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—Tranquilo, solo sentirás frío, igual que la primera vez— Habló con voz calmada mientras exparcia el liquido sobre el abdomen del menor.

—Si, esta frío— Rió quedito viendo atento la pantalla.

—Esta todo en orden, TaeHyungie. Mide 12cm y esta sana o sano, tranquilo, tu pequeña motita de 3 meses esta en perfectas condiciones.

—Gracias, Hye... por estar al pendiente de mi bebé.

—No tienes absolutamente nada que agradecer, TaeHyung, en un meses y medio o dos, podre revelarte el sexo del bebé. Aunque si te soy honesta espero con ansias que sea niña.

TaeHyung soltó una pequeña risita y volteó hacia la puerta al ser abierta, dejando ver unos penetrantes y arrepentidos ojos azules asomarse.

—Perdón por interrumpir, solo venía a traer la comida de TaeHyung.

Colocó la bandeja sobre la mesa deslizable y se dio la vuelta para salir.

—No pregunto por su hijo...— Dijo TaeHyung sintiéndo nuevamente ese consquilleante dolor subir por su pecho.

—Te aseguro que me esta esperando ahí afuera para preguntarme. Bien Tae, eso es todo. Vendré a verte en un par de días.

—¿Puedes decirle a JungKook que pase?

La morena sonrío y asintió levemente, caminando hacia la puerta qué fue abierta antes que ella pudiese hacerlo, viéndose ahí parado el Doctor Kim.

—TaeHyung, buenos días.

—Doctor Jin, buenos días.

—Voy a revisar tu herida y aplicaré una nueva dosis para desinflamar.

Pues a pesar de que ya habían pasado 2 semanas de que TaeHyung había salido de ahí, tenía su rostro aún un poco hinchado por los golpes y una pierna rota qué permanecía enyesada sobre una banda elástica.

—Doctor... ¿Cuándo podré salir de aquí?

—Después de lo sucedido terminaste en un estado de embarazo riesgoso, la doctora Ahn pidió mantenerte aquí es observación por un periodo indefinido de tiempo. Más aparte el estado anemico con el que llegaste es complicado y debemos continuar al pendiente de ti, ya que puede ser riesgo para el embarazo.

—Entonces... ¿Estaré aquí los 6 meses restantes de mi embarazo?

—No, cálculo un mes como mínimo en lo que te estabilizas y aseguramos el bienestar del feto.

—Entiendo, Doctor—Dijo viendo como el SeokJin se alejaba de él.

—Fue todo, vendré más tarde acompañado de unas enfermeras ya que te tenemos que dar un baño, y cambiar tus sábanas.

TaeHyung asintió.

—Doctor, ¿podría decirle a JungKook que pase?

—Si, por supuesto.

Salió de la habitación y a los segundos entro JungKook cerrando la puerta tras de sí.

—¿Esta todo bien?, ¿necesitas algo?, ¿no estas cómodo?, ¿tienes hambre?

—Nada de eso, ¿puedes sentarte?

—Si, claro— Arrastro con el una silla y la colocó al lado de la camilla, sentándose en ella.

—JungKook, yo...

—Se lo que vas a decir, se lo que viste. Y lo lamento tanto, lo lamento demasiado TaeHyung. Quiero que sepas que mientras estaba con ella yo, pensaba en ti.

—Si piensas que diciendo eso lo vas a solucionar estas equivocado, eso... eso sonó muy mal.

—Perdón, no soy bueno disculpándome, en lugar de arreglarlo lo empeorare. Solo...

—¿Por qué te metiste con ella?

—Por una estupidez.

–Dila.

—Trabajo, le pedí que se uniera a nosotros para la búsqueda y mejor protección de la droga a la hora de transportarla y a cambio quería, acostarse conmigo.

—Claro y tu como cumples deseos, aceptaste.

—Lo siento, estuvo mal. Perdóname, TaeHyung.

—¿Lo disfrutaste?... ¿estar con ella se sintió bien?

—No, no por supuesto que no. TaeHyung, yo lamente cada beso que le di, lamento meterla a mi casa, a mi cuarto, a mi cama...

—¿Me amas?

—Más que a mi vida. ¿Qué puedo hacer para que me perdones?

—3 cosas...

—Dime.

—Quema ese maldito colchón.

—Hecho.

—Mata a esa maldita perra.

JungKook sonrió satisfecho por lo que escucho y asintió.

—Ya esta muerta, mi amor.

—Y besarme de una maldita vez, Jeon.

JungKook no se espero y se lanzó a los labios de TaeHyung, tomandolo con delicadeza y sintiendo su corazón latir nuevamente al sentir esos delicados labios.

Se separaron uniendo sus frentes jadeando tras el largo beso, conectaron sus miradas.

—¿Me perdonas?

—Si, pero no vuelvas a hacerlo, Jeon...  o te lo corto.

JungKook trago duro y río.

—No volveré a hacerlo, jamás. Teniéndote a ti, no necesito nada.

TaeHyung sonrío acercándose nuevamente a los labios ajenos, depositando un casto beso.

—También te amo, JungKook.

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—¡Buenos tardes, amor de mi vida!—Llego SaNa gritando siendo callada por un golpe en el hombro proporcionado por Lisa.

—Cállate tarada, hay pacientes dormidos.

—Oups. Lo siento.

—¿Qué hacen aquí?, es tarde.

—Llegamos justo a tiempo antes de tu hora de baño. Mira—Dijo Lisa mostrando en sus manos un kit de belleza.

—Venimos a pintarte el cabello.

TaeHyung río y las miro con duda.

—¿Y JiMin?

El ambiente decayó y ambas soltaron un pequeño quejido lastimero.

—Él no ha salido de su habitación desde ayer... ha sido muy dura para el la muerte de YoonGi.

El menor bajo la mirada y una lagrima descendió por su mejilla.

—Yo aun no puedo creer que el profesor Min este muerto... era tan, tan buena persona—Dijo con la voz entre cortada

—JungKook tampoco está bien, las últimas noches, cuando venia a visitarte siempre lo encontraba llorando. 30 años juntos era evidente que los iba a destrozar.

—Hye dice que NamJoon tampoco está bien, no lo ve con esa sonrisa diaria y casi no hace sus rutinas como solía hacerlo.

—Bien, dejémonos de llantos, debemos hacer esto antes de que el doctor SeokJin o JungKook lleguen— Dijo SaNa reavivando el ánimo y abriendo el Kit— Manos a la obra.

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