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—Es Nayeon —comentó el director— Su ex-esposa y tripulación quedaron atrapados cerca de los once mil metros.
Roseanne estaba sin expresión alguna, no quería creerlo lo que acaban de oír.
Maldito Chan, y maldita sea su increíble habilidad para manipularla.
—Temo que los atacó la misma especie con la que se enfrentó usted allá abajo —Taeyang la miró suplicante— Tengo buzos con menos experiencia dispuestos a bajar, pero siento que debo darle a mi tripulación mayores probabilidades de éxito.
La rubia seguía sin mostrar algún gesto.
—Se lo suplico Park Roseanne, por favor ayúdenos —formó una reverencia.
Pero Roseanne ya había tomado su decisión. Sabía que después de oír ese maldito audio, su conciencia no la dejaría en paz.
[🦈]
La tripulación del origin se enfocaba en arreglar la energía del submarino. La temperatura era muy baja y sin la calefacción, seguramente morirían congelados.
—Pásame esa llave —pidió Jungkook.
La piloto se lo pasó con sus manos entumidas temblando del frío.
Jungkook pudo haberlo logrado de no ser porque sus dedos dolían y terminó por tirar todo.
Suspiró intentando controlarse, ya era la segunda vez que le pasaba.
—Está bien, yo puedo —se calmó— Solo tengo que bloquear el firewall y con eso reiniciar las computadoras.
Finalmente después de varios intentos, cortó unos cables creando un corto circuito entre la máquina.
—¡Listo! —miró a su capitana— Intenta encenderlo.
Nayeon activo y presionó el botón para encender la energía, agradeciendo internamente que lograron recuperar la calefacción.
Ambos suspiraron aliviados. En verdad estaba haciendo mucho frío ahí abajo.
—Tenemos energía auxiliar —leyó el estado del submarino— Jamás podremos encender el motor, pero tal vez podemos hacer que los tanques se recuperen.
Jungkook asintió y se abrazó a si mismo buscando calentarse en lo que la temperatura se regulaba, sin embargo notó a su mejor amigo muy apartado y callado.
—¿Qué haces tomando notas?
—E-Escribo una carta p-para mi esposa.
Nayeon y Jungkook lo miraron con preocupación. No era bueno que su amigo tuviera esos pensamientos negativos.
—S-solo por si acaso.
Jungkook negó.
—No pienses de esa manera —regañó— Vamos dame ese puño guerrero —extendió el puño.
Jimin sonrió y chocó el puño con el de su mejor amigo, ambos simulando una explosión al abrirlos después de chocarlos.
Nayeon terminó de reiniciar el sistema, recuperando la iluminación del submarino.
—¿Ven? Todo va a salir bien —aseguró Jungkook.
Pero a la piloto no le gustó el sonido del exterior, nuevamente como si una corriente los rodeara.
—No...
—¿Qué? —Jungkook la miró confundido.
—Hay que apagar la lu-
Antes de poder hacerlo, un fuerte golpe los sacudió brutalmente a todos. Los tripulantes y algunas herramientas chocaron y rebotaron contra el techo, algunas paredes y nuevamente el suelo.
Todos se quejaron por los golpes, pero ambos chicos se preocuparon mucho al escuchar los jadeos de dolor sobre su capitana.
La piloto tenía enterrado un desarmador en el abdomen. ¡Y le dolía del carajo!
Sus amigos la miraron asustados, pero Nayeon se mantuvo fuerte y firme.
—Apaguen la luz —murmuró entre dientes— ¡Apaguen la maldita luz!
[🦈]
El médico se encontraba en su oficina junto a Jennie para mostrarle un vídeo acerca de la impulsividad de Roseanne, solo para hacerla ver mal y que lo que estaban haciendo era una locura por permitir que ella ayudara en la misión de rescate.
Era un interrogatorio dónde evaluaban a Roseanne sobre sus acciones y si lo que había hecho estuvo bien o mal.
Por más que Roseanne intentaba defenderse, el médico la provocaba diciendo que fue cobarde, que fue imprudente y que estaba loca.
Al final Roseanne no soportó y se lanzó contra el para golpearlo.
Taehyung pausó el vídeo justo dejando ver a la ex-capitana con una furiosa expresión y su puño en alto.
La castaña se quedó pensando un poco sobre lo que le decía y mostraba su compañero.
—¿Qué pasó ahí abajo?
—Enloqueció —aseguró molesto— Y ahora estamos enviándola exactamente a la misma situación.
Jennie suspiró sin saber mucho que decir. No sabía que creer, estaba preocupada por el bienestar de sus amigos.
