𝑄𝑢𝑖𝑛𝑐𝑒.
Advertencia ⚠.
Capítulo 🔞, si ese contenido no es de tu agrado, por favor, lean hasta la parte del beso y se saltan hasta el corte.
Espero les guste el capitulo ❤️.
He recibido mas de doscientos mensajes de Jungkook — sin exagerar— pero no le he contestado ninguno.
¿Qué si me costó hacerlo? Claro que sí, pero no podía responder con tanta facilidad y debía dejar demostrado que estaba enojada. Al fin y al cabo no fue menor lo que hizo.
Una semana ya había pasado desde aquel incidente y aún no puedo ni verlo a la cara, pues también a venido a mi casa a disculparse.
Y hablando del rey de roma, ha venido nuevamente. Tocaba de manera suave la puerta y sabía que era él, por la manera en que lo hacía, tocaba con un pequeño ritmo. Caminé hasta la puerta y esta vez la abrí, dejando a un Jungkook sorprendido por tal acción.
—H-hola, no creí que abrirías... yo... yo vine a disculparme — cada palabra que salia de su boca era con un pequeño tartamudeo, lo cual lo hacía ver adorable.
Iseul, concéntrate.
—Tú no entiendes, ¿verdad? — pregunté ya cansada por la situación. Puse una mano en mi cintura, mientras con la otra sostenía la puerta. Ya caía la noche en Seúl. — aún estoy enojada, Jungkook.
—Lo sé, yo... yo lo sé y lo merezco. Merezco tú indiferencia, pero me estoy volviendo loco al saber que en estos momentos me detestas, de solo pensarlo hace que mi corazón me duela como no tienes una idea, bonita.
Entrecerré mis ojos viéndolo con total desconfianza. Era difícil creerle en este punto.
—¿Por qué es tan importante para ti que no esté enojada contigo? Digo, no somos nada, no deberías estar así.
Me dedicó una mirada de dolor y comenzó a negar repetidas veces con su cabeza.
—Sé que no somos nada, pero podríamos serlo si tú me lo permites — confesó. Y yo me quedé sin palabras — me gustas mucho, hermosa. Tú has hecho que cada día que hemos pasado juntos sea solo felicidad. Tú le traes felicidad a mi vida y créeme que jamás me voy a arrepentir de haberme cruzado adrede en tú camino, nunca me arrepentiría de haber encontrado a una gran mujer en mis recorridos habituales por la mañanas. Desde la primera vez que te vi, llamaste completamente mi atención y por eso, cada mañana, trataba de toparme contigo y fue todo un éxito, debo recalcar — rió un poco, pero al segundo dejó de hacerlo. Vi como mordió su labio con un nerviosismo palpable y no podía culparlo, estaba igual que él. Mis manos estaban sudando y mi corazón se saldría de mi pecho al oír tal confesión. — solo... solo, perdóname.
Agachó la mirada y aunque estaba tratando de ser dura, sentí felicidad al oír tales palabras. Definitivamente es algo de que estaba esperando y es por eso que quería tener esa cita, porque yo le iba a confesar lo que llevo sintiendo desde hace tanto.
Con Jungkook todo es distinto. Jungkook es un ser cálido que me trae alegría, no le gusta verme triste, siempre está subiendome el ánimo, cuando se queda a dormir junto a mí me contiene en mis pesadillas. Ha sido un pilar importante en mi vida y ya no podía negarlo más.
Abrí un poco más la puerta y me tiré a sus brazos. Me correspondió con tal ímpetu que me estaba casi asfixiando, pero no importaba.
No importaba nada, porque lo tenía acá junto a mí, en este preciso momento.
—Me hiciste falta, pero estaba molesta — dije en un pequeño susurro, sin dejar de abrazarlo y sacar mi cabeza de entre medio de su cuello — lo siento si te hice sentir mal.
—¿Qué? No, me lo merecía, merecía todo eso y más por ser el idiota mas grande de este universo. Te extrañé tanto, tanto, tanto — respondió alzándome levemente, aún abrazada a mí — me iba algo tarde de acá, todos estos días estacionaba el taxi unos metros más allá — apuntó con su barbilla hasta la esquina — ¿quién te protegería si no estaba yo? Y sabía que sucedía algo sería el último en enterarme...
