
↬18↫
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36 horas antes.
—Ya te dije que no, es un precio que no pagaré.
—Si me quieres tener como tu aliada y poder acatar de lleno tus robos, deberías hacer lo que te estoy pidiendo.
—No me acostare contigo SuHan, ¿Qué no entiendes?
—¿Qué esta pasando contigo, Jeon?, nunca me habías negado una noche.
—Las cosas ya cambiaron, SuHan.
—¿Es por la estúpida de EunJin?
—No te debo explicaciones, si no quieres ayudar en esto, bien, cuando tu negocio también se vea afectado, no me busques.
JungKook camino fuera de aquel lugar cuando una mano se pasó en su brazo.
—Solo una noche, una y juro que todos mis trabajadores estarán a tus pies, todos.
JungKook suspiro agotado, tener una aliada en Jeju en estos momentos sería lo mejor.
Miro fijamente a la mujer frente a él y asintió.
—Bien...
Subieron ambos al auto del pelinegro y esto comenzó a andar con directo a su casa.
Mientras aquella loca mujer 12 años mayor que el tocaba su pierna con lujuria y sin pudor, por su mente solo pasaba el pensamiento "Espero TaeHyung esté dormido"
↬⚜️↫
32 horas antes.
L
a noche era fría y se mantenía inquieto en su lugar esperando que el calor acogedor de JungKook llegará una noche más a él.
Le preocupaba saber que desde temprano había salido a arreglar cosas de negocios y ahora a las 2hrs se consternaba por su tardanza.
Se levantó de su cama caminando hacia su balcón esperando conseguir un poco de aire fresco que despejará su mente y eliminará esa mala sensación que ahora recorría su cuerpo.
Cuando vio aquella camioneta negra entrar por y estacionarse justo frente a la puerta de la casa, suspiro alegre viendo bajar a JungKook y su miedo por pensar que algo le había pasado se fue.
—¡Jung...—Su grito de alegría se paro a medio camino cuando vio a aquella mujer bajarse del lado del copiloto y correr a besar de manera hambrienta a su JungKook.
Miro como aquel pelinegro con el que su corazón se sentía en paz la tomaba por la cintura y la cargaba mientras continuaba con el beso adentrandose a la enorme casa.
Soltó un sollozo de dolor y caminó hacia la puerta de su habitación saliendo y caminando hacia las escaleras viendo a JungKook con aquella mujer junto a una pared mientras el saco de JungKook era tirado al suelo y aquella lo tocaba sin pudor.
Los miro dirigiendose a las escaleras y salió corriendo a su habitación esperando no haber sido visto. Escucho la puerta de la habitación de JungKook ser cerrada y se dejó caer a suelo cuando los gemidos comenzaron a sonar con fuerza desde la habitación contraria.
Eso era un nivel de dolor tan extraño que jamás pensó llegar a sentir.
JungKook le había dicho que sentía algo por él y ahora, ahora se encontraba cogiendo con otra en la habitación de enfrente.
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24 horas antes.
La mañana había llegado, trayendo consigo el insoportable sol que ahora entraba por la puerta de su balcón.
Eran las 8 de la mañana, y escuchaba como apenas la puerta de la habitación frente a la suya era abierta.
Los pasos de los tacones resonaban mientras bajaban escalón por escalón.
Se levantó del suelo, sintiendo su cabeza doler y su cuerpo tenso por pasar la noche llorando tirando junto a la puerta.
Miro como JungKook salía junto a aquella mujer y subían a la camioneta desapareciendo tras la enorme barda el portón automático cerrándose.
No podía con el dolor que ahora sentía, se sentía deshecho por dentro y con un gran dolor en su interior golpeadolo con fuerza.
3 toques a su puerta llegaron pasadas 6 horas, en las que permanecía en la misma posición, sentado en su cama mirando un punto fijo.
—¡Tae!, ya es tarde, debes bajar a probar bocado, YoonGi ya esta aquí para darte tu última clase—Escucho la voz de JiMin detrás de la puerta, una voz un tanto apagada y con signos de preocupación.
—No... no tengo hambre, y... respecto al profesor Min, dile, dile que... que en unos minutos bajo.
Se levantó sintiendo sus huesos tronar y caminó hacia el baño, dándose una ducha lo más rápido que pudo, bajando hacia la planta baja, con solo una pijama limpia, el cabello alborotado y goteando debido al agua que ni tiempo se había dado de secar y unas ojeras qué evidencian 12 horas sin dormir.
—Profesor Min. Ya estoy aquí.
—Oh, TaeHyung ¿Te encuentras bien?, podemos dejar la clase para mañana.
—Estoy perfectamente bien, demos inicio.
—Tae..., ¿realmente estas bien?
Y nuevamente el tanto se dio sorprendiendo a YoonGi y a un HoSeok que bajaba los escalones.
Un llanto que dejo YoonGi con un sabor amargo en su boca sintiendo ganas de golpear a su amigo, al ser consciente que era el único capaz de hacer llorar así al menor.
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