No sabía si aquella ex-marina sería capaz de salvar a sus tripulación, temía que ella hiciera algo como hace cinco años atrás en esa misión fallida.
Salió de sus pensamientos cuando la mano de su compañero se posó sobre su hombro.
—Escucha Jen... Eres mi mejor amiga, estoy seguro de que puedes hacer algo para impedirlo.
El médico la miró a los ojos intensamente comenzando a acercarse a su rostro, mientras que Jennie retrocedía.
¿Estaba intentando besarla?
Para suerte de la castaña, una agitada y apresurada Mina entró a salvarla de lo que sería una disgustante experiencia.
—Disculpa Jennie —miró un poco sorprendida de ver la cercanía de ambos— Ah, perdón por interrumpir, pero te necesitamos. Es una emergencia.
Jennie quitó la mano de su compañero y se levantó de inmediato sin siquiera despedirse del médico.
Su compañero quiso ir con ellas, pero la castaña corrió a un lado de Mina hacia la sala central antes de ser acompañada.
El médico suspiró, solo quería quitarle una pestaña del ojo, pero creo que su amiga lo malinterpretó.
Él era gay y tenía novio.
La señal de alerta de impacto le había llegado a la computadora donde Mina estaba monitoreando el submarino, por lo que velozmente llamó al equipo para informarles.
Al momento de hacer un chequeo detectaron graves problemas dentro del origin.
—¿Qué pasó ahora Jisoo? —entró angustiada.
—Se está filtrando oxígeno y solo tienen un par de horas. Talvez un poco más —explicó sacando
Jennie no tuvo que pensarlo dos veces para decidirse.
—Voy a bajar.
—¿Qué? No —negaron Mina y Jisoo.
—Llevaré un deslizador, lo engancharé al origin y los subiré.
—¡¿Estás loca?! Si explotan los tanques del origin, no solo matas al equipo, tú también morirás —quiso intervenir la pelirroja.
—Tenemos que intentarlo, son nuestros amigos —se rehusaba a dejarlos morir.
La castaña no escuchó las protestas de su mejor amiga y solo marchó en dirección a la estación de los submarinos y naves.
Estaba más que decidida a no dejar a sus amigos. Jamás se iba a perdonar que algo les pasara, eran casi familia.
Siempre han estado los unos para los otros, dispuestos a hacer lo que sea para cuidarse la espalda.
—¿Mami? —la dulce voz de su pequeña la hizo frenar.
—Somi —volteó a ver a su hija con una sonrisa— ¿Dónde te habías metido pequeña pulga?
—Estuve jugando con el robot que Jisoo armó para mí —le mostró la pequeña bolita de luces de control remoto.
Jennie asintió con ternura depositando un beso sobre la frente de su pequeña.
—¿A dónde vas mami? ¿Por qué estás tan apurada? —la niña era tan lista que ya sabía cuándo algo le afectaba o preocupaba a su madre.
—Verás cariño, nuestros amigos están atrapados y tengo que ir a salvarlos —acarició su frente.
—¿Es peligroso?, ¿Puedo acompañarte? —la miró angustiada.
—Algún día lo harás, mi pequeña niña valiente —la abrazó con mucho cariño.
—Por favor ve con cuidado —la estrechó con fuerza— Te quiero muchísimo mami.
—Yo también te quiero mi niña —sintió lágrimas en su rostro. Realmente se sentía como una despedida.
Como si fuera la última vez que vería a su hija.
Tenía que alejar ese pensamiento de su mente. No iba a morir y tampoco sus amigos, volvería para estar con su hija y no dejarla sola.
—Jennie, todo listo. Ya puedes proceder —informó uno de los operativos.
La castaña alzó el pulgar en señal afirmativa dando marcha a las profundidades del océano.
A lo lejos, por la ventana del pasillo del nivel cero, la pequeña Somi observaba el deslizador poco a poco descendiendo por el mar hasta perderse en la obscuridad.
Se despidió moviendo su manita aunque su madre no la vio por estar concentrada en los controles.
Suspiró triste.
Para ser una niña pequeña entendía muchas cosas y sabía que a donde se dirigía su madre de peligroso.
Y tal cual madre tal hija, la pequeña corrió por sus plumones para después ir al lugar dónde se encontraban las otras naves y submarinos.
Ella estaba decidida a salvar a su madre por su cuenta.
[🦈]
Una vez el helicóptero llegó a la plataforma del centro de investigación, Roseanne, Taehyung y el director Taeyang bajaron a toda prisa para dirigirse a la sala médica y evaluar la condición de Roseanne.
En el camino fueron interceptados por la angustiada pelirroja y la tailandesa que se había ofrecido a acompañarla.
