La cara de Namjoon se quedó en blanco cuando Jungkook soltó esas palabras.

Durante los pocos segundos que duró el abrazo de su novio y su amigo, parecía que ninguno de los que se encontraban sentados en la mesa podía moverse o hablar, todos seguían sentados y en la misma posición en la que estaban cuando las palabras del alfa pelinegro fueron dichas.

Sus antebrazos rodearon su vientre, ese donde seis días atrás se enteró que se estaba formando un bebe, un hijo de él y Namjoon, el resultado de su amor.

Cuando los resultados del laboratorio le fueron entregados y leídos, le tomó bastante tiempo parar las lágrimas de felicidad que se deslizaron por sus mejillas y las que ahora volvían a aparecer en sus ojos cuando su novio por fin reaccionó y lo tomó entre sus brazos con una enorme sonrisa.

— Te amo mucho mi bonito. Los amo a ti y a nuestro pequeño cachorro.

Un nudo en su garganta le impidió hablar por lo amado que su castaño lo hacía sentir, lo único que fue capaz de hacer fue aferrarse más fuerte a ese abrazo esperando que los latidos de su corazón dijeran lo suficiente por él.

Se permitió disfrutar de unos largos segundos de las caricias y besos cortos que su menor empezó a repartir por su mejilla, antes de finalmente separarse y ver las caras de sus amigos.

Todos le regalaban una enorme sonrisa y se acercaron para felicitarlos. El primero que estuvo entre sus brazos fue el pequeño Jimin, el omega lloraba y le repetía una y otra vez lo feliz que estaba por el. Jin y Yoongi también le dieron un abrazo mientras le deseaban lo mejor y él sólo pudo agradecer con cortas palabras mientras las lágrimas seguían creando caminos en sus mejillas.

Namjoon lo atrajo a su regazo en cuanto se encontró libre de cualquier abrazo y él inmediatamente se refugió en su cuello buscando el aroma suave a té y nueces por encima de todos los olores que se pegaron a la piel de su castaño.

— ¿Desde cuando sabes Hobi? — La voz de su amigo peliplateado hizo que recordara donde estaban y se acomodo de una mejor manera para poder hablar con ellos. — ¿Cuánto tienes de embarazo?

— Me enteré hace seis días, el día que me obligaste a ir al medico porque no dejaba de vomitar. La doctora dijo que tenía alrededor de dos semanas, así que supongo que fue durante mi último celo — termino con las mejillas un poco rojas, de cualquier modo sabía que sus amigos recordaban perfectamente la fecha de su último periodo de calor. — Creo que ahora estoy cerca de las cuatro semanas.

— Me alegra tanto saber que voy a ser tío, no pudo esperar a ver lo bien que te veras con tu pancita. Pero eso no quita el hecho de que no esté enojado contigo por no decirme que planeaban tener un cachorro.

El tierno ceño fruncido de Jimin lo tendría riendo en cualquier otra ocasión, pero ahora solo podía sonreír con un poco de culpabilidad.

— Eh.. en realidad... no lo habíamos planeado. — Miró a su beta con ojos culpables. — Yo... supongo que no debí de haber pedido pastillas como método anticonceptivo sabiendo que nunca las tomo correctamente.

Una sonrisa se extendió en el rostro de su novio y tiernos y cortos besos fueron dejados en sus labios. Se dio permiso de perderse en la suave risa que su Namjoon mantenía mientras dejaba más cortos besos y se olvidó por completo de la conversación que se formaba a su alrededor.

Su corazón se sentía tan cálido por las felices reacciones de sus amigos y sobretodo por bien que lo había tomado su beta, puede ser que que ese pequeño bebe que se estaba formando en su vientre no haya sido planeado, tal y como dijo a sus amigos, pero ahora que sabía de él no podía alejar de su cabeza la imagen de su novio sosteniendo un pequeño cachorro. No tenía ninguna duda de que quería formar una familia con Namjoon, todo se sentía demasiado correcto.

