❝Se siente la presión, oh, oh
Y juega con pasión, oh, oh
Y tiembla el corazón, oh, oh
Y todos gritan gol, oh, oh
Oh-eh-oh, oh-eh-oh
Vibra continente, vibra com amor
Oh-eh-oh, oh-eh-oh
Y vibra el continente, vibra con amor❞

Bueno gonorreas, llegó el partido de cuartos contra Panamá. Estaba parchadisima porque yo confiaba en mis muchachos, yo sabía que íbamos a ganar esa chimbada como fuera de lugar.

Esta copa estaba siendo maravillosa, había conocido a Richard y estaba enamorada de él, James e Evie por fin son novios, están que se ganan esa copa América, nea todo estaba siendo perfecto.

Salí de mi cuarto de hotel para encontrarme con Evie, ya nos íbamos pa el estadio, porque ya casi era la hora del partido, pero como era de esperarse, la gran boba hijueputa esa estaba de impuntual por haberse quedado dormida.

Nea, a mi esa chimbada me da una hijueputa rabia.

Pero bueno, ignorando eso, llegamos otra vez al estadio, nos acomodamos y toda la vuelta para esperar a que salieran a calentar. Me tomé unas fotos con Evie y también sola para después subirlas a instagram y darle contenido a mis fans pues, que los tengo abandonados.

Me di cuenta que estaba sentada debajo de la familia de Richard, obviamente los saludé porque hay que ser educadas.

Después de media hora, esa chimbada empezó. Ya saben, los himnos, el saludo, toda la vuelta pa poder empezar.

A los siete minutos de partido ya teníamos un cobro de corner, que obviamente mi hermano pateó, la esférica hizo su trabajo terminando en la cabeza de Córdoba, quien a pesar de estar agarrado por un carechimba ahí, cabeceo el balón mandándolo al fondo de la red.

—¡Gol hijueputa! ¡Gol, gonorrea!—Grité mientras saltaba junto a Evie.

Marica, apenas siete minutos y ya gol, la sele es la pampara.

Unos minutos después y la risa se nos acabó, pues por un error de la sele, uno de los Panameños casi logra hacer gol, gracias a Dios que no nea.

Segundos después Mojica centró el balón pasándoselo a Jhon Arias, quien corría con su vida tras ese balón, estuvo a punto de hacerlo cuando el portero panameño lo tacleo con sus brazos, haciéndolo caer justo en el área.

—¡Esa vaina es penal, pitalo careverga!—Gritó Evie, haciéndome reír.

Pues si nea, el árbitro pitó penal, es que era muy obvio pues. Noté como todos se acomodaban para el penal, James tomaba el balón entre sus manos haciéndome sentir nerviosa, mi hermano casi siempre cobraba bien los penales, él era como un experto en esto, el mejor en esta chimbada.

Se alejó del punto penal mientras que Evie y yo nos tomábamos de las manos, el pito del árbitro sonó dándole la señal a mi hermano de poder patear, tomó el aire soltandolo de una vez, para poder hacer la típica carrerita que hacen cuando van a cobrar un penal, cerré los ojos siendo capaz de abrirlos cuando escuché que Evie había gritado.

¡Esa mierda había sido gol, gonorrea!

Salté emocionada por el gol, James celebraba con sus compañeros y yo tenía lágrimas en los ojos, me sentía tan orgullosa de mi hermano que no cabía marica, no cabía, era una cosa que no se podía expresar en palabras porque quedaban muy cortas. Apesar de todo lo adoraba a mi brother, porque él me vió crecer y me cuidó, ahora me está dando la dicha de poder decirle al mundo que soy su hermana.

A los diecisiete minutos los panameños tuvieron posibilidad de gol producto de un tiro libre, pero el disparo se fue directo al palo, cuando estuvo a punto de entrar Camilo Vargas expulsó la esférica fuera de nuestra portería. Me había pegado que hijueputa susto al ver ese balón ahí marica, de buena pensaba que esa chimbada había entrado, que hijueputa susto.

Sentía como el estadio vibraba, todos emocionados por este partido de cuartos que lideraba mi amada Colombia, que mis parceros que estaban ahí dentro jugando la estaban dando toda, el continente vibraba con nosotros, al rededor nuestro.

Diez minutos después hubo un pase efectivo a Jhon Arias, quien aunque pudo pasársela a Lucho Díaz, no lo hizo e intentó hacerla solo, casi logrando un gol. Nos tenía al borde de las sillas del estadio, los nervios obviamente se sentían aunque el rival no estuviese dando lo mejor de si, podría decir que estaba fácil, pero no lo estaba sintiendo como los jugadores lo hacían.

Duramos un buen tiempo con el partido controlado, hasta los cuarenta minutos, faltando cinco para que el primer tiempo se acabara un pase magistral de mi hermano hacia Luis Díaz, quien aunque estuviese marcado por dos panameños que lograron hacerlo caer, hizo gol.

Evie y yo saltamos emocionadas en nuestros lugares, íbamos tres cero ganando esa mierda, gonorrea.

Finalmente el primer tiempo se terminó, logré sentarme tranquilamente por un tiempo y responder algunos mensajes de algunas fans, porque soy así y me encanta serlo. Estaba con el teléfono viendo las fotos que me tomé, cuando un peladito llamó mi atención.

—Oe, ¿Vos sos Sienna Rodriguez?—Dirigí toda mi atención hacia él, asintiendo.—¿Puedo tomarme una foto con usted? Soy muy fan de sus trabajos con Calvin Klein.

Sonreí enternecida, ay marica, tan lindo pues.

Me puse de pie y él me abrazó por los hombros, como tenía la bandera de Colombia pues más lindo fue, ¿Si sabe?

Me agradeció y se fue, Evie me miraba orgullosa porque por primera vez no me reconocían por mi hermano, eso era un logro hijueputamente grande nea.

El segundo tiempo inició, los primeros minutos fueron tranquilos, ataques de Colombia, intentos de defensa por parte de Panamá. Pero el punto fue en el minuto sesenta y nueve, Dani tenía la posesión del balón dirigiéndose hacia el área Panameña, regateo un poco la esférica hasta que un Panameño le metió el pie haciéndolo caer, inicialmente pensé en penal, pero mi cabeza no pudo procesar lo que pasó después.

La esférica quedó ante los pies del que es el amor de mi vida, quien de solo un remate dejó el balón dentro de la red, Richard había hecho gol, Richi, mi Richi.

Los ojos se me llenaron de lágrimas al ver que hacía la "S" con sus dedos, caí sobre mis rodillas tapandome los ojos con fuerza, la mamá de Richard me abrazó ayudándome a ponerme de pie, la señora Sandra es un amor. Él, con tan solo veinticuatro años había marcado su primer gol en su primera copa América, me hacía sentir orgullosa de él, lo amaba demasiado y esa dedicatoria me lo seguía demostrando.

Cuando estuvo cerca de la grada donde estábamos nosotros, nos hizo un corazón, me limpié las lágrimas tomando con fuerza el collar con la "R", marica me sentía tan putamente orgullosa de él, nea, se lo merecía todo en el mundo y esto era solo fruto de su trabajo.

Me gustaba que todos a pesar de la confusión celebraron con él, esa sonrisa de mi moreno no tenía comparación ninguna. Gonorrea, era un hijueputa sentimiento que no se podía explicar porque las palabras sobraban entre ambos, no era mi culpa, me había enamorado y me sentía más orgullosa que nunca.

El señor Neimar notó mi reacción y se sorprendió, pero igual me abrazó porque seguramente Richi algo le había contado.

El partido siguió con una tentativa de gol por parte de Panamá al minuto setenta y nueve, gracias a Chuchito lindo que Camilo Vargas se avispó y atajó ese hijueputa remate, porque ese disparo iba era pa dentro, parce.

El resto del tiempo Colombia dominó el partido, ya les faltaba simplemente el pitido del árbitro, ya estábamos en Semis gonorrea, después de tanto tiempo, de tanta sufridera. Al minuto noventa más cuatro de adición Jhon Arias se la pasó a Santiago Arias, quien en un intento de controlar el balón lo empuja con la punta del taco, sin esperarse el choque con el jugador panameño.

—¡Esa chimbada fue dentro del área, es penal gonorrea!—Grité, el árbitro si había sancionado penal.

Suspiré al ver que Borja era el encargado que chutar el penal, Evie me tomó de la mano porque a pesar de ya estar en semifinales, obviamente queríamos golear. Borja hizo lo mismo que James hizo cuando cobró su penal, terminando la esférica dentro de la portería Panameña.

Grité emocionada, ¡Estábamos en semifinales hijueputa!

Evie me abrazó fuertemente y con una sonrisa miramos a nuestro dos pa dos, todos se abrazaban luego del gol de Borja, finalmente el pito del árbitro no se hizo esperar más, dándole la victoria a la tricolor. Las lágrimas brotaron de mi, porque estaba orgullosa de mis muchachos, después de mucho tiempo estábamos en una semifinal de Copa América y eso era un gran logro.

