamente deplorable, unas marcadas ojeras yacían bajo sus ojos, y su cabello completamente revuelto. Masajeando su frente regreso al cuerpo, sorprendiéndose al encontrarse con Gulf frente al espejo, terminando de arreglarse los pantalones.
El chiquillo dio un brinco asustado, terminando por subir rápidamente el cierre y girarse frente al espejo, comenzando a cepillar su cabello. Observó como Mew tragaba con fuerza y hacía un intento por acercarse, pero cuando estuvo a punto de llegar hasta su lado, las palabras que le había dicho la tarde anterior llegaron como un golpe, obligándose a girarse y mirarlo completamente molesto y furioso.
----- Veo que ya has despertado ----- Dijo sarcástico. Mew asintió todavía en silencio, lo que enfureció más a Gulf. Dejó el cepillo con un fuerte golpe, y tras tomar sus cosas caminó decidido a irse, deteniendo sus pasos cuando por fin la voz de Mew resonó en la habitación.
----- ¿Qué sucedió ayer? ----- Sintiendo como un nudo se formaba en su estómago, Gulf apretó sus puños y sin girarse a mirarlo contestó:
----- Joss te trajo, agradécele a él ----- Caminó hacia la puerta, pero el fuerte y repentino agarre de Mew lo sobresaltó en gran manera, girandolo hacia su rostro y encontrándose con su cansada mirada.
----- Tenemos que hablar ----- Apartando las enormes ganas de llorar que lo invadieron, Gulf forcejeo hasta verse libre, y acomodando su bolso sobre sus hombros bufó con molestia.
----- Tú fuiste el que dejó las cosas muy claras ayer ----- Le dirigió una última mirada y salió dando un portazo.
Mew se dejó caer contra la pared y soltó un suspiro al sentir como la impotencia lo embargaba. Ese mocoso era un terco de lo peor, sabía que sus palabras no eran nada más que para herirlo, el mismo había visto su mirada vacilar y tituber al tenerlo cerca. Pero el orgullo de los dos era su más grande muralla. Y mientras ninguno de los dos lo hiciera a un lado, las cosas no se arreglarían.
Terminando de arreglarse para ir a la oficina, Mew bajó a la cocina para prepararse un café, sorprendiéndose al encontrar un pequeño plato cubierto sobre la mesa, una humeante taza de café y una pastilla para el dolor de cabeza. Gulf. La imagen del chiquillo llegó a su cabeza, haciéndolo sentir culpable. Con un nudo en el estómago se comió el desayuno, y al subir a su camioneta cambió su destino, manejando a toda velocidad a la casa de su madre.
Cuándo detuvo el coche, se quedó un momento sin hacer nada, decidiéndose a salir minutos después. La mucama de su madre le saluda con una pequeña sonrisa, indicándole que su progenitora se encontraba en su habitación. Subió los escalones lentamente y cuando por fin se encontró frente a la puerta se quedó totalmente petrificado en su lugar, escuchando atentamente las voces que provenían de la habitación.
----- Realmente estoy muy avergonzada ----- Mew observó a través de la pequeña hendidura el rostro de su madre, y luego a Amanda. La chica parecía molesta, mientras jugaba con su cabello y fingía ignorarla. Estuvo a punto de entrar y detener la estupidez de su madre, pero la voz de Amanda lo detuvo.
----- Me lo esperaba ----- Ploy levantó la cabeza con curiosidad.
----- ¿A qué te refieres? ----- Sonriendo Amanda la miró, invitándola a sentarse a su lado.
----- El mocoso es de los que explota demasiado rápido, solo necesitaba una calentadita para que lo hiciera ----- Mew apretó los puños, tratando de contener su ira ----- Y el tema de la maternidad hizo que reaccionará de esa forma ----- Ploy la miró un tanto sorprendida.
----- ¿Qué fue lo que le dijiste exactamente? ----- Amanda rió.
