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15열 여섯.


—¡¿Qué?! —gritó la chica absorta en sorpresa—¿Cómo pudieron soltarlo? Ese hombre no tenía que haber salido, no despues de lo que te hizo —reclamó mientras veía las noticias, estaba incrédula.

—Pará eso se hará un nuevo juicio —le respondió.

—¿Nuevo juicio?—cuestiono volteando a mirarle. Se levantó de inquietud, y comenzó a caminar de un lado a otro en la estancia.

—Mis padres y hermanos, no quieren dejar las cosas así, solicitaron un nuevo juicio.

—Wow —exclamó por lo bajo llevando nuevamente su vista al televisor —Con que así será.

—¿Vendrás conmigo?—cuestionó tranquilamente, observándola sentado desde el piso.

—¿Iras? —eso tenía que ser una broma.

—Es mi juicio, definitivamente tengo que estar presente —contestó indignado.

Jojo sólo se limitó a torcer la boca en desaprobación. No le parecía para nada que el chico estuviese presente.

—No lo sé, no creo que sea una buena idea. Pero si ya lo decidiste...

22 de febrero 2020

—No puedo creer todo esto.

—¿Qué cosa? Qué viniéramos —susurró sintiéndose nerviosa—Consideremos una vez más todo esté asunto ¿Si? —lo miró sonriente y suplicante—Podemos regresar todavía.

Pidió señalando el autobús del que no hace mucho habían bajado, pero que aún no partía al esperar que la gente terminara de subir.

—He dicho que no, debo estar presente—le volvió a recalcar.

—¡Kim Taehyung! —gritó llamando la atención de los demás.

Algo avergonzada, se aclaró la garganta. Seguro todos creían que estaba loca al hablarle a la nada misma.

—Lo que digo es que —volvió a usar un tono bajo —No quiero que tu presencies todo eso...

—Hyun Joo, estaré bien —trato de clamarle tomando su mano—Entremos.

Cómo el pidió, se adentraron al juzgado con paso veloz antes de que iniciase, hasta encontrarse frente a la familia del fantasma a su lado. Definitivamente ninguno estaba bien, después de tantos años, nada estaba bien para ellos.

Pasados los minutos, les hicieron entrar a la sala, esperando el comienzo del juicio.

El segundo juicio sobre el homicidio de Kim Taehyung, cometido hace 7 años.

—Buenos días, Hoy 22 de Febrero de 2020, siendo las 10:15, nos encontramos reunidos en la segunda sala del tribunal de juicio oral, para presenciar la audiencia sobre la causa 27-2013 que se le atribuyó al oficial Son Jung Min, por el delito de homicidio cometido. —hablo una señora al frente —En este acto fundamentados en los artículos 3-54 y 3-55, del código penal, les hago de su conocimiento que durante la audiencia deben permanecer respetuosamente y en silencio —pidió al momento en que hacía una reverencia —Ahora les pido por favor, que se pongan de pie para recibir al tribunal integrado por los jueces en derecho, Park Eun Gi, Son Hwan y Kang Jeon Song.

Todas las personas presentes hicieron lo pedido cuando los tres nombrados entraron a la sala incluyendo a la chica y al fantasma.

—Pueden sentarse —habló el juez sentado en el medio, un señor de la tercera edad con cara regordeta y anteojos grandes —Bien, comencemos con esto, presente fiscal, por favor.

—Señor Juez —se levantó con toda seguridad mientras abotonaba su saco color gris —Tenemos el caso en contra del señor Kwon Dong Gun, por homicidio.

La peli negro dirigió su vista al asiento en donde el acusado se encontraba y un escalofrío recorrió su espina dorsal.

—Es el señor loco del callejón —susurró sin poder creer lo que estaba mirando.

¿Cómo era eso posible?

—¿Qué dijiste? —preguntó V a su lado.

—Nada, nada —sonrió sintiéndose nerviosa, pero no quería preocuparlo con algo que podría ser insignificante.

—Proclamo abierta la presente audiencia —dijo golpeando su mallete —Muy bien, tenemos todas las condiciones para llevar a cabo la presente audiencia, le concedo la palabra nuevamente señor fiscal.

