Cap.53-San Valentín.
Capitulo cincuenta y tres: San Valentín.
Corazones por aquí, cartas por allá y amor, amor por todas partes.
Así es, el día menos esperado por la buena Hannah Abbott había llegado ¡San Valentín!
¿Quien diría que ya hiciera mi segundo San Valentín que celebro? Aunque no con la misma persona, claro está. Pero me hace feliz pasar estos días con alguien. Antes de llegar a Hogwarts y encontrar mi nueva familia siempre pensé que pasaría el resto de mi vida sola. Aún así las cosas estuvieron complicadas estos últimos días. Susan no paraba de llorar en el dormitorio por toda la precisión social que había desde que hubo una fuga en mesa de Mortífagos los cuales mataron a la mayoría de su familia, vaya, ni siquiera yo resolvía aún lo de mi familia lo cual también me tenía un poco desanimada. De todos modos creo que Susan la ha pasado peor, así que no tenía tiempo para eso. Incluso se acercó a Harry para compadecerlo ya que el vivía esto desde primer año. Aunque el lo llevaba de lo bastante normal y ella no, Susan y Justin se quedaron en la sala común porque estaba bastante deprimida para salir. Así que esa tarde solo bajamos Ernie, Hannah y yo hacia el gran comedor.
—Le compraré una tarjeta a Susan para que no se sienta tan sola —anuncia Ernie —¿Sugerencias?
—Que sea grande y llamativa, eso le gusta a ella —dije.
—Mmm, no creo que le guste eso, ya viste a Justin —rie Hannah tratando de abrir un dulce con gelatina —Solo trata de que no tenga gases, ya ves que tiro la que le regalamos en su cumpleaños.
—Una lastima, esa era buena... ¡Incluso olía!
—No sean asquerosos —dije frunciendo el seño —Debe ser algo que la anime.
Hannah por fin abre su gelatina, pero por la fuerza cae botada directamente hacia su cara y nos reímos un poco.
—Bueno, ¿La compramos juntos?
—No puedo Ernie, hoy tengo una cita ¿Recuerdas? Día de los Enamorados.
—Oh, lo olvide. Potter te debe estar esperando —rueda los ojos él rubio —Bueno, al menos Hannah y yo la pasaremos solos juntos ¿No es así?
Hannah se limpia la cara con su suéter y hace una mueca.
—Eh, no creo... Tengo una cita.
Los dos nos miramos impresionados, ella.como respuesta se alza de hombros.
—¿Una cita? ¿Le diste otra oportunidad a Herbert Fleet?
—Oh, no, no. Herbert y yo quedamos como amigos —explica desinteresada —Se trata de Lombottom.
¿Neville? Me quedé perpleja al escuchar eso. Para empezar a Hannah no le gusta este día en lo más mínimo y luego odia a los novios a menos que sea alguno de su banda favorita... Estoy segura que Neville no es ninguno de ellos.
—¿Cómo sucedió? ¿El te invito? ¡El es de los populares! —se sorprende Ernie.
Hannah se vuelve a sonrojar.
—Ya se, es el mejor en la clase de Herbologia y nos hace ver como tontos a todos —exclama, luego recupera su postura desinteresada —Resulta que el otro día iba gastando bromas a la gente por los pasillos y en eso le arroje una bomba explosiva, no ví de quien se trataba al principio pero cuando volteó me vio horrible, parecía un zombie. Yo comencé a reír pero el no hizo nada... Normalmente esperaría a que me reclamarán o se burlaran de si mismos pero ¡No hizo nada! Así que me acerqué a preguntarle que tenía y me contó sus tragedias... Comenzó a llorar y todo eso. Yo no podía irme de ahí, mi pequeña parte Hufflepuff no lo permitiría, entonces terminamos platicando los dos y quedamos de vernos hoy... Pero no es una cita, cita, mas bien creo que se trata de una cita con el loquero. Yo escucho sus problemas y el me paga comprando la comida que quiera.
—Menos mal que tu pequeñísima parte Hufflepuff sigue intacta —brome.
—Estoy segura que cualquier Slytherin le hubiera cobrado aparte la hora de terapia —dijo ella alzando de hombros.
—De cualquier manera, me alegra mucho que hayas encontrado a alguien con quién conectar.
—Solo somos amigos.
—Pues yo creo que le gustas.
—¿Eso crees, Ellie?
—¡Por supuesto! Eres bonita, divertida y segura de ti misma.
Hannah asiente un poco más animada.
—No se, yo siempre creí que él y Smith andaban juntos —interviene el rubio, haciendo borrar la sonrisa de su amiga.
—No, nada más son mejores amigos —aclare rápidamente —ademas, Smith parece interesada en otro chico.
Bueno, eso ahora borra mi sonrisa.
—Estare bien —se da ánimos Hannah así misma.
—Diablos, ahora tengo que ir a buscar a los amigos solterones de Cedric para pasar el día con ellos —se queja Ernie.
—Aun estás a tiempo de conseguir una pareja —sugiere Abbott —apuesto que hay chicas de sobra, solo sonríe, se grosero y dales un ramo de flores, las de tercero se conforman con eso.
—¡No! Todas las chicas que me parecen lindas ya están ocupadas, Daphne Greengrass, Padma Patil, ustedes...
Me río con ternura por el halago de mi amigo pero Abbott le mete un sape.
—Estan las de tercero, te digo.
—Ya no quiero nada. Mejor me voy a buscar a Fleet antes de que se vaya. Suerte con sus citas y ojalá Neville aguante tus sapes.
Ernie se va por el pasillo principal y nosotras terminamos yendo al gran comedor donde esperamos a nuestras respectivas parejas. Neville y ella son los primeros en irse. Ambos lucian nerviosos hasta que mi amiga tomo la suficiente confianza para burlarse del suéter nuevo del chico y se fueron hacia las carrozas. Segundos después llegó Harry sonrojado.
—Hola —lo saludo con un beso en la mejilla.
—Hola ¿Nos vamos ya?
—Claro.
Harry camina junto a mi hacia las carrozas y nos vamos juntos con algunos otros chicos de otros grados.
—¿Quieres hacer algo en específico? —me pregunta un poco nervioso.
Estoy segura que es su primera experiencia de San Valentín siendo novio de alguien, por lo que no sabe que se hace... Y bueno, yo tampoco tengo mucha, pero estoy más calmada que la última vez.
—Podemos echar un vistazo a las tiendas —dije tranquilamente y el asintió.
Asi que eso hicimos, pasamos por algunas tiendas del pueblo mientras me platicaba de sus clases extras con Snape, de lo mucho que le costaba cerrar la mente, que aún no lograba bloquear que se metiera en sus recuerdos, yo trate de consolarlo y animándole a qué siguiera. Luego hablamos del Quidditch y los equipos del colegio.
—Tendre suerte el próximo año —asegure mientras salíamos de una tienda de accesorios donde compre un pequeño llavero de lazos color amarillo. —La mayor parte del equipo se va.
Harry me compro aparte una pulsera de estrellas que le había gustado para mí.
—Seguro que si.
—Ojala no te hubieran sacado del equipo, me gustaba verte volar.
Lo veo rascarse su nuca.
—Eh, lo mismo pienso, pero está bien. Me desterraron del equipo solo hasta que Umbridge se vaya.
—¿Y si no lo hace? —me preocupe.
—Algo me dice que Dumbledore no lo permitiría.
Me quedé pensando en eso mientras caminamos, hasta que se detuvo en seco y yo también. Ambos nos miramos a los ojos.
—¿Quisieras tomar algo?
—Eh, si ¿Por qué no?
Harry se quedó tieso, por lo que supe que era mi turno de elegir el lugar. En mi cabeza era buena idea ir al lugar más cercano hasta que se me borró la sonrisa cuando nos encontramos el te de madame pudipie.
—Jamas había visto este lugar —dice Harry viendo por la ventana.
—Eh, si. Yo tal vez un par de veces —mentirosa, viniste aquí con Cedric el año pasado —¿Entramos? Es lindo.
Harry asiente aunque no muy seguro.
Fue en parte una mala idea, ya que al momento de sentarnos nos encontramos a nadie más ni nada menos que a Draco Malfoy con su novia que parecían concentrados en besarse apasionadamente. Casi vomito enfrente de Harry.
Aunque no se porque me sentía nerviosa así enfrente de él, ya éramos novios pero la culpa me invadía. Ojalá que Cedric ni Cho, se aparezcan por aquí.
—No sabía que Malfoy andaba con esa chica nueva —me dice Harry que también parece que vomitara —Ron me dijo que vendía cosas extrañas y que incluso vende mi autógrafo ¿Cómo lo consiguió?
—Probablemente se lo robó a Draco —dije haciéndolo reír.
—Por cierto, Hermione me pidio verla más tarde, menciono que te trajera conmigo ¿Quieres venir?
—Por supuesto ¿De que se trata?
—No me dió más explicaciones, solamente me hizo prometer que iría, es importante.
—Espero que sea algo bueno, estoy harta de las malas noticias.
