Golpear primero
༉‧🥋˚La casa de los Larusso estaba llena de risas, música y el bullicio típico de una fiesta veraniega. Samantha, la reina de la fiesta,se aseguraba de que todos estuvieran disfrutando, mientras las luces brillaban en la piscina y las conversaciones se mezclaban con las risas. El calor del verano llenaba el aire, y todo parecía perfecto.
Pero, en medio de todo eso, Isi solo quería estar lejos de todo. La presión de ser parte de algo que no sentía que le perteneciera, de ser siempre la observadora, la que se quedaba al margen, la abrumaba. Recostada junto a sus amigas en la orilla de la piscina, intentaba relajarse, pero las constantes bromas y las charlas sobre chicos no ayudaban en nada.
—Kyler no deja de verte —imitó Maddie, hablando lo suficientemente alto como para que todos la escucharan, pero con la mirada fija en Yasmine, que estaba del otro lado de la piscina. Su risa llenó el aire, haciendo que la mayoría de los chicos se giraran a ver.
—Oh, ¿en serio? —respondió Ari, imitando el tono burlón de Samantha, mientras Ari salpicaba un poco de agua a Isi.
—Maddie, Ari, vámonos, mis "papis queridos" ya están aquí —dijo Isi, señalando la cámara que había colocado cerca de la ventana. Había decidido grabar todo después de que un mapache se metiera en la casa la noche anterior. La idea de capturar algo raro y divertido le daba una excusa para salir del desorden social de la fiesta.
—¡Oh, dios! —exclamó Ari, tomando sus cosas apresuradamente mientras las tres chicas subían las escaleras hacia el cuarto de Isi.
Una vez dentro, la risa se apoderó de ellas mientras se preparaban para ver lo que ocurriría a continuación.
—¡1… 2… 3! —gritó Maddie, completando la cuenta regresiva, justo cuando el grito de Daniel Larusso resonó por toda la casa.
—¡Salgan de aquí ahora mismo! —La voz del padre de Sam retumbó, y las chicas no pudieron contener las carcajadas. Sabían que Sam tendría que enfrentar el clásico sermón que su papá siempre le daba.
La tarde continuó entre risas y juegos, pero cuando la fiesta se dispersó, Isi se dirigió a su habitación. Mientras cruzaba el pasillo, escuchó la conversación que provenía de la habitación de su hermana. Era el sonido de su padre felicitando a su hermana.
—Esa es mi chica. —Las palabras de Daniel Larusso llegaron a los oídos de Isi, y algo en su interior se rompió.
Con rapidez, se dirigió a su habitación. ¿Por qué su padre nunca le decía algo así a ella? Se tiró en la cama y, mientras intentaba organizar su vida en su agenda, las lágrimas comenzaron a caer. Había aprendido a callar sus emociones, pero el dolor de no ser reconocida por su propio padre la ahogaba. Era como si viviera en una casa llena de gente, pero a la vez estuviera invisible.
El sonido de la puerta cerrándose, la voz de su hermana, todo eso la hacía sentirse como una extraña en su propia familia.
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El día siguiente parecía no tener fin. Las chicas caminaban por los pasillos del colegio, el bullicio de los estudiantes invadiendo la cafetería. Maddie, siempre tan energética, tenía que hacer una parada en la mesa de su hermano Eli. Demitri estaba ahí, y al fondo, Isi pudo ver al chico nuevo, el que había llamado tanto la atención de todos.
—Hola, Eli, oye, necesito dinero, ¿me podrías dar cincuenta dólares? —Maddie dijo con su tono habitual, pero al acercarse, Isi notó que no miraba a nadie más que alchico nuevo con unasonrisa, como si solo estuviera enfocada en él.
Demitri observó todo esto con sorpresa. Maddie nunca se acercaba a ellos para pedir algo.
—Sí, toma. —Eli entregó el dinero rápidamente, mientras Maddie se alejaba con la misma rapidez con la que había llegado.
Isi no pudo evitar reírse mientras miraba a Maddie alejarse.
—Vaya, ¿es que ya tienes un crush?—dijo Isi, mirando a su amiga con diversión, mientras comenzaba a bromear.
—Ni siquiera lo noté.
—Seguro. Lo que pasa es que ya no eres la misma.
A lo lejos, Kyler pasó caminando, y Maddie no perdió la oportunidad de burlarse de su amiga.
—¡Vaya, parece que hoy Kyler va a tu casa!
—Sí, pero por suerte hoy Ari me acompañará.
—Solo porque ama la comida coreana de tu papá.
El tono de broma continuó mientras las chicas se preparaban para salir, y las carcajadas invadían el ambiente. El día no podía ser más normal, hasta que las chicas fueron a jugar un poco de tenis en el club .
La noche, en cambio, sería diferente. Esa misma tarde, Isi comenzaría a darse cuenta de que las bromas y los comentarios solo cubrían el dolor de no sentirse nunca lo suficientemente vista.
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Hola ¿que les pareció?
Sentí que estuvo muy corto bueno es el primer cap
Les agradecería que porfavor votarán para que yo tenga motivación de seguir escribiendo
No olviden que los amo y muchos besos 🤍🧁
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