Lo miré conmocionada. Siempre intentaba protegerme y debo admitir que estando sola esta semana no pude dormir bien ningún día. Sentía que si cerraba los ojos, en cualquier momento aparecía Kwan y terminaría lo que dejó inconcluso.
—No debías preocuparte, mmh... ¿quieres pasar? — pregunté al percatarme que aún estaba afuera de casa. Él se dio cuenta de eso y asintió.
Ambos entramos sin decir alguna otra palabra, pero en un silencio bastante cómodo debo resaltar.
—Yo de verdad estaba molesta. Sigo diciendo que tuviste que haberme dicho de cualquier problema que tuvieras. Pero preferiste hacer lo contrario, ignorarme, no respondiendo mensajes, absolutamente nada para mitigar un poco el enojo y decepción que sentía en ese momento — le expresé mientras me sentaba en el sofá y él me imitó — ¿a caso no confías en mí?
—No... digo, si. Confío en ti y sé que fue lo correcto hacer lo que me dices... solo tenía un poco de miedo de tu reacción. Quizás si soy un poco paranoico.
—¿Miedo? ¿de qué? Aún no eres sincero al cien por ciento, ¿me dirás que es lo que ocurre? — inquirí apoyándome en el respaldo del sofá y cruzando mis brazos. Jungkook no se inmutaba, solo jugaba con sus dedos.
—Una amiga tuvo un accidente — soltó rápidamente luego de unos minutos — yo... yo tuve que ir con ella. No tiene a nadie más a parte de mí y me tuve que hacer cargo. Pensé que no me creerías si te lo contaba y me asusté.
Hice una mueca de disgusto por lo que acabo de oír.
—¿Por quién me tomas, Jungkook? — en estos momentos me sentía enojada. Era como polvorita que encendía de manera inmediata — ¿piensas que no te hubiera creído? Es tú amiga, Dios. Es como si le pasara algo a Yoongi, yo correría si le pasara algo — reí un poco incrédula por lo que acaba de decirme — ¿crees que me hubiera molestado por eso?
—Si, no... bueno, no lo sé, ¿bueno? Solo me asusté, no te enojes de nuevo, por favor.
Se acercó aún más a mí y apoyó su cabeza en mi hombro. Enseguida relajé mi postura al sentirlo junto a mi. Parecía un cachorrito siendo regañado por su dueña.
—No esperaba que pensaras eso. Me sorprendió un poco. ¿Qué es lo que tiene?
—Luego de muchos exámenes le diagnosticaron cáncer al hígado. Está en una etapa muy avanzada y debe comenzar con terapias lo antes posible.
Cáncer. Eso si que era jodido. Esa maldita enfermedad no debería existir.
—Lo siento mucho. Ahora tú debes apoyarla mucho, si no tiene a nadie más, debes hacerlo — murmuré acariciando su mejilla, que aún estaba apoyada en mí.
—Eres tan buena persona, tan linda, tan única. Soy un afortunado al tenerte en mi vida, Iseul.
Este hombre lograba dejarme sin palabras. Me costaba mucho poder expresarme como quería y sentía que si lo hacía, comenzaría a tartamudear y seguro quedaba como una idiota.
Y como bien dicen que si una persona no demuestra con hechos lo que dice, no es necesario escuchar sus palabras, eso fue exactamente lo que hice, demostré con hechos todo lo que sentía, cada palabra no dicha, en un beso que demostraba todo el amor que yo sentía hacia él.
Tenía un maldito zoológico en mi interior al notar que me correspondió tan rápido como posé mis labios sobre los suyos. Un beso que comenzó de la manera más dulce, delicado poco a poco comenzó a subir de tono y terminó siendo feroz, salvaje, libidonoso y lujurioso.
Pude sentir su lengua queriendo ingresar y gustosa la acepté. Nuestros labios se movían al compás de una canción romántica, se sentía tan bien besarlo y a pesar que habían sido pocos días sin sus besos, puedo decir firmemente que se sintió una eternidad.
Besarlo siempre sería un placer. Cada uno tiene un vicio, yo podría decir que tengo una dependencia con los labios de Jungkook. Podría besarlo todo el maldito día y no me cansaría nunca.
