En la noche, entré con cuidado a la habitación, recién habían terminado mis clases del día y no había visto a Seonghwa desde que pasó aquello antes del almuerzo. Pensé que ya se le habría pasado el enojo y realmente no le busqué, jamás lo hacía cuando Seonghwa se enojaba conmigo, simplemente esperaba a que pasaran un poco las aguas y hablaba con él para solucionar el problema.

Error, Seonghwa estaba dándome la espalda desde su cama, al parecer me escuchó abrir la puerta y se dio la vuelta para no tener que mirarme. Estaba con las piernas extendidas -Seonghwa no era flexible en las rodillas, no podía flexionar las piernas- y los brazos cruzados con la espalda algo encorvaba, mirando a la nada y con el celular y la laptop en la mesita de noche.

Ahora que lo pensaba, esa fue una de las razones por las que terminamos, cuando ambos nos enojabamos no nos hablabamos por horas y a veces días, ambos eramos orgullosos a morir y siempre esperabamos a que el otro cediera. Hasta que pasaba el límite de extrañarnos y sentirnos, y cada uno volvía al otro simplemente en busca de cariño, ya sea con un café o leche, una caricia en el brazo, el cabello o la mano, un mensaje o recostarse junto al otro a la hora de dormir. No nos hablabamos, no solucionabamos nada, tomabamos el amor y la cercanía física como unas disculpas y dejabamos el tema pasar hasta que volviese a suceder, y se repetía el ciclo sin parar hasta que se acumuló todo y explotó.

Suspiré con una mueca, sin saber mucho que hacer y notando el celular de Seonghwa vibrando encima de la mesita de noche insistentemente, no sabía si en llamada o en mensajes. Y al parecer eso ya tenía algo mareado a Seonghwa, porque tomó su celular con fuerza y brusquedad, apagándolo de forma torpe balbuceando algo que no entendí y finalmente tirándolo a mi cama con la pantalla apagada.

Dejé la leche de fresa que compré de camino en el escritorio, pensando que quizás podría calmarlo un poco con esta pero dándome cuenta de que no sería así. Me quité los zapatos sin perderlo de vista, tenía el cabello semi húmedo y esponjoso en rulos, se lo había dejado secar al natural y solo llevaba una camiseta -que era mía- encima, debía tener frío.

Tomé la manta que estaba encima de mi cama a los pies, y me acerqué a él de forma cuidadosa, sentándome a la orilla de su cama justo detrás de él para cubrirle con la manta e intentar abrazarle, pero él se sacudió, simplemente aferrándose a la manta y encogiendose en su lugar.

"Hwa..."

"No quiero hablar contigo", me murmuró, y un quejido tristón salió sin querer de mis labios, llamando su atención.

"Por favor... ¿puedes mirarme?", le vi negar, así que yo mismo me levante para irme a sentar frente a él, quien bajo su cabeza para ocultarse de mi, "Hwa, mírame".

Tomé entre mis dedos su mentón con cuidado, impulsando su rostro hacia arriba de forma lenta y pensando que sería complicado. Pero Seonghwa cooperó levantando su rostro ante mi toque sin mirarme aún, con los ojos cerrados.

Tenía la nariz y los pómulos de color rosa, los labios hinchados y las pestañas mojadas, había estado llorando antes de que llegara y yo definitivamente una de las cosas que más odiaba en el mundo era ver a Seonghwa llorar.

"Perdón bonito", susurré, apegándome a él y buscando consolarle en un abrazo, lo atrapé entre mi cuerpo, sus piernas pasándose a mi regazo, sus brazos enredándose detrás de mi cuello y su bonito rostro rompiendose en un sollozo contra mi hombro, "Perdón por lo de hoy y por lo de la otra vez", no dije nombres, lo que menos quería era decir el nombre de él.

Seonghwa se apretó contra mi, hundiendo sus ojitos en mi sudadera y apretando la capucha entre sus dedos. Odiaba ver a Seonghwa mal, me daban ganas de querer mandar a Noruega a quien sea que haya puesto a mi Seonghwa de esa manera con solo una patada. Pero el problema era yo -en parte-, y lo único que podía hacer era pedir perdón y consolarle, hacerle sentir mejor.

"Y-yo pensé que te llevabas bien con él...", comenzó con la voz ahogada contra mi sudadera, y yo acaricié su cintura por debajo de la camiseta, "Y-yo los escuchaba a a-ambos hablando bien del otro... pensé que no había problemas entre ustedes".

Se despegó, de mi, y me rompió el corazón ver sus ojos rojos y su boca hinchada por mordisquearsela tanto debido al llanto, y me acerqué a besar sus húmedos párpados con cariño y arrepentimiento.

"N-no me gusta que ustedes dos se peleen, menos por mi... eres una de las personas más importantes en mi vida y Yeosang se está haciendo espacio en la lista igual... y ver que no se llevan es tan difícil porque no sé como demostrar de igual manera lo mucho que significan para mi..."

"Hey hey hey", le detuve, quitando las manos de su cintura para subir a su boquita y ponerle mi índice encima para que guardase silencio, luego de eso pasé mis pulgares suavemente por debajo de sus ojos y pestañas, llevándome cualquier rastro de lágrimas mientras él hipaba aún encima mío, "Puedo no llevarme bien con Yeosang, eso es un hecho y dudo que cambie", fui sincero, no iba a mentirle a Seonghwa con algo así, "Pero eso no significa que debas escoger uno por sobre otro, si tú estás feliz con Yeosang yo te voy a apoyar independiente de como me lleve con él porque esto no se trata de mi", llevé mi dedo desde su boca hasta su pecho, recorriendo su piel hasta apuntarle, "Es tú vida Hwa, tú decides con quien estar, y yo como tu mejor amigo debo estar aquí para tí y lo voy a estar... lo de hoy estuvo mal, lo sé, no te pienso decir la razón de todo porque ya no vale la pena y no va a a volver a suceder", negué con la cabeza, con esos ojitos nublados atentos en mi y teniendo que tragarme todas las palabras que realmente quería decir junto con mi lado egoísta, "Te prometo que no volveré a discutir con él y seré lo más transparente contigo, pero tú prométeme que no te dejarás influenciar por lo que yo te diga"

Abrió sus ojitos llorosos mientras sorbía su nariz, y asintió como un niño pequeño apretando los labios en una línea. ¿Realmente Seonghwa era mayor que yo? Parecía un bebé, un cachorrito pequeño. Yo era el que siempre protegía a Seonghwa porque él era tan delicado como un pétalo de flor.

Y para que mentir, amaba protegerlo y cuidarlo.

"Creo que... creo que traté muy mal a Yeosang hoy... por el enojo", murmuró con la voz quebrada, y no pude evitar sentirme bien ante eso.

"¿Qué le dijiste?", pregunté con curiosidad.

Seonghwa no me miró, y jugó con sus deditos, "Que era un perdedor y que se fuera olvidando de mi si seguía llevándote mala... pero de peor forma"

No pude evitar soltar una risa, imaginar a Seonghwa insultando y diciendole tales cosas al oxigenado valía oro, y definitivamente hubiese pagado por verlo. Ante mi risa, Seonghwa sonrió avergonzado y se cubrió el rostro con las manos, de alguna forma el ambiente triste había pasado. Pero aún así tenía las mejillas mojadas y los ojos llorosos.

"Te quiero, Jongho", me susurró cuando me callé, tomándome por sorpresa, y estuve a punto de responderle lo mismo cuando entre lágrimas se inclinó hacia mi, juntando nuestros labios en un pequeño beso.

Me desconecté, los labios hinchados y helados de Seonghwa contra los míos luego de meses sin estarlo, tan suaves y jugosos como la última vez, siendo tan tímidos y curiosos en un pequeño vaivén que me volvió loco y con ganas de más. Había cerrado los ojos apenas procesé lo que estaba pasando y la resistencia de Seonghwa a no alejarse de mi, fundiendonos luego de tanto tiempo y tantas cosas, haciendo estallar cada una de las fibras de mi cuerpo. Sujeté a Seonghwa de nuevo de la cintura, hundiendo un poco mis dedos en su piel suave, escuchando un pequeño quejidito que le hizo recapacitar.

Se separó como un imán de mi, yo volviendo a quedar aturdido y él llevándose las manos a la boca mientras se ponía a llorar de nuevo.

"P-perdón, perdón... no quería... lo hice sin pensar y yo...".

Seonghwa estaba entrando en pánico, y yo salí de mi estupor para agarrarle de las manos y acariciarle el dorso de estas con cariño, intentando calmarle y tranquilizarle.

"Hwa, mi bonito, respira y escúchame", junté mi frente con la de él, viendo sus ojitos conectarse con los mios mientras balbuceaba un montón de cosas con los labios temblorosos, "No importa, ya pasó, nadie vio nada y nadie va a decir nada... fue un impulso y nada más", le susurré.

Empujé a Seonghwa para que se recostara en la cama y volví a abrazarlo con fuerza mientras le susurraba que no importaba, que había sido un impulso y que nadie lo iba a saber.

Porque verlo bien era mucho más importante que yo, ya luego tendría tiempo para emocionarme yo solo por ese beso.

hwalight | 201113

Actualización porque Ellipsism ha llegado a 1k 🥺🥺

Estoy muy feliz iwi