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—¿Qué quieres decir?
—Vengan a ver esto, les explicaré que pasó —le llamó para que observarán su pantalla.
Roseanne en todo momento se aseguró de quedar cerca de Jennie, como si ya le fuera imposible tenerla lejos.
Y aunque eso no pasó desapercibido por la castaña, no mostró indicios de querer alejarla, al contrario, ella también quería tenerla cerca.
Le brindaba protección y calor.
—Cuando el sumergible de Jennie subió, la termoclina seguía intacta y estaba a menos un grado centígrado —compartió su pantalla a una más grande para que el equipo pudiera verlo mejor— Pero minutos después, cuando el evolution subió, la temperatura aumentó a 25 grados.
Un tiburón podría pasar por ahí —siguió explicando la pelirroja— Bueno, mejor dicho, 20 tiburones podrían pasar por ahí
Taeyang dejó de entretener a su nieta para observar por igual la pantalla.
No podía ser cierto.
—¿Cómo es qué eso pasó? —Lisa se acercó tomando asiento a un lado de Jisoo— Por cierto ya casi lo logro —le mostró el cubo con solo tres colores armados.
Jisoo suprimió una sonrisa para concentrarse de vuelta a la pantalla.
—Cuando el meg se estrelló contra el origin, debió golpear una fuente hidrotermal —comentó Roseanne— Esas pueden liberar millones de litros por segundo, por lo que el calor de esa fuente debió abrirle paso sobre esa capa de agua congelada.
—¿Me están diciendo que abrimos una autopista para tiburones gigantes prehistóricos devoradores de todo? —la tailandesa miró incrédula al equipo.
—No exactamente. Parece ser que fue algo transitorio —Jisoo adelantó el monitoreo de la capa— Las temperaturas volvieron a la normalidad y el paso se cerró después de unos minutos.
—Si, pero no antes de que una máquina asesina prehistórica decidiera subir a saludar a todos —murmuró Mina sarcástica, sintiéndose más ansiosa que antes.
Al final le terminó arrebatando el cubo Lalisa para armarlo y desarmarlo ella sola en cuestión de segundos en un intento de distraerse.
La millonaria bufó y se cruzó de brazos molesta porque lo pudiera armar en cuestión de segundos, mientras que ella apenas estaba entendiendo los extraños algoritmos.
—Perdemos tiempo —Roseanne se puso de pie— Esa cosa está allá afuera y es muy peligroso. Debemos exterminarla.
De inmediato la bióloga marina se negó y también se puso de pie para encarar a Roseanne.
—¡No! No podemos, es un ser vivo, una especie que se creía extinta y aún vive —la miró como si fuera una demente— Debemos explorar opciones no letales.
—Para el meg o para nosotros —razonó la rubia.
Ambas estaban en un duelo de miradas. Incluso discutiendo irradiaba mucha más tensión sexual.
Por suerte del equipo, la alarma de S.O.S sonó, evitando que la tensión que ambas chicas irradiaban se intensificara más –si es que eso era posible–.
—¡Tenemos una señal de emergencia! —alertó Chanyeol— 300 km, sur, suroeste.
—¿Qué significa? —preguntó Lisa preocupada.
No le estaba gustando para nada que ese animal prehistórico estuviera haciendo daños exponenciales.
—Que un bote se hundió —le contestó D.O.
Dos alarmas más sonaron.
—Corrección, tres botes.
Todos se miraron preocupados. Esto definitivamente no era nada bueno.
—Hay que llegar allá. Ahora —Roseanne se estaba ajustando sus tenis lista para la acción y amarrando su cabello en una coleta.
Chanyeol, Mina y Jungkook sonrieron orgullosos.
Su amiga había vuelto, y estaba más que preparada para vengar a sus compañeros y salvar a más personas.
Por otra parte Jennie se regañó nuevamente por esos pensamientos sucios que estaba teniendo.
[🦈]
El equipo estaba completo ahora que Taehyung terminó de asegurar el estado Nayeon.
En este momento se encontraba camino a las coordenadas de los barcos pesqueros que pidieron ayuda.
—¡Oigan, creo que encontré algo! —gritó Jisoo desde la proa. Ella estaba en lo más alto del barco mirando con los binoculares alguna señal del meg— ¡Por allá! —señaló la dirección.
Chanyeol dio marcha camino a la dirección que señaló su compañera, mientras que Lisa se enfocaba en completar el cubo Rubik, Mina jugaba junto con Jungkook molestando a Taehyung.
Roseanne estaba recostada sobre uno de los bancos y Taeyang regañaba a su hija ahora que tenía la oportunidad por su actitud de la mañana.
Cuando llegaron al lugar que señaló Jisoo, lo primero que vieron todos fueron restos de barcos rotos, cadáveres de tiburón y herramientas flotando en el agua.
—¿Por qué no tienen aletas estos tiburones? —preguntó asqueada la tailandesa.
—Cazadores —respondió Roseanne, poniéndose en medio de ella y Jennie.