Nunca.
—Vamos a la habitación — susurré en su oído, al momento que me separé de él para recobrar un poco mi respiración.
—Vamos — dijo al colocarse de pie y llevarme en brazos, como si fuera una pluma.
Me depositó sutilmente en mi cama y comenzó a besarme nuevamente y yo... yo ya tenía calor. Sentía fuego por todo mi ser y necesitaba apagar la llama.
Le quité su playera sin esperar más y me dio una mirada divertida.
—¿Te ayudo?
Su voz salía tan ronca que me encendía de tan solo escucharla.
—Por favor — dije en un pequeño susurro.
Comenzó a quitarle las hebillas al cinturón que llevaba puesto de manera tan lenta que me estaba torturando. Finalmente se lo quitó y bajó su pantalón, quedando a mi vista su escultural cuerpo aún con sus bóxers puestos.
Una vista completamente maravillosa.
Me mordí el labio inferior y me volví a tirar hacia la cama, mi espalda chocando con el colchón. Me quité también mi polera y mi pantalón, quedando con mi sujetador y bragas puestas.
—Eres perfecta. Incluso perfecta sigue siendo corto ante semejante mujer — dijo a unos milímetros de mi rostro. Sin dudarlo ni un segundo más, tomé su rostro y lo atraje hacia mis labios.
Lo necesitaba. Lo necesitaba mucho.
Y no ayudaba al depositar besos en mi cuello. Oh no, cometió un gran error.
No se le daba besos en el cuello a una mujer que sufrió por el sexo tan malo de su ex novio y la abstinencia de estos dos meses. Si la llama ya estaba encendida, ahora era un completo incendio. Solté un sonido gutural tan fuerte que hasta yo me sorprendí de mi misma y el poder mi garganta.
—Esto se siente tan bien, Dios — gemí al sentir como sus besos bajaban y llegaban hasta el monte de Venus, que gracias al señor aún tenía las bragas puestas — Jungkook, eres malo...
—Estoy siendo bueno, bonita. Sino, ten por seguro que te comería completa.
Ya estaba. Han Iseul se había ido al más allá.
Gemí nuevamente al escucharlo y lo besé. No sé como logré posicionarme arriba de él, haciendo leves movimientos con mi cintura. Jungkook gruñó.
—No me hagas esto — dijo al colocar su mano sobre mi cintura y frenando los movimientos — no soy tan fuerte...
—No lo seas — contesté con simpleza, aun respirando agitado — tómame Jungkook, quiero ser tuya aquí y ahora.
Vi como sus pupilas se dilataron al escuchar eso y me besó con fiereza. Comenzó a desabrochar mi sujetador con calma y cuando por fin tenía mis pechos libres, su boca se adueñó de ellos, haciendo que las cosquillas en la parte baja se intensificaran. Se sentía bien, muy bien. Estaba cegada por el placer al sentir como su lengua se movía de manera tan ágil sobre mi aureola para terminar en mi pezón.
No aguantaba más.
Comencé a tocarlo a través del bóxer, su excitación era evidente y con esto demostraba que lo estaba disfrutando tanto como yo.
Se puso de pie rápidamente descolocandome un poco y salió de lq habitación, para a los minutos volver con una envoltura plateada.
Sonreí mordiendo mi labio. Sin dejar de mirarme se bajó su bóxer y dejó a la vista parte de su anatomía. Oh dios mío. Su pene relucia a causa del líquido pre seminal y yo no podía estar mas ansiosa.
Cuando estuvo listo, me quitó las bragas de manera delicada y cuando estaba encima de mí, comenzó a hacer movimientos, rozando su intimidad junto a la mía.
—¿Estás segura de esto? Si no lo estás, no hay problema, solo me dejarás con una erección gigantisima, pero nada que no se pueda solucionar con el poder de mi mano — bromeó y yo reí levemente. Uní sus labios dándole un suave beso.
—Estoy completamente segura, Jungkook. Me gustas, te quiero y quiero tenerte en mi vida — confesé uniendo mi frente con la suya.
La sonrisa que se plasmó en su bello rostro solo demostraba felicidad ante las palabras que salieron de mi boca y sin esperar ningún segundo más, ingresó en mi interior de manera lenta, en donde ambos soltamos un ligero gemido.
