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Entró a la habitación viendo a TaeHyung completamente dormido gracias a la luz de la luna. Se acercó a él, dando un pequeño beso en su frente y caminando hacia el sillón acomodando la cobija qué yacía ahí y la pequeña almohada, acomodándose para dormir.

Miro al chico acostado en la cama y suspiro recordando como su vida había cambiado tanto en 8 meses.

Su hermano de sangre había muerto y su mejor amigo igual, se había enamorado y tendría un hijo.

Ese peligris lo había cambiado todo de la noche a la mañana.

La luz del sol se deslizó por las finas cortinas consiguiendo despertarlo al llegar a sus ojos interrumpiendo su comodidad.

Se sento tallandose los ojos y un largo bostezo salió de sus boca una vez que se había enderezado. Se estuvo con flojera y comenzó a abrir lentamente los ojos.

—Hola, JungKookie.

Escucho aquella dulce voz llamándolo y sonrío aún dificultandosele el abrir los ojos por el sueño.

—Son las once, dormilón. ¿Pudiste descansar?, dijo NamJoon que anoche terminaste de filmar la película ya tarde. ¿Cómo va todo en el set?

—Bi-bien, poco complicado, tuve que repetir una escena varias veces. Pero todo b...—Calló una vez que sus ojos estaban completamente abiertos y miraban a TaeHyung.

¿Conocían esa sensación de mariposas en el estómago, un corazón qué palpitaba más de lo normal y la pérdida total del había?
Pues eso experimentaba ahora el treinton, quien veía completamente embobado a TaeHyung.

—¿Todo bien, JungKookie?... ¿Es mi cabello?, ¿no te gusta?, puedo volver al gris si así lo prefieres, las chicas tomaron la decisión por mi, yo solo me...

—Te ves hermoso, mi amor—Dijo al fin articulado palabra y caminando hacia el ahora pelirosa.

—E-es temporal, Lisa dijo que, que era por mientras para darle un color al lugar que al volver a casa me... me cambiarían nuevamente el color—Dijo sonrojado por la penetrante mirada de JungKook sobre él.

—Sea el color que sea que te pongas, serás hermoso.

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Una semana paso, ando un ápice de esperanza al pelirosa de que el mes pasaría rápido y podría volver a su habitación y descansar como era debido.

La comida de ahí no era muy grata, su única razón para soportarla, era esa pequeña motita de vida que crecía en su interior y que JungKook le daba de comer en la boca y por cucharada de comida le daba 5 besos en la mejilla.

Ahora permanecía mirando la pequeña televisión que colgaba al fondo cerca de la puerta del baño.

¿Cómo es que nunca había visto Bob esponja? Era increíble, y la habitación de hospital ahorita era un mar de risas a causa de él.

La puerta se vio, dejando ver a JiMin tras ella.

—Hola, TaeTae.

—¡Minie!, ya tenía tiempo sin verte... ¿como haz estado?

—Soy yo quien debe preguntarte eso, pequeño—Le dijo mirándolo con ternura, pues parecía un niño de 5 años con la boca embarrada de gelatina roja y una gran sonrisa causada por la caricatura— Pero... estoy mejor.

—Me alegra verte por aquí, ya te extrañaba.

—Y yo a ti, Tae. Quería, quería hablar contigo.

—Soy todo oídos— Dijo apagando la tele y palmeando un espacio en la cama para que se JiMin pudiese sentar.

—Yo... me mudare a Daegu...

—¿Qué?

—El dinero y todas las propiedades de Yoon quedaron es mis manos... y bueno, quisiera con el dinero apoyar a las fundación más pobres en Daegu, y vivir allá. Sabes, es la ciudad de origen de Yoonie.

—JiMinie—Habló TaeHyung con la voz entre cortada moviéndose con rapidez para poder abrazar a JiMin.

Entre llantos se despidieron y acordaron visitarse de vez en cuando.

—Vendré para el nacimiento de este pequeño o pequeña—Le dijo JiMin soltandose del abrazo.

JiMin dejo un beso en la frente de su amigo y salió de aquel lugar con lágrimas en sus ojos y una sonrisa de felicidad.

Emprenderia un viaje del que sabría YoonGi estaría contento.

Ahora solo le faltaba una última cosa, antes de irse.

Despedirse de el hombre del cual se enamoro en corto tiempo y tan profundamente.

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—Precioso, hable son SeokJin y me dijo que ya podía expandir tu menú de comida, así que mira—Hablo un JungKook emocionado entrando a la habitación con un chocoflan en sus manos.

TaeHyung lo miro y le dedicó una leve sonrisa, viendo como el mayor se acercaba a él entregándole el postre.

—¿Te encuentras bien?—TaeHyung asintió con una mirada triste y una sonrisa poco débil— ¿Ya hablaste con JiMin, verdad?

—S-si, lo voy a extrañar mucho, pero, es lo mejor para él, despejarse después de lo que pasó.

—Lo visitaremos siempre que quieras, amor.

JungKook acaricio su cabello y le deposito un beso en la mejilla.

Se acomodó a su lado acostándose lentamente sin moverse mucho teniendo miedo de lastimarlo, y permitió que TaeHyung se recargará en su pecho.

—TaeHyung.

—¿Si?

—Se que, te mereces algo mejor que esto, y créeme que pretendía hacer algo enorme para ti pero, las circunstancias no lo permitieron y... ya no quiero esperar más.

—¿De qué hablas?

—Pues, no soy bueno con ello, es la primera vez que yo... yo hago algo así con, pues... con un sentimiento de por medio y-

—Ya habla, Jeon.

—¿Quieres ser mi novio?

El pelirrosa soltó una tierna y tímida risita sentándose de manera recta en la camilla y se subió sobre el regazo de JungKook acercándose hacia sus labios dejando un casto beso en ellos.

—Por supuesto que quiero, señor Jeon.

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