Lisa lo entendió como "Aléjate, ella es mía" y tomó su distancia, acercándose a Jisoo como respondiéndole "Tranquila chica, tengo gusto por las coreanas pelirrojas".
—Les cortan las aletas y luego los lanzan de vuelta al mar para dejarlos morir. Y todo por un plato de sopa —murmuró decepcionado Taeyang.
—Pues parece que el meg los vengó —Taehyung utilizó una varilla con gancho logrando sacar del agua el brazo de algún pescador.
Taeyang desvió la mirada sintiendo ganas de vomitar.
—¿Un pez hizo todo esto? —preguntó Mina atónita.
—Hay que preguntarle —a lo lejos Roseanne había visualizado la gran aleta del tiburón.
Mina se desmayó con solo ver el tamaño y Taehyung dejó caer la varilla de la impresión.
El director se acercó a Roseanne para mirarla como si fuera la experta del equipo. Aunque no fuera así del todo.
—Tenemos una jaula y arpones a bordo. Podemos usarlos para darle al meg en una parte blanda podemos inyectarle algo letal —explicó Taeyang el plan.
—Pero nos llevará al menos 20 minutos preparar la jaula y esa cosa se irá en cinco —intervino Jisoo.
Taeyang maldijo, la ingeniera tenía razón. En cualquier momento se les escaparía y perderían su rastro.
—¿Por qué no le ponen un rastreador? —se quitó sus gafas de sol y tomó asiento en uno de los banquitos.
Todos la voltearon a ver con sorpresa. Después de todo este tiempo, la tailandesa había dicho algo bastante brillante y útil para el equipo.
—¿Qué?, ¿No ven semana de tiburón? —los miró confundida— Les pone una rastreado, GPS o lo como sea que se llame, hasta que tienen la jaula lista.
Jungkook asintió de acuerdo con su idea.
—Podríamos poner un rastreador en su aleta dorsal.
—De nada —le guiñó un ojo coqueta a la pelirroja.
Jisoo rodó los ojos con una sonrisa. Esa chica de verdad era muy graciosa a pesar de ser algo tonta y avara.
—Sí, es una buena idea, pero ¿Cómo vamos a acercar el bote al meg, sin que nos pase lo mismo que a esos pescadores? —cuestionó Chan.
—No acercaremos el bote, ya hemos confirmado que es agresivo con los transportes —descartó Taeyang.
—¿Entonces?
Jennie carraspeó llamando la atención de sus compañeros.
—La forma más segura es ir sin un vehículo.
—Espera ¿Quieres que alguien nade hacia un tiburón prehistórico que devoró a nuestros amigos? —gruñó Jungkook— ¿Qué acaso te afectó la presión o simplemente estás loca?
La castaña frunció el ceño ofendida y se paró para encararlo.
—De hecho tonto. Uno de nosotros en el agua no es arriesgado.
—Ok, muy bien, si tú lo dices —bufó Jungkook— A ver quién será el valiente que lo hará, porque yo no voy.
Jennie miró a todos sus compañeros los cuales desviaron la mirada claramente dando a entender que no quieran.
—Échenlo a la suerte —simplificó Jisoo.
—No he nadado jamás —se apresuró a decir Lisa, ganando la mirada incrédula de los demás— Lo siento... Mi cerebro me hizo decirlo —murmuró avergonzada.
La rescatista suspiró pesado, luego se puso delante de Jennie y la miró intensamente.
—¿Estás segura de que es la mejor manera?
—En realidad no... —dijo nerviosa.
Roseanne sonrió encantadora y se acercó pasando un poco de su espacio personal.
—Si me devoran, te sentirás terrible.
Jennie juntó sus dedos indicando un porcentaje pequeño, mientras sonreía adorablemente. La rubia supo de inmediato que de ahí venía la adorable sonrisa de Somi.
—Bien, hagamos esto —salió de su burbuja para mirar a su mejor amigo bastante motivada.
[🦈]
De lejos Jennie observaba asombradas a la rubia. Lucía increíble sexy y muy genial y la vista era simplemente espléndida para sus ojos.
Ya portaba listo su traje de baño de cuerpo completo, ahora solo estaba terminando de enganchar el arnés a sus cinturón.
No fue hasta que Jisoo le dio un zape en la cabeza que volvió a la realidad.
—Toma —Chanyeol se acercó con el fusil de pesca que su compañera ocuparía— Este rifle tiene un alcance de 30 metros.
Roseanne abrió los ojos estupefacta.
—¿Solo 30 metros?
—Tendrás que acercarte antes de disparar.
—Grandioso —gruñó tomando de mal humor el arma.
—Oye, si quieres que yo vaya, lo haré —su mejor amigo palmeó su hombro.
—Yo lo haré Chan, descuida.
—Ay que bueno, porque no lo decía enserio —suspiró aliviado— Solo quería darte ánimos.
La rubia río negando y lo golpeó en el brazo.
—Cuídate Rosita —dijo antes ir con los demás.
Roseanne volteó tras sentir una mirada, encontrándose con la castaña que la observaba nada disimulada.
