—No... Vuelvo a hacer... Eso en la vida —murmuró agitada.

Sus compañeros rieron aliviados porque se encontraba bien después de casi haber sido devorada por un tiburón gigante.

—Podrás estar loca y ser una desquiciada —la ayudó a levantarse Taehyung— Pero definitivamente no eres una cobarde.

—Es bueno saberlo —sonrió divertida.

Volteó a ver a la castaña que también la observaba con una sonrisa de alivio, se acercó a ella y lo primero que recibió fue un abrazo.

—Estás loca —murmuró ocultando el rostro sobre su cuello.

—Bueno, no iba a dejar que mis amigos se arriesgaran así —correspondió el abrazó con una sonrisa radiante.

Tener de esa forma a aquella mujer tan hermosa y perfecta hizo que su corazón volviera a latir con fuerza. Amaba esa sensación de estar con vida, amaba la adrenalina y sin duda estaba amando que Jennie fuera una gran causante de esas sensaciones.

El padre de Jennie carraspeó incómodo por la interacción de su hija y la ex-marina. Juraba haber visto la mano de la rescatista bajar sutilmente por el trasero de su princesita.

—Debemos preparar el anestesiante para el meg, váyanse preparando por cualquier cosa —les avisó— En unos minutos tendremos la jaula lista.

Roseanne asintió y dio espacio para que Jennie fuera a cambiarse también por su traje de buceo, era su turno de entrar en el agua.

[🦈]

Taeyang sacó de una encimera de cristal, un frasco de etorfina, acercándose al doctor Taehyung que le mostraba a la tailandesa como armar el cubo.

—Preparé los arpones para que inyecten la etorfina —informó a su compañero— Una ballena se noquea con 10 unidades, muere con 20. ¿Tú qué dices?

—Yo digo, que usemos todo el frasco —terminó de resolver el cubo para extendérselo a Lisa, que no entendió mucho de los pasos.

El médico y el director se fueron a preparar el veneno para el meg dejando a la tailandesa intentando resolver el maldito cubo bajo la mirada enternecida de Jisoo.

Cerca de la tailandesa, estaban Jungkook, Mina, Roseanne y Jisoo alistando la jaula.

—¿Pueden repetirme porqué es una buena idea? —cuestionó Roseanne mirando la jaula transparente ser subida por la polea.

Iban a meter a Jennie en esa jaula y no le estaba dando muy buena espina, temía que no aguantará la fuerza de la mandíbula del meg y pasará lo peor.

La pelirroja dejó de observar a Lisa, para concentrarse en su equipo y volver a ayudarlos.

—Bueno, es una jaula antitiburones —obvió Jisoo.

—De plástico —volvió a cuestionar ofendiendo a la ingeniera.

—Voy a ignorar lo que dijiste —gruñó— Esta belleza está hecha de policarbonato, diseñado específicamente para no agrietarse, no romperse, sino deformarse.

Comenzó a explicar abrazando aquella cápsula transparente cilíndrica, orgullosa de su creación.

—Y en este caso, con este grosor, se necesitarían mil cuatrocientos kilogramos por centímetro cuadrado y para lograr romperlo de sesenta a setenta mil kilogramos —terminó su explicación esperando así un halago y cambio de opinión de la rescatista.

Sin embargo la respuesta y expresión que recibió fue todo lo contrario a lo que esperaba y solo dejó morir su ego.

—Sigue sin gustarme —gruñó.

En lo único que pensaba era en Jennie y que estaría enfrentándose al meg dentro de esa jaula, que a su parecer era solo de un plástico frágil.

La pelirroja rodó los ojos y observó con molestia a sus otros dos compañeros que la miraban con burla.

—No digan nada —los cayó antes de que dijeran algo.

[🦈]

Roseanne observaba de lejos a la castaña prepararse para entrar a la jaula, ahora solo estaba abrochándose los tanque de oxígeno, mientras que escuchaba a su padre decirle un par de cosas.

Por las expresiones que ambos tenían parecían estar discutiendo de algo, y aun así, no pudo evitar pensar en lo hermosa que lucía.

En cuanto vio como el señor se marchaba de ahí, aprovechó a tomar el arpón que ella ocuparía para ir y hablar con ella.

La vio suspirar algo triste.

—Hola —Jennie sonrió un poco forzado al vera Roseanne tomar asiento a su lado.

—¿Qué te dijo? —fue lo primero que se le vino a la mente.

—Dijo, "ten cuidado hija". Esa es su versión de "te amo, hija" —contestó ajustando su cinturón.

—Se ve que te tiene mucha fe —murmuró con un toque de ironía.

Jennie volvió a suspirar, esta vez con molestia. Al parecer la rubia notó su verdadero estado de ánimo.

—Me he sumergido cientos de veces antes en el agua con distintas especies letales, no entiendo por qué se pone así.

