003- Don't act like you don't know.
❝Then she started dancing, sexual romancing
Nasty but she fancy, lipstick on my satin sheets
What's your nationality? I wonder if there's more of you
She's got my attention, she's confident❞
El día de nuestro viaje había llegado, justamente un día antes habíamos tenido una extenuante jornada de trabajo con Adidas y Calvin Klein, así que estábamos lo que se decía vueltas mierda. Eran las siete de la mañana y la alarma sonó, el vuelo era a las diez, así que yo no sabía que hijueputas hacia esa chimbada sonando a esta hora.
Me removí en la cama en busca de la mierda esa pa apagarla, cuando siento que abren la puerta.
—Marica párate, ¡Párate que nos vamos pa donde los gringos!—Escuché a Evie.
Rode los ojos y me levanté, que hijueputa sueño parce, no mk.
—Abrite, de buena pues Evie.—Le dije a la rizada.
—No, no, no que me voy a abrir ni que monda, párate mamita que se nos hace tarde.
Me tiré nuevamente en mi cama mientras resoplaba, que intensa mk. Luego ella salió y yo finalmente me levanté, eran ya las siete y media.
Me bañé e hice todas esas cosas que uno hace antes de un viaje, farandulear y todo eso. Ya las maletas las tenía hechas porque según Evie, yo soy muy achimbada para esas cosas.
Bajé las maletas y ahí se encontraba Evie, esperándome con semejante cara.
—Uno contigo no puede salir, nojoda.—Murmuró la rizada y yo me reí.
—Usted si es boba Evie, vámonos pues.—Le hice un ademán con las manos y ella se levantó, tomando sus maletas.
Subimos al auto y manejé hasta Rionegro, que es donde está el aeropuerto. Evie era la más emocionada de ambas, yo también lo estaba pero ir a Estados Unidos solo significaba una cosa: Ver a Jorge Carrascal.
Que hijueputa.
Se que quizás pensaran que debería estar feliz por ver al carechimba de mi hermano, pero es que ese marica también me tiene rabona. Jorge fue mi peor trauma, de buena y no puedo creer que de verdad voy a tener que volver a tenerlo cerca. Ni Evie ni James sabían lo que había pasado con él, pues yo jamás en mi puta vida le volvería a confiar esa chimbada a nadie más.
Evie notó que iba algo desconcentrada del camino, así que palmeó mi muslo, llamando mi atención.
—¿Que tienes? Andas con una cara.—Preguntó mirándome, yo aún tenía mi mirada fija en la carretera.
—¿Ah? ¿Que pasó?—Le di una mirada rápida y volví a la carretera.
—Que andas como rara marica, ¿Tu si quieres ir pa allá?
—Sisas, no se preocupe, es solo que no veo al marica de James hace rato y pues...
—Tienes miedo de volver a encariñarte como antes.—Dió en el blanco, por algo es mi mejor amiga.
Suspiré, aguantando las lágrimas.
—James significa mucho pa mi, Evie. A mi aún me duele que él haya hecho lo que hizo y yo no soy tan gonorrea como él pa rechazarle la oportunidad de verme otra vez.—Dije, ya llegábamos al aereopuerto.
Ella chistó antes de responder.
—Eres muy testaruda y orgullosa, Isabel.—Dijo mientras estacionaba el auto.—Tu sabes lo que James te quiere y sigues con esa vaina desde hace ya un año.
—No sabés lo que a mi me dolió.—Murmuré mientras bajaba del auto.
Caminamos hacia dentro del aeropuerto para tomar nuestro vuelo hacia Glendale. Los nervios me carcomían y las manos me temblaban, al dar un paso en el avión todos mis pensamientos se disiparon con un suspiro. Que hijueputa pensadera tenía ome.
Viajábamos en clase ejecutiva ya que teníamos la posibilidad de hacerlo por nuestra posición, por eso éramos tan privilegiadas de tener lo que tenemos y aunque lo habíamos trabajado justamente, se sentía justo.
Me puse mis audífonos inalámbricos e inmediatamente mi playlist sonó, empezando por la canción Flatline de Justin Bieber. Cerré los ojos e inmediatamente me quedé dormida.
—Egh, este parcero no perdona ni una.—Dije ante el golpe que Lucho me dió.
—Oe Daniel, hoy llega mi hermana.—James anunció, enseguida pare bolas.
—¿Sienna viene pa acá?—Preguntó.
—Sisas, la invité porque quería arreglar esa cagada que hice al dejarla allá botada en Colombia.
—Jm, conociéndola como la conozco, ella no lo va a perdonar tan fácil.—Respondió Muñoz.
—¿Sienna viene pa acá?—Preguntó Carrascal, su cara se había puesto pálida.
—Oe pero, ¿Que putas pasó?—Dije dubitativo.
—El atolondrado que tenemos de capi se fue pa Brasil y dejó a la hermana menor botada en Colombia y ella se resintió con él por eso.—Explicó Lucho en pocas palabras.