Sonrió encantada al ver cómo las mejillas de la bióloga se tornaban rojizas al ser descubierta.
—Espero tengas razón Kim —la miró algo nerviosa.
—También yo.
Sin mucho que esperar, saltó de la popa del bote con un espectacular clavado –según Jennie–, para después empezar a nadar hacia donde estaba el meg.
Con forme se acercaba al monstruo marino comenzaba a lamentarse de lo que estaba haciendo, pero ya no había forma de dar marcha atrás.
Debía hacerlo.
—Que idiota, que idiota soy —murmuraba una y otra vez— Debí pedirle una cita o al menos un beso de esos tentadores labios... Dios, por favor, permíteme volver a ver a esa sexy mujer.
—Roseanne —la habló Chanyeol por el comunicador.
—¿Qué pasa Chan? —en ningún momento dejó de nadar hacia el meg.
—Tu comunicador esta encendido —la rubia pudo jurar escuchar la risa de burla de todos.
—Ptm —murmuró avergonzada.
Bueno, al menos si moría, no tendría que preocuparse de pasar vergüenza y sufrir bullying.
Siguió nadando hasta aproximarse lo suficiente al megalodón.
—Estoy avanzando hacia el enorme tiburón asesino —comunicó nerviosa.
—Las señales de pánico atraen a los tiburones —habló está vez Jennie— Mantén la calma y serenidad.
—Claro... Calma y serenidad —suspiró— Voy a estar bien... Solo sigue nadando, sigue nadando.
El equipo veía a través de la computadora la ubicación de Roseanne que se alejaba cada vez más del bote en dirección del gigante pez.
—Ay no... —murmuró Lisa quien estaba ocupando los binoculares— Se está sumergiendo.
—Wow, gracias por avisar —murmuró sarcástica Roseanne que ahora no tenía vista del megalodón.
Se colocó sus goggles y se sumergió un poco para tratar de localizar al tiburón, repitiendo el proceso varias veces hasta que visualizó la cola del meg pasar a su lado.
Suprimió un jadeó de exclamación y preparó su fusil de pesca para darle al meg y que este no se volviera a alejar.
Segundos después disparó.
Jisoo pronto percibió en el radar el segundo punto que ahora era del meg circulado.
—Lo logró... —murmuró asombrada la tailandesa viendo lo mismo que la pelirroja.
—¡Lo logró, Chan! ¡Roseanne lo logró!, ¡El rastreador está listo! —avisó sonriente.
El equipo se relajó un poco al tener manera de localizar aquella bestia destructiva. Al menos así ya no sería problema encontrarlo para la siguiente fase de su plan.
El jefe de estación asintió aún preocupado por su amiga.
—Muy bien Mina, tráela a de vuelta —indicó sin despegar la vista del agua.
La mencionada que ya había sido despertada por unas fuertes cachetadas de parte de Jisoo, asintió y activó la polea para jalar del arnés a Roseanne y traerla de vuelta.
Sin embargo Jennie se alteró e intentó impedirlo en cuanto vio a Roseanne ser arrastrada.
—¡Ya basta, espera! —le gritó a Mina, quién paró el arranque— ¡Vibración no!
Todas la miraron con confusión.
—Los tiburones son sensibles y pueden detectar vibración —explicó.
Pero había sido tarde, el tiburón ya estaba dando un giro de 180 grados en dirección a Roseanne.
—Roseanne, ahora va hacia a ti —informó Jisoo revisando el radar.
—¡¿Crees que no me di cuenta?! —gritó histérica comenzando a nadar lo más rápido que podía hacia la muy lejana nave— ¡Arranquen el puto bote!, ¡Arranquen!
Miraron a Jennie como preguntándole que hacer.
—¡Ya sabe de Roseanne!, ¡Solo tráiganla! —les gritó al ver que el meg estaba a nada de devorar a la rubia.
Chanyeol arrancó el bote, mientras Mina activo de nuevo la polea para arrastrar y traer a Roseanne.
El fuerte jalón permitió a Roseanne evitar ser devorada por el tiburón que de un mordisco casi la atrapa.
Ahora era una carrera contra reloj. Chan iba lo más rápido que podía y la polea jalaba lo más rápido que podía también.
Los otros solo le gritaban a Roseanne "¡Vamos Roseanne, tú puedes!", cómo si pudiera hacer mucho.
De un momento a otro el meg se sumergió, asustando a la rubia, ya sabía que hizo eso para tomar impulso y saltar del agua en un intento de atraparla.
Pero por suerte la polea llegó a su máximo y Roseanne también salió volando por los aires con toda esa velocidad acumulada.
Rozando nuevamente con la mandíbula del meg, Roseanne aleteó como ave intentando alejarse del gigante tiburón. Creyendo que así se salvaría.
Finalmente la gravedad hizo su trabajo y el meg volvió a caer al agua, mientras que Roseanne caía dolorosamente de espaldas al bote.
Solo pudo emitir un casi inaudible quejido de dolor, mientras su equipo la rodeaba preocupados.
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