❝Lately you've been busy
Wondering if you miss me
Why did you go against me? I just wanna know❞

Medellín, Colombia. Mi ciudad, mi país.
Un lugar hermoso donde la vida florece y los momentos son buenos.

Vivo aquí desde que nací y ha sido el mejor lugar para vivir a pesar de sus carencias.

—¡Sienna!—Escuché la voz de Evie, mi mejor amiga.

Evie era peculiar, era una chica demasiado hermosa y por eso fue elegida como Ángel de Victoria Secret al igual que yo, ese fue nuestro mayor logro desde que empezamos con el modelaje hace años. Mi vida con ella dió muchas vueltas pues desde que éramos chiquitas queríamos vivir juntas y hasta ahora se nos dió la situación.

Ay, perdón que no me presenté.

Soy Sienna Isabel Rodríguez Rubio, soy modelo, artista y actriz, trabajo en muchísimas cosas que quizás sería difícil contar ahora. Mi hermano es James David Rodríguez Rubio, si, ese mismo, el de la sele.

Mi hermano y yo éramos demasiado unidos, desde que nací fui luz para él, me adoró como si fuese una princesa, me cuidó lo más que pudo siempre. Hasta que ocurrió todo lo del mundial 2022, no lograron pasar y eso tenía a todo el país triste, criticandolo demasiado. Recuerdo que ese día llegó llorando a casa, de una hacia mis brazos. Yo también lloraba pues me dolía ver a mi hermano así incluso si alguna vez dije que el fútbol no era mi deporte favorito, se había convertido en ello gracias a mi hermano mayor. Conozco todo de él, así como él de mi, pero hay cosas que él no sabe.

Hace ya casi un año se mudó a Sao Paulo, en Brasil, dejando su vida en Colombia atrás. Sabía lo que para él significaba jugar fútbol y que por eso tenía que irse, pero eso no quitaba el hecho de que me dolió que ni siquiera haya sido capaz de despedirse. James para mí era un ser demasiado importante, siempre tomaba su opinión en cuenta para todas mis cosas, de hecho, gracias a él fue que me convertí en un ángel de Victoria Secret, pues él confiaba plenamente en mi para serlo.

El contacto se rompió, gracias a su atareada vida y también a la mía dejamos de frecuentar al otro, también la distancia física entre ambos nos separaba, pues a veces le era imposible llegar a Colombia solamente para decirme "feliz cumpleaños, Isabel, te amo" o "Feliz año, Princesa Sienna, te adoro".

En un punto pensé olvidar mi relación con mi hermano mayor, pero sabía que no podía hacerlo, especialmente por mi conexión con sus amigos y colegas de selección. Daniel Muñoz era uno de ellos, Muñoz era mi mejor amigo, incondicional si me lo preguntan. Siempre estuvo conmigo en todas las veces que estuvo mal y creo que ahora resaltare una de ellas.

Jorge Carrascal, mi querido trauma. Amigo de James, de Evie y de Daniel, pero lo que diferenciaba mi relación con él a la de ellos era que entre Carrascal y yo hubieron ciertas cosas, podría decirse que fue mi casi algo, el culito fijo.

Carrascal fue amable, pero fue cruel, me enamoró, pero también me traicionó, así que no quise darle más vueltas a mi relación con futbolistas luego de ello, conociendo de lo que eran capaces. Daniel me lo había advertido, pues él había vivido esas etapas de Jorge junto a su ex novia, mi mejor amigo sabía de lo que hablaba pues él antes mencionado le contaba lo cruel que podía llegar a ser.

—¡Sienna nojoda! ¿¡Te moriste cagando!?—Escuché nuevamente a Evie, sacándome de mi ensoñación.

Bajé las escaleras de nuestro apartamento rápidamente, ya que sabía que íbamos tarde para la sesión de fotos con Adidas.

—Perdón, perdón.—Dije cuando la vi.—No te molestés pues Evie, vos sabés como soy yo.

—Principalmente porque lo sé es que me soyo contigo Sienna, camina.—Me dió un pequeño empujón y salimos de aquella casa ubicada en uno de los barrios más lujosos de Medellín.

Nos subimos a su auto y emprendimos camino hacia el lugar donde iba a ser la sesión.

—Ya casi empieza la Copa América, ¿Has hablado con James?—Preguntó la rizada.

—Nada, James seguramente se olvidó que tiene hermana.—Dije, mi voz llena de resentimiento.—Vos sabés que desde el año pasado a mí no me gusta hablar de ese achimbado.

—Vea, ¿Todavía sigues ardida porque se fue a Sao Paulo y no te pidió opinión?

—Ardida no pues Evie, si no que tan unidos que éramos y él viene a cagarla, típico de los hombres.—Mencioné mientras me cruzaba de brazos.

—Ya sabes que la sele es la favorita a ganar la copa América, en lo personal pienso que deberías estar ahí.—Habló la pelinegra con su típico acento costeño.

—Eavemaría pues Evie, pareciera que fueras vos la hermana de James.—La miré algo molesta.

—Tu sabes porque lo digo.—Se detuvo en un semáforo.—A mi no me gusta esta maricada de que no se hablen ni pa contarse que comieron anoche.

—Egh, vea pues, venga hablele usted a ver si le contesta.—Le contesté, no me gustaba hablar sobre mi hermano en este momento.

