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Cap.30-Ni siquiera amigos.



Capitulo treinta:Ni siquiera amigos.


Justin y yo estamos parados en medio del campo de Quidditch. Con el resto del equipo de Hufflepuff y unos más que quieren audicionar para entrar al equipo como nosotros.

—¡Buena suerte! 

—¡Ustedes pueden, muchachos! —nos animan Hannah, Susan y Ernie desde las gradas, levantando los pulgares con fervor. 

La verdad es que nos vemos bien chistosos. Justin lleva una camiseta deportiva de Herbert Fleet con un pants de algodón negro y un casco de protección que le queda grande. Mientras que yo llevo un Jersey de Hufflepuff que me prestó Heidi Mcavoy y parece que nado en el. 

Estamos tan rigidos como las gargolas del colegio. Pero enserio espero que nos vaya bien. Solo hay dos puestos.

—No te preocupes Ellie —me calma Justin seguro de si mismo —. Ron Weasley entro al equipo de Gryffindor y estuvo peor que nosotros en las prácticas.

Le hago una mueca de disgusto porque creo que voy a vomitar.

No es ninguna sorpresa que Cedric Diggory está en el equipo y más aún es el capitán. Claro que se sorprendió de verme entrar al campo pero también se alegro y me regaló una sonrisa divina. Aunque eso hizo con todos, solo para demostrar que no tenía ninguna preferencia. 

Lo bueno es que si se acuerda que lo salve de la muerte para futuras referencias. Jejeje.

—Mira quien acaba de entrar al campo —me señala Fletchley con su dedo.

—¿Quien? —volteo rápidamente hacia la carpa principal donde se encuentran los vestidores y lo veo.

Se trata de Harry Potter, que se acerca un poco cauteloso, ignorando las miradas impresionadas de los otros.

—¡Hola! ¿Que haces acá, no tienes castigo con Umbridge en diez minutos?

Solo de verlo sonreír me acuerdo de la ridícula vestimenta que traigo y me sonrojo.

—Eh, si. Lo que pasa es que Ron me contó que hoy era tu audición para el equipo de Hufflepuff, así que vine a desearte buena suerte.

—Vaya Harry, eso es muy lindo de tu parte —le digo sonriendo y de reojo observo a Hannah imitar la reacción torpe del azabache.

—Buena suerte entonces —anima el Gryfindor un poco apenado pero con las mejores intenciones —. Espero te den el puesto.

Con esto Harry inclina la cabeza y se va del campo.

—Ellie, oh Ellie. Eres tan bella. Me desago antes tu dulzura —se burla Hannah desde las gradas y para mi suerte Cedric Diggory le presta atención.

Por un momento ve a Harry, quedándose congelado y entrecerrando los ojos hacia su dirección en una forma de entender el contexto de nuestra conversación. O eso creo. Sin encambio al poco rato de Harry desaparece, el castaño se voltea sin mucho interés hacia otra dirección.

Entonces la prueba comienza. Cedric nos indica que subamos a la altura de los aros y simulemos estar en un partido real. Los de equipo estándar contra los novatos. A ver quién gana.

Yo asumo el papel de cazadora y trato de quitarle la Quaffle a Michael Corner pero resulta ser tan rápido que me distraen sus maniobras en el aire. Luego estaba Justin como guardián, esquivando varias bludgers a duras penas, es que de hecho parecía un himan de golpes viviente, ya que había amenazado con caerse de la escoba como cinco veces durante el partido.

Estuvimos de escoba en escoba, mostrando nuestras mejores actitudes mientras que Diggory observaba con detenimiento cada uno de los movimientos en el partido. Cuando en un intento de volver esto más interesante, Heidi saca su bat para golpear la pelota voladora y justo cuando cruzó hacia el otro lado del campo. El bat golpea mi cabeza.

Solo escucho el sonido de mi cráneo contra la madera sólida del bate, antes de caer en picada y terminar en el suelo, estampada como calcomanía.

—¡Soldado Caido, Soldado caído! —exclama Ernie que se pone de pie tan pronto me ve torcer de dolor.

Solo Heidi, Justin y Cedric bajan de sus escobas para checar mi estado, los demás siguen en el aire observando la escena.

—¡Cuanto lo siento, Ellie! ¡No me di cuenta de que ibas volando atras de mi! —se disculpa la castaña.