—Señor, surgió otro problema —pudo ver al director tensarse— Se trata de su hija.
—¿Qué?
—Tomó un deslizador para intentar salvarlos.
—¡¿Por qué la dejaron hacerlo?! —se alteró.
No solo estaba preocupado por su tripulación, ahora también tenía al Jesús en la boca por la imprudencia de su hija.
—Créame, yo no la dejé hacer nada, pero la muy mamona me ignoró por completo y se fue a hacer lo que ella quiso —gruñó la pelirroja.
Mientras el señor Kim y Jisoo discutían sobre lo que podía pasar si no se daban prisa, la tailandesa se acercó curiosa a la rubia.
Lucía como una agente profesional, toda una Lara Croft coreana, con esa ruda expresión y fuertes brazos.
—¿Tú eres quién va a salvar a las personas que están en el fondo del océano?
Roseanne ni siquiera la miró, solo continuó su camino junto a Chanyeol.
—¿Quién es esa? —preguntó a su amigo como si la rubia fuera una loca.
La tailandesa frunció el ceño ofendida.
—Soy la que paga todo eso —respondió prepotente.
—A.
La miró solo unos segundos para después continuar con Chan, que soltó una pequeña risa.
Lisa bufó indignada.
—Se ve heroica y camina muy cool, pero tiene una actitud muy negativa —murmuró hacia la pelirroja y el director.
Jisoo rodó los ojos y aceleró el paso con tal de no estar más tiempo escuchando a la tailandesa hablar.
—¿Cuánto tiempo tienen? —preguntó a los presentes
—Muy poco —respondió la pelirroja.
Roseanne volteó a observarla.
—¿Y tú eres...?
—La que diseñó todo esto —sonrió con orgullo.
—¿Mi vida está en tus manos? —la miró con diversión.
—Si así lo quieres ver, sí. ¿Tienes un problema con eso?
La rubia sonrió contagiada por la extraña vibra de la chica. Quizá le agradó porque ambas eran muy sarcásticas o cortantes en algunas cosas.
—No, tienes cara de que sabes lo que haces.
Jisoo también sonrió con diversión. A ella igualmente le había agradado la ex-marina.
Lisa gruñó mirando mal a la rubia. Ella ni siquiera llevaba un minuto ahí y ya le agradaba a la linda pelirroja.
Caminaron hacia el elevador permaneciendo en un extraño silencio incómodo todos.
Roseanne y el director se quedaron en el elevador, mientras los otros salían para preparar todo el sistema del nuevo submarino.
—Hey, Chan —llamó al chico antes de que se marchara— Has que el doctor Taehyung nos vea en el área médica.
La rubia miró de inmediato al director con inconformidad, después miró a su amigo con molestia.
—¿Taehyung? —preguntó entre dientes.
—¿No te lo mencioné? Ups... —llevó una mano a su boca fingiendo estupor, aunque claro, lo que menos sentía era culpa por su "error".
Roseanne supo que no lo dijo por obvias razones y él solo estaba haciendo el tonto.
—Eres un hijo de pe- —antes de que Chanyeol escuchará el insulto de su mejor amiga, las puertas del elevador se cerraron.
[🦈]
El ambiente era tenso entre el médico y la ex-marina. Roseanne literalmente le estaba diciendo a "muérete" con la mirada y eso incomodaba e intimidaba al doctor.
—Está en buenas condiciones, puede bajar —terminó de hacer su evaluación.
—Como la última vez que me revisaste —gruñó.
Taehyung hizo como que no la escuchó y miró en dirección de Chanyeol que entraba para informar de la situación con exactitud.
—Jennie tomó un deslizador hace 15 minutos, piensa remolcar el origin con él.
De inmediato Roseanne se sacó el medidor de presión del brazo y se levantó de la camilla. No quería que más vidas se pusieran en riesgo, ni tampoco quería cargar con más responsabilidades.
—Llévenme al submarino.
—Aún no hemos terminado, falt-
—A Nayeon se le acaba el aire y no pienso perder más tiempo contigo, así que no me provoques imbécil —lo miró con molestia— Te advierto que estamos en aguas internacionales, por lo que legalmente puedo darte una paliza, sin que me hagan nada.
El médico miró incrédulo a sus dos compañeros, los cuales solo se encogieron de hombros.
—Legalmente puede —confirmó Chanyeol.
La rubia salió de la sala médica sin querer estar un solo segundo más en la misma habitación que Taehyung.
—Suerte que no es rencorosa, ¿verdad?
Taehyung tragó nervioso. Un putazo de Roseannete mandaba a dormir por horas en cuestión de segundos.
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