—Te acostumbras con el tiempo —dice Harry sosteniéndo mi mano —lo importante es sobre ponerse.
—Comienzas a escucharte como Black —de alguna manera eso lo hace sentirse orgulloso.
—El dice que cada vez me parezco más a papá, ojalá sea cierto.
—Entonces era un hombre muy valiente y además bueno en las artes oscuras —sonrio, acercándome más a el.
Puedo ver cómo se sonroja pero mantiene la distancia un poco.
—Sabes, Leah últimamente insiste en que Sirius y su madre guardan un secreto muy importante y bueno con lo de que tiene un hijo perdido...
—Tambien me tomo por sorpresa pero hasta ahora nadie sabe quién podría ser.
—Bueno, Leah cree que yo... —Harry me mira interesado pero me quedo a media frase cuando me doy cuenta que Draco me observa desde la otra mesa.
Sus ojos parecen arder de furia. Aunque no dura mucho tiempo hasta que Chasity se le acerca para besarse otra vez.
Harry me observa curioso y luego voltea a la dirección que apuntan mis ojos. Ve a la pareja besarse pero Draco en vez de concentrarse en su pareja, me sigue observando mientras la besa.
—Me dará náuseas —advierte Harry incómodo.
—¿Quieres ir a otro lugar?
—¡Si!
Los dos nos páramos de la mesa y nos fuimos antes de que se dieran cuenta que siquiera estuvimos ahí.
—Menos mal, salimos a tiempo —dice aliviado.
Yo me quede un poco curiosa.
—¿No te gustan las muestras de afecto? —cuestione en broma haciéndolo ponerse colorado.
—Eh, no... No sé trata de eso. Quiero decir, es extraño...
—Esta bien, a mi también me pareció incómodo.
Harry ya no menciono nada, en cambio seguimos nuestro camino hacia las tres escobas donde debíamos ir desde un inicio. En todo el camino siguió sosteniendo mi mano hasta que nos detuvimos a ver cómo alguien colgaba un cartel de "se busca" en una de las paredes del pueblo.
Se trataba de uno de los Mortífagos, Antony Dolojov, el que supuestamente había matado a mamá.
—Ellie, no tienes por qué verlo —susurra el azabache apretando mi hombro.
—No tengo miedo —conteste acercándome más al cartel.
—Se que no. Has demostrado ser fuerte.
—Lo dices porque eres mi novio —sonrio apenada.
—No, lo digo como tú entrenador de artes oscuras... Eres buena, eres estupenda de hecho y cualquiera que haya dicho lo contrario miente, hasta tú.
—La verdad, es que gracias a ti ya no tengo miedo como antes —revele, volteandome a su dirección —Me has enseñado mucho, lo suficiente para sentir confianza de que me sabré cuidar a mi misma por si pasa algo.
—Asi me gusta, práctica más y todos los mortífagos terminarán temiendo de ti —rie cariñosamente.
Yo le doy un golpecito en el hombro mientras se acerca más a mi...
Entonces sucede, se acerca a mi rostro y yo al de él. Nos besamos, nuestro primer beso como pareja.
Uno normalmente esperaría que fuera como en los cuentos de hadas, tan magnífico y romántico, con flores cayendo del cielo o un caballo llegando. Sin embargo, el momento tan cotidiano y normal, lo hizo especial porque eso definía mi relación con Harry Potter, cada momento que estábamos tranquilos era sagrado, lo inesperado ya es costumbre.
—Crei que no te gustaban las muestras de afecto —dije apenas recupere el aliento, el azabache se echó a reír, acariciando mi mejilla.
—Nadie nos está viendo.
Nos acercamos otra vez para darnos un beso más corto. Podia sentir su calidez, el podía sentir la mía, se sentía tan bien que ninguno se quería separar demasiado del otro.
—Y si me gustan, porque tú me gustas.
𓄃 𓄃 𓄃 𓄃 𓄃
Entramos a las tres escobas con un especial entusiasmo, Harry no paraba de mirarme mientras sonreía e incluso se movía demasiado ansioso. Estaba segura que buscaba cualquier mínimo pretexto para besarme otra vez, eso de alguna manera me hacía sentir feliz también.
Cuando entramos vimos a varios de nuestros compañeros, unos de los principales eran Mía y Logan a quienes ví del otro lado del bar, les salude con la mano en el aire pero Mia fue la única que me lo devolvió, Logan en cambio se volteo sin siquiera mirar. Me pareció raro al principio pero no le di mucha importancia y ahora menos cuando nos reunimos con Hermione finalmente.
—Gracias Dios viniste —solto Granger aliviada.