—Señor Juez, le presentaré un caso desagradable, el señor aquí presente —señaló a este—Asesino al joven Kim Taehyung, de tan sólo 18 años.

La peli negro observó a la madre del mencionado.
Estaba destrozada al escuchar aquello.

—¿Cómo lo hizo? —se aclaró la garganta —La causa: estrangulamiento, durante el juicio usted podrá presenciar la declaración de los testigos y estoy seguro que lo condenará por el delito de homicidio, gracias —hizo una corta reverencia y regresó a su asiento.

—Gracias fiscal —dijo acomodando sus lentes —Defensa, su turno.

—Su señoría, mi representado, se encuentra hoy aquí, para la narración de los hechos, que no necesariamente son narrados de la misma forma en que lo hace la fiscalia, al final de esta audiencia, usted se dará cuenta de que, efectivamente mató al civil, pero que en realidad no hubo delito.

El rostro de la familia Kim, se tenso al escuchar semejante declaración.

—De acuerdo —suspiró con pesadez—Vayamos al desahogo de pruebas, ¿A quien llamara como su primer testigo fiscal Park?

—Llamó al señor, Kang Tae Woo.

Justo al termino del nombramiento, el hombre se hizo presente, sentándose en el lugar de los testigos.

—Le recuerdo que esta bajo juramento, responderá sólo con la verdad y nada más que la verdad—habló el fiscal acercándose hasta quedar frente a el.

—Si señor —contestó el joven.

—Señor Kang, le haré una serie de preguntas, agradecería que respondiera lo más detallado posible—pidió abriendo su carpeta color café—¿Usted fue el que contacto a la policía?

—Así es señor, trabajaba en una tienda de autoservicio, mi turno ya había terminado, así que iba de regreso a casa cuando escuché ruidos en un callejón.

—¿Qué clase de ruidos?

—Sollozos, era una persona llorando, pero me extraño, ya que ese callejón estaba prácticamente abandonado.

—¿Entonces camino hacia aquel ruido?

—Si, eso hice.—confirmó.

—¿Qué fue lo que encontró?

—Pude notar que se trataba de un estudiante por el uniforme que llevaba puesto, estaba tendido en el suelo, además de un señor herido, y había un arma tirada al lado, estaba tan sorprendido, así que llamé inmediatamente a la policía.

—No más preguntas su señoría—finalizó regresando a su asiento.

—Defensa...

—Señor Kang, Solo le haré una pregunta —camino hacia el —En algún momento, ¿Vio a la persona que cometió aquel acto?

—¿Perdón?—cuestionó, pues no sé esperaba tal pregunta.

—¿Usted, está completa y totalmente seguro de que vio al señor Kwon Dong Gun cometer tal acto? O al menos ¿Encontrarlo en la escena?

—N-No, si le soy sincero.

—Es todo —regresó a su asiento con una sonrisa ladina.

—Gracias Señor Kang, puede retirarse—hablo el juez.

—Con su permiso—dijo por lo bajo haciendo una leve reverencia y salió del lugar.

—Fiscal, su siguiente testigo, por favor.

—Mi siguiente testigo, es el oficial Son Jung Min.

El oficial se hizo presente en la sala, caminando al lugar de los testigos.

—Oficial Son, le recuerdo que esta bajo juramento, responderá sólo con la verdad—habló el juez.

—Claro su señoría.

—Compártanos señor oficial, ¿Cuál fue su intervención? —dijo el fiscal.

—Me presente en el lugar de los hechos, al llegar el joven Kim se encontraba ya sin vida y la otra víctima estaba perdiendo mucha sangre.

—¿Recogió algún elemento oficial?

—Así es, se trata de un arma de fuego, que mande a examinar.

—¿En el exámen encontraron alguna huella?

—Efectivamente, las huellas en la marca pertenecían a Kwon Dong Gun.

—Solicito su señoría, que permita exhibir evidencia para que con posterioridad se incorpore como prueba al presente juicio—pidió.

—¿Alguna objeción defensa?

—No su señoría.

—Proceda fiscal —él contrario asintió —¿Alguna pregunta al testigo, defensa?