----- Vi un brillo especial en sus ojos ante la idea de tener un bebé. Pero yo misma me encargue de apagarlo al hacerle ver que nunca podrá darle un hijo a Mew, cosa que yo si podría. Realmente fue algo divertido de ver, su inseguridad salió a flote con tan sólo esas palabras y... ----- Amanda detuvo sus palabras cuando la puerta se abrió de golpe, y junto a Ploy observó horrorizada como Mew la miraba con odio y caminaba hacia ella.
----- ¡Mew! ----- Ploy trató de detener a su hijo, sin embargo, la ira del hombre la hizo apartarse rápidamente.
----- ¿Así que fue eso lo que sucedió? ----- Amanda titubeó por un instante, sin embargo, no evitó su mirada.
----- ¿Y qué si así fuera? ¡Yo solo dije la verdad! ----- Un fuerte golpe se estampó a tan solo milímetros de su rostro sobre la pared, y horrorizada observó a Mew.
----- Eres un vil ser humano. ¿Pero sabes una cosa ----- Amanda soltó la primera lágrima de coraje ----- Todo el dolor que le ocasionaste a Gulf algún día se te regresará, y de la peor manera que puedas imaginarte, y lloraras lágrimas de sangre en pago de todas las que has hecho que Gulf derramé. Pero tú peor castigo será que nadie te ame ----- Y tras una mirada de rencor a su madre salió de la habitación a pasos agigantados, solamente logrando escuchar el último gritó desesperado de Amanda.
----- ¡Maldito!
La imagen de Gulf torturó su cabeza mientras manejaba. Las lágrimas del chiquillo eran como cuchilladas a su corazón, y el tan solo pensamiento de haber dudado de él lo hacía rechinar los dientes con fuerza. Joss tenía razón, no era más que un imbécil estúpido que actuaba sin pensar. Dando un fuerte gritó pisó el acelerador, sobrepasando los niveles permitidos de velocidad, y cuando por fin se detuvo había llegado al estacionamiento de la Universidad del chico.
Bajo del auto a toda velocidad, y sin importarle las miradas extrañadas entró al plantel. Caminó durante un largo rato buscando los salones, y cuando pensó que terminaría perdido el aula de artes plásticas lo recibió. Sus piernas temblaron cuando la puerta se abrió y varias miradas se detuvieron en su rostro, pero ninguna de ellas era la verde esmeralda que él andaba buscando. El señor que impartía la clase le dirigió una mirada de molestia, haciendo que retrocediera intimidado.
----- ¿Deseaba algo señor? Está interrumpiendo la clase ----- Mew negó repetidas veces, completamente avergonzado.
----- No, disculpe.
Cerró la puerta y regresó su camino completamente desilusionado. Algunas alumnas susurraban al verlo, sin embargo, no se detuvo hasta que regresó al estacionamiento, en dónde sacó su móvil y marcó el número de Gulf, pero lo único que consiguió fue la llamada de la contestadora. Frustrado, guardó el aparato, girándose abruptamente cuando una voz conocida pronunció su nombre.
----- ¿Mew? ----- Up observó sin poder creerlo, sobresaltandose cuando el hombre corrió hacía él y lo miró agradecido.
----- ¡Up! Por favor necesito tu ayuda ¿Sabes dónde está Gulf? ----- Alejándose de él, Up se cruzó de brazos y lo miró con desconfianza.
----- ¿Y por qué habría de decirte? ----- Sintiéndose desesperado, Mew suspiró ----- La regaste en grande principito.
----- Up se que cometí la peor estupidez al creer en Amanda, pero necesito hablar con Gulf, por favor dime ¿En dónde está? ----- Suspirando resignado, Up asintió.
----- Escucha, te lo diré porque a pesar de que esta enfadado yo mismo vi como no se despegó de tu lado en toda la noche, y porque sé que se muere por estar en tus brazos ----- Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Mew, mirando agradecido al chico ----- Sus clases no terminaron hace mucho, y dijo que pasaría al supermercado antes de ir a casa, si te vas ahora lo alcanzarás ----- Up se sobresaltó cuando Mew lo abrazo con fuerza y le dió un suave beso en la mejilla, sin embargo, una sonrisa cómplice se posó en sus labios.