Los antebrazos que lo rodeaban soltaron poco a poco su agarre hasta que las grandes manos de su menor empezaron a acariciar por encima de la ropa y justo por debajo de su ombligo, ante la suave caricia que casi lo pone a ronronear como si se tratase de un gato, dejó que su cabeza cayera hacia un lado para volver a esconder su cara en la curvatura del cuello de su castaño queriendo estar ahí el resto del día.

Sin embargo, su tranquilo momento fue interrumpido por el ruido de una silla cayendo.

Busco con su vista la fuente del sonido y no tuvo que buscar por más de un segundo pues todos los presentes en la mesa volteaban a ver a Jungkook. El menor estaba de pie mirando hacia las grandes puertas del restaurante por lo que automáticamente giro para poder enterarse de lo que sucedía.

El auto negro de Minjae se encontraba estacionado fuera del negocio y el dueño esperaba cerca de la entrada a que el pasajero bajara. Lo primero que pudo ver fueron los cabellos de un rojo intenso y después el rostro de Taehyung.

El beta terminó de bajar del auto y se dirigió a la puerta que el alfa mantenía abierta para que pasara. Cuando lo pudieron observar bien fue que todos siguieron la acción de Jungkook poniéndose de pie, todos repentinamente angustiados por las lágrimas que bajaban por el rostro del menor que acababa de entrar.

El primero en rodear la mesa y llegar al lado de los dos menores que acababan de entrar fue Jungkook.

— Tae, ¿qué sucede? ¿Pasó algo?, ¿lo viste?

No tenía ni idea de lo que sucedía, pero viendo el triste rostro del beta suponía que algo realmente grave estaba sucediendo.

— Minjae, ¿qué sucedió?, ¿por qué Tae viene contigo? — Continuó el menor de todos cuando no obtuvo más que llanto del beta al que ahora estaba abrazando. — Por favor, necesito saber que sucede.

— No tiene nada que ver con Sung-wook. — Fue todo lo que respondió el otro alfa con la mirada fija en el piso. — Yo.. nosotros tenemos que hablar con Jimin.

Miro como su amigo miraba con sorpresa al que todavía era su novio. — ¿Co-Conmigo?

— Si. Tae y yo necesitamos hablar contigo.

Minjae seguía sin mirar a nadie a los ojos y Taehyung seguía llorando silenciosamente en el hombro de su amigo.

— Pueden tomar mi oficina.

La voz de su novio se alzó entre el silencio tan sofocante que se había formado y al instante tenía dos brazos rodeándolo y un cuerpo firme detrás de él brindándole apoyo.

Algo ocurría a sus dos amigos pero seguía sin entender por que ello involucraba a Jimin. En ese instante lo único que quería era entrar en la habitación a la que ahora se dirigían los menores e intentar solucionar cualquiera que fuera el problema.

Odiaba saber que algo le pasaba a sus amigos y que él no pudiera hacer nada para ser de ayuda.

— Tranquilo, mi bonito. — Namjoon empezó a mecerlo suavemente de un lado al otro mientras continuaban de pie y le susurraba en su oído derecho. — Son tus amigos, te lo dirán cuando estén listos y si podemos hacer algo por ellos te aseguro que lo haremos.

— ¿Kookie? — La voz baja de Yoongi hizo que dejara de ver hacia la puerta cerrada de la oficina para ver como el omega se acercaba a un Jungkook que parecía de piedra. — ¿Estas bien?

El alfa pelinegro miró por fin en la dirección de su pareja y lo envolvió en un abrazo. — Si, lo siento Yoongi-hyung, es solo que son muy pocas las ocasiones en las que he visto a Tae llorar de esa manera y por lo general está relacionado con Sung-wook.

¿Quién era Sung-wook?

Era la segunda vez que lo mencionaban, y el ya odiaba ese nombre y a quien lo llevaba. Si hacía llorar de esa manera al siempre sonriente Taehyung tenía más que claro que era alguien con quien no quería toparse.

Quiso preguntarle más al joven alfa, quería que le dijera de qué manera ese sujeto lograba que el bello rostro de su amigo se llenara de lágrimas, pero no fue posible, pues la ira se acumulo de golpe en el rostro del menor que volvía a tener su mirada en la puerta.

