Capitulo treinta y tres: Peleas, Peleas y ¡Más peleas!

—¿Sobre que? —pregunto con el ceño fruncido.

—Ya no te hagas la tonta —contesta rodando los ojos —. Te dije que íbamos a hablar y ya llegó el momento. Más vale que te hayas preparado. 

Cedric sigue ahí plantado, aún lado de mí.

—Pues no me prepare. Porque no se de lo que hablas.

Draco se cruza de brazos y rueda los ojos un poco irritado. Pero no tan irritado como las otras cientos de veces.

—¿Y este que hace aquí? —dice cuando se da cuenta que Cedric se encuentra presente. Lo que resulta ser muy malo, ya que Draco sabía que tenía una relación con él y es capaz de recordarlo solo para molestarme, así que me pongo nerviosa —. Ah, ya me acordé quién eres. El idiota de Hufflepuff que perdió la memoria por ir a una prueba, estúpida con gente estúpida.

—Un gusto, Cedric Diggory —se presenta el castaño cortez, incluso alzando la mano.

Draco le ignora.

—Se como te llamas, por desgracia. ¿Por qué no te largas ya? 

—Ehm, ¿Disculpa?

—Oiste lo que dije príncipe William, será mejor que te vayas ahora, nos estás interrumpiendo —escupe amenazador, pero Draco no se le acerca demasiado. Diggory es más alto, más fuerte y claramente perdería una pelea —. Tuviste tu oportunidad. Lastima que no lo recuerdes, así que lárgate.

No puedo adivinar la reacción de ambos en ese justo instante, estoy tan concentrada en evitar que Cedric se entere de nuestra relación por palabra de Draco. Así que empujó el dorso de Draco y lo hago retroceder, este se impresiona pero no dice nada.

—Pero no le preguntaste si te podías acercar —declaro el castaño, un poco incómodo por la actitud del rubio.

— ¿No sabes quién soy yo, eh? Te lo explicó, soy Draco Malfoy así que no necesito pedirle nada a nadie.

—¿Y tú no sabes quién es ella? Te lo explico también, es una mujer —Cedric se pone frente a frente —. Ella ni siquiera ha aceptado hablar contigo ¿Por qué no mejor te vas tú?

—No me digas que hacer, Diggory.

—No te estoy diciendo que hacer, solo te sugiero que seas más amable con las personas. Sobre todo si es una chica, porque se ve que tus padres no te enseñaron modales.

—¡Cierra la maldita boca!

Draco da un paso adelante y con un jalón, saca todo mi cuerpo de enmedio de ellos dos. Así que chocó contra la pared un momento y Cedric se da cuenta.

En lugar de confrontar al Slytherin, viene hacia mi, mientras que Malfoy procesa en su mente lo que acaba de pasar.

Yo no estoy lastimada ni nada, así que me incorporo nuevamente para dejar a Cedric tranquilo.

—Cedric, será mejor que vayas —le hago frente y frunce el ceño —. Acabo de recordar que si tengo un asunto que resolver con Malfoy.

El aludido sonríe victorioso.

—Ellie ¿Estás segura?

—Si, lo resolveré.

El castaño se queda un momento analizando si debería irse o no, pero le insisto con la mirada.

—Bien, pero cuando llegues a la sala común hazme saber cómo te encuentras. 

—Prewett no necesita que la cuides —murmura el rubio con desden pero lo ignoro.

—Lo prometo —digo asintiendo lo más tranquila posible hacia el Hufflepuff.

Así que al último Cedric lanza una mirada inquisidora y se va. No sin antes voltear un par de veces para asegurarse que nada malo pase entre Malfoy y yo.

Ahora que estamos solos, me siento de alguna manera más vulnerable.  Draco ya había demostrado varias veces lo duro que puede ser y si había algo que no le agrada, estaba segura que saldría del hospital directo a San Mungo. La última vez que estuvimos solos los dos juntos no termino nada bien.

—Ya, de que quieres hablar. 

