¿QUÉ ha pasado? -nos pregunta Rachel tras despertar bruscamente-
Nos han atacado. Te han dado fuerte -le explica Dick agachado delante de ella- ¿Estás bien?
No. No te siento -niega Rachel haciendo que todos nos miremos preocupados- a ninguno
Pues menos mal, porque esto duele mucho -respondo sentándome a su lado para ver la herida que había atravesado mis pantalones. Qué bien- no me miréis así. Estoy bromeando. No me duele
¿Nada? No me lo creo -niega Tim aún viendo la quemadura-
Lo digo en serio, soy casi inmune a mis propios poderes -le digo tocando rápidamente mi herida. Puede que si doliera un poco-

¿SEGURO que estás bien? -le pregunta Dick a la mañana siguiente aparcados en mitad del bosque-
Sí, solo me siento vacía -le responde Rachel- como si me faltara algo. Pero es tan grande que no puedo sentirlo todo a la vez
Quiero que descanses. ¿De acuerdo? -le pide Dick- no sabemos qué te pasó y hasta saberlo...
He perdido mi alma -le interrumpe ella- ya no está
¿Cómo puede haberse ido tu alma? -pregunta Gar mezclando un potingue de cosas-
¿Quién coño era esa? -añade Conner- nos aplastó a todos. No tuvimos ni una oportunidad
Estamos todos aquí, ¿vale? Estamos todos vivos -nos recuerda Dick- eso es lo que importa. Lo que hizo Kory la ahuyentó, así que no es invencible. Averiguaremos quién es, cómo mucha, cuales son sus poderes. La próxima vez que la veamos, estaremos listos. Cass, tú también descansa, al menos hasta que se te cure eso. Gar, quédate aquí y vigila a las dos.
¿No te fías de nosotras, Dicky? -pregunto con diversión pestañeando varias veces para darme inocencia-
No -responde Dick sin pudor- Tim, quiero que vuelvas a Star Labs.
¿Por qué? -pregunta él-
Anoche casi mueres, no puedo arriesgarme a perderte -le explica Dick-
¿Estoy fuera del equipo? -pregunta Tim confuso-
No puedes echarle. Somos mejores amigos, si se va él, yo también -me levanto abrazando los hombros de este-
No lo estoy echando. Hoy empieza su entrenamiento -responde Dick con una media sonrisa- por fin vas a aprender a usar ese bastón bo
Menos mal. No me iba a ir -añado volviéndome a sentar sacándoles un par de risas-
Kory y yo tenemos algo que hacer -finaliza Dick yéndose seguido de Conner-
Bueno, a hacer lo que mejor se me da, descansar -digo acomodándome en el sofá. Con la tela de los pantalones y la venda estaba incómoda por la gran quemadura. Anoche parecía menos-

VEN aquí -me pide Gar tomando mi cintura para elevarme del suelo y guiarnos al pequeño baño. Luego me da un bote-
¿Qué es esto? -pregunto abriéndolo y oliéndolo- ¿y por qué huele a culo de rata?
He leído en Internet un remedio para que las quemaduras se quemen antes y lo he hecho -me explica él. Yo solo me inclino y dejo un beso en sus labios-
Gracias, lo aprecio mucho, pero no pienso tocar eso -niego con la cabeza soltando una pequeña risa-
Lo haré yo -contesta Gar. Yo le miro un tanto desconfiada- venga, te prometo que no miraré nada más que tu herida
Mentiroso -niego con la cabeza. Tomo sus hombros y le doy la vuelta para bajarme rápidamente los pantalones. Suspiro nerviosa y vuelvo a girarle-
Es imposible que no te duela ni un poco -me dice tras subirme en el lavabo y estirar la sustancia extraña por mi quemadura-
Confieso que sí -asiento con la cabeza sujetando sus hombros para no caer-
Ya está -finaliza Gar volviendo a levantarse-
Gracias -soy capaz de responder a pesar de estar hipnotizada por sus labios. ¡Fue él quien se acercó a mí.! Decido dar el paso y pegarme más para luego besarle. Él sube sus manos hacia mis muslos y corresponde el gesto. Seguimos durante un rato eterno entre y beso y beso. Ahora sus manos están dentro de mi camisa pero solo tocando mi cintura. Se separa de mi y apoya su frente en la mía con una sonrisa-
Deberíamos parar -me dice en voz baja. Yo asiento con la cabeza pero ninguno de los dos nos separamos- este no es el lugar adecuado
Hank dijo algo parecido a esto -recuerdo con una media sonrisa- algo sobre hacerlo en baños de discotecas
¿Y tú por qué hablabas con él de eso? -me pregunta Gar con diversión- pero si al final eres tú la que tiene una mente perversa
Cállate -le pido entre risas dándole un pequeño empujón- y tienes razón, no lo haremos en un baño cutre de una caravana. Cuando lleguemos a un lugar decente ya veremos lo que pasa...
Pues espero llegar pronto -contesta Gar con una sonrisa pícara-
¿Les falta mucho? Me estoy haciendo pis -nos dice Rachel al otro lado de la puerta. Nosotros solos reímos mientras comienzo a colocarme los pantalones-
Aún podemos dormir juntos -le sugiero tomando su mano. Salimos del baño ignorando la cara pícara de nuestra amiga para luego abrazarnos en un lado del sillón-