—¿Ellie? ¡Yuju!

Sin siquiera verlo venir, siento como un par de brazos me levantan para poder ver mi estado. Seguramente se trata de Diggory porque se sienten musculosos y firmes.

La cabeza me duele horrible pero no veo nada de sangre derramarse por mi frente. Así que la destapó y abro los ojos para ver con detenimiento a los tres chicos que se encuentran enfrente de mi.

—¿Que sientes? ¿Te duele algo? ¿Tienes un hueso roto? —pregunta Cedric insistente.

—¿Sigues viva?

—Por supuesto que sigo viva —me queje ante Justin que parecía más bien aterrado de ver mi frente —Solamente me duele la cabeza.

Quiero sobar mi frente pero Cedric trata de impedirlo antes que regrese a la zona afectada.

Su suave mano toca la mía haciéndome sentir escalofríos, aún más de los que sentí cuando acababa de caer por la escoba. Pero el está más pendiente en mi salud que ignora el hecho de que acabamos de tener contacto físico.

Lo que se me hace raro, es que ya no siento las mariposas. Solo un leve ardor en el pecho. 

—¡¿Cómo está?! —pregunta Herbert desde el cielo.

—¡Está bien! ¡Solo tiene un chichón en la frente! —responde Diggory observandome.

Tan pronto escucho eso, hago de lado su cuerpo que me rodea completamente y busco un ángulo más discreto para enrojecerme de la vergüenza.

¡No me podía estar pasando esto!

Acomodo mi fleco para evitar las miradas de las otras personas, pero es muy tarde porque a estas alturas ya todos vieron el chichón e incluso se burlaron de él.

—¡Será mejor que bajen chicos! ¡La prueba ha terminado! —les grita el líder sin esperar a que bajen. Luego se dirige a mi —. ¿Segura que estás bien? Puedes tener una contusión y es mejor que te llevemos a la enfermería. Ahora.

—No, no —detuve de pronto —Me siento bien, tu lo dijiste, solo fue un golpe. Así que no te preocupes.

Se ve inseguro, tanto que ladea la cara para poder darse chance de ver mi golpe. Quien sabe si lo hace por morbo o porque de verdad se preocupa.

—Vamos, te llevaré solo por si acaso.

—¡No!

Esto se sentía aún peor que al principio. Me refiero a la situación con él. Porque en un principio fue fácil que me ignorara, pero ahora que tratabamos de entablar una amistad formal, se sentía aún peor.

Estar cerca sin sentir nada, preocuparnos el uno por el otro sin ser nada.

No podía con esto, simplemente no podía.

Dolía. 

El ojigris me jalo del brazo un momento hasta que me safe de su agarre y se detuvo en seco.

Los demás prestaron atención.

—Ellie...

—Gracias por preocuparte —me excuse —. La realidad es que estoy bien. Si es que tengo algún síntoma iré a la enfermería más tarde. Lo prometo.

—Quiero estar seguro de que...

—Deja de insistir —le dije fingiendo irritación —. Cedric, no lo hagas en una manera de recompenzarme, no me debes nada solo porque te salve. Ni siquiera somos amigos.

Al escuchar esto último por fin me suelta el brazo. 

Así que, con el dolor en mi pecho y la sorpresa de haber dicho aquello que no me mantenía orgullosa. Doy la vuelta sobre mis pies para irme del campo lejos de las miradas atónitas de todos. Incluso mis amigos que estaban como espectadores se quedaron congelados.

Había sido ruda, lo sabía, pero si seguía con esta farsa de la buena amistad me podría cobrar factura.

Solamente quería que me viera por lo que era, no por lo que hice. Cómo si se sintiera en deuda y preocuparse por mi era la mejor manera de pagar.

Me metí a las duchas y trate de comprimir mi llanto cuando escuché a las demás chicas del equipo entrar a los vestidores.

—No puedo creer que le dijo eso.

—Que desconciderada es. Todavía que Cedric le tiene lastima, se atreve a rechazarlo. No dudo que ella lo haya votado cuando estuvo débil. ¡Ah, pobre Cedric!

—Una niña de Quinto grado llamada Pansy Parkinson me contó que Harry Potter la había manipulado para enamorar a Cedric y hacerle eso en la competencia, apropocito. ¡El profeta decía la verdad!

