12열세.
15 de febrero de 2020
1:45 pm
Seguía acostada sin poder levantarse, bueno, quizá, en realidad, no quería hacerlo.
¿Cómo se suponía que le vería a la cara?
¿Serían las cosas incómodas a partir de hoy?
¿Estaría todo bien?
¿Estaba exagerando?
¿Por qué se sentía tan nerviosa?
—¡Aish! —se movió de un lado al otro dentro de la cama revolviéndose el cabello—¿Por qué estás así? —le preguntó a su yo interior —Solo aceptaste una propuesta. No es para tanto.
Sin pensarlo más, se levantó de la cama y caminó hacia el baño. Lavo su rostro con agua helada para eliminar cualquier señal de rubor y cepilló sus dientes como normalmente hacía al despertar.
Al terminar se acerco con cuidado a la puerta de la habitación.
—¿Qué tiene de malo? —se preguntó tratando de convencerse aún más.
Colocó su mano en la perilla de la puerta y la giró con lentitud y nerviosismo hasta abrirla, asomó un poco la cabeza observando hacia todos lados buscando cualquier rastro.
—¿Seguirá durmiendo? —se preguntó saliendo completamente de la habitación.
—¡Oh! ¡Despertaste! —exclamo aquel fantasma apareciendo detrás suyo.
—¡Ah! —exclamó dando un pequeño saltito —¡Me asustaste! —se quejó mirándolo de mala gana—¿Qué haces ahí tan escondido?
—No estaba escondido —respondió con una sonrisa que dejaba ver sus dientes —Estaba mirando por la ventana, tiene una linda vista de la calle.
—¿Por qué está tan sonriente? —habló en voz baja mirando a otro lado. Evadiendo el contacto visual.
—Tengamos una cita —soltó de repente.
—¿Qué? —volteó a mirarlo sorprendida.
—El día es soleado, el clima es muy agradable —dijo observando la luz que daba a la ventana—Tengamos nuestra primera cita.
Lo miró sin poder articular ni una sola palabra. Su corazón estaba como loco y juraba que en algún momento se le saldría del pecho.
—¿Si? —volvió a hablar mirándola suplicante.
—Mmm muy bien —acepto sonriendo nerviosa y tomó su nuca —Tengamos una cita.
—¿Te gustan las exposiciones de arte? —preguntó caminando con tranquilidad mientras revisaba el celular.
Esa era su primera cita. Y no tenía idea de dónde ir con su acompañante. Para empezar ¿Qué se hacía en las citas? ¿Qué diferencia había ahora que habían condensado su sentir? Hyun Joo no lo comprendía.
—Bueno, no estoy seguro —respondió mirándola pensativo.
—¿Quieres ir? —cuestiono la chica —Siempre quise ir a una, ¿Vamos?
—Está bien, si tú quieres ir, yo también—sonrió mientras asentía repetidas veces como un niño.
Los dos usaron el autobús hasta llegar al lugar en el que se daría aquella exposición.
Al poder entrar comenzaron a observar cada una de las obras con gran detenimiento, era mucho más que una exposición, se trataba de una experiencia inmersiva que combinaba el arte y la tecnología para llevarte en un viaje a través de las obras maestras del pintor. Desde el primer momento en que pusieron un pie dentro, se sumergieron en el detalle de sus piezas. Dentro suyo se desprendían sensaciones indescriptibles, realmente lo estaba disfrutando, pero no tanto como su acompañante.
Al observar una pintura, todo lo demás dejaba de existir para el.
—"A pesar de mi torpeza, o tal vez por ello, por lo que aparento ser ante los demás: una nulidad, un tipo raro, o un ser humano desagradable sin un lugar propio en el mundo, deseo mostrar el verdadero corazón de ese ser extraño"
Dijo una vez sé posicionó a su lado. El sólo le brindo una mirada confundido.
—No puedo evitar no relacionar esa frase contigo —explicó sonriente—Aquel que dijo eso, es el mismo que pinto esto—explicó señalando la pintura al frente.
—¿Enserio? —preguntó emocionado.
—Van Gogh —dijo sonriendo de oreja a oreja.
—Creo que a partir de hoy seré un gran fanático de... — pero entonces, el castaño frenó en seco y dirigió su vista a un punto en específico.
—V —lo llamó confundida y movió su mano una y otra vez frente a el —¿Qué es lo que...
—Jojo —dijo con un semblante serio, tanto que hizo le dieran escalofríos —Debo, tengo que... —pero sin brindarle cualquier explicación o causa de su actuar, comenzó a caminar sin mirarla.
—Espera, ¿A dónde vas? —preguntó antes de verlo salir corriendo por la entrada.
V
Salí de aquel lugar y observe hacia todos lados buscando a ese hombre hasta que mi vista lo encontró entre la multitud.
Comencé a correr detrás suyo. Pero la distancia era una muy larga, tampoco podría teletransportarme sin saber exactamente a dónde iría o con quien.
Al notarlo en la exposición, no pude simplemente pasarlo desapercibido. Lo conocía.
Sabía que en algún momento lo había visto. Pero.¿Dónde?
Seguí levantando la mirada hacia el frente y sobre mis hombros. Recorriendo toda la multitud de personas que paseaban esa misma tarde. Pero nada.
—¡Taehyung! —gritó Hyun Joo llegando a mi lado —¿Qué hacés? Te busqué por todos lados
Habló con la voz entrecortada.
Ya no lograba ver a esa persona. Se había desaparecido como si de un fantasma se tratase.
—¿Pasa algo? —preguntó mirándome confundido.
—¿Eh? —la miré y negué repetidas veces —No, no, nada —sonreí nervioso —Vamos.
Si había pasado algo, pero no iba a preocuparla por algo que ni yo mismo sabía si era verdad.
—Tenias razón, hoy fue un día agradable —menciono mientras observaba la resplandeciente luna acompañada de innumerables estrellas.
—Oscureció más rápido de lo que pensé —habló el fantasma sentado a su lado —Hoy la luna se ve maravillosa.
—Es bonita —compartió sonriendo ligeramente.
—Cuando desaparezca de este mundo...Yo no iré al cielo.
Jojo lo miró frunciendo el ceño. "¿Cuando desaparezca?" Se preguntó y se tensó al momento.
—¡Yo me convertiré en la luna!—exclamó con emoción, abriendo sus brazos hacia el estrellado cielo.
—¿Acaso quieres ser un extraterrestre? —preguntó confundida, tratando de evadir el tema con algo divertido —¿Un conejo?
—No —negó con la cabeza —Quiero estar siguiendote, todo el tiempo —admitió y sonrió deslumbrante.
Y se sintió como si estuviera volando, como si esto fuera un hermoso sueño, el cual se desvaneceria pronto, pero no era un sueño, sólo eran ellos siendo felices.
—Deberíamos centrarnos en el ahora, y no pensar mucho en tu partida —espetó bajando la mirada, pretendiendo que no le dolía escuchar aquello—Regresemos, es tarde —finalizo levantándose del césped y comenzó a caminar.
—Hyun Joo —le llamó a sus espaldas.
Ella volteó a mirarle.
—¿Qué sucede? —cuestiono con tranquilidad.
—Si estas triste, o enojada, no quiero que lo ocultes, no quiero que guardes nada —habló con un semblante sereno —Lo único que tienes que hacer es voltear, voy a estar aquí...
Siempre detrás de ti.
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