Buena Chica
Han pasado unos minutos desde que ambas entraron en su habitación y Sana se siente sofocada cuando Jihyo la ata con una corbata que solían usar en la escuela secundaria. El amarre es lo suficientemente apretado en las muñecas de Sana pero cuenta con el largo suficiente para amarrarse a la cabecera de la cama y darle espacio para girar su cuerpo si es que Jihyo lo necesita.
—Mmmm… Sana no creí que verte tan sumisa me calentaría tanto, parece que naciste para esto —La mencionada está abierta de piernas y con sus manos firmemente sometidas y a Jihyo le encanta la sensación de poder que esta situación le da. Jihyo puede ver la vulva de Sana empapada de dulces jugos que está dispuesta a tragar, pero antes quiere jugar con ella.
Sana suelta un jadeo alborotado cuando Jihyo azota su pecho derecho y se posiciona a horcajadas de ella, y su mano va a su pecho izquierdo. Jihyo suspira, le encantan esas inquebrantables montañas y le encanta más llenarse la boca de ellas, así que lo hace. Sana cierra las piernas en un intento de saciar las palpitaciones que empiezan a intensificarse en su clítoris pero una palmada en los muslos hace que los separé nuevamente.
—No vuelvas a cerrar las piernas, yo decido cuando te liberas, sé una buena chica para Jihyo —Sana ya no sabe qué hacer, se encuentra terriblemente excitada y no puede hacer nada, justo como ella quería. —Dime Sana ¿por qué quieres ser tratada así en el sexo? ¿Acaso te aburre cogerme?
Sana toma una respiración antes de comenzar, no cree ser capaz de formar alguna oración coherente para responder a las preguntas de Jihyo, no cuando se empieza a mover encima de ella y siente la tela del pantalón de su novia rozando en su estómago.
—Me encanta follarte, meterte los dedos. Pero amor mío, por una vez quería que me demostraras esa personalidad mandona e irresistible en la cama. —Jihyo sonríe ante su respuesta, pero lo que dice Sana a continuación la hace fruncir el ceño. —Fóllame duro.
Jihyo no soporta que Sana le de órdenes, así que ni corta ni perezosa hace aterrizar su palma en la mejilla de Sana quien jadeó sintiendo la humedad resbalar entre sus piernas, la cachetada fue lo suficientemente dura para hacerla sentir lágrimas en las esquinas de sus ojos, pero lo suficientemente placentera para sentir su vagina rogar por ser penetrada.
—No me puedes pedir nada, Minatosaki. Deja de ser una insolente si no quieres que te deje esa bonita cara amoratada, y no quiero complacerte tan rápido.
Con eso, Jihyo se baja de su regazo y bajo la atenta mirada de su novia atada a la cama, se desviste lentamente. Comienza por su camisa de botones que no cambió al llegar a casa y continúa con el short que reemplazó a una falda entubada. Queda en brassier negro y braga a juego, una lencería sencilla pero lo suficiente para encender a su japonesa favorita.
—Si quieres un orgasmo, tendrás que ganártelo, Minatozaki. Me has irritado con tus exigencias.
Sana asiente rápidamente mientras Jihyo deja a la vista sus pechos al deshacerse de su brassier que ahora se encuentra en el suelo de la habitación. Camina hacía la cama y Sana pasa saliva al ver que no se detiene a su altura, si no que sigue hasta que su cabeza quedó entre sus piernas, su rostro está tan cerca de esas bragas que puede oler la excitación de su novia y ahora se da cuenta que no es la única que disfruta de la situación.
—Arreglatelas para mover mis bragas, quiero que me chupes y que lo hagas bien. —Con esa última frase, Jihyo baja sus caderas aún más y siente la respiración de su sumisa directamente en su vulva.
Por otra parte, Sana estira la cabeza y toma un costado de la tela entre sus dientes y trata de moverla para después intentar meter su lengua en los pliegues mojados de Jihyo, pero le es imposible por lo ajustada que está la ropa interior y Jihyo comienza a impacientarse.
Jihyo la toma del cabello bruscamente y la jala hacía su vulva mientras baja sus caderas haciendo que Sana pierda el aliento.
—Que me la chupes dije —la voz de Jihyo suena más profunda, más oscura y Sana lo intenta de nuevo, toma entre sus dientes un costado y lo logra.
Su lengua va de arriba abajo sintiendo la tela rozar su músculo tenso que ahora se está encargando de complacer a Jihyo, quien aún mantiene una de sus manos en la cabeza de Sana e impulsa sus caderas en busca de más, su mano desocupada se cuela entre ambos cuerpos y toma el pezón de Sana entre sus dedos y lo retuerce, haciendo los movimientos de japonesa un poco torpes.
Pero Sana quiere ser una buena chica para Jihyo, por lo que ignora el intenso apretón en su pezón para subir un poco más y aprisionar el clítoris de Jihyo entre sus labios. Comienza a succionar y la pelicorta ya no puede controlarse, ni ella, ni su cuerpo, ni su boca.
—Joder, que rico lo succionas… mmmgh… más fuerte. —Y Sana la quiere hacer feliz, así que lo hace mientras arrastra sus dientes sobre su erecto clítoris y siente que se ahoga cuando Jihyo le empieza a embestir la boca, deja de sentir los dedos en su pecho y, a juzgar por los bruscos movimientos de Jihyo, sabe que se está sosteniendo de la cabecera para dar embestidas certeras, y Sana se retuerce debajo de ella por la excitación. Sus piernas aún abiertas ruegan por atención y su boca no puede dejar de trabajar en una Jihyo completamente sudorosa.
—Ya casi, amor. Me estás haciendo llegar... —Sana sabe que Jihyo dice la verdad pues ahora siente los fluidos ajenos hasta su barbilla y resbalando a lo largo de su cuello tenso por el esfuerzo de mover, mantener su cabeza arriba y seguir lamiendo. —¡Cómetela, ah ahhg!
Jihyo está gruñendo y a punto de llegar, así que Sana se estira un poco más y aprisiona su clítoris una vez más mientras sacude su cabeza de un lado a otro para darle más intensidad a la cogida que está recibiendo su cara. Jihyo la está montando como nunca y nunca se había sentido tan cerca del cielo y del infierno a la vez.
Jihyo grita cuando el orgasmo explota y no puede controlarse, comienza a temblar y jala los cabellos oscuros contra su vagina, sabe que Sana no puede respirar pero no le importa, no ha dicho la palabra de seguridad y la idea de que su hermosa novia obediente se esté ahogando para complacerla le da un espasmo extra a su intenso orgasmo.
Jihyo por fin se levanta y deja respirar a Sana quien tiene los ojos brillosos y las mejillas sonrosadas así como fluidos desde su boca hasta las clavículas. Jihyo se encarga de limpiar el desastre aún con las bragas puestas y sus piernas temblando. Lame cada rastro de húmedad y la castaña siente que va a morir si su novia no le hace algo.
—Date la vuelta, hazlo sola en lo que regreso —Sana lo hace y ahora se encuentra con el culo empinado, en la famosa pose de perrito.
Jihyo va al baño a limpiar sus muslos y se quita por fin las bragas, en esos momentos de silencio analiza lo sucedido. Jamás había pensado que disfrutaría tanto someter a Sana, de hecho al principio solo pensaba follarla más fuerte, pero la situación escaló y se convirtió en la sesión de sexo más satisfactoria hasta ahora.
Cuando regresa a la habitación se encuentra con el culo de Sana, parado orgullosamente en la cama, y sabe que es difícil pues las manos atadas le impiden apoyar un poco de peso en sus brazos por lo que recae completamente en su abdomen y piernas. De hecho Sana ya se siente cansada y apenas han pasado unos pocos minutos, pero Sana será una buena chica para Jihyo.
—Has sido una buena chica, te lo recompensaré. —Jihyo dice mientras se posiciona en la cama detrás de Sana, sus manos recorren la espalda bien definida de su novia y bajan por su trasero redondo. —Mmmm que culito tan lindo ¿qué te parece si le damos un poco de color?
Sana gime y antes de hacer cualquier cosa siente la mano de Jihyo golpear fuertemente una de sus nalgas, Sana siente que puede inundar la habitación con sus propios fluidos de excitación, siente los pezones tan rígidos como una roca y su abdomen ardiendo por el esfuerzo de mantenerse en la posición que su Jihyo desea.
Jihyo la azota diez veces en ambas nalgas y se aleja un poco para bajar su cara hasta estar entre los muslos de la castaña que está a punto de llorar del dolor en su clítoris rogando atención. Lleva mojada mucho tiempo.
—No te corras sin mi permiso. —Es lo único que dice Jihyo antes de meter tres dedos de una sola vez, sabe que no la va a lastimar por la humedad que ahora resbala por sus muslos y Sana grita, grita agudamente cuando esos tres dedos desaparecen y vuelve a aparecer en su interior de manera brusca, de manera fuerte, justo como lo deseaba. —Dime cómo se siente, Sana.
