Observarlo darme la puñetera mamada más jodidamente sensual, explosiva, desordenada y con ganas de más, me tiene completamente demente. Su caliente cavidad me recibe gustoso y aunque me afirme con esmero a su garganta, no recula para nada y succiona como si su vida dependiera de mantenerme preso a su cavidad.

El candente momento es tal, que me provoca la inminente necesidad de blanquearlo por completo. A lo cual se le suma la locura que genera su gloriosa entrega más la situación y el momento, haciendo que me ubique de costado para abofetear reiteradas veces su sonrojada mejilla con mi venosa hombría en el ínterin que recoge mis fluidos con su lengua.

—¡Maldita sea Omega! Quiero destrozarte la garganta... —suelto sumido en el fervor del momento y ansiando sentir mi profunda intromisión sobre que coloco mi mano sobre su garganta y me hundo velozmente.

Él, me observa con sus ojos empañados en pasión y les juro que si no me concentro con todas mis fuerzas me vengo de un solo tirón con extremada opresión sobre los confines de esa bendita carita de cordero entregado al matadero.

Así que luego de unos instantes de sentir un incrementado cosquilleo en mi bajo vientre, le digo ronco, bajo y entre susurros preparándome para lo siguiente: —¿Tienes con qué limpiarte cachorro? —mientras aprieto la base de mi explosiva dureza y sin dejar de contornear mis caderas para su continuo atore.

Y ni la maldita pierna dañada me impide hacerme el guapo en este lascivo momento, observándolo todo necesitado de mi falo como yo, de su pecaminosa entrega...

Así que afirmando mi cuerpo a la consola y a sus rubios cabellos, le suelto mientras me observa desde la acuosa profundidad de sus ojos: —Abre tu boquita y saca la lengua.

Y al cabo de unos segundos me descargo furioso como un maldito animal en pleno apareamiento, lanzando sobre su rostro mi espesa semilla y dejando la estela de mis incrementadas feromonas regadas por todo el estudio.

—Mmm... Leche calentita, justo lo que tanto me gusta —sueltas descarado mientras trato de recuperar algo del aire que perdí en la fase aguerrida.

Pero cuando me enfoco en tu acalorado rostro, me invaden unas posesivas ganas de saborearme desde tus humedecidos e impúdicos labios. Así que elevándote de un jalón me aferro a tu nuca para ahogarme en tu saliva que se funde con la mía.

Y es tan perfecto el sentimiento de sentirme tuyo y tú, tan mío, que me olvido del lugar, de lo que está mal y por supuesto que también, de la entrevista laboral. Hasta que el fuerte sonido del celular de mi Omega nos pone de inmediato con los pies sobre la tierra.

Separando nuestros cuerpos para darle espacio de que atienda mientras resguardo mi miembro que está de más entusiasmado todavía, mientras lo observo limpiarse a toda velocidad y tomar la llamada como todo un profesional en tanto acomoda de lado su hombría.

—Déjame aliviarte cariño —susurro bajo y profundo sobre el lóbulo de su oído en cuanto finaliza la llamada y pego mi pecho a su espalda.

—¡Ni lo sueñes Alfa! Mi jefe está en camino para conocerte, así que deja que vea a ver si tengo algún aromatizante aquí abajo —sueltas escapando velozmente desde mis brazos e inmediatamente sonrío cuando veo lo que tienes en tu mano.

—¿Piensas mezclar aromas florales del campo con hediondas feromonas? —le cuestiono risueño porque creo que es mejor dejar el aroma a sexo que potenciarlo con toques dulzones.

Él ,se gira totalmente indignado como si fuera yo el único culpable de lo sucedido hasta que le suelto señalándolo con el dedo: —Ni se te ocurra echarme toda la culpa cariño porque te juro que te subo a esta mesa y te follo bien duro delante de cualquier imbécil que se atreva a ingresar por esa maldita puerta...

—Eres un manipulador de cuarta Alfa... Pero aún así te amo demasiado ¿sabías?

Se aferra a mi cuello regalándome un dulce y codicioso beso que finaliza al cabo de unos minutos sobre que golpean con insistencia el acceso.  Entonces, me separo de inmediato mientras mantiene sus ojos privados de visión disfrutando del momento.

—¿Jimin? —cuestionan al otro lado y le remuevo el brazo para que salga del ensueño.

—A-adelante —dice al abrir sus ojos observándome molesto.

Y bufo porque no puede ser que ahora sea yo el promotor de su refunfuñó por lo bajo.

—Eres un cachorro mal enseñado, te pareces a tus hijos —le susurro solo para sus oídos, recibiendo un fuerte codazo de su parte en el ínterin que se asoma un jodido Alfa elegante de pies a cabeza que expide feromonas de poder por cada poro de su maldita piel...

—Con permiso, lamento la interrupción —se dirige con total confianza hacia mi Omega y no me gusta una mierda.

—Por favor, ni diga eso, no interrumpe nada. Es más, le estaba comentando a mi Alfa que usted venía en camino. Permítame presentarle. 

"¿Éste espécimen de macho Alfa, relativamente joven, es el jefe de mi sexi marido?" Se me cruza por mi mente sobre que el susodicho me extiende su mano luego de que mi Omega me presenta.

—Es un gusto poder conocer, al fin, al portador de semejante belleza de timbre en su voz. Soy Min Yoon-gi, más bien conocido como Agust D, a tus servicios.

—El placer es todo mío... —"¡mentira!" me susurra la maldita voz de mi consciencia —. Y gracias por la oportunidad, de verdad se lo agradezco. 

—Me ha contado tu muchacho que te gusta andar de héroe —y estoy más que seguro que frunzo el ceño sobre que escucho como se dirige hacia mi Omega —. Eso es algo muy bueno porque habla de tu templanza y carácter. Aún así, espero que te repongas prontamente de todos tus sucesos y podamos tenerte al 100% —finaliza.

—Lo mismo espero, poder recuperarme bien y demostrar, aún más, lo que es bien mío...

Y maldigo internamente sobre que suelto mis palabras a lo lobo cavernícola, tratando de frenar mi incrementado aroma mientras mi animal interior se retuerce insoportable.

—¡Su voz! —mi Omega eleva su tono a medida que me dispara una de esas miradas que dicen todo sin necesidad de palabras —. Se refiere a demostrar lo que tiene adentro. 

—Si tú lo dices Jimin ¿les parece si comenzamos? Mi socio se tuvo que retirar y me pidió venir en su lugar. Y por supuesto que no me podía negar. Pero antes de charlar en la oficina, Jung kook, quiero que me demuestres de lo que estás hecho —suelta el jefe de mi Omega con su porte de dueño del mundo y de todo lo puedo.

Y ¡Maldita sea! Que no pienso achicarme ni un condenado segundo. Demasiado he pasado desde joven para sentirme cohibido ante la oportunidad que siempre quise desde que tengo memoria pero que olvidé a causa de mis mierdas.

—Por supuesto, díganme donde me ubico y comenzamos —suelto seguro bajo la atenta mirada de mi Omega.

—Ok, pero déjenme llamar a la de mantenimiento primero, deben ventilar o aspirar la alfombra, hay un extraño aroma que me rodea —dice el jefe a lo que mi Omega salta de inmediato.

—Deje nomás, que yo tengo el aromatizante que compramos hasta que arreglen el automático...

La acentuada rojez del rostro de mi hermoso Omega me trae condenados recuerdos que amenazan con despertar mi juguetona entre pierna, así que tratando de despejar mi mente le digo.

—Cariño, tu solo dime qué hacemos, pero —observando cómo su jefe se acomoda, me arrimo hasta su cuerpo susurrando —, deberías limpiarte el pegote del pelo primero...

—¡Carajo! ¿No me digas qué es cierto? —me cuestiona y sobre que asiento mi cabeza, se retira de inmediato todo rojito hacia el baño pidiendo las disculpas pertinentes al momento.

🐺🧒🧑🐺

Observar a mi radiante Omega mientras desliza sus pequeños dedos entre los diversos botones creando componentes de sonidos como solo él sabe hacerlos, me tiene enteramente embelesado...

Se dispuso a demostrarme como se arman las secuencias de sonido que se graban luego del vivo, para darle los efectos deseados según el tono de voz del sujeto.

Y luego de conversar un buen rato sobre que me gustaría de la vida con su amable jefe, aunque demasiado joven y guapo para mí maldito gusto, decidimos por cuál canción empezaría. Entonces, me interno en la desolada cabina, esperando indicaciones de lo que se procederá a realizar por los grandes auriculares.

Así que tomando aire y rellenando mi orgullo de valía, me dejo llevar por los años que fracasé desmedido, por los regeneradores venideros que siguieron y por los que vendrán, aún más, todavía. Y plantando mi imponente cuerpo frente al micrófono, me entrego a la oportunidad que me creó mi hermoso y amado Omega.

No sin antes visualizarlo y  asegurándome de que interprete desde mis nerviosos labios un "Te amo con mi vida".

Empezamos así🥴 para terminar así 🥺🤣

Gracias por leer, votar y comentar🥰

Los amito mucho❤️