El chico ahora a cambiado su estado de: ego, macho, arrogante. A una aura más coqueta y seductora.

Diablos ¿Que le pico? ¿Que es lo que quería decirme?

—Es un imbécil, viene aquí a dar lastima solamente ¿Estaban tratando de regresar o que?

—No le digas imbécil —defendi molesta —, y no es algo que te importe.

—Tranquila, nada más quería saber que estaban haciendo. 

—Esto es ridículo ¿De eso se trata? Pues mejor me voy.

Comienzo a avanzar pero el rubio me detiene de pronto. Hasta veo que sostiene una risa nerviosa de la emoción, lo cual no comprendo mucho.

—Para de actuar, me fastidias —el chico acomoda su túnica mostrando el suéter negro que acomoda perfectamente a su torso bien delineado, sacando un sobre color celeste. Aún sigo sin entender —. Al principio me pareció muy cursi por las palabras y los estúpidos corazoncitos pero déjame decirte que terminaste por sorprenderme. Así que te gusto, eh.

Lo miro, luego miro la carta. Lo miro a él y luego a las demás personas en el pasillo para ver si escuchaban lo mismo que yo.

—Eh, no tengo idea de lo que me estás diciendo.

El rubio suspira.

—Siempre supe que te gustaba y con la carta  me lo ha confirmado. La verdad es que yo...

No lo dejo terminar, simplemente no puedo.

—¡No puede ser! —me tapo la boca con las manos, conteniendo mi carcajada —¡Enserio! ¿Creíste que yo...? ¡Es que no puedo! Draco, yo no te mandé ninguna carta.

Quita la sonrisa de su rostro.

—¿Que? ¿Y está?

El rubio me extiende la tarjeta y pronto me acuerdo de ella. 

—Yo no te mandé esta carta —afirmo viendo el sobre celeste que le había dado a Logan para que se la diera a él desde la semana pasada —. ¿Por qué pensaste que me pertenecía? Yo jamás... Tu a mi jamás... Malfoy, enserio. Nunca me gustaste y me gustaras. Eres un monstruo ¿Por qué creerías que yo quisiera estar con un monstruo?  No estaría contigo aunque fueras el último hombre en la tierra.

Fui franca, lo sé.

Aunque no considero haber sido dura. Ya me había hecho tantas cosas que estaba segura que se lo merecía, así que no me sentí mal por él. Pero el hecho de ver su rostro sin ningúna expresión, me hizo pensarlo un poco ¿Acaso estaba enamorado de mi realmente? No ¿Verdad?

Debería tener problemas psicológicos si lo pensará. Alguien que te quiere no te trata mal como el lo hace.

Así que queda descartado. 

—¿Es una broma?

—No lo sé —me alzo de hombros —. La chica nueva me pidió que te la diera, así que se la di a Logan para que me hiciera el favor, pero veo que no tenía dedicatoria ni nada. ¿Cómo se llamaba? ¡Ah, si! Chasity Baker, le pertenece a ella.

Malfoy está rojicimo, no sé si de la furia o más bien la vergüenza por confunder todo esto. Sin embargo a mí me produce mucha risa, es que no me veía a mi misma enamorandome de él. Eso era imposible.

—¡Maldita sea! ¿De que te ries? —exclama Draco molesto y toma mi brazo para azotarme contra la pared como lo había hecho anteriormente. Solo que ahora sujeta mis hombros y su cuerpo está tan cerca del mío... —Te parece gracioso ¿Verdad? Burlarte de mi en mi cara. Cómo si no supieras lo que soy capaz de hacer.

Draco era notablemente más alto que yo, podía sentir su pecho en mi barbilla, y su barbilla en la coronilla de mi cabeza. Así de cerca. Tanto que me costó mirarle a los ojos con un poco de miedo que emanaba en ellos. Por lo que fui constante al verlo, el parecía imponente y yo solo podía querer llorar ahí mismo por la fuerza que ejercía sus manos entre mis muñecas que comenzaban a arder del dolor. Poco a poco se ablandaba pero a pesar de mi miedo, yo no lo hice.

—¿Y que eres capaz de hacer?

Lo estaba retando, lo sabía. Estaba jugando con el ego más grande de todo Hogwarts y me pareció ignorar eso. Podía salir lastimada gravemente de aquí, sin embargo quien cargaría con la culpa sería el, por un largo tiempo, porque se que Draco Malfoy es así de horrible, pareciera como si no le importará pero en verdad le duele todo. Yo solo saldría con heridas superficiales, se borrarían en algunos días y me olvidaría del tema. Draco no.

Senti como su cuerpo se acercaba aún más a mi y entonces bajo la cabeza.

—¡Alejate de ella! —alguien interrumpe la acción de Draco. Y sale de su varita una luz azul electrizante que manda a Malfoy lejos de mi —¡Flipendo!

Yo giro rápidamente y me pongo atrás de Logan, quien es el que ahora me brinda protección y su espalda es el lugar más seguro después de esta pelea.

Draco cae sentado y con la impresión más grande, saca su varita y comienza un duelo de magos jóvenes.

—¡Everte Statum! —conjura. Logan sale disparado hacia el otro lado del pasillo.

Esto es un van y ven de puros hechizos entre los dos. Un duele tan limpio y elegante  incluso casi siento que mi cuello se romperá si sigo volteando a ambos lados para ver cómo se hacen daño.

—¡Petrificus Totalus! —grita Crackfford y Malfoy lo esquiva.

—¡Fluctus!

—¡Tarantallegra!

—¡Impedimenta!

—¡Expeliarmus! —el castaño mueve la varita en un movimiento ágil. Así que el arma de Draco sale volando, dejándolo indefenso.

Ah, pero obviamente no se iba a rendir. No tan fácil. Una vez que Logan cacha su varita victorioso, Draco no se espera ni un segundo, sigue caminando en nuestra dirección, arremangando su túnica y cuando está cerca.

«¡PUM!» un limpio puñetazo en la cara.

Logan suelta ambas varitas, como si fuese mucho mejor arreglar esto a golpes y ambos acaban en el suelo, metiendo puñetazos, patadas, pude alcanzar una jalada de greñas y uno que otro mordisco.

—¡Es suficiente! ¡Déjense en paz! —imploro mientras trato de separarlos. Pero no soy tan fuerte como para separarlos. Así que les apunto con mi varita —¡Petrificus Totalus!

Pero en un movimiento, Logan es el único afecta contra mi hechizó y Draco aprovecha para montarle ensima y golpearlo. El idiota casi le rompe la cara. 

—¡Por las barbas de Merlin señor Malfoy! —exclama Mcgonagall que aparece de la nada junto con una chica de tercero y el profesor Snape. De momento que bueno que no aparece Umbridge, esto hubiera terminado peor —¡Alejese de Crackfford!

Draco no escucha nada, pero Snape es el encargado de hacerlo entrar en razón con un movimiento de varita. El rubio es lanzado al otro lado y Logan despierta del transe.

—Ustedes tres me darán explicaciones ahora mismo—exige Snape trayendo la misma cara de siempre.

—Eh...yo... —no puedo articular ninguna palabra, no porque estuviera en shock por la pelea, ya había visto cosas peores. Más bien me preocupaba el estado de Logan, quien sangraba a mares incluso diría que luce deforme —. No lo sé.

Mcgonagall hace un pujido en tono de ofensa.

—Ella no tuvo la culpa, profesores —contesta Logan, con dificultad.

—Señorita Prewett sera mejor que acompañe al señor Crackfford a la enfermería. Ahora mismo —manda Mcgonagall —. En cuanto a usted, señor Malfoy nos dará las explicaciones.

—Diez puntos menos a Slytherin y cinco a Hufflepuff —gruñe Snape antes de irnos.

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—Sujete esto en su cabeza —me pide Madame Pomfrey, sujetando un pañuelo en la coronilla de Logan mientras le quita la sangre del rostro —. Iré por El tónico decinflamante, quedé aquí.