—Mero pirobo.—Daniel musitó en forma de burla.
—Pirobo su cucho, carechimba hijueputa.—James respondió y todos nos reímos.
El entrenamiento había terminado hace unos minutos y estábamos terminando de cambiarnos para poder salir hacia el hotel para recibir a la hermana de James. Ya la había visto por fotos e incluso la había seguido justo hoy, pero realmente no había tenido respuesta ante aquella interacción en su instagram.
Subimos a los buses y me senté al lado de Lucho, quien me miraba expectante.
—¿Se le perdió uno igualito o que?—Pregunté.
El se echó a reír y me miró nuevamente.
—¿Te pareció linda Sienna, verdad?
—Sisas, pa que decir que no.—Admití.—Pero jm, esa pelada es como...No sé marica, tiene algo que uno no sabe ni que es.
Lucho se echó a reír.
—Ni la has visto en persona y ya estás tragado.
—Egh, que parcero tan mentiroso ome.—Reí mientras él me miraba sonriente.
—Amanecerá y veremos, dijo el ciego.
Finalmente llegamos a Houston, Texas. Evie me miraba con una cara de sueño que no se la aguantaba ni ella. Eran las cuatro de la tarde y Houston se veía maravilloso. Tomamos nuestras maletas y nos dirigimos al lugar donde debíamos esperar que vinieran por nosotras, pues las familias también se quedaban en el mismo hotel que los jugadores.
El hijueputa de James no me dijo esa chimbada, egh, que parcero más dormido ome.
El camino hacia el hotel fue normal, Evie y yo tomábamos fotos del paisaje mientras nos reiamos de ciertas cosas que habían pasado en Medellín con su culito. Llegamos al hotel y entramos directamente, mis nervios aumentaron al ver a un lado al director técnico de la sele, Néstor Lorenzo.
Vida hijueputa, ese es mi ídolo nea.
Evie estaba que se moría también por haber visto a semejante DT cerca de nosotras.
Caminamos hacia la recepción con maletas en mano y nos identificamos, nos otorgaron las llaves de la habitación de cada una en el mismo piso en el que estaban las familias del resto de jugadores. Subimos el ascensor y cada una se fue a su respectiva habitación.
Estando ya sola, deje mis maletas a un lado y me tiré en la cama, el cansancio me estaba carcomiendo entera. Revisé las notificaciones de mi teléfono, que por suerte aún tenía suficiente carga, sorprendiendome al ver una notificación extraña.
[rsiennar] richardrios.m has started to following you.
Entré a Instagram a ver quién era esa persona, dándome cuenta que también jugaba en la selección y que de hecho, era amigo de mi hermano. Impresionada le di follow back, dejando el teléfono a un lado, suspiré para tomarlo nuevamente y salir de mi habitación a ver dónde putas era que estaba James, pues quería verlo. Cerré la puerta y caminé viendo algunos correos de trabajo en el teléfono, hasta que me choqué con alguien.
No llegue muy bien cuando ya hay carechimbas jodiendo.
—Mire bien por donde camina, aguevado.—Murmuré y seguí mi camino, hasta que escuché esa voz que alguna vez decidí olvidar.
Ya no me llamen Sienna, llámenme refisal.
—¿Sienna? ¿Eres tú?—Jorge habló, haciéndome estremecer.
—No, gran marica, soy la parca.—Me di la vuelta, cruzandome de brazos.
Una sonrisa se extendió por su rostro y caminó hacia mi, intentando tocar mi brazo.
—¿Como estás? Teníamos tiempo de no vernos...
—Vea parcero, yo con usted no tengo que ver nada, deje sus preguntas mariconas a un lado y no vuelva a cruzarse en mi camino, bobo hijueputa.—Gruñí rápidamente.
—Ey, ey.—Escuché de su parte.—Quisiera hablar contigo Sienna, se que no quedamos en buenos términos pero...
—¿Buenos términos, pirobo? Quedamos es en las malas, yo con usted ni pa la vuelta de la esquina, deje de chimbiar pues.—Volví a darme la vuelta para ir al ascensor, pero él me detuvo.
—Isabel no seas tan terca.
—Jorge, soltame.—Lo empujé.—A mi todo me quedó super claro, lo entendí, de buena.—Lo miré con enojo.
No queria ni siquiera verlo, sabía que inmediatamente me pondría a llorar recordando toda la mierda que pasé por él. Definitivamente los hombres no son gente ni familia de uno.
—Sienna tu sabes que no fue mi intención dejarte así, mucho menos con todo lo que estaba pasando.
—Pero lo hiciste, vos sabés que yo jamás perdonaría una chimbada de esas.—Dije entre dientes.
—Sienna...
—Vos por tu camino y yo por el mío, entendelo.
Finalmente entré al ascensor, soltando el aire que tenía retenido. Yo podía ser boba a veces, pero en mi puta vida dejaría que un hombre volviese a agarrarme de parche y menos si volvía a ser él.
Mi historia con Carrascal era larga como el putas, pero era dolorosa, por eso era tan difícil verle a la cara, porque el sentimiento regresaba nuevamente a mi.
