Pese a como se sentía tras estar rememorando, recordó que le había prometido a Akemi un sombrero, recorrió varias tiendas hasta que vio uno que le gustó,era similar al de el,un sombrero negro sin ningún detalle o accesorio, dejaría que su sobrina lo personalizara a su gusto.

Estaba cansado y agotado, no quería ver o hablar con nadie en lo que restaba del día,tan solo se quedaría en la noche en Arabasta para luego retomar su rumbo a la isla de las Kuja.

Aun estaba un poco aturdido por ese recuerdo que se repetía una y otra vez en su mente,ahora tenía sentido que tuviera una conexión con Kira cuando la conoció,había olvidado a su hermana..su única hermana, odiaba al gobierno mundial,y odiaba a la Marina por nunca hacer nada de lo que prometían.

Aún así recordaba la vez que fue arrestado por la Marina y le colocaron esposas de Kairosei creyendo que tenía una fruta del diablo, grave error ya que no poseía ninguna Fruta,todo era Haki y entrenamiento.

Por otro lado Akemi disfrutaba de un paseo por la isla junto a Hancock,la pequeña niña le hablaba a Boa acerca de las islas que su madre había visitado,e incluso le había contado de una isla en el cielo.

— Debe ser muy bonita si esta en el cielo,ya esta un poco tarde, iremos a que tomes un baño y luego a cenar — Dijo Boa antes de levantarse del suelo donde estaba sentada con Akemi.

Akemi tomo su baño al igual que Hancock,Boa le estaba peinando el cabello a la pequeña pelirroja cuando una de sus hermanas Kujas le dijo que había visto el barco de Mihawk a unos kilómetros de llegar.

Akemi estaba inmersa leyendo un pequeño libro de cuentos así que solo le dedicó una mirada de asentimiento a Boa cuando esta se retiró para ir a hablar con el espadachín que estaba por llegar al puerto.

Hancock ya estaba parada en el muelle, esperando que el barco llegara y espero a que Mihawk se acercará para hablar.

— ¿Encontraste la información que necesitabas?— Pregunto Boa cuando Mihawk finalmente llegó a dónde ella estaba parada esperando

El espachin asintió en respuesta pero no la estaba mirando a los ojos como de costumbre cuando hablaba,por el contrario tenía la cabeza agachada.

En ese momento Hancock supo que algo andaba mal,por eso y aunque cualquiera que viera el gesto hubiera pensado que eran algo más que simples conocidos, tomo el rostro de Mihawk entre sus manos y lo hizo levantar el rostro,fue cuando vio que el espachin tenía los ojos enrojecidos y se veía una expresión triste

Lo obligó a sentarse y que le contara que era lo que realmente pasaba, cuando finalmente Mihawk le contó,ella lo dejo que fuera con Akemi y fue a hacer una llamada con el den den mushi.

— No me importa el precio,me entregarás el corazón de quién permitió que eso pasará,lo que quieras que te paguen lo tendrás — Expreso molesta la emperatriz antes de colgar.

Boa aún temblaba de la rabia por lo que Mihawk le había contado,hasta el Marine más correcto tendría la manos manchadas de corrupción, Mihawk se había abierto con ella ,el le había contado aquello que tanto lo atormentaba,su historia...y aunque fuera un hombre no podía evitar sentir algo por él, realmente si era diferente...de querer hacer daño ya lo habría hecho y Hancock sabía de sobra que Dracule no le haría daño.

Dracule le había dado el regalo prometido a su hija-sobrina, y salió de aquel palacio,en su trance había roto una de las reglas más importantes de Amazon Lily.

Por otro lado Hancock lo había seguido hasta el muelle que estaba cerca del mar y vió a Dracule de pie solo mirando al horizonte.

El le dirigió la mirada brevemente,no quería que ella lo viera en ese estado para el eso sería debilidad.

Hancock hizo una mueca de disgusto al ver eso y lo obligó a girarse para quedar frente a frente.

— Lo siento,te prometí que no traspasaria los límites que me dijiste y lo hice,solo necesitaba ver que mi hija estaba bien — Expreso Mihawk sin mirar a los ojos a Boa.

Hancock reprimió la ganas de llorar y se acerco más a él.

— Eso no me importa ahora, mírame — el espachin solo intentaba no quebrarse ante ella pero fue inevitable cuando ella nuevamente lo tomo del rostro.— Nada de lo que te ha pasado es fácil,no lo merecías,no es tu culpa lo que paso con tu hermana, alguien depende de ti ahora y no puedes simplemente seguir culpandote — Finalizó Boa aún sosteniendo el rostro de Mihawk.

El espadachín no soporto más y abrazo a la emperatriz, quien sorprendida correspondió al abrazo con el corazón latiendo como si no hubiera un mañana,Boa estaba viendo el lado más humano y vulnerable de Dracule Mihawk,el aún la abrazaba mientras el se desahogaba de todo aquello que había reprimido por años.

Siendo cualquier otro hombre, probablemente Hancock le hubiera quebrado hasta los huesos de la cabeza pero en ese momento no le importaba en lo más mínimo si Mihawk era un hombre,ambos necesitaban tranquilidad y paz y era lo que se transmitían en aquel abrazo.

Por primera vez estaban siendo y expresando las personas que realmente eran,en ese momento ella no era la emperatriz de Amazon Lily y el no era el mejor espadachín del mundo, simplemente eran Hancock y Mihawk,dos seres humanos que habían crecido en situaciones diferentes pero parecidas a la vez.

El abrazo había durado un rato,hasta que el espachin y la emperatriz finalmente se separaron.

Dracule se había tomado el atrevimiento de darle una suave caricia en la mejilla a Boa,quien cerró los ojos ante aquel contacto,no era molesto,por el contrario se sentía cálido.

El espachin dejo un pequeño beso en la mejilla de la emperatriz para luego, decir un gracias antes de caminar hacia su barco donde iría a descansar, había Sido un largo día.

Boa aún estaba en el muelle tocando su mejilla sonrojada.

"Cómo le digo a Kori que puede que tenga razón"

Hancock se dió leves palmadas en la cara antes de irse nuevamente dentro del palacio,y tomar un té para relajarse, ciertamente eso que había pasado sin duda los uniría.

Nota de autora

Se que me tarde un montón pero finalmente aquí les traigo el capitulo,fue un capítulo con bastante peso emocional para mí, Mihawk y Boa son dos almas destinadas que estarán juntas porque se merecen ser felices.