El despertador sonó exactamente a las 6:00 a.m y JungKook se levantó de su cómoda cama somnoliento, obsevado un punto fijo pensando en todo y a la vez en nada, minutos después tomó su cambio de ropa y una toalla para ir al baño y asearse como se debe.

Min YoonGi se levantó cansado como siempre odiando estúpidamente la  alarma que lo despertaba a las 6:30 am, tomo sus prendas, la toalla y la secadora y fue a darse una ducha, el agua tibia le hizo recordar que hoy desayunaria con Jeon, y todo signo de amargura se fue de cuerpo remplazado con una extraña emoción por estar junto a el castaño.

Ambos ya cambiados y aseados se dirigen hacía el comedor, en su interior estaban muy emocionados, pero por fuera mostraban una cara serena y calmada.

JungKook llegó primero y se sentó en una mesa que no estaba en ninguna de las casa, la directora Minerva McGonagall dijo que si querían convivir con otras casas podían sentarse en esas mesas aparte, la mayoría siguió sentándose en la mesa de sus respectivas casa, pero había algunos que si convivían en con otras casas.

Jeon observó como YoonGi llegaba a el comedor y levantó su mano para que Min supiera que estaba en ese lugar.

Min se acercó sereno al castaño, pero por dentro estaba muy emocionado, el no tenía muchos amigos y los que tenía lo ignoraban en el desayuno, por lo tanto le ponía muy feliz desayunar con un 'amigo' como habían acordado con JungKook.

—Buenos días YoonGi Hyung—saludó el castaño con una sonrisa.

—Buenos días JungKook—respondió al saludo con una pequeña sonrisa que para el alto era lo más hermoso que le sucedió hasta ese momento.

Desayunaron entre risas y conversaciones trivales, conociéndose un poco más, ambos caminaron a la clase de pociones, sus horarios eran casi los mismos, de no ser por tres clases ellos estarían juntos en todas las clases.

El tiempo pasó y casi era hora del partido por lo que Min tuvo que irse para prepararse, recordándole a Jeon que tenía que ir a verlo y esté le aseguro que sin duda estaría ahí.

Min YoonGi está emocionado, aun que no se note por su rostro serio. JungKook estaba en la gradas de la primera fila esperando impaciente el inicio del juego, llevaba una banderita con el signo de la serpiente; vio como los jugadores empezaban a salir, pero su mirada calló directamente en el rubio buscador de las serpientes, JungKook intentó llamar la atención de Min para que este supiera que sí había cumplido su promesa.

YoonGi dirigio su mirada hacía la esquina de los cuervos, buscando al castaño, sus ojos chocaron disparando millones de emociones en ambos, YoonGi estaba feliz de ver al pequeño cuervo (en edad) ahí y con una banderita de su casa, lo hacía sentir especial para el castaño, le gustaba sentirse así, JungKook estaba despertando cosas en él que nunca había sentido, un hermoso cosquilleo cada vez que ve a Jeon, YoonGi sin saberlo esta cayendo enamorado de Jeon JungKook.

Y JungKook, bueno él siempre estuvo enamorado de Min, pero perdió toda esperanza cuando nunca tuvo la oportunidad de hablar con él, pero ahora que ambos tienen una "amistad" si se puede decir así, sus esperanzas suben poco a poco al ver la emoción en el rostro de YoonGi, ese pálido lo tiene mal desde hace mucho tiempo.

El partido comenzó, los Gryffindor iban ganando por unos pocos puntos, pero YoonGi solo se concentraba en atrapar la snich eso es lo más importante, tenía que ganar, Jungkook lo miraba y ansiaba jugar contra el castaño.

—¡Vamos YoonGi!—grito el castaño al ver como el rubio casi toma la snich, los compañeros de JungKook lo observaban impresionados por su actitud.

Para Min ese fue el único impulso que necesitaba para tomar la pelotita dorada, rozando la con sus dedos y finalmente tomándola en su mano, todos gritaron eufóricos por dicho acontecimiento JungKook saltaba feliz en su asiento moviendo la banderita mientra miraba como YoonGi lo observaba y señalaba la snich giñandole un ojo, sonrojando un poco al castaño, ese rubio era muy atrevido.

JungKook esperaba al pálido afuera de los vestidores, pensaba en pedirle salir a comer, por la victoria que tuvo y por el próximo juego entre ellos.

El rubio salió de los vestidores, notando instantáneamente al castaño, estaba muy feliz de verlo.

—Hyung, me preguntaba si le gustaría ir a comer conmigo para celebrar su victoria y nuestro próximo encuentro—mencionó JungKook con una sonrisa que derritió el frío corazón de Min.

—Por supuesto Kookie—respondió emocionado mientras le regalaba una sonrisa de encías a el casataño.

Ambos se encaminaron y con el permiso necesario salieron a cenar a un restaurante fuera del colegio, JungKook había decidido que después del partido que tuvieran se declararía al rubio, sin importar que este lo rechacé.

Ambos disfrutaron la cena entre pláticas divertidas y conversaciones íntimas en ambos iba creciendo una llama cálida que hacía que el frío de la noche se sintiera como brisa de verano.

Al caminar de regreso a Howarts Min y Jeon iban muy pegados como sino quisieran separarse aún que YoonGi era por que empezaba a sentir frío, hace momentos por estar hablando con Jeon no lo había sentido poco después el frío empezó a recorrer su cuerpo.

—¿Hyung tiene frío?—preguntó JungKook mientras observaba al mayor temblar levemente, separó su chamarra y envolvió al palido dentro de ella—espero no le moleste ir así conmigo, pero es para que ninguno de los dos tenga un resfriado, no queremos estar enfermos para nuestra competencia—dijo suavemente el castaño observando el cálido sonrojo que se pandero de las mejillas del mayor.

—No... no te preocupes, está bien, además... se siente cálido—susurró lo último, esperando no ser escuchado para su mala suerte JungKook logro oírlo y sonrió mostrando sus dientes de conejo.

Así, ambos en un cómodo silencio avanzaron hasta las puertas de Howarts y cada quien tomó camino hacia su habitación. Mañana sería un gran día para ambos.

A la mañana siguiente YoonGi y JungKook saltaban de emoción, ¡Por fin iban a enfrentarse! Ambos se arreglaron rápidamente y llegaron a la mesa del día anterior muy felices.

—¡YoonGi Hyung!—exclamó con euforia el casataño abrazando sorpresivamente al rubio.

—¡JungKook!—le devolvió el abrazo emocionado, sin dejar que las miradas estupefactas e impresionadas le afectaran.

—Por fin nos enfrentaremos Hyung, estoy muy feliz y emocionado—comentó separandose y tomando asiento.

—Yo también lo estoy JungKook—le siguió tomando asiento al lado de su menor.

Así siguieron su desayuno entre pláticas y coqueteos discretos por parte de ambos. JungKook ya tenía planeado como declararse.

El tiempo pasó y por fin llegó la hora del partido ambos buscadores se miraban con seriedad y emoción, al iniciar el juego ambos fueron en busca de la snich iban hombro con hombro mientras intentaban tomarla y durante media hora hasta que por fin JungKook logró atrapar la snich solo por que YoonGi se desequilibró un poco.

Todos aplaudían la victoria de Revenclaw mientraa los Slytherin se lamentaban pero habían disfrutado el partido fue emocionante ver como JungKook y YoonGi se enfrentaban.

—YoonGi Hyung, necesito decirle algo muy importante—dijo JungKook aún estando encima de su escoba—sigame por favor— pidió el castaño elevándose y saliendo del estadio. YoonGi rápidamente siguió a Jeon intrigado de lo que este tenia que decirle.

Llegaron hasta un lago y dejaron sus escobas juntas, caminaron un momento hasta llegar a la orilla del lago.

—YoonGi lo que le voy a decir es algo muy importante, no lo obligo a nada, solamente quería liberarme de este peso que tengo hace mucho tiempo—habló después de un corto silencio.

—No importa lo que sea JungKook, siempre te apoyaré—le consoló el rubio con una tierna sonrisa mientras le ponía su bufanda verde a Jeon (la había tomado antes de ir con JungKook), el pobrecito estaba temblando, pensó que era por el frío.

—Tú... bueno yo... a lo quería decir es que, usted—empezó a balbucear hasta que YoonGi tomó una de sus manos para tranquilizarlo y tomó el valor necesario—Usted me gusta mucho.

YoonGi estaba con los ojos abiertos viendo al chico que acaba de declarar frente a él y notó que por su silencio el castaño se iba desanimando.

—También me gustas mucho JungKookie—dijo con una de sus sonrisas de goma tomando más fuerte la mano del menor para que le viera.

JungKook alzó la cabeza rápidamente para mirar a la serpiente y vio como este le daba un beso en la mejilla.

—Entonces a usted—empezó

nuevamente a balbucear y respiro profundo—¿le gustaría ser mi novio?—preguntó con los ojos cerrados y sintió como algo suave se posaba en sus labios momentos después, su hyung lo había besado.

—Sí, me encantaría—susurró al separarse del pequeño beso.

—¡No sabe lo feliz que me hace Hyung!—gritó tomando al rubio de la cintura y dándole un par de vueltas.

—¡Ya! Bájame o me caeré bruto—se quejó con gracia mientras se sostenía de los hombros del alto.

JungKook lo depósito en el suelo nuevamente y le dio un largo beso en los labios.

Se encontraron por un partido de Qquidich y se enamoraron por un partido de Qquidich.