—Ninguna—respondió tomando un sorbo de agua.

—Señor fiscal, su siguiente testigo.

—Llamó a la perito en criminologia Young Mi.

Una señora de la mediana edad se hizo presente, con una expresión fría. Segura de si, se acerco hasta la silla al lado del juez.

—¿A qué se dedica usted? —preguntó el fiscal una vez que la mujer tomó asiento.

—Soy perito en criminalistica y doctora en ciencias forenses.

—¿Desde cuando?

—Desde hace 10 años.

—¿Cómo intervino en el presente asunto?

—Tomando fotografías.

—Solicitó que las fotografías a las que se refiere la experta sean mostradas en la presencia de este tribunal y que se resiva la explicación.

—Adelante—mencionó el juez.

Inmediatamente JoJo cubrió sus ojos impidiendo así ver las fotografías mostradas en aquella pantalla, no podía hacerlo, no podía verlo así.

La mujer se levantó y caminó hasta la pantalla que mostraba tal prueba.

—Bien, como pueden darse cuenta en la fotografía, se alcanza a dislumbrar las marcas en el cuello de la víctima, comprimiendo las arterias carótidas—explicó señalando en la imagen—Además, podemos observar los hematomas en su rostro y brazos, está claro que hubo agresión y forcejeo para impedir la acción —guardó silencio un momento y luego continuó—La causa de muerte es por asfixia.

—No más preguntas —concluyó el fiscal.

—La defensa puede continuar, ¿Alguna pregunta?

—¿Y si solo se tratara de una asfixia traumática?—habló la defensa poniéndose de pie— Tal vez las vías respiratorias del chico podían estar bloqueadas provocando que no llegue suficiente oxígeno a los pulmones.

—Podría ser una opción, gracias a la coloración violácea intensa en la piel—respondió.

—Es todo—finalizo el abogado.

—Fiscal, ¿Algún otro testigo?.

—Tengo un último su señoría.

—Adelante.

—Llamó al señor Woon Bin, víctima del delito cometido, quien nos narrara los hechos .

—Objeción —se levantó abruptamente la defensa —El hombre tiene un trauma, enserio ¿Considerará su testimonio?

—Denegada —habló el juez —Proceda fiscal.

Un señor de la tercera edad se hizo presente tomando desprevenidos y por sorpresa a los presentes en aquella sala, con algo de dificultad camino hasta su asiento con ayuda de un bastón.

—Señor Woon, ¿Puede hablar no es así?

—Claro que sí —dijo el señor.

—¿Quiere decirnos que pasó?

—El chico, estuvo en el momento más inoportuno de su vida.

El fantasma a su lado, frunció el entrecejo.
Era más que seguro que estaba esperando encontrar respuestas sobre aquella amarga noche. Esperaba encontrar las respuestas que toda su vida había buscado.

Y hoy por fin las obtendría.

—Ese joven, salvo mi vida, y por eso testificare el día de hoy, cosa que no pude hacer hace siete años.

—Continúe por favor —dijo el fiscal.

—Caminaba de regreso a casa, mi jornada de trabajo había terminado y mi mujer esperaba, en ese trayecto apareció ese hombre —miró a Dong Gun —Me jalo hacia al callejón apuntandome con su arma y pidiendo que le diera todas mis pertenencias, pero me negué.

—¿Entonces?

—Me disparó en la pierna derecha y seguido apuntó en mi cabeza —soltó —Justo en ese momento el chico pasaba, volviéndose así cómplice, el, al notar el arma frente a mi, se adentro e intentó quitársela para ayudarme, pero su fuerza no era nada a comparación de la de él, y ese criminal, no podía dejar vivo a aquel que presenció todo, avento el arma, con un fuerte empujón lo tiro y con sus dos manos apretó su cuello, intenté levantarme, trate de impedirlo, pero fue demasiado tarde.

—¿Puede reconocer al hombre que realizó semejante acto atroz?

—Jamás olvidaría su rostro —dijo con la ira recorriéndole las venas.

—¿Está presente en la Corte?

—Si —soltó seguro de si con la cara en alto— Es ese de ahí —señaló el asiento de los acusados —El mató a ese chico inocente.

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