----- Muchas gracias ----- Guiñandole el ojo, Up negó.
----- Solamente deja de ser tan cabezota.
Mew sonrío, y corriendo subió al auto, mirando por última vez al sonriente chico através del retrovisor. Estaba completamente agradecido con Up, por apoyarlo, y por siempre estar al lado de su niño. A pesar de que Gulf no tenía el apoyo y el amor de su madre, el tener a ese chico a su lado lo hacía afortunado. No cualquiera estaría dispuesto a dar el todo por el todo y proteger a un amigo.
Esa clase de personas no existían en este mundo. Sin embargo, ellos tenían a una, ese pequeño y loco chico era como un ángel en sus vidas, y siempre estaría agradecido. Y allí, mientras conducía a toda prisa y admiraba el cielo nublado deseó que algún día pudiera encontrar el amor, y ser recompensado por brindar su amor a cambio de nada.
Gulf miraba un tanto distraído algunos lácteos, aún debatiendose en si comprar la lata de queso procesado o una de queso mantequilla. Decidiéndose al final por el de mantequilla continuó su recorrido por los enormes pasillos. Hecho un paquete de huevos a la carretilla y cuando se disponía a pesar los tomates sus ojos se desviaron hacia una pareja de chicos que probaban las muestras de jamón.
El que parecía ser el dominante beso dulcemente en la mejilla del más chico, haciéndolo reír y corresponder a su beso con un fervor casi envidiable. Desvió su mirada cuando sintió las lágrimas picar en las esquinas de sus ojos, y continuando con sus compras apresuró sus pasos hacia la caja. Buscó una que estuviera un tanto vacía, pero al ser mitad de semana estás rebalsaban de personas haciendo su despensa.
Terminando por quedarse en una de las primeras comenzó a revisar sus cosas, sorprendiéndose cuando un hombre de traje se dirigió hasta el inicio de la fila y sacó un billete para pagar. La imagen le pareció un tanto conocida, pero descarto cualquier pensamiento, cuando decidido camino hacia el hombre tramposo dispuesto a decirle sus verdades. Era inaudito.
----- ¡Disculpe! Pero creo que necesita hacer fila al igual que los dem... ----- Sus palabras quedaron en el aire cuando unos ojos grises se clavaron en los suyos, y su marido se giraba hacía él, arrodillándose ante las miradas emocionadas y atónitas de todos ----- Tú... ----- Gulf parpadeó al recordar la imagen. Eso... era como la primera vez. Como la primera vez que había visto a Mew. Nervioso, y completamente avergonzado lo miraron ----- ¿Qué rayos haces? Levántate.
----- Puedes hacer lo que quieras. Pero no me moveré hasta que me digas que me perdonas ----- Los susurros emocionados de las personas lo pusieron más nervioso, obligándolo a asentir frenéticamente.
----- De acuerdo... te perdonó, pero ¡Por el amor de Dios! Levántate ----- Tras una pequeña sonrisa, Mew se levantó, sobresaltándolo cuando lo pegó a su pecho y lo estrechó entre sus brazos.
Por más que trato de contener sus sentimientos y no corresponder a las caricias, sus labios aceptaron los ajenos cuándo fueron reclamados en un dulce beso, y sus mejillas se colorearon de un suave rosa ante los aplausos de las personas a su alrededor. Terminando el beso, Mew pegó su rostro contra el del chico, sonriendo cuando esté levantó sus brillantes ojillos y titubearon en sí mirarlo o no.
Gulf sentía que volaba sobre una nube, pero tenía miedo de que pudiera caer de ella en cualquier momento. Se sentía emocionado, pero a la vez molesto por haber caído a la primera. Sin embargo, la situación no le había permitido ponerse a pensar, Mew había sido un astuto al haberlo hecho frente a todos, ahora ya no tenía remedio. Había caído al instante.
Tras esperar su turno para poder pagar, por fin salieron del establecimiento. Mew llevaba la mayoría de las bolsas y Gulf caminaba un tanto cohibido con una pequeña entre sus manos. Cuando llegaron al auto, Mew término de meter todo al baúl y tras abrirle la puerta subieron. El hombre terminó de abrocharle el cinturón cuando lo acorralo contra el asiento, Gulf desvió el rostro rápidamente, interponiendo sus manos entre sus cuerpos.
