Aferrado a tu cuerpo como la suave brisa del mar que regenera cada uno de nuestros sentidos, presiento los latidos de tu retumbante pecho resonando en mi interior.

Un par de corazones que comparten un latido en una misma dirección, acompañado del más profundo y sincero amor que alguna vez haya existido.

—¿Amor? —suspira mi Omega resuelto entre mis brazos —Tus pensamientos retumban contra la marea y espero que contengan altas dosis cargadas de amor porque quiero muchos mimos esta noche, mi Alfa —decidido, comenta todo seductor.

—Espero que tus dosis de amor no incluyan extensas cabalgatas porque está de más decirte que ni sueñes con eso cariño... Y menos en tu estado, recuerda que debes cuidarte y es mi deber cuidarlos a ambos dos... ¿No es cierto mi princesa? —le converso como un chiquillo a la prominente barriga de mi esposo Omega mientras él, se aparta porque le genero cosquillas al acariciarla con tanta devoción.

—¡Ufa con tu padre pequeña! —cuestiona mi Omega entre mohines abrazando su barriga y entregándome piquitos que no puedo dejar pasar sin apresarlos entre mis labios y degustar de su dulce néctar pasional.

—T-tú n-no colaboras con tu cometido tampoco mi Alfa —susurra entre roces algo sensuales con un toque extra de emoción.

—Espera que se duerma el peque y verás como te colaboro mi apasionado Omega, despacito y con cuidado pero bien profundo —murmuro apegado a sus labios inhalando su mezclado aroma de mota con la dulzura de las rosas mientras apreso su nalga izquierda con creciente emoción.

—¿Será que pueden dejar de franelearse en medio de la arena papis? Me hacen pasar vergüenza... —comenta nuestro pequeño Dong- yul entre rezongos y arrugando su nariz —. Le diré al tío Jin, él me dijo que le avise si ustedes se portaban mal.

—Pero si será este crío mal enseñado del tío, ya me veo venir a la regadera de regaños por parte de tu amigo —comento entre abrazos y besos a mi risueño Omega.

—Es tu culpa por andar de calentón conmigo y te recuerdo, que es nuestro amigo y encima, padrino de nuestro hijo —comenta entre restituciones de roces algo más que amorosos para mi sensible olfato que retiene sus expandidas feromonas de creciente excitación alterando por igual a mi lobo y a mí.

—Cariño, si sigues así no podré retener mis instintos, ten piedad de mí —confieso enterrando mis fosas nasales en la unión de su cuello con sus apetecibles hombros que tientan a mi bestia para acometer mi fallido intento por preservar mi instinto que clama porque me deshaga de su maldita ropa y lo reclame como mío aquí mismo.

—¿Y qué te hace retenerte, mi Alfa? —y como buen lobo codicioso y retador, ladea su cuello provocando con su aroma a mi escaso autocontrol. Y acudo a todas mis fuerzas para poder controlar a mi lobo y a mi desesperación por sucumbir en él.

—¡Hey! ¡Vengan a cenar! Par de incontenidos —se escucha a los lejos el llamado de nuestro amigo y sonrío ante nuestra definición: par de incontenidos... sexuales le faltó decir, aunque sé con certeza, de que lo pensó.

—Salvado por la campana cariño —le comento a mi querido Omega mientras repaso entre pequeños besos sus morritos.

—Pero luego, el postre lo pongo yo —comenta decidido mientras emprendemos el camino de retorno a la cabaña de nuestros amigos y solo puedo menear mi cabeza en negación.

—Eres único cariño —sincero y enamorado le digo.

—Y por eso me amas tanto amor —refuta altanero. Y nada puedo decir para contradecir sus dichos.

—Tienes toda la razón, pedazo de trasero más que bonito, te amo con todo mi corazón.

Entre risas nos incorporamos a la provista cena preparada por el esposo de mi querido amigo Nam.

A decir verdad, más feliz no puedo estar de observarlo dichoso y apasionado con su Beta que nos maneja a todos con la mirada intimidante que solo él puede tener.

Porque a pesar de renegar más de una vez con todas sus reprimendas, es un buen amigo, un excelente tío para mi pequeño y sobre todo la fuente de felicidad para mi querido amigo Nam.

Observo a mi alrededor las exquisitas preparaciones elaboradas por Jin entre tanto mi Omega reniega con nuestro pequeño para que vaya a lavarse sus manos antes de sentarse en la mesa.

—Dale peque, hazle caso a tu api de una buena vez —con firmeza meto bocado a lo cual mi Omega me observa con atención y estoy seguro que algún comentario sarcástico obtendré por mi intervención.

—En enhorabuena amor, ya decía yo que faltaba la voz de mando para arreglar y acomodar la situación —burlón comenta mi doble cachorro a lo que solo me limito a responder.

—No conoces mi voz de mando, sino, no estarías tan risueño pequeño, así que deja de burlarte o tendré que darte una lección —elevando mis cejas lo observo y captando su atención, me devuelve el mismo gesto con las cejas levantados y una clara sonrisa de invitación.

—La pueden cortar —articula Jin de brazos cruzados a lo que su esposo solo atina a rodearlo entre sus brazos con sus marcados hoyuelos denotando su rostro y comentando que nos deje ser, que aunque pasen los años seremos así y nada ni nadie nos hará cambiar.

Le ofrezco a mi Omega una tierna mueca de adoración, pues es verdad que con el pasar de los años crecemos en edad pero nunca madurar... eso no está en el ADN de mi cuerpo.

Procedo a sentarme en la mesa al lado de mi amigo no sin antes recibir una cerveza de su parte para acompañar la velada familiar.

Atisbo delante mío que luego de un momento entre gruñidos padre e hijo se acomodan a un costado de la mesa.

El pequeño ha rezongado a más no poder mientras le recrimina a su api que no me deje en paz, que a mí me debe cuestionar por quererlo demasiado, y no a él que simplemente hace las mañas.

—Eres tremendo, peque. Más allá de que tu padre te consienta, tú, te debes comportar.

—Y aquí vamos lobito —comenta mi querido amigo mientras chocamos nuestras cervezas.

—Otra costumbre arraigada hoyuelos... y no me quiero imaginar cuando esté la princesa en medio de todo esto.

Nos desarmamos entre risas de solo imaginar la situación, de comer caliente la comida sin un rezongo a salir corriendo porque el enano se golpeó, o a calmar los lamentos exagerados de Jin mientras mi Omega trata de contener su excitación.

Aún así daría lo que fuera por volver a vivir la misma vida si me dieran a elegir...

Amando cada momento y situación con ellos a mi lado, mis amigos, mi familia... mi gran amor.

BUENO, AHORA SÍ, OFICIALMENTE DAMOS COMIENZO A ESTE REGRESO 😍

POSIBLEMENTE, LOS CAPÍTULOS SEAN UNO DE ALFA Y OTRO DE OMEGA A MENOS QUE ME DÉ LA LOCA Y UTILIZO MIS LOBITOS PARA SEPARAR🤣

GRACIAS POR LEER, COMENTAR Y VOTAR🥰

LOS AMITO MUCHO❤