Pero Sana no puede hablar y eso hace enojar a Jihyo —¡Dimelo!
Grita, elevándose y tomando en puño el cabello de Sana, obligándola a estirar la cabeza hacía atrás y que su espalda se curve aún más. Con las piernas temblando y los ojos cerrados grita:
—¡Delicioso, Jihyo. Se siente como el puto cielo!
Jihyo sonríe y puede escuchar como la humedad chapotea entre sus dedos y los gemidos de Sana se vuelven agudos, imparables y probablemente tendrán problemas con sus vecinos por lo ruidosas que están siendo. Con su mano ocupada en el interior de Sana y la otra jalando su cabello, Jihyo pega su pelvis al trasero de Sana y se balancea con ella, haciendo rechinar la cama y rebotar.
Jihyo sabe que Sana está muy cerca así que quita todo contacto de su cuerpo y Sana ahora si está llorando, llorando de placer y frustración. Ella jamás creyó en eso cuando veía porno, pero al parecer es posible pues le cuesta mantener la boca cerrada para no sollozar por más. Parece que Jihyo es del tipo “calladita te ves más bonita”. Mientras todos esos pensamientos corren por la cabeza de la japonesa, Jihyo ya la ha desatado y le susurra al oído.
—Sostén tus manos en la cabecera, y pobre de ti si te sueltas o rompes la posición. —Hace una pausa para que Sana haga lo que dice —Por cierto, me encanta verte llorar de placer. Avísame cuando estés cerca.
Sana asiente y grita nuevamente cuando los mismos tres dedos la invaden otra vez, pero siente los pechos de Jihyo apoyarse contra su espalda. Jihyo se ha recargado en ella, montándola completamente cuando su brazo desocupado pasa por debajo de su estómago y viaja hasta el erecto clítoris.
—¡Jihyo! ¡Por favor, por favor!
Sana no puede evitar quedarse callada y su cuerpo siente que ya no puede más.
—¿Por favor qué? —pregunta a la altura de su oído.
—Estoy cerca.
—Aguanta un poco más.
Pero Jihyo se lo hace imposible pues su palma se restriega en su clítoris palpitante y la penetra como si quisiera atravesar su cuerpo.
—¡Soy una buena chica, soy una buena chica. Por favor Jihyo!
—Córrete para mí.
Sana lo hace estrepitosamente, mojando todo a su paso, tanto sus muslos como los ajenos y las sábanas debajo de ellas. Sus nudillos se vuelven blancos cuando Jihyo la sigue penetrando sin darle tregua de recuperarse y ella se corre por segunda vez encorvándose cuando lo hace y grita tanto que su garganta duele.
Baja poco a poco de lo alto y Jihyo retira ambas manos de ella, al momento que lo hace el cuerpo se desvanece pero no toca el colchón pues Jihyo la acoge en sus brazos, Sana sigue respirando agitadamente cuando siente que Jihyo la acomoda sobre su pecho, sintiendo los pechos ajenos aún erectos, pero Sana no puede hacer nada más que dejarse acariciar por su novia.
—¿Estás bien, Sanari? —Jihyo pregunta mientras trata de acomodar los mechones de cabello castaño.
—Fue lo mejor que hemos hecho, quiero hacerlo de nuevo. —Sana dice en un susurro y se esconde en el cuello de Jihyo, aspirando su olor y asimilando el gran amor que recorre sus venas.
—Te amo —Jihyo le dice como si le leyera la mente.
—Te amo más, gracias por esto.
Pasan el resto de la noche abrazadas, hasta que el estómago de Sana ruge y Jihyo se ríe, pero sin quejarse, se levanta y le prepara un bocadillo a su novia japonesa. Ha sido una buena chica esta noche, y lo ha sido siempre.
A los pocos días es Sana quien somete a Jihyo y le lleva bocadillos en la madrugada.
¡Hola buenas noches! Dirás que es muy explícito, pues si te parece que lo es asegúrate de leer la descripción de la historia porfi.
Estoy haciendo una prueba tu, si lees este fict, te daré una sorpresa de fin de año.
Ponme atención, es importante, mañana publicaré la última parte así que esperala mucho Ü
Ya me iré a dormir, hoy tuve un día muy largo jajsjs te quiero mucho, tu JazUnnie🌻
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