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Cap.6-Las Noticias No Duran.

Capitulo Seis: Las noticias no duran.


Es media noche, supongo.

Estoy ahí, parada en un bosque, sola. Hay neblina solamente y oscuridad. La luna es la única que me acompaña, aparta de los animales que viven por aquí, los cuales producen sonidos raros.

Me sostenido del primer árbol que mis sentidos detectan y me aferró a él, como si fuera una persona.

-¡Ellie! -escucho mi nombre entre las tinieblas, la voz se escucha tan lejana que no me percate del dueño.

-¡Ellie! -

-¡Ellie!

-¡Ellie!

Mi nombre se escucha cada vez más cerca y lo único que puedo hacer es esperar que alguien aparezca, pero no hay nadie. Entonces me suelto del árbol y avanzo con seguridad hacia la voz. Pero luego la escucho en otra parte, y en otros. Muchas personas llaman al mismo tiempo y no se que camino tomar. Todo es tan confuso, pero sigo corriendo.

Hasta que alguien con una capucha negra me hace frente y yo resbalo.

-Ellie -es una voz áspera, aterradora.

-¿Quien eres?

-¡Somos nosotros Ellie! ¡Cedric y Harry! -Diggory habla detrás de mi y me volteo rápidamente para observarlos.

Están ahí, un Gryffindor y un Hufflepuff, iguales que el día del torneo, con sus uniformes, con los mismos rasguños, las mismas reacciones.

Avanzo lentamente hacia ellos, pero alguien me detiene. Es mi padre Fabián, y las lágrimas salen de mi rostro tan pronto como le veo. Con esa sonrisa juguetona y el pelo desordenado. Papá...

-Ellie -me llama el, con cariño, sujetando mi mejilla, pero alguien lo aleja de mi, esas es Mary, llevándolo a la oscuridad.

-¡Papá!

Volteo hacia Harry y Cedric pero ellos están sujetados por la persona de la capucha. Sin embargo alguien con la túnica de Slytherin y la cara cubierta, sale de su escondite. Llevándome a otro lugar.

-Ellie, ya corriste demasiado es hora de esconderse.

-¿Quien eres?

-Tu verdadero yo -la persona se quita la capucha.

Soy yo.

Después, todo se hace negro.

-¡Ahhhhh!

Abro los ojos de repente, con angustia. Siento mi pecho subir y bajar por la desesperación en la que me encuentro. Todas mis extremidades están frías del miedo y estoy segura que me he tornado a un color morado.

-Te dije que tuvieras cuidado -regaña Leah aún lado de Ginny quien sonríe al verme -. ¡Ya se despertó!

La vista se me aclara y veo que estoy en la habitación que comparto con Ginny. Ambas pelirrojas me miran atentas.

-¿Q-Que pasa? -pregunto con dificultad.

-Rodric nos siguió desde casa -contesta Leah, alzando la pobre creatura entre sus manos -. Lo encontré está mañana en mi baúl, sin embargo se escapó y lo vi arriba de ti para sacarte tus pendientes.

Tocó mis orejas sin querer para verificar mis pertenencias, dando con que todavía las tengo. Luego miro mi mano para observar el anillo, tratando de pensar en que por lo menos esa parte de mi vida no había sido un sueño.

Seco el sudor de mi frente.

-¿Estás bien? -se preocupa Ginny -¿Tuviste un mal sueño?

-Yo estoy bien -asenti restando importancia.

-¿Segura? Parecias un gusano de tubo retorciéndose -rie la pelirroja mayor -. Tienes lagañas en los ojos.

Frunzo el ceño y limpio mis ojos rápidamente para evitar el mal aspecto mañanero.

-¿Ya desayunaron?

-No, eso íbamos hacer -señala Ginny -. Aunque queríamos sacarte a Rodric primero.

-¡Es un tonto! Lo llevaré a mi baúl mientras tanto -Leah tomo su mascota -. Nos vemos abajo.

Las dos salen de la habitación para dejarme sola.

Suelto un suspiro, dándome unos minutos para procesar todo.

Claro que había sido una pesadilla, pero era raro tomando en cuenta que no he soñado con nada estos últimos días. Se sentía muy real ahí, como si ya hubiera estado en el bosque, como si hubiera vuelvo a ver a mi padre. Eso no era un sueño o una pesadilla... Era un recuerdo.

Ya con dificultad me paro de la cama y me pongo lo más decente que tengo para comenzar el día. Empiezo a escuchar los sonidos cotidianos de todos hablando o parándose para bajar a comer. Así que ya no me espero tanto y termino saliendo de mi cuarto.

La primera en ver, es Hermione. Acaba de lavarse los dientes y tiene la sonrisa brillante. .

-Buenos días, Ellie ¿Todo bien?

-Por supuesto. ¿Que tal tú?

-Ya sabes -se inclina de hombros -. Que podemos hacer.

Le brindo una sonrisa cálida para mantenerla tranquila. Sabía exactamente lo que sentía.

-No mucho, solo nos queda esperar y confiar. Estará bien, nosotros estaremos bien.

Hermione suspira profundo, sujetando mi hombro a manera de agradecimiento por el apoyo moral y decidimos bajar juntas para el desayuno.

Creo que por fin las agua se han calmado y todos parecen de un mejor humor. Sobre todo la tía Molly que ya no frunce el entrecejo molesta. Sirius y Remus platican en una esquina del comedor, ignorando que la familia de pelirrojos hacen desastre por doquier. Y con desastre me refiero a las bromas de Fred y George que le ofrecen a Leah. El tío Arthur y Bill se apresuran a comer para no llegar tarde al trabajo.

-¡No tarden en regresar! -exclama la tía una vez que los Weasley se encuentran en la puerta -. ¡Dumbledore está aquí en la tarde con el resto de la orden!

-Muy bien querida, nos vemos luego.

-Adios mamá.

Ellos se van y cierran la puerta.

Luego siento una patada de Ron que me alarma y el nos mira a todos enseguida.

-¡La orden vendrá más tarde! -nos avisa sospechoso

-Bien Ron, pero eso no significa que me tengas que golpear debajo de la mesa -regaño.

-Lo siento Ellie -se disculpa, volviendo al tema -. Pero eso significa que probablemente se organicen para ir por Harry.

-¿Y porque irían por el? -pregunta Leah dejando los juguetes de Fred y George atrás -. Pensé que estaba bien, mezclado con esos Muggles.

-Despues del ataque ya no me sorprende que esté en peligro incluso en el mundo Muggle -opine, apoyando a Ron.

Hermione asíntio.

-Es mejor tenerlo acá, con la seguridad necesaria.

-Desde un principio Harry debió estar aquí -intervino Ginny de brazos cruzados ante sus tostadas de jalea -. ¿Por qué Dumbledore no se lo permitió?

-Humm, quien sabe -le contesta Ron analizando la pregunta -. A veces Dumbledore actúa como lunático. ¿Que te puedo decir?

-Tendra sus razones.

-¡Claro que las tiene! -exclama Hermione metiendo el panqueque a su boca -. Nadie esperaría que en el mundo Muggle quieran matarlo, el que lo haga echara de cabeza a cientos de magos, es peligroso. Pero de todas formas paso. No sabemos cómo, sin embargo se hizo y ahora Harry no está seguro en ningún lugar.

-Tranquila Hermione, se te saldrán los ojos del coraje -bromea Smith y los gemelos se echan a reír.

Hermione bufa y Ron le regala una mirada de desprecio.

-Como no hablamos de ti, seguramente no te importa tanto -escupe Ron y Leah pronto se molesta.

Todos se preparan para una discusión porque observo las reacciones de cada uno. Yo miro con interés, para saber que tipo de relación llevan estos dos.

-A mi me tratan de matar todos los días en mi hogar desde que tengo once años -aclara Smith -. No es que no me importe, simplemente ya no tengo miedo de nada. Harry lo soportará, es de los míos. Lo hemos visto antes.

-Pero es una tensión difícil de soportar -interviene Granger con dureza -. La preocupación me inquieta.

-A nosotros también -la apoyo.

-Y Que tanto estamos esperando, carguen las escobas y vamos por Potter -Leah entierra el cuchillo de la mantequilla en la madera del comedor y se para heroicamente.

Todos le prestamos atención y Ginny le sonríe victoriosa.

Si es que no estuviera en pijamas aún, la tomaría enserio.

-¡La mesa, Leah! ¡La acabas de estropear! -chilla Sirius dejando la conocen Remus cuando ve el cuchillo enterrado.

-Al único lugar donde irán es a limpiar la sala -tia sale de la cocina y nos empieza a correr de pronto, aunque no acabe mi emparedado... -¡Fuera! ¡Fuera!

-¡Estos niños piensan que todo es fácil! -gruñe Sirius quitando el cuchillo de Smith.

En fin, pasamos las horas siguientes haciendo cualquier tontería mientras miramos a la ventana en busca de noticias. Cada quien hace diferentes que haceres para la casa, como limpiar los muebles de musgo o matar a las plagas, sin embargo cuando todo eso termina, nos quedamos viendo los unos a los otros, en busca de entretenimiento pero nada pasa y los únicos que se mantienen en contaste chisme son los adultos.

Es por eso de las seis de la tarde cuando escuchamos un sonido en la venta que da hacia las escaleras y vamos a inspeccionar de que se trata.

-¡Hedwig! -nos avisa Ron.

Luego nos asomamos con curiosidad.

El pelirrojo menor abre la ventanilla y toma a la ave por la pata, está entra gloriosa con una rata en la boca. Pero nadie le presta atención, solo vemos las cartas.

-Hay una para Hermione -Ron se la entrega y otra se la queda para el mismo -. Está es para Sirius.

Leah se la arrebata y baja las escaleras hacia el sótano donde está Sirius haciendo quien sabe que.

Después Ron y Hermione entran a su habitación sin decirnos nada, junto con Hedwig.

-Las noticias no duraron mucho -habla George decepcionado.

-¿Quieren ver nuestro nuevo invento? -es Fred alegre.

Ginny asiente y Fred nos enseña un par de orejas con las que estuvieron trabajando un rato.

-Ya las hicieron funcionar.

-Solo falta un par de hechizos, pero creo que llegamos al resultado esperado -nos explicó Fred mostrando como se utilizan -Estaran pronto a la venta. Miren.

George lanza una oreja hacia las escaleras, cae justo en el pasillo principal y de casualidad Leah y Sirius pasan por ahí para conversar.

Los cuatro escuchamos interesados.

-Louisa me dijo que te vera antes del inicio del curso -dijo Black un poco apagado.

-¿Ella te dijo dónde estaba?

-No, pero prefiere que te quedes con Maya por un tiempo. Tampoco sabe por cuánto tiempo se quedará.

-Genial.

Se escuchan dos pasos.

-Oye Leah, enserio lo siento.

-No Sirius, yo lo siento. Tal vez si mamá hubiera tomado otras decisiones todo sería diferente...

Se escuchan los pasos de ambos hasta desaparecer y Fred rescata la oreja antes de que Leah regrese con su habitual sonrisa socarrona.

-¿Que hay? -se cruza de brazos observando nuestros rostros.

No es necesario saber cuál es mi expresión cuando la de los Gemelos y Ginny es la misma.

No sabemos nada, pero al mismo tiempo lo sabemos todos.

¿Quien diría que estar aquí sería una enredadera de chismes?

Me muerdo el labio ignorando la tensión y decido cambiar el tema para que no sepa que escuchamos su conversación explícita con Black.

-¿Que te dijo Black? -indague completamente normal.

-Solo leyó la carta y me observo suspirando. Creo que anda en crisis paternal o algo parecido.

Entonces tragó saliva con fuerza y me acuerdo de la discusión que tuvo con Remus días antes.

¿Sirius padre?

La verdad no era algo que me imaginaba, aunque todo puede pasar.

Más adelante, la puerta de la habitación donde se metieron Ron y Hermione se abre, ellos cuentan que no les dijo nada importante, más que exigir explicaciones y confirmar lo que teníamos.

-Sirius me dijo que cuidaramos a Hedwig en lo que planean el rescate -Declara Leah -Es obvio que abra una conversación sobre eso esta noche.

-¿Y cuando será eso? ¡La lechuza no para de darnos picotasos!

Se alza de hombros cuando los cinco esperamos una respuesta.

Era claro que nadie nos diría nada, no por ahora. Pero era seguro que con la llegada de Harry, iniciarían oficialmente los problemas.

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