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Cap.10-Doxys.





Capitulo diez: Doxys.

Al final todo salió según lo planeado.

Después de la charla que tuvieron, en la cual casualmente fuimos expulsadas, Hermione vino a la habitación y nos contó lo que se platicó. No sin antes regañar a Leah por la locura que hizo en contra de Sirius, aunque este milagrosamente no termino afectado.

En resumen, Voldemort regreso por un arma extraña que necesita para culminar su regreso. Dijo que era tan importante y que los de la orden también buscan esa arma para impedir que los malos tomen la ventaja.

Después de eso Harry no hizo más preguntas y satisfechos se fueron a dormir, como darle un dulce a un bebé para quitarle el capricho. Supongo que funciono.

Por la mañana del siguiente día, mi tía nos obligo a matar la plaga de Doxys que se escondían detrás de las cortinas, en el cuarto de dibujo. 

Ya ahí, esperábamos las instrucciones necesarias mientras Molly leía un libro sobre plagas.

—Ellie —me llama Harry entrando a la habitación. Los demás se distraen entre sus conversaciones.

—Ah, Harry ¿Que tal?

El pelinegro se alza de hombros un poco tímidos. Es seguro que jamás tendremos una charla normal, no después de lo que presenciamos esa noche.

—Solo quería preguntarte cómo está Diggory.

Acomodo mi postura para quedar frente a frente y le sonrió triste.

—Bien. La verdad es que no lo he visto desde el incidente pero ya salió del hospital —conteste lujubre. Potter me mira confundido —. Sus padres pensaron que sería buena idea dejar de verlo, para evitar problemas. El hecho de que perdido la memoria es más fácil para el, iniciar de nuevo.

Harry hace un movimiento raro con los brazos y se limpia las manos en sus jeans, nervioso.

—Lo siento.

Me río de eso y cruzo los brazos.

—No lo sientas, no es culpa de nadie. Así es la vida, esas cosas pasan.

—Creo que perder la memoria es bueno en estos casos. Al menos por lo que pasamos, no te sentirías tan atormentado todo el tiempo.

—Pienso lo mismo.

Harry alza su mano para tocarme el hombro pero se detiene tan pronto y la vuelve a bajar. No está hecho para consolar a las personas y lo está demostrando justo ahora.

Aunque parece más bien adorable.

—Hermione y Ron me dijeron que tuviste que dar una declaración en el ministerio.

Yo asentí. Eso me hace recordar como la madre de Cedric me pidió que me alejara y se me hacen agua los ojos.

—Tuve que hacerlo para evitar sospechas, no fue nada bonito. La prensa en realidad busca dejarte en mal.

El suelta un suspiro. 

—Tal vez estuvo bien no leerle el profeta por un tiempo.

Yo le vuelvo a sonreír y está vez soy sincera con mis sentimientos. Podría parecer cursi, quiza ni siquiera le importe pero tenía que decirlo de alguna manera.

—Es más fácil hablar de esto contigo —digo apoyando mi espalda en la pared —. No tienes que fingir lastima, ni siquiera te esfuerzas, solo lo entiendes y ya. Los otros olvidan que estuve ahí, así que a veces tengo que fingir que todo está bien conmigo, porque ya hay suficientes problemas.

—A veces, simplemente estás solo en esto —acepta haciendo una mueca.

—Pero no es necesario estarlo.

Entonces un silencio se reina entre los dos y sus ojos esmeralda observan mi rostro con detenimiento. Yo me ruborizó enseguida.

Había olvidado como se sentía, ese calor agobiante de vergüenza pero satisfacción al mismo tiempo.

¿Que me sucede?

—Asi que... ¿Estás soltera?

—¿Que? —le miro impresionada y el se mueve exageradamente por la vergüenza.

—¡Nada!

El pelinegro se apaniquea en su mismo lugar, buscando ayuda de los otros con los ojos, pero nadie nos presta atención, así que trata de reparar el daño.

—Es decir... —digo para que se tranquilice —... Supongo que si, lo estoy.

El chico calma su respiración y me sonríe como un tonto, claro que no se me olvida la manera en la que actúa, pero fijamos que no lo vi acobardarse.

