Capítulo 52
— Da gracias a la luna que tu cachorro tiene tíos que saben cocinar, si así come mientras está en tu vientre no quiero ni imaginarme cuánto comerá cuando entre en la pubertad.
La voz burlona de Jimin hizo levantara la vista de su comida solo para dirigirle un puchero que pretendía dejar claro su enojo e inmediatamente continuó comiendo su tercer plato de bibimbap preparado por Yoongi.
Pero tenía que admitir que las últimas semanas no paraba de comer, aunque era cierto que los antojos eran parte de su embarazo, tenía la sospecha de que el incremento de su hambre se debía a los nervios. En doce días más finalmente estaría diciendo sus votos frente al juez que lo iba a unir legalmente a su beta y tenía que admitir que cada vez que pensaba en ello su corazón se aceleraba demasiado por la emoción y los típicos nervios de novio.
— Hobi, ¿quieres un poco más? Aun tengo en la cocina. — Yoongi se estaba acercando a la mesa que estaban ocupando él y su amigo, vistiendo su impecable traje blanco de chef.
— Yoongi-hyung, deja de consentirlo, sobretodo con dulces, recuerda que tiene que caber en el traje el día de su boda.
— Lo siento Jiminie, pero no puedo prometerte nada, cada vez que dice que tiene algún antojo Jin-hyung o yo ya estamos entrando a la cocina para prepararlo.
El omega mayor le regaló una sonrisa y dejó la charola plateada en la mesa mientras extendía su mano para tocar su pequeña panza abultada de catorce semanas oculta bajo sus ropas holgadas. Le encantaba cuando sus amigos dejaban una rápida caricia en su vientre, siempre quedaba una enorme sonrisa en su rostro cuando eso pasaba, justo como la que sabía que tenía en ese momento.
— Tu eres el único que es malo conmigo Minie — acuso de manera infantil al peliplateado frente a él.
— Querrás decir que soy el único al que no logras convencer con tus ojos de cachorro lastimado.
— Eso es exactamente a lo que me refería — contestó riendo.
Aunque eso estaba muy alejado de la realidad, tal vez su amigo no le daba directamente las golosinas que pedía pero siempre se aseguraba de tener muchas de ellas cuando iba a su casa, también era mas común que visitaran el restaurante aunque sabia que Jin y Yoongi siempre cocinaban para él. Sabía que cuando estuvieran en el centro comercial en ese día también lo dejaría comprar cualquier cosa que se le antojara, siempre lo hacía.
Siguió haciendo pucheros hacia el menor mientras Yoongi continuaba riendo de la pelea fingida que estaban creando y la cual quedó en segundo plano cuando su novio entró con Taehyung a un lado. Su lobo meneaba la cola felizmente en su interior cuando pudo captar el suave aroma de su beta y después se removía en su interior pidiéndole que se acercara a su castaño.
— Hola mi bonito. — Su menor susurro en su oído al mismo tiempo que dejaba su mano descansando en su vientre bajo.
— Hola Namie~
Un beso en su mejilla lo dejo con una sonrisa boba en su rostro y el resto de la plática pasó con él totalmente enfocado en su novio y sin enterarse de lo que hablaban sus amigos.
— ஜ —
— Se veían tan bien con los trajes, el día de su boda tomaré miles de fotos.
Un emocionado Jimin, caminaba a su lado izquierdo mientras hablaba animadamente con Taehyung. El iba tomado de la mano de su alto beta y sosteniendo su último jjinmandu de carne con la que tenía libre.
Después de tres horas de estar probándose trajes, Jimin había estado de acuerdo con que comprara algo de comer siempre y cuando pudieran seguir caminando alrededor del centro comercial para ver las tiendas.
Los dos menores ya habían visitado por lo menos cinco tiendas de ropa y él había aprovechado ese tiempo libre con su novio.
— Me siento como en una salida en familia, solo que en lugar de estar llevando a nuestros hijos a comprar juguetes o golosinas, los estamos dejando que se emocionen con toda la ropa que encuentran.
Sonrió con las palabras de Namjoon mientras veía a través del cristal de la tienda como en ese momento Jimin y Taehyung sonreían y se dirigían a pagar las chaquetas como si fuera la primera vez que compraban algo, definitivamente podía entender a lo que se refería su castaño.
Aun manteniendo su sonrisa, recibió a los menores quienes empezaron a contar cada detalle de la ropa que habían adquirido. Su atención trató de enfocarse totalmente en cada una de las palabras, pero sus ojos ya comenzaban a cerrarse. Quizás había sido una mala idea comer tanto aun cuando era consciente de que, los últimos días, caía dormido en cuanto su estómago estaba completamente lleno.
— Hobi-hyung, ¿estas bien? — sus ojos se habían cerrado sin que él se diera cuenta y cuando la voz gruesa de Taehyung sonó tan cerca, los abrió un poco sobresaltado. — Hyung, debiste decirnos que estabas cansado.
— No lo estoy. — La cara de preocupación del menor se transformó en una de incredulidad. — Es verdad Taetae, me comenzó a dar sueño por todo lo que comí, solo necesito un poco de agua para mantenerme ocupado en algo. — El beta pelirrojo negó.
— No hyung, es mejor que nos vayamos.
— Pero ustedes aún no terminan sus compras. — Odiaba la idea de que se regresaran a casa, sabía muy bien que las salidas de Taehyung habían estado limitadas ya que aún tenía que ser acompañado por alguien y eso continuaría hasta que atraparan a su ex-padrastro. — Realmente solo necesito la botella de agua.
— Te traeremos el agua, pero también nos iremos. Volvemos enseguida — dijo Jimin siendo seguido de cerca por Taehyung.
