Capitulo cuarenta y ocho: Doble Agente.

—¡Ey! ¡Me estás lastimando! —reclamo a Leah Smith quien me ha tomado desprevenida.

—Date prisa que se nos escapa.

—¿Quien?

Ya ni me tomé el tiempo de reclamar nada más, le seguí la corriente como de costumbre cuando hace algo espontáneo.

La pelirroja lidera la persecución a lo que parece un chico alto, castaño, quien llevaba una elegante túnica y zapatos bien pulidos. Cuando lo alcanzamos habíamos llegado justo al comedor principal de San Mungo. 

—¡Jackson espera! —manda Smith tomando el hombro del chico haciendolo voltear.

—Que sorpresa, señorita Smith es un placer volver a verla —saluda el castaño cortes —Buenas tardes y déjame desearte una feliz navidad ¿Que te trae por aquí?

—Deja de actuar, tenemos la misma edad y nadie es tan educado. Además la verdadera pregunta aquí es ¿Tu que haces? Cada vez que te veo pareces un sospechoso. En lugares inoportunos.

Jackson hace un ademán de burla a la pelirroja.

—Es un hospital, cualquiera puede estar aquí, no es nada sospechoso.

—Entonces ¿Que haces? —inquiere Leah a la defensiva.

—Primero que nada, debería ser más amable y presentarme con los desconocidos —dice el chico de ojos azules viéndome, acto seguido extiende la mano —. Un placer, Jake Jackson para servirte.

—Ellie Prewett —sonrei torpemente, aceptando su mano. Ya se, ya se, estoy en una relación pero eso no me impide observar un poco.

Es un modelo ¿Esperaban otra reacción? ¡Es guapísimo!

—Ellie, bello nombre —guiña el chico y yo solo puedo reprimir un suspiro —Ahora si, respondiendo a tu pregunta Smith, yo vengo aquí para ver a los señores Weasley, nada más.

—¿Vienes de parte del ministerio?

—No. Vengo departe de la Orden obviamente.

Mi cara se torna en confusión.

—¿Eres parte de la Orden? Pero cómo, si anteriormente vimos una entrevista en dónde apoyas a Cornelius Fudge con el tema de Ya sabes quién —dije.

El ojiazul se mueve, nervioso.

—Veo que no ha quedado claro, le dije a tu amiga que estaba trabajando como un señuelo, un agente doble para Dumbledore. Estoy de su lado.

—Sigue sin quedarme claro —advierte mi amiga —, hablaste mal de Dumbledore y Harry en ese estúpido artículo.

Jake rueda los ojitos tan lindos que tiene y extiende una mueca de desagrado.

—Eso fue para quedar bien a los ojos de Fudge. Dumbledore me dió esa orden, pero no pienso darte ninguna explicación o convencerte de que me creas. Toda la Orden ya lo sabe y tú no importas mucho ahí.

—Vaya, la cortesía desapareció de repente.

—Es que no se de qué otra manera puedas entender Smith.

—No me das buena espina. La Orden no nos dejó entrar por nuestra edad y tú no pareces muy mayorcito que digamos.

—No somos nadie para cuestionar las decisiones de Dumbledore. Tengo una misión y la cumpliré así que si no les molesta, señoritas. Debo retirarme.

—Antes de que te vayas —lo detiene ella —¿Cómo te enteraste lo que pasó a Arthur Weasley?

El joven basila antes de hablar.

—Lo publicaron en el profeta —contesta obvio —Un gustó conocerte Ellie, no es por nada pero tu novio era mi favorito para ganar el torneo del año pasado. Una lastima lo que sucedió.

Inclina la cabeza, se despide y se va por el largo pasillo estrecho frente a nosotras.

—Vaya, quiero decir, está vez parece que ganó la discusión —le hice saber a la chica.

—No es gracioso Ellie, ese tipo no me agrada.

—¿Por qué? Es muy guapo.

—Sigue con los chistes —rueda los ojos, acercándose a la barra de comidas —. Una vez que lo conoces en persona todo el atractivo se va. Tiene algo raro, lo noté la primera vez que lo ví.

Me detengo un minuto observando cómo pone comida en su bandeja. Estamos en el comedor principal que fue la idea desde un principio pero con tanto lío nos hemos perdido.

—¿Te refieres a esa vez que te lo encontraste en Hogsmeade?

—Exactamente. Las personas famosas no son lo que parecen después de todo.

Yo tomo una taza del estante y le hecho uno de esos sobres instantáneos que calientan el agua al mismo tiempo que expiden el sabor de hierbas. Ambas nos sentamos en una mesa libre.

—¡Que va! Si parece que le gustas —dije con un tono de picardía.

Rápidamente se atraganta con un cacho de ensalada. Mirándome irritada. Solo quería burlarme un poco de ella y parece que lo he logrado, aunque si note algo.

—¿Que le gustó? ¡Ja! Para nada. 

—Por favor, no soy la única que noto esa química que tienen en el aire —me río un poco, haciendo que la chica se ruborize enseguida, entonces me ataca con el tenedor.

—¡Basta que no es gracioso Ellie!

—Ahora entiendes lo que siento cuando me insinuas que medio Hogwarts quiere conmigo cuando no he cierto.

—Pero que vengativa.

—Eso fue por lo de hace rato —dije alzando las cejas —. Lo de Crackfford.

—Tu ganas —dice desviando la mirada —Ya dejaré eso de lado. Aunque quitando las bromas, Jake Jackson no es para nada un tipo al que me agrade tener cerca.

Pensar que al inicio del curso todas suspirabamos por sus fotos y ahora podría dibujar bigotes en sus pósters fácilmente. Sirius ya nos lo había advertido.

—Oye —hablo, llamando su atención —¿Que es lo que pasó en Brasil con tu madre? Creo que Sirius no ha mostrado una buena cara después de eso.  

La pelirroja se ve decepcionada y vaya que la entendía, de igual manera me había quedado con varias preguntas sin contestar apretando mi pecho.

—Lo lamento pero no quiero hablar del tema en este momento.

—De acuerdo —dije comprensiva, dándome cuenta que aquellos ojos marrones se ponían vidriosos —, no te disculpes.

Desde ahí nos quedamos calladas y nada más puedo escucharla soltar un par de suspiros hasta que de sorpresa llega el trío de oro y Ginny.

—Ey ¿Que paso con ustedes? Las perdimos de camino al pabellón —reclama mi prima sentándose a mi lado.

—Nos distrajimos con algo y acabamos aquí, por suerte —contesta Smith —¿Y que hay de ustedes? ¿Por qué tienen las caras pálidas? A excepción de ti Ron, tu siempre te has visto así.

Mi primo le lanza una mueca y va directamente a la comida.

—Nos encontramos con Neville —es Hermione en tono lastimero. Yo me preocupo enseguida.

—¿Dónde?

—En el pabellón, seguimos a Lockhart por puro compromiso y mientras hablaba de él encontramos a Neville de visita.

Dejo escapar un sonido de alivio.

—Ah me temía lo peor.

—Era el piso del loquero, básicamente —explica Ginny y Harry asiente, tomando una taza de té.

—Oh, así que ya se enteraron —afirma Leah.

Es que nada me estaba cuadrando.

—¿Tu ya lo sabías Leah?

—Desde el verano de primer año, Hermione.

La castaña ahoga un gemido de lamento y miro a Harry para que me dé un tipo de explicación.

—Se trata de sus padres, están aquí en San Mungo de recidencia permanente. Se volvieron locos por un ataque de Bellatrix Lestrange con una maldición imperdonable.

Escuchando todo eso, dejo escapar un lágrima que es apenas notoria, así que la quito de mi rostro rápidamente y agachó la cabeza.

Pobre Neville, con lo buena persona que es no merecía esto. Pobres de sus padres quien aún siguen convida pero parece lo contrario. Tenía mucha empatía con ese tema, por lo de Cedric. Si bien sabía que el olvido era algo doloroso, las esperanzas de vida seguí ahí.

—Pues si Neville aún está aquí —dijo Leah limpiando su boca con una cervilleta —Sera mejor que vaya a verle. Se pone triste en estás fechas.

Había olvidado que eran mejores amigos, así que nadie se opuso. La buscaríamos después cuando sea hora de irse.

—

Por cierto, la realidad es que Leah y yo nos encontramos con Jake Jackson hace rato —solte de la nada, llamando la atención de los demás —, vino para ver a los tíos.

Ginny frunció el ceño.

—¿Quieres decir que Jackson está aquí? 

—¿El idiota que hablo mal de Harry en una revista? —dice Ron con enfadó pero su hermana lo ignora.

—¿Que hace aquí? ¿Por qué quiere ver a nuestros padres?

—Crei que Leah se los habría dicho antes. Se supone que es una especie de agente doble, trabaja para Dumbledore.

Hermione nego rápidamente dando a entender que ninguno estaba enterado.

—¿Y por qué Dumbledore lo querría de su lado? —arremete Harry celoso —Es a mi quien necesita de su lado, ni siquiera quiere mirarme a los ojos para escuchar lo que digo.

Ay, pobre Harry. 

—No se trata de ti Harry —razona Hermione dejando de lado su té —, Dumbledore de alguna manera querrá despistar a Cornelius Fudge, ahora que no lo quieren en el ministerio.

—Pero tiene suficiente gente que trabaja con ellos —apoya Ron —Lo que menos necesita es un adolescente en La Orden, además, con su edad pensé que no podría pertenecer. ¡A nosotros nos han exiliado!

En eso tenían razón.

—Debe tener habilidades que nosotros no —se alza de hombros Ginny y luego me mira —¿Entonces es tan guapo como en las revistas ese tal Jackson?

Diablos, no me pregunten eso. Tengo un novio enfrente que parece que estallara de furia.

—¿¡Habilidades!? —grita Harry. Se los dije —¡Yo soy quien tiene visiones sobre Voldemort no se que más necesitan!

—¡Tranquilo compañero! —lo calma Ron pidiendo apoyo con la mirada.

—Debe ser un tema más superficial —dije de repente —No se trata de ser fuerte o poderoso, eso es lo que menos importa.

—Ellie, si eso no importará, Voldemort no le tendría miedo a Dumbledore.

—¡Pero no digas su nombre!

—¿Que es lo que tanto me quieren ocultar todos ellos? —explota en irá, tanto que sus amigos como ya están acostumbrados no lo enfrentan.

Pero ahora que éramos una pareja podía tomarme la confianza de hacerle ver sus errores.

—Ya basta Harry, no eres al único que le esconden cosas. Así que no explotes contra nosotros porque no tenemos culpa.  Jackson solo es un peón en este tablero al que pertenecemos todos. Dumbledore sabe lo que hace. ¡Así que ya no te quejes!

Me cruzo de brazos con cara enfadada haciendo que Hermione y Ron me miren impresionados, Ginny está orgullosa y Harry avergonzado.

—Eh, vale —dice sentándose.

Vaya con que facilidad lo he dejado callado.

—Y si, Jake Jackson es aún más guapo en persona.

Hey Honeys is me 💙

Comenten que yo las leo y así me motivan a continuar.

¿Que quieren ver más adelante?

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