Apagó el agua caliente y me quedo inmóvil un rato. Hasta que escucho un baúl cerrarse con fuerza.

—Todo eso son chismes —dice la voz de Heidi quién era amiga cercana de Diggory —. Eso no fue lo que paso y les consta.

—Pero la gente dice...

—¡A nadie le importa lo que la gente diga! —exclama ella —Ellie y Harry Potter salvaron a Cedric, eso es lo que asegura él y casualmente estuvo ahí. Así que guarden sus comentarios para otra parte si no quieren que Cedric se entere. Porque no le agradara saberlo.

Escucho como la chica se mete a la siguiente regadera y las voces paran.

Cuando por fin salgo de ahí. Encuentro a los chicos en la entrada del castillo y me hecho a llorar en el hombro de Susan.

—Es que fuiste muy dura —murmura Justin en un afán de recalcar mi error mientras caminábamos por los pasillos, una vez que me sentí tranquila.

—Ya lo sabe —reprime Hannah —No tienes que hacerla sentir peor. Tarado.

—Esta bien, Justin tiene la razón. Fui una desgraciada. 

—Lo que no se —dice Ernie pensativo —Es que si se sintió mal por lo que le dijiste o porque TÚ se lo dijiste.

—Yo creo que ambos —concuerda Justin —. Después de eso, no le hablo a nadie en los vestidores e incluso fue grosero ¡Cedric nunca ha sido grosero!

—Quedo claro que le hice daño ¿Podemos cambiar de tema? 

Mis amigos se quedan callados, apretando la boca para reprimir otro sonidos saliendo de su boca. Así que comienzo a dilerar la caminata a quien sabe dónde.

Hasta que veo a Leah caminar con un libro enorme en las manos, acompañada de una sonrisa victoriosa.

—¡Ellie Prewett! —llama mi atención —¡Eres la hija de Sirius Black!

Abro los ojos con tal sorpresa que incluso me apresura a ver a los chicos para adivinar si han escuchado algo. El cuarteto se encuentra confundido.

—Ah jajaja, Leah que chistosita eres —la empujó cuidadosamente hacia el otro lado —. Los alcanzo más tarde

Ellos finalmente se van.

—¡Tengo pruebas!

—Leah Smith ¿Que te ocurre? ¡No puedes ir gritando esa información como si nada! 

Sigue sin quitar la sonrisa.

—Ven, iremos a la biblioteca para mostrarte.

La chica quiere tomar mi mano pero lo impido. Creo que no noto mis ojos inchados por llorar.

—¿Y si dejamos esto para otro día? No me siento muy bien.

—No seas ridícula, Ellie. Esto es importante.

Abro la boca para contestar, pero la imagen de un chico platinado me quitan las ganas.

Draco se aparece derrepente desde el otro lado del pasillo. Al verme, lanza una sonrisa juguetona y levanta la mano para saludarme. Aunque, una vez que se encuentra cerca, frunce el entrecejo.

Seguramente ya me vio en el peor de mis estados, por lo que estoy segura, comenzará a burlase.

—¿Que diablos te paso, Prewett? —pregunta molesto —¿Quien fue?

Estoy nerviosa.

—Pensandolo bien —digo a Leah, ignoramdolo —Si quiero ir.

Ahora yo soy la que tomo la mano de la chica para salir disparada hacia la biblioteca dejando a Draco Malfoy atrás.

Probablemente está confundido. Seguramente no tanto como yo, con su actitud de estos últimos días hacia mi, pero si lo suficiente para hacerse preguntas más tarde.

Lo mejor es evitarlo, también.

Antes de entrar a la biblioteca, detenemos el paso y dejamos transcurrir nuestra respiración normal.

A la señora Prince no le gusta el ruido sofocante en el lugar de estudio.

—Muy bien —digo sentandome en una de las mesas más reconditas —¿Que querías mostrarme?

—¡Esto! —La pelirroja azota el gran libro en la mesa para poder tener mejor visión, así que señala el título escrito en grandes letras doradas —Alumnos destacables de Hogwarts. Lo encontré en la sección de biografías en la espera de encontrar algo de los Black, por supuesto no encontré mucho sobre Sirius, pero si esto. Página 118 del párrafo dos.