—Bueno, cambia mucho la cosa cuando se trata de un antiguo tiburón prehistórico gigante capaz de sumergir tres botes pesqueros —le dio la razón a su padre.

—Si, pero conozco su anatomía y sé dónde esto —le quitó el arpón de las manos— Puede atravesar la piel del megalodón.

Roseanne se sintió preocupada por ella. Era demasiado obstinada y terca y aunque le encantaba que fuera así de apasionada, le preocupaba también la pequeña Somi, la cual la había hecho prometer que traería con bien a su madre otra vez.

—Jennie... Déjame hacerlo. Yo podría ir en vez d-

—Oye —la interrumpió tomando su mano con sutileza mientras le dedicaba una linda sonrisa— No te preocupes por mí ¿Si? Solo déjame hacer lo que mejor hago.

Ambas se miraron con intensidad y un brillo especial. Roseanne podía sentir la seguridad en la castaña y no pudo evitar no sentirse más atraída hacia ella.

Era tan hermosa, ruda y terca que encendía algo en su corazón con fuerza, hacía que todos su sentidos se alborotaran.

Y ni hablar de sus hormonas. Se sentía como una puberta con solo pensar en lo sensual que era sin nada de esfuerzo.

Sin querer se perdió tanto en sus pensamientos que no supo cómo, Jennie ya estaba dentro de la jaula con su máscara de aire conectada a los tanques de oxígeno.

La rubia se quedó con ojos de cachorro preocupada viendo como la jaula en la estaba Jennie era lentamente sumergida al agua.

—¿Todo bien ahí abajo? —preguntó Jungkook terminando de lanzar trozos de carne cruda con sangre para atraer al meg.

—Si, por el momento aún no hay nada —comunicó.

—¿Oíste Roseanne? Nada grave —le informó a la inquieta rubia, la cual le había quitado el cubo a Lisa para armarlo completo en tan solo un minuto.

—¡¿Es enserio?! —se quejó molesta porque todos lo lograban menos ella— ¿Todos saben armar esa cosa menos yo?

El equipo río por la actitud de su inversionista y de la rescatista que ahora se peleaban por el cubo; una por querer armarlo de una vez y la otra para distraerse de la ansiedad que sentía por Jennie.

Un quejido por parte de la castaña a través del comunicador la alertó y no dudó en preguntar por Jennie.

—¿Qué pasó Jennie?, ¿Estás bien?

—Sí, sí. Fue una liguero sacudida —informó observando a los tiburones que la rodearon— Solo hay tiburones diminutos de tres metros.

Esos mismo tiburones que la rodeaban, en tan solo unos segundos salieron huyendo asustados, sin embargo Jennie no vio nada, por lo que supuso que el meg se aproximaba y los tiburones pequeños lo detectaron huyendo de él.

—Estoy preparada —alistó su arpón.

El radar de la computadora de Jisoo empezó a sonar alertando su proximidad.

—Tenemos su atención —avisó al equipo— A 50 metros.

—Jennie, va hacia ti —comunicó Chanyeol— Ahora a 30 metros... 10 metros.

Jennie intentó verlo, pero por la poca visibilidad dentro del agua no pudo observarlo hasta que una fuerte sacudida la tiró y agitó la jaula.

La había golpeado por debajo y apenas pudo sostenerse.

—¿Jennie?, ¿Estás bien? —preguntó su compañero.

—Sí. Ya lo tengo cerca —susurró sintiéndose nerviosa.

Era incluso más aterrador teniéndolo así de cerca que como la última vez que lo vio.

—Muy bien, intentaré darle en el ojo —para su mala suerte el tiburón sintió el rayo láser del arpón y se giró antes de que disparar— ¡Maldición!

Tan solo segundos después de perderlo de vista, el meg llegó por detrás atrapando la jaula con la mandíbula.

De inmediato empezó a nadar intentando masticar la cápsula en la que estaba Jennie, jalando la polea hasta su punto máximo y arrastrando el barco con él.

Todos en el barco se sacudieron y cayeron por el impacto, mientras que la castaña entre sacudidas trataba de dispararle al meg.

Aprovechó la distancia que tenía para inyectarle la sustancia anestesiante justo en el cachete interno del meg.

—Veneno inyectado —anunció un poco aliviada de que el meg la soltara dando vuelta.

—¡Perfecto, resiste Jennie, en un momento te subiremos! —Chanyeol se puso difícilmente de pie para acercarse a la polea.

Sin embargo, el meg se sumergió para tomar desde otro ángulo la jaula de manera que ahora la tenía atrapada verticalmente.

—¡Esperen, no puedo! ¡Estoy atrapada! —gritó intentando agarrarse de algo para no sacudirse tanto— ¡Estoy en su boca!

—¿Qué? —Roseanne se angustió.

—Descuida Roseanne, esa jaula no se romperá —intentó calmarla Jisoo.