Después de una hora nos permitieron bajar al campo, busqué con la mirada a Richard, corriendo a abrazarlo, jueputa me sentía tan orgullosa de él, porque le había demostrado a todo el mundo que él era más allá que unos simples bailes de Tik Tok. Literalmente me encaramé en sus hombros diciéndole lo mucho que lo amaba, aunque fuese algo apresurado.

—¡Gonorrea sos vos, Richi, sos vos!—Las lágrimas corrían por mis mejillas.

Él me abrazaba fuertemente sin dejarme caer como siempre lo había hecho, acaricié su cabello con sus hermosas mechitas, él le había demostrado al mundo de lo que era capaz.

—Gracias por apoyarme reina.—Murmuró dejando un beso en mi mejilla.

—Me siento tan orgullosa de usted, Richi,  ¿Primer gol en su primera Copa América, ah?—Sonreí limpiandome las lágrimas.—Gracias por dejarme estar en este momento.

—Usted no tiene que agradecerme nada, mi amor.—Volvió a abrazarme.

Soy una casi algo orgullosa.

La alegría se me acabó nea.

Richard iba a presentarme a su familia, marica, esa chimbada era de esperarse, pero yo no pensé que ahora, él está loco.

Los nervios me estaban matando marica, Evie, Jorge y Daniel me hacían fuerzas desde lejos cuando vi a los papás de Richard, una pelada super linda y un niño. Chuchito lindo, vos sabés que yo soy responsable, que a veces me porto como hijueputa, pero no me dejés sola, ome.

Puse mi mejor sonrisa colgate cuando estuvieron frente a mi, gonorrea.

—Bueno ma, ella es Sienna, Sienna ella es mi mamá.—Dijo Richard mientras sonreía.

Juepucha.

—Mucho gusto Sienna, Sandra.—Me abrazó fuertemente con una sonrisa.

—Yo soy Neimar.—El señor que iba con la señora Sandra me abrazó.

—Pero vos si es que sos muy linda.—La peladita que había visto me abrazó.—Juvena Montoya, la prima del carechimba este.

—Oe, respetáme pues mija.—Habló Richi riéndose.

—Yo soy Thian, ¿Usted es la novia de mi tío?—Preguntó el niño que iba con ellos, me agaché a su altura con una sonrisa y lo abracé.

—Mucho gusto Thian, es que la belleza es de familia, ¿No?—Me controlé para no soltar un "¿Si o que?".

—Usted y yo seremos muy buenas amigas.—Murmuró la prima de Richard.

El antes mencionado me abrazó por detrás, haciéndome sentir segura. Nea, esto salió mucho mejor de lo que yo esperaba pues, yo si soy aguevada.

Richi le avisó a su familia que ya nos iríamos, pues necesitábamos cierto tiempo a solas para hablar y esas chimbadas. Caminamos fuera de la sala donde siempre nos encontrábamos con ellos rumbo a mi habitación, tenía un sentimiento raro en mi pecho, una mezcla entre orgullo, amor y algo más que no sabía que era.

El agarre de la mano de Richi con la mía se afianzó, haciéndome sentir segura. Nea, yo no sé qué haría si llego a perder a Richard, nunca me perdonaría si cometo un error más.

—¿Usted que tiene amor?—Preguntó Richi mientras abría la puerta de mi habitación.

—Nada rey, ¿Por qué?—Ambos entramos a mi habitación y cerramos la puerta detrás de nosotros.

—Estas rara pues, es lo que yo veo.—Se sentó en mi cama mientras yo me quitaba la camiseta de la sele.

Me puse algo mucho más cómodo para ya estar en la pieza, suponía que no iba a salir más, ¿Pa que ponerme algo extravagante?

—Parchate ome amor, estoy feliz por lo que lograste hoy, me siento muy orgullosa de vos.—Lo abracé por el costado.

Él suspiró y me miró, esos ojos enamorados no decían cualquier cosa. Mi Richard era el regalo más grande que la vida me había dado, confiaba en él más de lo que confiaba en mi misma, lo de hoy es solo una prueba de que él siempre va a poder superarse y que yo estaría ahí pa ver cómo lo logra.

—Ay gonorrea, yo estoy tan enamorado de vos Sienna.—Murmuró haciéndome sonreír.—Vos sos todo lo bonito que yo merecía desde hace tiempo.

Me acerqué más a su linda carita y rocé mi nariz con la suya, mis labios se abrieron en busca de las palabras correctas para poder expresarle lo mucho que lo amaba, pero es que no podía, mis acciones hablaban más que mis palabras, porque estas mismas sobraban. Parce, yo estoy tan enamorada, el sentimiento era una retrochimba, Richard y yo juntos éramos una chimba.