Luego sus movimientos comenzaron a ser un poco mas rápidos. El placer que estaba sintiendo ahora mismo era magnífico. Sus movimientos, todo, absolutamente todo de él me volvía loca. Mordí su hombro para ahogar los gemidos, pero él se alejó.
—Quiero oírte, quiero oír como gimes cuando te hago mía — me habló en el oído.
Sus palabras fueron bencina en mi interior y le hice caso. Sus caderas estaban haciendo un trabajo asombroso y yo no podía más, el placer que estaba sintiendo es inigualable. Mis gemidos se escuchaban por toda la habitación y alguna que otra maldición también.
De manera rápida hice que él quedara abajo y ahora yo llevaba todo el control. Adelante y hacia atrás, un vaivén que me llevaría a la perdición.
—Jungkook-ah, mierda... — solté sin dejar de moverme y Jeon me ayudaba con mis movimientos con sus manos en mis caderas. Miré su rostro y noté como me miraba intensamente mordiendo su labio.
—Vamos bonita, vente para mí, hazlo.
Sus palabras eran aliento para lograr mi cometido de llegar al punto máximo. Mi vientre se contrajo y me comencé a mover aún más rápido, sentí todo mi cuerpo tensarse y logré un grandioso orgasmo gritando barbaridades por doquier.
Jungkook volvió a dejarme abajo y comenzó a moverse de manera frenética. De un momento a otro su acción comenzó a ser torpe y soltaba gemidos por lo bajo.
Cuando solté otro grito, Jungkook me dio una estocada profunda, indicando que también había llegado a su orgasmo, cayendo rendido sobre mi.
Comenzó a besar desde mis hombros, hasta mi boca, dándome muchos besos que me provocaban cosquillas.
—Te quiero tanto, bonita — volvió a unir su frente con la mía — gracias por esto, estuvo espectacular.
—Te quiero, mi taxista lujurioso — ambos reímos ante el apodo. Y comenzamos a charlar estando en la cama.
Desnudos.
♡♡♡
Desperté somnolienta, me costaba abrir mis ojos, pero aún no era de día.
Miré en mi mesita de noche la hora 11:30 pm. ¿Sólo dormí una siesta? Miré mi cuerpo solo cubierto con mi sábana y una tonta sonrisa se dibujó en mi rostro al recordar el apasionado encuentro con Jungkook.
Me extrañé al no verlo a mi lado, pero sentí como alguien husmeaba en el estante de las ollas y claramente debía ser él. Le encantaba cocinar.
Encontré su polera tirada en un lado de la habitación y me la coloqué, me quedaba bastante holgada ya que a Jeon le encantaba usar ropa muy ancha y a mi me parecía de lo más cómoda.
Caminé hasta la cocina sintiendo un olor exquisito, hasta que lo vi friendo pollo.
—Huele delicioso — dije estando detrás de él, causando que diera un pequeño brinco y se quemara con un poco de aceite — Lo siento, lo siento, no quería asustarte, ¿estás bien? — pregunté preocupada, mirando su mano.
—Está todo bien, bonita. Son cosas que pasan en la cocina, son quemaduras de guerra — me guiñó un ojo y obviamente rodee los ojos — ve a la cama, te llevaré la cena. No es porque lo hice yo, pero mi arroz frito junto al pollo harán que
quieras repetir otra porción.
—Eso espero. Tengo mucha hambre — hice un leve puchero tocando mi estómago.
—Ah, botaste demasiada energía. Toda una pequeña pervertida — tocó la punta de mi nariz y le saqué la lengua. Sonrió de costado — me encantas.
—Y tú a mí — le di un casto beso en sus labios y volví hasta la habitación.
Mi estómago rugía y al sentir el olor que emanaba la comida no me estaba ayudando en absoluto. Decidí que mientras terminaba todo, tomaría una ducha.
Iba camino hacia el baño cuando un celular comienza a sonar de manera insistente, como si estuviera mandando muchos mensajes. Claramente ese no es mi sonido de notificación.
Cerré los ojos con fuerza, decidida q ignorar y entrar al baño, cuando ahora comenzó a vibrar.
Era una llamada.
Me acerqué y me percaté del nombre de Areum en él.
Mi corazón golpeteaba en mi pecho y sabía que si buscaba algo aquí, no me gustaría lo que encontraría.
Pero no hice caso.
Cuando finalizó la llamada, la pantalla quedó encendida dejando a la vista los mensajes que habían en la barra ze notificación. Todos de la misma persona.
«Te extraño. ¿Dónde estás?»
«Lo que tenemos es mucho más fuerte que cualquier discusión que podamos tener»
«Necesito abrazos y unos cuantos besos»
«No puedo dormir si no estás a mi lado. ¿Cuándo llegarás? :( podemos tener una noche divertida 🤭»
«Perdón por ser una loca y hacer que te hagas cargo de mí. No sé que haría sin ti en estos momentos, te amo Jungkook.»
No me di cuenta que lágrimas estaban corriendo por mi rostro hasta que toqué mi mejilla. Un nudo gigantesco se formó en mi garganta y mi pecho, haciendo que me faltara un poco el aire.
Comencé a respirar para intentar calmarme. ¿Qué diablos era todo eso?
—Aquí está tú cena, bonita — dijo Jungkook ingresando a la habitación junto a una bandeja — espero que puedas comerte todo esto porque es mu... ¿qué pasó? ¿por qué lloras?
Su preocupación era tan real que tenía ganas de pegarle un puñetazo.
—¿Quién es Areum? — pregunté de manera inmediata. Se sorprendió un poco al escucharme — me dijiste que Areum era tú hermana, ¿por qué mierda te escribe que necesita dormir contigo? Y no quiero mentiras — afirmé sin dejar de llorar.
—Bonita, deja que te explique.
—¡No me digas bonita! — grité exaltada. — sabes cuanto sufrí por el imbécil de Kwan y tú me estás haciendo lo mismo, Jungkook. Pero no entiendo porque esto duele el triple.
—No es lo que piensas, Areum es mi amiga — explicó rápidamente, acercándose a mi — sé que no debí mentirte sobre ella, pero te dije que tenía miedo.
—¿Miedo? Ella no tiene muy claro que al parecer son amigos — protesté haciendo una comilla con mis dedos.
El miedo estaba en su mirada y fue en busca de celular para comprobar él mismo de lo que estaba hablando.
—No, no es lo que tú crees... yo... mierda. Te lo juro Iseul, no es lo que estás pensando — se acercó hasta mí y tomó mis manos — yo... no sé porque envió esos mensajes...
—No te creo nada, Jungkook. Te di la oportunidad de ser sincero y preferiste callar — escupí cada palabra, sin dejar de llorar, mirándolo con odio. — así como lograste que te quisiera, haré que todo sentimiento por ti se extinga.
—No me digas eso, Iseul, por favor...
Algo se removió dentro de mí al notar como comenzó a llorar, sus ojos totalmente humedecidos y sus lágrimas cayendo por sus mejillas.
—Vete. No quiero verte más — dije ya cansada, dándole la espalda — vete...
—Iseul, por favor deja explicarte como fue todo, solo una oportunidad...
—Te las di, Jungkook — le respondí mientras sorbeteaba mi nariz — y en ninguna fuiste sincero. Ya lárgate, no quiero volver a verte...
—Por favor...
—¡Vete! — grité volviendo a llorar de la manera mas desgarradora posible. Me sentía tan mal.
Debía cuidar mi corazón, corazón que había quedado dañado por culpa de un imbécil... y ahora, lo tengo hecho trizas.
Luego de unos minutos, escuché la puerta de la entrada cerrarse y pude llorar con mas fuerza en la soledad de mi habitación.
Lloré por las mentiras, lloré por el desamor, lloré por el engaño...
Lloré porque aquí me di cuenta que estaba completamente enamorada de Jeon Jungkook y es por la misma razón que siento que mi pecho quema.
Y nada podía hacer para que este sentimiento desapareciera.
Quiero que me digan... ¿Qué piensam de Areum? Me gustaría leerlas 🌚.
Yyyy debo decir que quedan poquísimos capítulos, pues como bien dije es una historia corta 😝.
Espero les guste 💝.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro