ㅡ ¿Me estás diciendo que debo volver al pueblo de Minecalv para arreglar los problemas que hay con tus nuevos amigos? ㅡPreguntó incrédulo un chico de cabello pelinegro, del que resaltaba una pequeña llama.ㅡ

ㅡ Vamos tío, ¿sabes lo lejos que queda ese lugar de Karmaland? solo te pido eso... ㅡPerxitaa, uno de sus mejores amigos desde hace tiempo, había viajado dia y noche para llegar a su destino.ㅡ

Auron tan solo suspiró mientras pensaba en los buenos momentos que había pasado en aquel pueblo que tanto llegó a amar. Allí no tenia dicha protección de dioses, no tenia que obedecer las reglas solo por ser un héroe ㅡaunque aveces las mandara a la mierda.ㅡ y lo más llamativo; no tenia que esperar a que lo mandarán a por algo extremo, encima allí había mobs que se clasificaban por niveles.

ㅡ Solo quedé yo solo con la triste compañía del admin luego de que tu te fueras, luego te siguió Fargan y... bueno, así hasta que quedé solo.

ㅡ Estaba obligado a esto que ves en frente y lo sabes. Y aunque parezca que me lo paso bomba, que tengo miles de privilegios, he comido bastante mierda aquí.

ㅡ Si, lo noté ㅡaquel pelirrojo fijó su mirada en la pequeña flama de fuego que se movía con tranquidad en la cabeza de su amigo.ㅡ ¿puedes hacerme el favor?

ㅡ Si fuera por mi, aunque me da todo el palo viajar a Minecalv porque queda exageradamente lejos, iría ahora mismo. Pero debo pedir permiso a la persona que menos me cae de aquí. ㅡRodeó sus ojos, levantándose de su asiento.ㅡ

ㅡ ¿Auron salvaje pidiendo permiso para algo? ㅡRio su amigo, levantándose y siguiendo al de menor estatura.ㅡ

ㅡ Solo lo hago por los insoportables dioses de aquí. En cuanto vean que me pasé de los límites sin permiso alguno, miles de rayos me caerán, incluso cuando haya revivido seguirán matandome. Aparte no me van a pagar como psicólogo, hombre.

ㅡ ¿Te pagan bien?

ㅡ Que va, pero algo es algo. ¿Recuerdas a Lolito? El cabrón se volvió alcalde, y por más amigos que seamos, no me paga lo correspondiente desde que triunfó.
Aún así, me vendió a buen precio una espada chetadisima, luego te muestro.

El contrario asintió, escuchando las historias que su amigo le contaba.
Había tenido la oportunidad de irse con él para tener una mejor vída, sin embargo prefería la libertad que Karmaland no le otorgaba a los héroes. Quienes luchaban dando sus vidas a personas que no les respetaban algunas veces.

Él mismo sabia eso y todo por alguien que una vez, había escapado de Karmaland para buscar al pelirrojo en busca de poder desahogarse. Fargan no terminaba de fiarse de sus compañeros él primer día, y como todos, tenia sus problemas.

La gente no solía tomar enserio a aquellos jóvenes que luchaban contra él mal en Karmaland. Llamándoles la mayoría de veces mimados, entre otras cosas, solo porque chicos ordinarios como ellos, habian tenido la oportunidad de tener un puesto importante donde nada les faltaría.

ㅡ Me alegra que hayas venido Fargan, ¿de qué me querias hablar? ㅡSonrió amablemente mientras se sentaba a su lado, observando ambos él hermoso atardecer.ㅡ ¿todo bien?

Él recién nombrado tan solo levantó sus hombros sin ninguna gana, causando preocupación en su mejor amigo, quien al verlo en aquel estado tan solo pudo acercarse al cuerpo ajeno, enrollando sus brazos para así formar un reconfortante abrazo.

ㅡ Estoy harto. No soy un puto mimado, no lo tengo todo en la vida, ¡no soy alguien que nació bajo techo de oro como dicen todos en el pueblo!

Fargan tan solo apretó sus labios, evitando soltar algún sollozo frente a Perxitaa, quien tan solo lo miraba sorprendido. El castaño se había ido hace unos meses atrás, totalmente emocionado, reflejando aquellos en sus ojos.

Y ahora mismo se encontraba en un punto donde sentía que todo el mundo estaba en su contra, cuando el tan solo queria ayudar a la gente.