—¡Ese es el problema! —gritó Jennie luchando por mantenerse firme— ¡Está tragándose la maldita jaula!

Roseanne no tuvo que pensarlo dos veces antes de cometer un acto suicida. Con tan solo escuchar a Jennie forcejeando y quejándose por los fuertes golpes tuvo suficiente para reaccionar.

Se sacó la chamarra, se ató un tanque de oxígeno, y corrió a lanzarse al agua para salvar a Jennie.

Todos la observaron sumergirse de manera heroica y valiente. Ninguno de ellos se atrevería a hacer semejante cosa por impulso.

—¡Eso es increíblemente estúpido! —gritó Lisa estupefacta.

Roseanne bajaba hasta donde estaba la bestia y la castaña guiándose de la cuerda de la polea a la que aún estaba atada la jaula.

Pero el meg volvió a cambiar de dirección sumergiéndose un poco y volviendo a arrastrar el barco. Está vez hasta romperse tras no soportar más la fuerza.

El cable de la polea al ser desprendida empujó la segunda polea del bote la cual por el movimiento de arranque salió golpeando a la pelirroja que se encontraba cerca de ahí.

En uno de esos forcejeos del meg, la cabeza de Jennie golpeó contra la jaula rompiendo así su máscara de aire.

Por suerte el meg soltó la jaula dando chance a Roseanne de acercarse más rápido a la castaña.

—Hay un problema —Jennie sonaba agitada— Mi máscara se rompió, estoy... Estoy perdiendo oxígeno.

Mientras la rubia intentaba abrir la rejilla de la jaula, el meg se concentraba en su nuevo objetivo.

Cuando la polea se rompió, esta golpeó a Jisoo, haciéndola caer al agua y ese mismo movimiento en el agua fue el que alertó al megalodón de su presencia.

La adolorida pelirroja nado hacia un costado del bote, pero no llegaba a subir por la altura en la que se encontraba.

—¡Auxilo! ¡Ayúdenme! —intentaba pedir ayuda.

Pero al parecer nadie la escuchaba por estar enfocados en utilizar la otra polea como trampa para el meg.

El tiburón se acercaba a la pelirroja listo para devorarla, cuando unas escalerillas fueron lanzadas para que pudiera subir.

Jisoo no dudó en tomarlas y subir lo más rápido que podía, pero entre el peso de su ropa mojada y el golpe que recibió en el abdomen le dificultaban el proceso.

—¡Vamos date prisa! —cuando estuvo lo suficiente cerca, Lisa la tomó por la cintura y con toda su fuerza la cargó hacia ella cayendo ambas hacia el bote.

El meg fracasó al intentar comerse a la pelirroja y prefirió volver hacia su anterior objetivo nadando de vuelta a la jaula.

—¿Estás bien? —la miró preocupada.

—Si... Muchas gracias... Por salvarme —murmuró agitada aún aferrada a Lisa.

—N-no fue nada —se sonrojó por la cercanía de ambas.

—Dejen el coqueto para después, necesitamos ayuda —gruñó Jungkook.

Ambas chicas lo miraron mal.

Nadie más que Lisa se había dado cuenta de lo que le pasó a Jisoo y de no ser por ella, seguramente hubiera sido alimento para peces.

—No me vean así, Luego tiene sexo si quieren. Nuestra prioridad es salvar a Roseanne y Jennie.

Lisa quiso protestar, pero Jisoo tomó su mano, poniéndose de pie para ir con ellos.

—¿Y a ti que te pasó? —preguntó Taehyung al ver su ropa mojada.

—Oh nada, solamente fui golpeada por la puta polea y nadé para saludar y hacerme amiga del meg —sonrió sarcástica.

Todos podían notar claramente su molestia.

—Lo sentimos Chu, no fue nuestra...

—Déjalo así Mina. Gracias a Lisa estoy bien —interrumpió a su compañera caminando con dificultad hacia Taeyang.

De inmediato la tailandesa reaccionó y la atrapó antes de que cayera.

—¿Qué pasó? —la miró preocupada.

—No es nada, solo me duele el abdomen por el golpe, pero estoy-... ¡¿Qué haces? —se sonrojó cuando Lisa levantó un poco su playera para observar su rojo y morado abdomen.

La tailandesa miró con seriedad a los chicos, mientras tomaba en brazos a Jisoo estilo nupcial.

—La llevaré a descansar, en cuanto tenga oportunidad doctor Kim, venga a revisarla. Yo en un momento vuelvo para ayudar, mi prioridad es asegurar a Jisoo —sentenció antes de entrar a una de las dos habitaciones del bote bajo las protestas y quejas de la avergonzada pelirroja.

El equipo quedó en shock unos segundos, hasta que el sonido de la polea número uno los regresó a la realidad. El brazo finalmente se había roto y ahora mismo se estaba hundiendo.