Mew no hizo ningún intento más para acercarse y puso en marcha el auto, llegando tras un largo y tensó recorrido a la casa. Gulf bajó rápidamente del auto, tomó algunas de las bolsas y entró corriendo dirigiéndose a la cocina. Mew soltó un suspiro, y tras cerrar la puerta dejó las bolsas sobre la mesa y antes de que el mocoso se volviera a escurrir se interpuso en su camino, cruzándose de brazos y mirándolo severamente.
----- ¿Vas a dejar de huir? O tendré que seguirte hasta que te canses ----- Frunciendo el ceño, Gulf negó, cruzándose a su vez de brazos.
----- Sólo porque hayas sido un astuto y terminaras ganando frente a todos no creas que estamos bien. ¡Porque no lo estamos! ------ Cerrando los ojos Mew contó hasta tres, dando una fuerte bocanada de aire.
----- ¿Me dejarás hablar? ----- Un tanto renuente Gulf asintió, todavía mirándolo con desconfianza y molestia ----- Sé que con una simple disculpa no bastará. ¡Pero realmente tienes que entender que actuaste mal! ----- Gulf abrió la boca dispuesto a protestar, pero Mew no se lo permitió ----- No debiste de acceder a las provocaciones de Amanda. Así como yo tampoco debí quedarme con su palabra, y desconfiar de ti ----- Los ojos de Gulf se abrieron con asombro, y poco a poco se fueron llenando de lágrimas ----- Mi deber era confiar en ti, escucharte y demostrarte que estoy a tú lado. Que sin importar lo que digan los demás yo siempre te voy a amar, aún sin darme un hijo ----- La primera gota resbaló y se perdió entre el cuello de Gulf, haciendo que mordiera su labio en busca de acallar sus sollozos ----- Debes a prender a confiar en nuestro amor, en mí y en que te pertenezco ----- Negando, Gulf lo miró.
----- ¡Es que no lo entiendes! ----- Mew lo miró suplicante.
----- Claro que lo entiendo. Solamente confía.
----- ¡Y confío! Confío en nuestro amor, en ti ----- Terminando por acercarse hasta él, Mew tomó sus mejillas, acariciandolas con ternura y limpiando sus lágrimas ----- Pero no confío en ella. Cada vez que esta cerca de ti no dejó de pensar en que hará algo para separarnos, para romper nuestro amor ----- Pegando su nariz, con la del chiquillo, Mew negó, sonriendo cuando Gulf se aferró a sus manos y se dejó hacer ----- Y por más que trate de no pensar en ello, me he dado cuenta de la necesidad que tengo por formar una familia a tu lado, por hacerte completamente feliz ¡Pero no lo puedo hacer, joder! ----- Besando sus lágrimas, Mew negó.
----- Ya me haces lo suficientemente feliz ----- Mordiendo su labio, Gulf lo miró, sintiendo un extraño sentimiento correr por su cuerpo, terminando en los brazos que se aferraron a su cuerpo.
----- Quiero darte un hijo ----- Mirándolo a los ojos, Mew sintió como se derrumbaba poco a poco.
Era como un castillo de arena, que era mojado por el agua y termiba completamente destrozado. La mirada de Gulf le decía todo el sufrimiento que estaba sintiendo, y la desesperación con la que se aferraba a la idea de poder darle un hijo. Besando suavemente la punta de su nariz Mew sonrió. Le regalo una hermosa sonrisa que logró calmarlo un poco, y mientras subían a la habitación Gulf se perdió en las estrellas que pululaban en el cielo, y entre los brazos de Mew cerró los ojos y pidió su más grande deseo.
《Deseo poder concebir, deseo tener un bebé.》
" el desear algo, es llevar tus propios pensamientos a la lejanía del universo, el hacer que se realicen es cuestión de que tan empeño pongamos para lograrlos."
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