Capitulo treinta y siete: El León y La Serpiente.

El Ejército de Dumbledore había sido por mucho una de mis motivaciones principales para mantenerme de pie estos últimos días. Aunque no eran consecutivas, un día a la semana bastaba para mantenerme desinteresada y segura pese a las clases de la odiosa profesora en la cual aprendimos solamente palabras nuevas.

Con las lecciones de Harry varios habíamos mejorado bastante. En lo personal me tomo dos días enteros desarmar a Hannah con el expeliarmus aunque a ella le fue fácil desde el primer día. Pero como sea, nunca pensé ser capaz de hacer algo así y mucho menos cuando ví a Logan el día de la pelea con Draco hacerlo, creí que eran hechizos muy avanzados, pero nada es imposible con Harry de instructor. Hablando de el, no hemos pasado tanto tiempo juntos como quisiéramos. Entre los TIMOS a la vuelta de la esquina, las exigencias de la Suma Inquisidora y las prácticas de Quidditch que sostenía el equipo de Gryffindor. Nuestros encuentros se resumen solamente a despedirnos cuando acababan las reuniones del ED. Pero me mantenía positiva pese a la distancia y los distractores como Cedric o mis amigos Slytherin.

—Toma una ¿Que te parece? —pregunta Hermione un sábado por la mañana antes del partido de Quidditch de Gryffindor contra Slytherin.

—Bonita, pero ¿Para que quiero una moneda? —digo viendo la pequeña rueda de bronce entre mis manos.

Estaba sentada en la mesa de los Leones, era un poco temprano para llenarla de todos modos y mis amigos aún no venían a desayunar. Por eso me encontré con Hermione y Leah.

—No es cualquier moneda —rueda los ojos la castaña —Observa bien. En las esquinas tienen una numerología que significa la fecha de creación, pero aquí tiene un hechizó para cambiar cada vez que se requiera, la utilizaremos para anunciar las próximas fechas de las reuniones del ED. Se pondrá caliente cada vez que eso suceda, para mantenernos alerta.

—Wow.

—Asi que será mejor tenerla en nuestros bolsillos todo el tiempo —advierte Leah entusiasmada. 

—Nadie sospechara nada, de lo único que tendrás que preocuparte es gastarlo por error.

—Vaya Hermione, esto es increíble —digo guardando la moneda en mi túnica —. Si que piensas en todo.

—Oh, no fue nada.

—Los chicos de séptimo se sorprendieron porque hiciste un hechizó difícil que incluyen en los ÉXTASIS —la halaga Leah y yo sonrió en su direccion —¡Fue todo idea tuya!

—¿Enserio Hermione? ¿Cómo se te ocurrió? —pregunto interesada mientras ella se sonroja por la vergüenza y el orgullo de ser tan inteligente.

—Me inspire en el llamado que tiene el que no debe ser nombrado con sus Mortífagos por medio de la marca tenebrosa. Es lo mismo, solo que en vez de tatuajes un par de monedas. Ya sabes, con el hechizo multiplicador.

—Por lo menos ya sabemos quién pasará sus exámenes dignamente —digo con cierta admiración mientras Hermione se hace modesta.

—Hablando de prodigios en Hogwarts ahí viene el hijo pródigo del Quidditch —nos avisa Smith señalando la puerta principal —Aguarda, Ellie ¿De que lado estás?

—Gryffindor, por supuesto.

—¡Muy bien!

Cómo dice Leah, Harry viene entrando al gran comedor con una apariencia bastante relajada, no es su primera vez en algún partido o presentándose enfrente de todo el colegio y a lado de él viene mi primo. Tan verde como la primera vez que comió el estofado de Kreacher.

—Por todos los Dragones extintos Ronald, luces igual que las larvas verdes de mi jardín.

—Cierra la boca Leah no estoy de humor —dice Ron con asco.

—Era un halago, las larvas son muy competentes pero ya me diste a entender que tú no.

—Lo que necesitas es comer —sugiere Harry tomando asiento aún al lado de mi en el comedor.