—Te dije que lo haría ¿Que sucede? ¿Por qué tanta urgencia?
—Arme está encuentro con el fin de que por fin se sepa la verdad.
—¿La verdad de que?
En la mesa se encontraba la chica de Ravenclaw Luna Lovegood que parecía especialmente distraída.
—Sobre la noche que regreso Ya sabes quién —dijo extasiada —Te harán una entrevista y todos podrán ver que dices la verdad.
Harry me indico que me sentará junto a el en la mesa.
—¿Una entrevista? Hermione dudo mucho que el Profeta o alguna revista quiera entrevistarme. Nadie publicará un artículo sobre eso. Estoy loco ¿Recuerdas?
—Oh, Harry. Claro que lo sé y no se trata de una revista decente pero al menos tiene lectores y estoy segura que mucha gente la comprara si tú sales.
—Perdona, pero el sofista es una revista decente. Ha contribuido mucho a la sociedad de los espaganos... —interrumpe Luna con la mirada perdida, muy segura de lo que dice.
—¿Es la revista de tu padre no es así? —pregunte y Luna asintió con orgullo.
—Si, papá apoya a Harry, además demostrará que el profeta solo publica cosas que le conviene.
—Hermione... ¿Estás segura de esto? —dice el azabache con mucha urgencia —Bueno, quien me entrevistará.
—Esa es la otro noticia.
Hermione se quedó callada un buen rato hasta que otra persona se poso enfrente de la mesa, al principio crei que seria la mesera. Pero nos dimos la sorpresa de que se encontraba la mismísima Rita Skeeter ante nosotros. Se veía diferente, más desalineada, más desnutrida y sin ese glamur grotesco que la acompañaba. Además apestaba a cigarrillo.
—Oh, pero si es el famoso Harry Potter ¿Cómo te trata el deceso a la fama?
—Mejor que a usted, creo —contesto Harry perplejo —Hermione ¿Que hace ella aquí?
—Se ofreció a hacerte la entrevista.
—¿Me ofrecí? Yo cobro cariño, es un trabajo decente.
—Si, la paga es no ir a Azkaban ¿Que te parece?
Rita la mira con desprecio.
—Vamos Hermione, creo que le podemos dar algo, luce hambrienta —digo discretamente.
La mujer suelta un quejido cuando me ve, pero en vez de parecer molesta, le emociona, como si tuviera un chisme importante para su revista.
—Ah, pero si es la chica Prewett ¿Cómo está tu noviecito? ¿Cedric Diggory?
Ahora yo soy la que hace una mueca.
—Ya no es mi novio.
—Oh, que pena. Debí suponerlo, pobre muchacho, aparte de que le quitan la victoria pierda a la novia. Debió ser duro. Pero ¿Que hay de ti Potter? Te debió ir excelente después de eso, salir en el profeta cada semana. ¿Sales con alguien? ¿Ella es linda?
—Eso no le incumbe —protesta Hermione —Venimos a hablar de otra cosa, no de la vida amorosa de Harry.
—Oh, por favor. Puede ser un dato interesante —dice levantando las cejas —¡A no ser! ¡Ah, por Merlin! ¿Cómo no me di cuenta antes? Todo lo que supuse anteriormente era cierto. Ustedes dos tienen una relación. Lo ví venir, denme más detalles.
Rita se inclina muy interesa por nosostros. Santo cielo, ella tenía razón después de todo. Harry si estaba enamorado de mi y yo terminé con Cedric.
—Ire por bebidas —dije levantándome de mi silla —¿Quieren algo?
—Un Jeréz de calabaza extra caliente con miel, querida —pide Skeeter que comienza a sacar su equipo de trabajo.
—Ya que.
Cuando vuelvo con las bebidas Rita empieza a hacerle preguntas sobre la noche en que Voldemort regreso. Así que Harry le cuenta absolutamente todo. Cada mínimo detalle, desde el comienzo del torneo, el hecho de como me aparecí repentinamente, el duelo que tuvo con él y cuando escapamos. Incluso ella lucia tan impresionada por el suceso que no se atrevió a dar otro comentario indecente. Cuando por fin termino, le tomaron una fotografía y Rita se despidió.
Luna dijo que pronto saldría la edición con Harry de portada, solo hacía falta esperar y así lo hicimos.
Mientras cuando regrese a mi dormitorio esa misma noche, me encontré con una caja de chocolates junto con una nota.
“Tan solo si las cosas fueran diferentes, hoy tu estarías en mi mesa o yo en la tuya, pero no, nunca lo permitiras, solo soy el monstruo que vive bajo tu cama, ahi me quedare para siempre.”
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