CASI no tengo un momento con Gar -le digo a Rachel en voz baja viendo al nombrado cocinar tortitas escuchando música en los cascos-
¿Ese momento en concreto? -pregunta ella con emoción. Yo asiento con la cabeza algo sonrojada mientras ella celebra- ¿y qué tal?
Yo que sé, nunca lo he hecho -me encojo de hombros confundida- pero me ha gustado...
Claro que sí, es normal -me explica Rachel-
Que yo sepa, él tampoco lo ha hecho antes pero ha sido el primero en parar. Quiere que estemos en un lugar mejor -confieso con una tonta sonrisa salir de mis labios-
Que suerte tienes, Cassie, no quedan muchos chicos así -responde ella soltando un suspiro-
Ya llegará alguien bueno para ti, también te lo mereces, Rach -le digo tomando su mano-
Señoritas -nos llama Gar quitándose los cascos y dejando los platos en la mesa- vuestra comida está servida
Gracias -respondo sentándome en frente de él para empezar a comer las tortitas- tienes que enseñarme a hacerlas así
Un chef nunca revela sus secretos -niega él con diversión- ¿estás mejor, Rachel?
Sí -responde ella masticando la tortita- antes me sentía vacía pero ahora...ligera. Huelo este sirope de arce. Y sólo huelo este sirope de arce, sin el dolor de todo el mundo fluyendo a través de mi todo el rato
Eso es bueno, ¿no? -le pregunto confundida al verla beber el sirope-
¿Así es la vida para vosotros? -nos pregunta ella- ¿sin los problemas de los demás atravesándote a casa segundo de cada día?
Algo así -respondo tomando otro trozo-
¿Está mal que me guste? -añade Rachel-
¿Por qué debería estar mal? -pregunta Gar acomodando mis pies sobre sus piernas-
Siento que como Titán tengo una responsabilidad -explica ella- pero así es tener una vida normal
Tú no elegiste tenerlo -le recuerdo negando con la cabeza- es normal que te guste. No debes de cargar los problemas de todos siempre. Auch, Gar
¿Adónde v...? -comienza Rachel al verle levantarse rápidamente. No le dió tiempo a terminar la frase porque ya se había ido-
Ya vengo -le digo levantándome y siguiéndole. Abrazo su espalda con cuidado y subo la mano a su pecho para notar su respiración intentando ser más lenta- ¿Estás bien, amor?
¿Recuerdas las cosas raras que me pasaban desde que llegamos? -me recuerda él apoyando sus manos sobre las mías- pensé que serían como alucinaciones. Eran como imágenes de un sitio extraño. Estoy en un mundo rodeado de rojo, y yo... Las voces que me llamaban ayer me decían: “cambiapieles”. Y no dejaban de decir que me uniera a ellos
¿Tienes una idea de quienes podrían ser? -le pregunto aún sin soltarle-
No -niega Gar- pero en la cultura navajo, los cambiapieles cambian de forma y pueden transformarse en animales. Así que...
Crees que tiene relación con tu lado animal -finalizo comprendiéndolo-
Y creo que están intentado decirme algo -añade Gar con la respiración mucho más calmada que antes- si consigo que me hablen de nuevo, tal vez puedan ayudarnos a derrotar a la bruja rara de anoche
Espera -le pido. Corro hacia dentro, estiro mi mano y Rachel la toma para luego salir- eres nuestro niñero. No nos puedes dejar solas

ME retracto. Con lo de ser normal. Cuando estás en mitad de un bosque espeluznante, ser normal es un asco -niega Rachel caminando a mi lado. Las dos paramos cuando Gar suelta un pequeño rugido colocándonos detrás de él-
Algo se acerca -nos advierte Gar. Las dos comenzamos a mirar alrededor pero no vemos nada- mirad el cielo
O necesito gafas o no veo -le digo sin encontrar nada fuera de lo normal-
¿No lo veis? -nos pregunta él entre asustado y preocupado. Tomo su mano para calmarlo pero entonces le veo. El cielo rojo. Agarro la mano de Rachel y los tres miramos el bosque con miedo-
Deberíamos irnos -sugiere Rachel-
No puedo -niega Gar- os llevaré de nuevo a casa y vendré yo solo
Una mierda -niego apretando más su mano- no te dejaré solo en este lugar extraño
Yo tampoco -añade Rachel enlazando nuestros dedos. Los tres nos miramos y comenzamos a caminar. Juntos-

¿QUÉ es eso? -pregunta Rachel tras escalar una pequeña montaña finalmente encontrando un árbol con trozos de esqueletos colgando-
Es el árbol que vi en mi visión -responde Gar empezando a caminar hacia este-
¿Es muy tarde parece decir que me quiero ir? -pregunto tratando de aligerar la tensión- esas cosas me dan mala espina
Son trofeos. Asesinados por una fuerza oscura -explica él- intentan decirme algo
¿El qué? -le pregunto acariciando sus nudillos con mi pulgar-
“Cuando la luna de sangre esté llena, el mundo caerá ante el mal” -nos dice Gar para luego mirarnos preocupados. Si eso era un aviso, estábamos bastante mal-