Luego de un segundo abre la boca para hablar pero aparece Leah sujetando su hombro repentinamente.

—¿Listos para masacrar Doxys? —dice entrando a la habitación.

Tiene su bufanda de Gryffindor enredada por la boca y la nariz, con unas enormes gafas de carpintería y guantes de látex. 

—Vaya, Leah vino preparada —celebra Fred riendo por la apariencia de la chica.

Harry y yo nos acercamos.

—Ya he matado Doxys antes, en la casa del abuelo. ¡Se cómo se hace!

La tía está feliz de escucharla y deja su libro a un lado para darnos unas latas con veneno.

—Rocíen esto en las ventanas o donde vean los Doxys. Tapen los ojos y bocas mientras vierten el antídoto y tengan cuidado de que los muerda alguno, son venenosos, pero aún así tengo esta pomada si es que sucede. 

La tía pone un montón de mascarillas y goggles en una mesa y cada uno agarra su respectivo escudo para proseguir con la tarea. Luego sacude las cortinas y las creaturas comienzan a volar por todo el cierto mientras nos persiguen.

Ginny y yo hacemos equipo tratando de echar el spray sobre los Doxys que se nos aproximan y logramos derribar unos cuantos, hacia pasamos una media hora tratando de paralizar las creaturas, hasta que escuchamos un fuerte golpe proveniente del piso. Cuando nos damos cuenta de que es Leah tiene la mano llena de su propia sangre.

—¡Oh no, soldado caído! ¡Mamá hirieron a Leah! —Nos avisa uno de los gemelos.

La tía se quita las gafas y revisa la mano de la pelirroja que no produce ningún quejido pero si muecas de dolor. Entonces la saca de la habitación con la pomada que compro y nosotros seguimos la tarea.

—¡Esto es perfecto! —exclama Fred desde el otro lado del cuarto, apuntando a un Doxy ya petrificado —Experimentaremos con esto.

Harry se ve interesado y es al único que le explican sus números inventos sobre su negocio de bromas. Yo trato de poner atención sin embargo me enfocó más en detener a las creaturas que amenazan contra el cabello de Hermione. Después de un rato Smith y Weasley vuelven de la intervención.

Todos nos quitamos los goggles para observarla cuando terminamos.

—Tu dedo está morado —observa Ginny de cerca —. Y punsante.

—¿Que? ¿Hablas de esto? —ella levanta su dedo índice y apunta alegra a cada uno para mirar bien —. No es nada, las mordidas de las serpientes chinas duelen hasta la muerte.

—¡Te pueden amputar el dedo! —habla Hermione preocupada, tocando su mano con delicadeza.

—¡Nah! La inflamación bajara dentro de unas horas. La señora Weasley me unto la pomada hasta que el veneno desapareció —no cuenta de lo más relajada —. No sé compara con un aguijón de escorpión tibetano, ese duele hasta la muerte.

—¿Escorpión tibetano? —pregunto Ron como si le costará creer lo que dice. Ella asiente —¿Te ha picado uno?

—Cuando era pequeña, por suerte papá sabe cómo librarnos de animales mortales.

Le veo impresionada, claro que no dudo sobre su historia. Con el hecho de ver su casa te responderá por si sola.

—Sera mejor que tomemos un descanso —avisa la señora Weasley —. Quédense aquí, iré por bocadillos.

Ella sale del cuarto y cierra la puerta.

—¡De lujo! Leah préstame tu dedo para investigar un poco —George toma del brazo a a Smith y se la lleva hacia otro rincón junto con Fred.

Los demás nos dirigimos a la venta curiosos por el ruido de abajo.

—¿Que hace Mundugus?

—Parece tener un montón de Calderós. ¿Para que los quiere?

—¿Son los Calderós que dijo que robaba en vez de cuidar a Harry? —intervino Ron —. Mamá estará molesta si se entera que los trajo hasta aquí.

Una vez que Mundugus desaparece de nuestro campo visual, escuchamos un par de gritos.

—Oh no, parece que ya se dió cuenta.