El chico aprovecha que su mejor amigo está tan distraído que no nos ve, solo para tomar mi mano debajo de la mesa.

—Debo estar chiflado para hacer esto —murmura el pelirrojo —¡Chiflado!

—No pienses eso —Potter le pasa el cereal —Es bastante normal estar nervioso en tu primer juego.

—¡Si! ¿No recuerdas el primer partido de Harry? —apoya la otra pelirroja haciendo que Ron la mire —El pobre no comió en dos días por los nervios y termino ganando el partido después de una gloriosa caída que casi lo mata... Bueno mal ejemplo. 

—Manten el control —replica Hermione echando una mirada de reproché a su amiga —. Antier hiciste una buena patada, hasta Fred y George dijeron que fue genial. 

—¡Eso fue un accidente! —se voltea Ron a verla —No pretendía hacer eso, ni siquiera en la práctica del lunes cuando casi caigo de la escoba.

—Bueno, unos cuantos accidentes como ese y te aseguro que ganaremos la copa.

—Ademas eres excelente en causarlos. 

—¿Y si no tengo tanta suerte durante el partido? ¡Estaré frito!

—Tranquilo Ron, sea cual sea el resultado estaremos orgullosos de tu desempeño —digo con una sonrisa calmada —. Permanecer en el equipo ya significa algo ¿Sabías que es muy difícil entrar?

Veo a Harry humedecer sus labios, riendo a mi dirección.

—Para empezar ni siquiera estaba seguro que entraría al equipo, creo que ese fue mi problema. ¡No debí hacer las pruebas!

Dejo soltar un suspiro, derrotada.

—Hola —una voz vaga pero frágil se escucha detrás de nosotros. Cuando volteamos en grupo, nos damos cuenta que se trata de una chica platinada que permanece al ED, del mismo curso que Ginny.

—¿Que tal Luna?

—Estoy apoyando a Gryffindor —dice Luna señalando innecesariamente a su gran y llamativo sombrero que adorna una enorme cabeza de León demasiado realista —¿Quieren ver lo que hace?

La chica saca su varita de la túnica y da un pequeño golpecito a la nariz del animal, haciendo que emita un gran rugido ensordecedor que incluso chicos de otras casas se voltean a ver asustados.

—¿Genial no? Quería que se comiera una serpiente para representar a Slytherin pero ya no hubo mucho tiempo —vuelve a hablar con tanto orgullo —De todas maneras... ¡Buena suerte Ron! 

Los cinco nos quedamos con la boca abierta un rato. Incluso me siento un poco torpe de no tener nada conmemorativo de Gryffindor que le pido su Jersey a Harry y me lo presta sin resistencia alguna, ignorando que Ron nos vea pero al parecer está muy ocupado mirando el cereal.

—¡Chicos los veo en los vestidores en diez! —grita Angelina Johnson capitana del equipo, desde el otro extremo de la mesa y desaparece con el resto del equipo.

—Sera mejor que te lo lleves ya —dictamina Hermione tocando la espalda de Ron —Para que tenga tiempo de asimilarlo.

Al final los cinco nos paramos del comedor ya que el partido comenzaría pronto.  El primero en tomar ventaja es Ron quien camina como si no tuviera un rumbo fijo y Hermione lo persigue, Leah se queda un momento atrás para charlar con Ginny que acaba de llegar y le entrega algo.

—Cuidate mucho —digo a Harry cuando nos quedamos solos en el pasillo.

El me mira.

—Ya he vencido a Dragones —me dice tranquilo —. No será problema un partido de Quidditch común.

—Prometeme que tendrás cuidado. 

—No quiero que te preocupes, siempre que pasa algo malo me salgo con la mía ¿O no? 

Me muerdo el labio. Sonaba como una exagerada, pero el trauma no es tan fácil de superar. Él hecho de pensar que podría perder a otra persona por un evento mal planeado me hacía cortos circuitos.

—Si —afirme no muy convencida.

—Ellie, estaré bien así que tranquilízate un poco y disfruta del partido —dijo agarrándome de los hombros —Sere cuidadoso en el campo y ningun profesor permitirá que suceda una tragedia.

—La última vez que alguien me dijo eso termino mal —murmure tomando su brazo.

Había dicho algo que me quemaba por dentro, pero era la verdad. Tanto que Harry noto lo que significaba para mí y lo incómodo que era tocar el tema.

Sus ojos miraron a los míos y sin mucha importancia a los demás, acaricio mi cabello con delicadeza. 

—Se que es complicado para ti confiar en estas cosas —articula comprensible —, pero yo no tengo miedo y eso es suficiente para prometer que todo estará bien.

No es suficiente.

Aún así termine asintiendo para darle la seguridad de que estaría bien. En ese instante de nuestra relación no sabía si le importaría mucho pero demostró que si, con la mirada que se iluminó.

—Nos vemos después del partido, cuando gane.

Eso me hizo dudar más.

—Más vale que lo hagas, mi casa quiere entrar a las finales.

—Lo prometo.

El se ríe de una manera dulce antes de voltear para seguir el camino, pero lo detengo tan pronto me doy cuenta que duele verlo irse.  

—¡Harry! —el voltea y yo corro hacia el, entonces me acerco y planto un fuerte beso en su mejilla. Haciendolo sonrojar.

—Ellie ... —enuncia sorprendido.

—¡Buena suerte!

Su estado de ánimo cambia abruptamente de un chico relajado a alguien más bien torpe, porque camina eufórico hacia el campo de Quidditch sin dejar de tocar su mejilla. 

Aún no tenía muy seguro si lo que sentía por él era amor, pero comenzaba a gustarme esa sensación que creaba en mi. Igual de cálida y fluida.

Cuando estoy a punto de regresar al gran comedor, veo a Draco Malfoy que espera en una esquina del castillo, con su uniforme de Slytherin y la escoba más reciente que haya visto en todo Hogwarts. Siempre más impresionante una cosa que otra. 

—Tenias que ser una estúpida cursi, ¡Buena suerte San Potter! —imita mi voz una vez que lo caché espiando —¿Que a mí no me darás un beso para ganar el partido?

—Buena suerte para ti también —digo serena —Contra Harry es obvio que la necesitarás.

—¡Ja! Con el nuevo equipo que tienen lo dudo. Será mejor que pongas atención entre la multitud, prepare una sorpresa para tu querido Primo que apenas puede volar un escoba decente.

—Pues a ti parece que no te sirve la que tienes, por mucho que te costara.

Cruzo mis brazos dispuesta a irme pero me detiene.

—¿Y que si yo gano?

—Bien por ti, supongo.

—Enserio ¿Que tal si como recompensa por ganar me das un beso como Potter?

Al escuchar esa insinuación me hierve la sangre de las mejillas y me pongo colorada. Besar a Draco Malfoy era lo último que se me venía a la mente. No podía con esa imagen rondando por mis pensamientos, simplemente no podía.

—No sé por qué piensas que haría eso.

Pero su cara impredecible y de burla, me hace creer, por supuesto, que se trataba de un chiste.

—Vamos, ¿Enserio estás con el? ¿De verdad te gusta? ¿Ya superaste al príncipe William tan rápido? Ese estúpido chico de Séptimo grado que se cree un caballero de la corte real. Es ridículo.

—Deja de hablar así de Cedric.

—Oh Cedric, tu si recuerdas su nombre pero el a ti no, es una lastima, eran una pareja terrible de todas maneras. Me pregunto que pensará si se entera que lo cambiaste por otro chico así de rápido.

—No le interesa, terminamos hace mucho.

Draco hace una cara de dolor.

—¿O es que acaso tampoco sabe que fueron algo? —el chico juega con el liston de su escoba —¿Que reacción tendrá si se lo digo? No creo que le afecte, es decir mírate, eres una simple porllocera, alguien completamente olvidable.

—No harías eso.

—Pruebame.

—Me estás colmando la paciencia.

—Solo te estoy molestando —inclina sus hombros —. A final de cuentas eso me encanta.

Estoy a punto de abrir la boca para contestarle pero siento que hay alguien detrás mío moviendo sus brazos desesperadamente.

—Prewett ¡Adivina quién me acaba de mandar una carta! —interrumpe para mí buena suerte —Es mamá, ella la mando con... Umh no sabía que estabas con Malfoy.

—Smith tiempo sin verte, saludame a tu hermano ¿Quieres? —articula el rubio con sonrisa orgullosa.

—Mejor saludamelo tú, al parecer pasas más tiempo con el que yo.

—Puede ser, mi padre está muy pendiente de ustedes —acepta el chico levantando la cejas —. Cómo sea, será mejor que me vaya ahora sí quiero llegar temprano para tirar de su escoba a cierto huérfano. No vemos Prewett.

—Ach, ¿Que le pasa? Es un estúpido forrado del mismo material sintético que mi hermano —reniega la pelirroja —. En lo que estaba, Ellie. Me llegó una carta desde Brasil.

La chica extiende el sobre.

—¿Es de tu madre?

—¡Aja! Apareció de la nada en medio de la sala común.

—Sera mejor que la leas, puede ser importante.

—De hecho te quería pedir que la leyeras conmigo. No estoy lista —me pide —Sea lo que sea que se trate de mi madre, no lo estoy.

La miro comprensiva. El hecho que me lo pida me pone alegre porque eso significa que realmente me estaba agregando a su círculo.

—Si. Apoyaré en lo que pueda.

—Gracias —dijo tomando mi mano —. Vamos al partido, está por comenzar.

Cuando llegamos la mayoría estaban puestos en las gradas con sus banderas de cada equipo. Nosotras alcanzamos un par de asientos junto al sector de Hufflepuff. Entre los asistentes aparece Cedric con Cho Chang sentados a unas tres bancas de distancia.

Ambos cruzamos miradas pero solo me saluda amablemente con la mano y yo finjo mi mejor sonrisa. Luego me siento al lado de Smith.

Ella abre la carta.

—¿Que haces? Creí que la querías leer en privado.

—Exactamente —extiende la hoja —Aquí todos están concentrados en el partido que en nosotras, además hay mucho ruido. Acércate.

Para mí hijita Leah:

Te escribo para mantenerte al tanto de mi, he estado muy bien por si te lo preguntas e igual pienso en ti todo el tiempo, ¿Cómo estuvieron tus primeras clases? Apuesto que son muy asombrosas como las mías en mi época cuando asistía a Hogwarts, claro que las cosas han cambiado muchísimo. De todas formas no quiero que me respondas podría ser peligroso, ya que Black me ha dicho que interceptan a las pobres lechuzas. Así que mando esta carta con el elfo que conoce a otro elfo que conoce a otro elfo que trabaja en las cocinas de Hogwarts y es probable que no sospechen de él, ya que los elfos no reciben correo. Si esto está destinado a llegar a ti, entonces la encontrarás en tu sala común. Yo permazco bien aquí, tu abuela me ha dado un puesto de maestra en Castelobruxo y me sirve como incógnita mientras me escondo de los Mortífagos. Por lo que espero puedas venir aquí para las próximas vacaciones de Navidad, ni se te ocurra volver con tu padre o hermano, ambos están muy metidos en la magia oscura y es probable que Zack haya tenido su iniciación como un fiel seguidor. Ya sabemos que no te conviene, tampoco a tus amigos. Hablando de ellos ¿Cómo están? Probablemente tu amiguito Harry la esté pasando mal, así que apoyalo ¿Y que tal esa chica Prewett? Espero saber un poco de ella y cuáles seran sus pasos, Sirius me comenta que es una buena chica pero no estaría tan segura del todo, mantente alejada lo más que puedas y si puedes recopilar información sobre ella, más vale que me la digas cuando nos veamos. Sirius puede que confíe en ella, pero confía aún más en ti, eso lo se de sobra. Ya te irás enterando de más cosas sobre nosotros ahora que has crecido. 

Con cariño, mamá.

—Lo siento Ellie—su cara está pálida de vergüenza —No sabía que decía eso en lo absoluto. De todas formas no pienso hacer nada de lo que pide.

La pelirroja dobla la carta y la mete en su bolsillo. Mientras tanto yo solo la observo sin saber cómo reaccionar.

—Al parecer no le agrado.

—No, no lo haces —me da la razón —. Pero creo que esto tiene que ver con el hijo perdido. ¿Por qué te tiene tanta confianza si apenas te conoce?

Me lo estaba preguntando igual.

—Si, y sobre todo ¿Por qué te tendría más confianza a ti que a mí? ¿Eso que significa?

La veo abrir los ojos, algo se le ocurrió.

—Que tal si he cierto, Ellie. Que tal si tú eres su hija.

—¿Y que tal si tú eres su hija? Leah.

—¡O más bien dicho, somos sus hijas!

Eso podría ser genéticamente imposible, a menos que Sirius haya sido un mujeriego de lo peor y se acostara con nuestras madres. Entonces tendría sentido que fuéramos medias hermanas, pero no creo. No nos parecemos, las fechas no coinciden y estoy tan segura de decir que soy hija de mis padres como me llamo Ellie Margaret Prewett.

—Weasley no atrapa las pelotas
y por el aro se le cuelan todas.
Por eso los de Slytherin debemos cantar: a Weasley vamos a coronar. Weasley nació en un basurero y se le va la Quaffle por el agujero. Gracias a Weasley vamos a ganar, a Weasley vamos a coronar. A Weasley vamos a coronar. A Weasley vamos a coronar. Y por el aro se le cuelan todas. A Weasley vamos a coronar.

A medida que inicia el partido un estruendo de voces originarias de Slytherin comienzan a cantar una rima que llama nuestra atención.

Sobre todo a mi, ya que nombran a mi primo quien está volando con inseguridad a los cielos.

—¡Oh, no! —exclama Leah poniendo atención —Trataran de discraer a Ronald mientras juega, desde aquí parece que va a vomitar.

—Esa no sería la primera vez.

El partido sigue con tanta distracción de parte de los Slytherin que se enfocan en cincronizar sus voces. 

—¡Eso es fraude!

—¡Buu, saquen a los Slytherin! —gritan varios chicos de Hufflepuff en las gradas.

Todo pasa muy rápido, los jugadores de un lado a otro y las voces de los demás se combinan creando un caos. Hasta que vemos un Crabbe bateando una de las pelotas voladoras hacia Harry que se concentra en atrapar la Snitchs. Entonces este cae y mi corazón da un vuelco enorme.

¡No te mueras Potter, me lo prometiste!

—¡Harry murió! ¡Lo noquearon! —avisa Susan señalando al joven que cae en picada.

—Acabo de presenciar un suceso histórico —exclama Hannah sorprendida —Que bueno que tengo una historia interesante para contarle a mis hijos. Si es que los tengo vivíos, es que no soy muy responsable.

—No estaría tan segura Abbott —replica Leah mirando el campo con atención —¡Se mueve! ¡Está vivo! ¡Tiene la Snitch! ¡Ganamos!

El alumnado completo se levanta en regosijo al ver a Harry alzando la pequeña esfera dorada mientras que los Slytherin callan pronto su ridícula canción. Los aplausos se escuchan, los gritos también e incluso nos damos abrazos de felicidad.

Pero al parecer cantamos victoria demasiado pronto.

Parece haber una pelea entre los equipos y ya sabrán quienes están involucrados principalmente.

Me tarde en actualizar pero puse más palabras para recompensar los días que desaparecí.

Mañana prometo actualizar. Por favor díganme qué les parece el desarrollo de la historia, creen que va muy lento?

Gracias por sus comentarios de la última vez, me animaron mucho y trataré de esforzarme más por todos ustedes que siguen leyendo a pesar de todo.

Equipo de Gryffindor
O
Equipo de Slytherin

Y no me refiero a Quidditch 😏

Lxs amooooooooooo
Bye💙