Finalmente nuestros labios se unieron en un beso que decía lo que ambos no podíamos decir, que el tiempo no nos había permitido expresar. Él me hacía sentir como si estuviera en un terremoto, porque me movía el piso de una manera tan hijueputa que me era complicado sostenerme. ¿Cómo se puede amar tanto a una persona que conociste hace unas semanas?

Es una pregunta que no voy a poder responder, al menos no ahora.

—Evie, ¿Vos sabés algo de Sienna?—Apenas escuché esa vaina de James casi me da algo.

Ay Dios mío, ya Sienna está metida con Richard en su cuarto. James no sabía absolutamente nada de todo lo que estaba pasando, Sienna no había querido contarle porque ya no le tiene confianza a James David y bueno, no hay nada que yo pueda hacer contra las decisiones de mi mejor amiga.

Pero claramente sabía que eso estaba mal, porque nojoda, es su hermano, la vió crecer y la cuidó como nadie más lo hizo, me parecería muy injusto si mi hermana no me contara todo lo que está pasando en mi vida. Aunque entiendo porque Sienna es así, a raíz de todo lo que pasó el año pasado ella empezó a desconfiar de él, ya todos sabemos lo que pasó, es una historia que no es necesario repetir sabiendo que ya Sienna y Carrascal olvidaron todo lo sucedido, llevando una buena amistad consigo.

—Ella se fue pa su cuarto, estaba mamada.—Respondí mirando el teléfono.

—Evie, amor, vení por favor.—Lo miré con los ojos bien espepitaos.

Ay padre señor, ya pasó algo.

—No me mintás más ome, decime por favor lo que pasa con mi hermana.—Se cruzó de brazos y me miró severamente.

Benditooo.

—Amor, es que no pasa nada, Sienna se está disfrutando mucho estar aquí, contigo y sintiendo lo que es una Copa América en persona.—Murmuré frunciendo el ceño con frustración.

No me gustaba mentirle a James, pero no podía ir y faltonear a Sienna contándole sobre sus vainas raras con Richard, eso era algo que le tocaba a ella, no a mi.

—Cálmate James, deja de intentar estar en su vida otra vez.—Lo tomé de las manos y las apreté.—Ya Sienna va a cumplir los veinticuatro años, no es una niña y puede valerse por sí misma. Te fuiste por un año, no tuviste contacto con ella en lo más mínimo, ¿Y ahora quieres que te cuente las cosas de lo más lai'? Perdona que te lo diga, pero ponte serio mijo.

Él bajó la mirada. No quería amargarle el momento del buen triunfo que tuvieron contra Panamá, pero es que él mismo las cagaba, fue un hermano ausente por mucho tiempo sabiendo el amor que Sienna le tenía y ahora que ella está más distante que antes porque está buscando la manera de decirle lo que pasa, él quiere pasar encima de ella, nombe mani, así no se puede.

Lo abracé fuertemente, empinandome un poquito para alcanzar su altura mientras acariciaba su cabello. Obvio que me disgustaba verlo así tan desesperado por recuperar la relación con su hermana menor, pero no podía ponerse así a costa de eso. Sienna es mi mejor amiga y toda la vaina, pero en este momento siento que quien tiene más la razón es James.

No es porque él sea mi novio, ni nada por el estilo, es que siento que ya han pasado tantas cosas que han construido un muro entre ambos que ni ellos mismos pueden destruir, porque se han separado tanto emocionalmente como físicamente, la distancia emocional los mantiene apartados y evita que él comprenda lo que vive ella y ella comprenda la preocupación que vive él.

No quiero decir que hay culpables, pero si los hay, claramente es James, pues desde la distancia que tomó cuando se fue a Sao Paulo, las cosas no fueron iguales, ella actúa diferente, él también.

Esa relación de hermanos es una recocha que ni yo misma puedo entender aún.

James los dejó estancados en poco tiempo, Sienna dejó de luchar por esa relación de hermanos y los dejó morir porque ya no había más que salvar.

Hasta ahora.

Sienna tenía que aprender de nuevo a confiar en James David y él tenía que aprender a no alejarse de ella cuando estuvieran lejos físicamente, tenía que estar presente por y para su hermana, así como Sienna Isabel lo hizo por mucho tiempo con él, incluso cuando él estuvo viviendo en España. Me preguntaba a veces ¿Cómo pudo Sienna desconectarse y dejarlos estancados?

—Quiero hablar con ella, amor, pero siento que no va a entender las razones por las cuales me preocupo por ella.—Murmuró mi novio aún entre mis brazos.

—Quizás no lo entienda ahora bebé, pero pronto lo hará.

O eso espero.

-With love, Danna Kim 💗