Suspiré, volví a llamar a James y él después del segundo tono contestó.
—¿Llegaste bien?—Fue lo primero que escuché de mi hermano.
—Sisas, ¿Usted dónde está metido?
—Mi cuarto, lleguese de one, ahí por WhatsApp le mandé el piso y el número de cuarto.
—Hágale pues.
Colgué la llamada y revise mis mensajes, allí estaba el número de cuarto de James. Llegué a los minutos y toqué la puerta, siendo recibida por aquel homúnculo que Dios me dió por hermano.
Carechimba ese.
Su sonrisa llenó toda su cara al verme luego de bastante tiempo y se abalanzó a abrazarme, apretandome fuertemente entre sus brazos. Acaricié su cabello empinandome para alcanzarlo y rodear su cuello con mis brazos, su perfume inundó mi nariz haciéndome sentir nuevamente en casa.
—Aquí estás...—Murmuró y me apreté más a él.
—Lo extrañé, gran bobo hijueputa.—Susurré en su oído, aún con los ojos cerrados.
Nos separamos aún viéndonos con una sonrisa, él me invitó a pasar a su habitación, encontrándome con una persona ahí. Era moreno, alto, tenía mechas blancas en su cabello y una sonrisa marica que boff, mata.
Ay jueputa, si ese es el man que me siguió en instagram.
—Sienna, él es Richard Ríos, centrocampista, el número seis y mi compañero de habitación.—El moreno se acercó a mí y extendió su mano.
—Sienna Rodriguez, la hermana del pirobo este.—Extendí mi mano y la estreche con la suya, sintiendo un corrientazo.
—Piroba usted, malparida, respete.—Me dió un traque en la espalda.
Respiré, intentando no pasar pena con el man ese.
—¿Como están? ¿Están preparados para lo que se viene?—Les pregunté a ambos con una sonrisa.
—Siempre preparados Sienna.—Respondió Richard, su voz gruesa y áspera me hizo sentir escalofríos.
—Usted sabe que las cosas siempre son difíciles, pero queremos esa copa.—Afirmó James, haciéndome sonreír.
Me senté en la cama de mi hermano mientras él seguía hablando, detallé a Richard, sus tatuajes, todos llamaban mi atención y su risa...Dios mío padre, aleja la tentación de mi.
Noté como se acercó a mí y la respiración se ralentizó.
Como diría Evie "Erda marica, que sal tan malparida".
—Una foto dura más, princesa.—Murmuró sin que James se diera cuenta.
Ay parce, ay parce.
Sentí el calor subirme del cuerpo a los cachetes, seguramente estaba sonrojada.
—Isabel, ¿Me estas prestando atención?—Preguntó mi hermano mayor.
—Sisas, siga pues.
—Bueno, le decía que hoy en la noche vamos a cenar todos, Evie y vos pueden venir.
—Hágale pues, yo mejor lo dejo, Evie me está llamando.—Él asintió y me abrazó.
Me despedí de Richard con un ademán y salí del cuarto. Jueputa, pude respirar. Solté un chillido bajo de la emoción, ese man tenía cara de que echaba mentiras y yo tenía cara de que me las iba a creer todas.
Pero marica, es futbolista.
No va.
Corrí inmediatamente hacia la habitación de Evie María a ver si me abría y no estaba dormida, para mí suerte, la rizada estaba despierta.
—Marica abrime, abrime.—Toque la puerta rápidamente.
—Da pero, aquí no dejan dormir vale.—Aquella abrió la puerta y yo entre de una.—¿Ya vio a James?
—No solo eso aguevada, ¡Ahí estaba mero papasito con James!—Exclamé.
—Aja, desembucha pues.
—Es que, es futbolista, es el man ese, el tal Richard Ríos.—Dije e Evie casi se me va.
—¿¡Que!? ¿Y tu por qué no me dijiste?—Se sentó en la cama conmigo.
—Acabo de llegar de allá, estúpida.—La rizada me golpeó mientras se reía.—Tenemos una cena hoy con todo el equipo y el DT, James dice que estamos invitadas también.
—Arajo, es que por fin se acordó de los muertos.—Reí al escucharla.—Pero sisa, si va, ¿A que hora es?
—A las siete y media tenemos que estar listas, ¿Nos vamos combinadas o que?
—Eso va, ¿Color del vestido?
—Negro mija, ¿no ve que es formal?
—Eso no tiene na' que ver, ves a dormir.—Reí nuevamente, una notificación en mi celular me hizo mirarlo.
[rsiennar]
[richardrios.m]
Ey Sienna, Td bn?
Va a la cena?
—¡Jueputa Evie!—Grité haciendo sobresaltar a mi mejor amiga.
—¡¿Que fue!? ¿¡A quien mandamos a atracar!?—Corrió hacia mi, pues estaba en el baño.
—¡Ríos me escribió!—Exclamé y ambas gritamos.
-With love, Danna Kim 💗
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