—Me encanta escuchar a mamá haciendo callar a alguien más —comentó Fred, con una sonrisa de satisfacción en la cara, al tiempo que abría la puerta para permitir
que la voz de la señora Weasley se escuchara bien en el cuarto —Esto es un buen cambio.

—Idiotas —dijo George, terminando de revisar a Smith — Tienes que conseguir que se calme pronto o de otra manera ella tomará impulso y seguirá así por horas. Ella ha estado pereciendo por enfrentarse a Mundungus desde que supo que se había escabullido cuando se suponía que te estaba cuidando a Harry...Y ahí va la madre de Siruis de nuevo.

La voz de la señora Weasley se perdía en medio de los insolentes chillidos del retrato del living.

Dos madres gritonas era lo último que necesitábamos.

George está a punto de cerrar la puerta para calmar el disturbio pero no se dejó concluir por la presencia del Elfo de la casa, quien iba desfilando por el pasillo con un sucio trapo.

Entro a la habitación como si nadie lo hubiera visto, empezó a refunfuñar sobre mi familia y buenas ganas tenía de meterme un sape para callarlo, sin embargo Hermione no lo hubiera permitido y mi lado dosil se hubiera arrepentido. Así que lo deje seguir con su discurso de odio hacia todos nosotros mientras mis primos le daban una especie de pelea con comentarios.

Hasta que entra Sirius al lugar, para defendernos. Entonces si discusión con los gemelos se traspasa hacia el señor Black y toda nos quedamos callados y atentos.

Kreacher no me cae para nada bien, está de sobra decirlo. Solo va por ahí como si le debiera la vida a la gran Familia Black, incluso protege ese gran tapiz donde se encuentra el arbol genealógico de la Familia honrada a la que le sirve.

—No apareces ahí —señala Harry una vez que se da cuenta de las cara impresas en la pared.

Sirius se mueve con delicadeza y señala una gran mancha de carbón.

—Estaba ahí. Hasta que mi dulce y para nada amorosa madre me borró de sus vidas, porque me escape. 

De igual  manera permanezco atenta al chisme como si de verdad me importara tanto. Y la escena se vuelve en una especie de maestro interrumpiendo la clase para hablar de su vida y nosotros los alumnos ansiosos por perder tiempo de clases.

Para nada me pasa esto en clases de DCAO.

Diviso el tapiz familia, distraída. En eso, mi amiga de ojos miel se acerca dando un codazo leve a mi estómago. 

Yo volteo molesta para reclamarle pero ella hace una seña hacia Harry y Black que siguen teniendo su pequeña charla.

—Mira, activo su modo padre —bromea con ilusión —. Ya sabemos cómo actúa ahora solo falta encontrar con quién.

Sobó un momento mi panza y la miro.

—Bueno, al parecer no tenemos muchas opciones.

—Oye, tal vez su árbol genealógico nos ayude —susurra señalando obvia hacia la pared —¿Debe estar ahí no?

—Parece que prestas poca atención —declaro señalando un poco discreta —Sirius acaba de decir que lo eliminaron de la descendencia, ni el ni su familia aparecerán.

Ella arruga la frente a mi comentario.  

—Justo cuando necesitamos saber sobre su linaje resulta que desta desheredado. ¡Buen momento para escaparte de tu casa Sirius!

El castaño se voltea rápidamente al escuchar su nombre y nos mira atentó.

—Ah, nada. Tu sigue contando tu historia.

La chica me toma del brazo para salir del cuarto y escapar del momento vergonzoso. En el camino nos encontramos con la tía Molly que lleva la deliciosa comida y al final decidimos regresar con los demás.

Hey Honeys ist me 💙

Me estoy esforzado para publicar un capítulo diario y creo que me va bien.

Espero lo estén disfrutando tanto como yo.
Díganme qué les parecen los nuevos personajes y las especulaciones.

¡Lxs estaré leyendo!

¿Quien creen que sea hijx de Sirius?
¿Ellie soltera significa algo?
¿Extrañan a Cedric?

En fin
Gracias por leer
Lxs amooooooooooo 💙
Bye

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