ㅡ Claro que no eres todo eso, Fargan. ¿Quién ha dicho tal tontería? ㅡPasó lentamente su mano por la espalda del chico que tapaba su cara.ㅡ ¿Auron ha sido uno? sabes que el siempr-...

ㅡ Que va, unas dos semanas después de nuestra llegada no lo volví a ver. Dicen que esta en su casa, encerrado. ㅡEsté hizo su cabeza hacia atrás, esbozando una triste sonrisa.ㅡ incluso he escuchado a aldeanos decir: '¿Escucharon que el héroe Auron no sale de su casa? seguro debe estar nadando en todo el diamante que tiene. No trabaja, es un holgazán.'

El silencio reinó en aquel pequeño pueblo. Perxitaa tan solo observaba a su amigo sin decir nada, procesando todo lo que le había dicho.

ㅡ Fargan, escuchame, ustedes no son holgazanes. Deben hacer oídos sordos a aquellos comentarios de mierda, aunque lo veas complicado.
¿Quienes son los que sudan frío y vieron a un creeper frente a frente? ¿ellos los han visto acaso?

ㅡ Bueno, no...

ㅡ Entonces escuchame, eres el puto héroe del pueblo. Y aunque creas que no, hay gente allí que si valora tu trabajo, niños que seguro piensan en ser como tu cuando sean grandes.
¡Fargan, eres un puto!

ㅡ ¿Cómo que un puto?

ㅡ ¡Un puto amo!

ㅡ Ah bien. ㅡRio, pasando sus manos por sus hinchados ojos.ㅡ venga, mañana volveré porque si no seguro me matan o algo. Vendré a visitarte en cuanto pueda, lo prometo.

ㅡ Quiero pedirte un favor si no te molesta. ㅡEl contrario tan solo asintió, fijando su mirada en él.ㅡ por favor, cuida a Auron por mi.

El castaño tan solo sonrió con ternura a la misma vez que asentía al pedido del más alto. De pronto fuegos artificiales hicieron una aparición frente a ellos, dándoles un fabuloso espectáculo.

ㅡ Yo también te extrañé, Admin...

Ambos salieron de aquel edificio. Horas antes Perxitaa había llegado a Karmaland en busca de su buen amigo, pero en su trayecto se encontró con otros héroes, quienes sin problema alguno lo guiaron hasta uno de sus oficios, él ser psicólogo.

Su camino concluyó frente una ordinaria casa de madera por la que salió un señor mayor, quien al verles sonrió simpático, moviendo su mano de un lado al otro como saludo.

ㅡ Héroe Auron, joven, un gusto.

ㅡ Escucheme viejo verde, tengo un trabajo como psicólogo pero hay un problema. ㅡel mayor tan solo asintió, escuchando atentamente.ㅡ es fuera de los limites de Karmaland.

Merlón pareció quedarse unos segundos en silencio, pensando en aquello que le había dicho. Luego de unos cortos minutos más, cerró la puerta de su vivienda, para luego observarlo con una leve sonrisa.

ㅡ Eso es algo muy complicado, pero podemos solucionarlo con los dioses. ¿Es muy importante para usted esa misión? cuestiono.

ㅡ Absolutamente. Los problemas de Perxas también se convierten en mios, aunque no me afecten de ninguna manera. ¿Me escuchó?

ㅡ Fuerte y claro, joven Auron.
Entonces ahora mismo les comento sobre aquello, no te preocupes que no tardó nada. ㅡFijó su mirada en él pelirrojo, quien tragó saliva nervioso.ㅡ un gusto, joven...

ㅡ Perxitaa, él gusto es mio señor.

ㅡ Perfecto, entonces ya tendrán novedades de mi, caballeros.
Tengan buena tarde.

Y sin nada más que agregar, Merlón continuó con su camino, uno donde nadie más que él podía atravesar.
Perxitaa le siguió con la mirada hasta desaparecer de su campo de visión, cosa que llamó la atención del bajo.

ㅡ Que no te engañe, tan solo actúa así de simpático con los demás por obligación. ㅡRodeó sus ojos, caminando sin dirección alguna.ㅡ

ㅡ ¿Que tal si me enseñas tu casa mientras esperamos? ㅡPropusó, abrazándolo por detrás mientras sonreía.ㅡ ¡Hazme un tour!

Otra historia más, espero les guste. ♡