—Oe, Richard.—Escuché la voz de James al fondo.

—¿Que más?—Nos dimos un pequeño abrazo.

—Todo bien, mirá que estoy pensando en traer a mi hermana pa que la conozcas.—Mencionó el capi.

¿Hermana? Vea pues, yo ni enterado.

—¿Tenés hermana?—Pregunté mientras caminábamos hacia el estacionamiento.

—Mera gueva Richard, se lo dije hace como dos días.—Empezó a reírse de mi mente tan olvidadiza.

—Pero que, ¿Va a hacer una farra o que?

—Sisas, como ya el resto la conoce pues pa que vos la conozcás.

—Mostrala pues James.—Le pedí así que él sacó su celular y se metió a instagram.

Boff, Dios mío, que mujer ome.

Su nombre es Sienna y Dios mío, yo no sabía que se podía ser tan lindo mk.

—Cerrá la boca que se te meten los moscos pues.—Lo miré mientras me reía.

—Menos mal traje ropa bacana pa poder verme pintoso.—Dije mientras entrábamos al bus.

—Sienna no te va a parar.—Advirtió el pelinegro.

—¿Quien dice que no? ¿Vos?—Pregunté incrédulo.

—Soy su brother, parcero, si se lo digo es por algo, hágame caso.—Nos sentamos juntos en el bus de la selección.

Estábamos próximos a empezar la copa América, se sentía el orgullo pues llevábamos 23 partidos invictos y éramos los favoritos para ganar la copa. El bus siguió avanzando hasta llegar al hotel donde nos hospedabamos todos juntos a nuestras familias. Mi único pensamiento en ese momento era llevar la copa a casa luego de 23 años, hacer sentir orgulloso al país y a los colombianos, quería ser el orgullo de mi familia.

Pero por otro lado me empezó a interesar la menor de los Rodríguez, según James, la pollita tenía 24 años igual que yo y es nacida en Medellín.

Increíble porque el carechimba de James es de Cúcuta.

—Oe, ¿Se embobo o que?—Preguntó James sacándome de la maricada mental en la que estaba.

—Parchese.—Reí mirando el atardecer que Glendale nos regalaba mientras llegábamos al hotel.

Bajamos del bus y caminamos hasta dentro de las instalaciones del lugar para poder descansar luego del tan extenuante entrenamiento, si me lo preguntan, que hijueputa entrenamiento. James me comunicó que llamaría a su hermana en una hora, por si quería parchar con él y tomarnos algo.

Ahí es que entro yo.

Ya habían pasado unas horas desde que terminamos la sesión de fotos, Evie y yo estábamos de lo más relajadas parchando en el poblado, cuando mi teléfono empieza a sonar con su típico tono de llamada, mi canción favorita "que putas" de Feid.

Miré la pantalla para averiguar quién era, al observar aquel nombre, mis ojos se salieron de su órbita.

—Nojoda Sienna Isabel, casi se te salen los ojos.—Murmuró la rizada para luego mirar la pantalla del dispositivo y abrir los ojos de igual forma.—Ay marica.

—¡Decíme que hacer, Evie!—Exclamé, la pelinegra me miró preocupada.

—Contestar, quizás.

—Ay jueputa, si yo llevo meses que no hablo con ese carelancha.—Removí mi cabello estresada.

—Dale marica, no seas boba.—Contestó ella la llamada, dejando escuchar la voz de James.

—¿Alo? ¿Sienna?—La voz de James se escuchó, pues el teléfono estaba en altavoz.

—¿Alo? ¿Que más pues?—Dije, Evie me miró con cara de querer matarme ahí mismito.

Bonita y todo, pero ordinaria.

—Todo bien, ¿Y usted? Teníamos tiempo de no hablar hermanita.

—Sisas mk, como vos te olvidás de que tenés hermana.

—¿Todavía sigue rabona conmigo por lo de Sao Paulo?—Preguntó el Rodríguez mayor.

—Déjalo atrás pues, decime, ¿Pa que llamás y por qué tanto milagro?

Evie me dió un sape bien dado, la miré y se lo devolví, sapa.

—Mirá que quiero que vengas pa acá pa Estados Unidos.—Escuchamos mi mejor amiga y yo, e inmediatamente mi expresión cambió.

—¿Como pa que o que?—Me hice la loca.

—Pues usted sabe que la copa América ya casi empieza y pues quiero que usted esté acá.

—¿Vos me estás chimbiando pues, James?—Pregunté incrédula.

—Si querés tráete a tu mejor amiga, la rizada, ¿Evie es que es?

—Sisas.—Murmuré sin creermela.

—¿Que decís? ¿Se vienen?

—Dale pues, yo le aviso cuando viajamos, cuídese ome.—Le dije para luego colgar la llamada.

Evie y yo nos miramos por unos segundos para luego pegar semejante grito, jueputa nos vamos pa los United.

—¡Nojoda tu hermano es de lo mejor!—Gritó la costeña, haciéndome acordar de Carrascal.

Que hijueputa pues.

—¡Nos fuimos pues, carechimba! ¡Vamos a parchar en Estados Unidos, jueputa!—Grité y nos abrazamos.

Ay, ay, ay.

-With love, Danna Kim 💗