La enfermera escolar sale por la entrada y se pierde en el estante de brebajes y remedios. Mientras yo trato de hacer precion en la emorragia del chico.

—Ay Logan, no desviste hacer eso. Mírate, estás herido.

—Si no me dices que tengo fisuras probablemente no me habría dado cuenta —dice con sarcasmos.

Me parece sorprendente lo fuerte que está, cualquiera ya se hubiera desmayado.

—Lamento que te golpeara tan duro.

— Tu siempre te las arreglas para lastimar a los chicos—se alza de hombros, viendo como gotea su oreja izquierda —. No directamente, por supuesto. 

—Pobre, tienes una contusión y no sabes lo que dices.

El cataño produce una risa ligera.

—Si se lo que digo, porque eventualmente no soy el único que ha terminado así por ti.

Bueno, eso en todo caso era cierto, así que no reprocho su comentario, pero si otra cosa.

—¿Por qué lo hiciste, Logan? Se que somos amigos, pero Draco también. El es tu hermano.

Logan baja la mirada un poco triste. Sin siquiera responderme, solo eligiendo la respuesta del silencio, la cual ya decía mucho.

—Logan ¿Hay algo mal?

—Lo hice porque me importas, Ellie. Y eso es lo único que te voy a decir al respecto.

Sonrió con calidez.

—Vaya, me haz sorprendido.

—No planeaba hacerlo, sin encambio puedes decirme la razón. Querida.

—Eres el primer chico que lo dice así de directo. Los otros se han complicado bastante.

El hace una especie de carcajada.

—Ellos son estúpidos, por suerte nadie compara mi intelecto. Y es por eso que se muy bien lo que tratas de hacer. Manipularme para decirte lo que se.

—Bueno, si no quieres hablar de eso está bien para mí, pero en verdad me intriga del porque Draco y tú parecen peleados. Es decir, siempre fuiste como su hermano ¿Que les pasó?

—A veces los hermanos también pelean —suspira con pezades, sin mirarme —. Draco es este chico que lo tiene todo fácil y parece que es un juego su vida misma, se siente como si alguien lo protegiera y por mucho que no lo aparente es fácil de maquinarlo y su padre lo ha hecho por años. Sin embargo para un huérfano como yo, las cosas son más claras, ya deberías saberlo, se siente desolación por mucho que tenga una familia que te apoye. No puedes confiar en absolutamente nadie así de fácil.  Yo simplemente no puedo dejarme llevar por la corriente y el si. Draco tomo una decisión que apoya algo con lo que yo no estoy de acuerdo.  Aunque se supone que debería estarlo.

—¿Por qué?

El Slytherin traga con dificultad.

—Los Malfoy me acogieron como su propio hijo, sobre todo Ciccy, la madre de Draco. Ellos me dieron un techo, comida, básicamente una familia que creí perdida y ahora es imposible creer que lo estoy traicionando por no pensar igual.

Luego recuerdo que Lucius Malfoy, el padre de Draco, había sido uno de los principales servidores del señor oscuro.  Estuvo ahí esa noche...

—Logan —lo llamo, intentando que me mire a los ojos, un poco dudosa por lo que diré —¿Esto tiene que ver con el señor oscuro? ¿Con su regreso?

Crackfford tiene una expresión dura.

—No puedo decírtelo, lo lamento Ellie.

—No esperaba que lo hicieras de todas formas.

—Solamente puedo advertirte que te cuides —dice seguro, sin titubear, tomando mi mano en confianza absoluta —. Porque lo peor está por venir.

Me había dejado sin aliento.

Si esto era muy malo, no me imaginaba lo que preparaba el futuro, para ninguno de nosotros.

TEAM CEDRIC
TEAM DRACO
TEAM LOGAN.

Por favor comenten que les está pareciendo la novela porque me estoy esforzando en continuar 😭🙏 

Que les gustaría ver más adelante?
Que piensan de las peleas?

Es todoooo
Lxs amooooooooooo
Bye 💙