Con mi varita apunto el libro para que caiga en la página que me piden sin siquiera moverme.

—No se entiendo porque una fotografía del tío Humberto de Hannah tiene algo que ver —digo observando la fotografía del chico sin su meñique a lado de la planta caníbal.

Sigue igualita.

—¡Esa no! ¡Está! —el dedo de Leah apunta una sección de Quidditch y ahí la veo.

A mí madre, Rosemary Denoire.

—Leah, es mi mamá.

Ya sabía que estaba en el equipo desde el año pasado, en la sala de trofeos, pero me había impresionado bastante verla en otra foto. Sonriendo con ganas en medio de un campo y con el uniforme del colegio. Tan bella.

—¡Ya se! Está escrito su nombre junto con sus logros —me informa —es una Master en el Quidditch. Rompió varios récords para Hufflepuff y también fue Prefecta.

Un leve sentimiento de satisfacción se introdujo en mi.

—Mejoro mi día.

—Aunque eso no es lo que quería que vieras. Observa el fondo de la foto.

Quito la mirada de mi mamá que se mueve y veo el fondo con más atención. Hay varios chicos atrás de ella, pero me llama la atención un chico de melana abundante que se asoma en la foto y también sonríe, saludando a mamá.

—¡Es Sirius! Ellie, Sirius conoció a tu mamá.

Tragó saliva un poco impactada por la noticia. Aunque fuese obvio que se conocieran jamás creí que serían cercanos y mucho menos porque Sirius no me lo contó.

—Leah ¿Sabes que esto no prueba nada? También salió con tu madre.

—Si, pero para la fecha que salieron de Hogwarts mamá luego luego se casó y tuvo a mi hermano. Unos años después a mi. En ese entonces debió salir con alguien.

—¿Y eso que?

—Ellie, sinceramente ¿Sabes algo del pasado de tu madre? —me quedé callada. Desde que ella murió, papá nunca hablo de ella y luego se casó con Mary —. No te pareces confuso.

—Lo que me parece confuso es que nuestras madres se hayan liado con el mismo tipo.

—Bueno, Sirius era un buen moso... Sin esos dientes amarillos y el cabello desordenado.

—Es que, aún nos falta investigar un poco. ¿Que tal si no es así?

Ella rueda los ojos.

—Sigue negando tus raíces.

—¿Que tal tu? —digo reprimiendola —Yo también tengo sospecha que puedes ser su hija y tengo mas pruebas. Para empezar Sirius sigue perdidamente enamorado de tu madre, tu padre y tú hermano no te quieren del todo y Sirius es sobreprotector contigo.

—Si eso crees. Entonces por qué no le preguntamos quién de las dos es su herencia y dejamos de rompernos la cabeza.

La miro irritada.

—No podemos hacer eso.

—¿Lo ves? 

Suspiro pesadamente. Las hormonas de la felicidad que me había imavadido por ver la foto de mamá, desaparecen. Haciendo que recordara los del campo de Quidditch.

Soy un completo desastre.

—Hola chicas ¿Que hacen? —pregunta Hermione asombrada de vernos en la biblioteca.

Ambas nos miramos y rápidamente cerramos el libro de alumnos destacados. Regalando sonrisas forzadas.

—Ah, no mucho. Estudiando un poco para los TIMOS.

Hermione me regala una sonrisa emocionada pero luego de ver a Leah frunce el ceño.

A ella no le cree.

—Ya enserio.

—¡Bien! —rueda los ojos Leah —Le estaba comentando la idea que tuviste el otro día. Sobre las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras.

A la castaña le brillan los ojos y gracias a eso me cuenta su gran plan que tiene.

Al parecer Harry será un increíble maestro de DCAO ilegal.

Problemas, aquí vamos de nuevo.

Ya se viene el drama y como se que les gusta, voy a poner más drama.

Con que hay un triángulo amoroso entre las madres de las chicas y Sirius... Que galán.

TEAM CELLIE.

TEAM HELLIE.

O TEAM DRALLIE.

¿Quien creen que sea hija de Sirius? Yo si creo que sea alguna de las dos eh.

¿Cedric se sentirá lastimado?

¿Draco hará algo al respecto?

¿Harry es guapo?

Sigan leyendo para más información.

Las amooooooooooo

Bye💙

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