— No, maldición. — Después de soltar esas palabras y un gruñido, el pelinegro soltó a Yoongi y se dirigió a la oficina dando grandes zancadas, quedaba claro que él sí podía oír la conversación que había al otro lado de la puerta.

Después de un segundo en el que intercambiaron miradas, los cuatro que seguían ahí de pie se adentraron en el pequeño espacio.

Jimin estaba de pie cerca de la silla que ocupaba Namjoon cuando trabajaba con una mueca que parecía muy sorprendida, Taehyung permanecía de pie y llorando cerca de la pared que se encontraba a su derecha y Minjae era sujetado por el cuello de la camisa por un muy enojado Jungkook.

— ¡Como te atreves a hacerle algo así a Tae, sabes por lo que paso, porque diablos lo hiciste!

En un parpadeo Jin y Namjoon trataban de jalar al menor de todos, Trataban de hacer que soltara su agarre de la ropa del otro alfa pero parecía que les costaba demasiado trabajo. Cuando se creó un poco de espacio entre los dos menores Yoongi se separó de su lado para ponerse frente a su pareja y tomarlo del rostro. Pronto el olor del omega mayor se esparció por toda la oficina buscando tranquilizar a su alfa.

— Kookie, cálmate, solo mírame a mi. — La respiración agitada de Jungkook parecía ir disminuyendo mientras se enfocaba en mirar al rostro de Yoongi. — ¿Qué sucede?

— Yo fui a casa de Tae, quería aclarar algo con él... — Durante varios segundos Minjae se quedó en silencio, creía que ya no volvería a hablar pero después de tomar una profunda respiración continuó. — Mi celo llegó.

¡Oh dios!

Llevó sus manos a su boca, mientras de nuevo se volvía un caos de gruñidos dentro de esa habitación por parte de quienes trataban de detener al menor de todos para que no se abalanzara al otro alfa, quien parecía no querer defenderse en lo absoluto.

— ¡Tu llevas el maldito caso y te atreves a tomarlo, tienes idea de como se a de estar sintiendo Tae! ¡Acaso sabes cuantas veces me ha contado cuanto teme que se le acerquen los alfas!

— ¡Ya Kookie! — Todos giraron a ver al lloroso beta que se abrazaba a sí mismo. — ¡Yo le dije que lo hiciera! ¡No hizo nada sin mi consentimiento!

— ¿T-Tae? — Jungkook por fin había dejado de luchar y tenía su mirada puesta en el beta.

— ¡Me gusta! ¡No sé en qué momento pasó, pero me enamoré de él! — El menor cayó de rodillas y él rápidamente fue a su lado para rodear el tembloroso cuerpo. Cuando el beta pelirrojo volvió a alzar su vista, inmediatamente la posó en el omega de cabellos plateados que seguía sin moverse ni decir ninguna palabra. — Lo siento tanto Minie, me dije mil veces que es tu novio, que estaba completamente prohibido para mi, te juro que trate de ignorar el sentimiento en mi pecho. Te quiero mucho Minie, eres un amigo increíble, se que me odias en este momento pero por favor créeme que lo siento mucho.

Más lágrimas se deslizaron por las ya muy húmedas mejillas mientras el beta le devolvía el abrazo y todos en la habitación se quedaban en silencio.

Después de dejar unos golpecitos de apoyo en la espalda del menor que sostenía en sus brazos, levantó sus vista para encontrarse con los ojos de su amigo omega.

Jimin lo miraba también, la duda plasmada en su rostro, haciéndole una silenciosa pregunta.

Después de pensarlo unos segundos asintió, dándole valor a su amigo. Era tiempo de aclarar todo.

— Mi-Minjae... — El nombrado por fin levantó la vista del suelo para posarla en su novio. — Yo... yo estuve con alguien más... en mis celos pasados...

Ese día iba a ser uno lleno de confesiones.

VvTheJungvV :
No sé si logré sorprenderte, pero ya por fin Jimin lo confesó.

Espero que su fin de semana haya empezado de la mejor manera.

I PURPLE YOU 💜