En cuanto los menores se alejaron unos cuantos pasos, ellos dos se dirigieron con un andar perezoso hacia la banca que estaba más cercana. Una vez que ambos estaban acomodados, él volteo a ver a su novio con un puchero exagerado que pretendía ser triste.
— Soy un pésimo padre, ahora tendremos que volver a casa a mitad de las compras familiares porque yo no pude controlar mi hambre — comentó con un tono divertido.
— Bueno entonces yo también soy un pésimo padre, no te detuve aún cuando sabía que esto iba a suceder, pero en mi defensa te digo que realmente no pude evitar ver como llenabas de comida tus hermosas mejillas de ardillita.
Las manos de su menor tomaron su rostro para detenerlo en su lugar y comenzar a besar su mejillas, pasando de una a otra sin descanso y provocando que su risa saliera.
— Nam, para, para, nos verán nuestros hijos. — Su novio solo continuó dejando esos cortos besos durante varios segundos más antes de dejar el último sobre sus labios.
— No importa que nos vean bonito, creo que ya acordamos que somos unos malos padres, un trauma mas no los dañara tanto.
— En ese caso quiero mas besos.
Con sus brazos rodeó el cuello de su novio para poder acercarlo y comenzar con un beso lento que lo hizo suspirar. Los labios de ambos llevaban un ritmo tranquilo que les dejaba sentir completamente la textura y el sabor de los contrarios. Las manos grandes de su beta se deslizaron por su espalda para pegarlos aún más, si es que eso era posible.
Estuvo a punto de olvidar el lugar en el que estaban y ponerse a horcajadas sobre las piernas de su castaño, pero el ruido de un par de pisadas corriendo lo distrajo. Se separó de su novio mientras veía como un guardia de seguridad del centro comercial se pasaba corriendo frente de ellos.
— ... cabello plateado...
Las palabras que logró captar, salieron del radio que él llevaba y una sensación de miedo se instaló en la boca de su estómago.
Jimin.
Taehyung.
Miró alarmado a Namjoon quien al parecer escuchó lo mismo porque ya estaba de pie extendiendo una mano para que él la tomara.
Ambos corrieron siguiendo los pasos del guardia que iba un poco más adelante.
Cuando se detuvo llegó a la esquina donde había unas cuantas personas mas y otro guardia de seguridad y también donde el sabia perfectamente que se encontraban las máquinas con diferentes tipos de bebidas y eso solo hizo que se asustara aún más.
Esa área era un corto pasillo sin salida y que quedaba un poco oculto desde donde él estaba, por lo que tuvieron que esperar hasta que estaban a solo un par de pasos para ver lo que sucedía.
En el suelo estaba Jimin tendido sobre su costado izquierdo y de espaldas a él, y lo que mas temía se hizo realidad cuando no encontró la melena de color rojo intenso de Taehyung por ningún lado.
— ¡Jimin!
Paso a los pocos que estaban frente a él incluido el guardia y se arrodilló con su amigo. Fue vagamente consciente de que su beta estaba conversando con los guardias, pero él solo se enfocó en buscar alguna herida en el cuerpo del menor. Cuando no encontró ninguna y se dio cuenta de que solamente estaba desmayado se tranquilizó un poco, pero no hizo que el temblor en su cuerpo desapareciera.
Gruesas lágrimas empezaron a derramarse por su cara mientras se maldecía por dejarlos ir solos.
— Bonito, hablaré con Jungkook, los guardias ya están buscando a Taetae, incluso van a revisar las cámaras, por favor no llores lo vamos a encontrar.
Sus manos apretaron aún más al menor contra su cuerpo. — Si no hubiera pedido el agua-
— No, ni siquiera empieces a culparte. — Los dedos cálidos de su menor tomaron sus mejillas gentilmente y comenzaron a limpiar los rastros de lágrimas. — No es culpa tuya, mi bonito. Por favor no dejes que tus pensamientos vayan en esa dirección.
Asintió levemente y recibió gustoso el corto beso que su novio dejó en sus labios antes de levantarse con el celular en la mano.
Giro su rostro para poder mirar al omega que respiraba tranquilamente contra su pecho, sin saber en que ayudar y para calmar un poco su nerviosismo y miedo, comenzó a acariciar los cabellos plateados del menor.
Si pasaron segundos o minutos en realidad él no lo sabia, solo sintió como unas manos lo trataron de alejar de su amigo y el lucho un poco hasta que los brazos de su beta rodearon su cintura.
— Esta bien, mi bonito. Ellos ayudarán a Jiminie, revisarán que esté bien.
La voz ronca de Namjoon provocó que por fin mirara bien a su alrededor. Más gente se había reunido para ver lo que ocurría y los brazos que antes trataron de quitarle al omega de sus brazos, eran de los paramédicos que lo miraban intentando transmitirle tranquilidad.
— L-lo siento.
Los betas solo le sonreían con amabilidad y tomaron el cuerpo del menor para comenzar con su revisión.
Él se puso de pie con la ayuda de su novio y se aferró al cuerpo más alto en un apretado abrazo que le permitió enterrar su cara en el pecho de su beta e inhalar su suave aroma.
— Tranquilo, mi bonito. Jungkook y Minjae traerán de regreso a Taetae.
Realmente creía en esas palabras, los menores no se rendirían hasta traer a Taehyungg de regreso a esa pequeña familia, pero esperaba que no hubiera ningún costo que pagar.
Adivinen a que autora le encanta darles un capítulo con drama un poco antes de Navidad 🤭
Pero sepan que es porque lxs quiero 😁😘
Nos leemos pronto, I PURPLE YOU 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro