Está bien.

Tal vez sería mejor que pudiera reunir a todos sus amigos en un solo lugar.

Durante cuatro días no se le había ocurrido una mejor manera de decirlo y lo único de lo que estaba realmente seguro es que quería esperar por el regreso de Jin.

Con ese pensamiento en mente soltó la almohada que estaba abrazando y se giro en la cama para apoyarse en su costado derecho. El sonido del agua de la ducha llegaba claramente a sus oídos a través de la puerta entreabierta del baño que se encontraba en la habitación y sus pensamientos ahora viajaron hacia su alto novio de adorables hoyuelos que se encontraba ahí dentro.

Llevaba despierto diez minutos y en seguida la idea de levantarse y acompañarlo sonaba como lo mejor del mundo, por lo menos hasta que la molesta voz de su consciencia le dijo el porque no debía de hacerlo.

Mejor dejo que su mente recordara cada uno de los detalles que había guardado en las ocasiones que ambos habían tomado un baño juntos. Como el cabello castaño que lucía mucho mas oscuro cuando se encontraba totalmente mojado, el sonrojo ligero que cubría la piel de su menor por estar en contacto con el agua caliente que salía de la regadera y por supuesto como las gotas de agua creaban caminos al deslizarse por todos los músculos firmes que conformaban el hermoso cuerpo de su novio y que a él no le molestaba para nada recorrerlos con sus dedos.

O con mi lengua. ¡Dios!

Sin ser consciente del momento exacto en que sucedió, su mano ya se encontraba rodeando su muy despierta erección bajo las cobijas que cubrían su desnudez. Dejó que su espalda completa tocara la plana superficie del colchón y utilizó su otra mano para acariciarse. Empezó jugando un poco con uno de sus sensibles pezones y siguió bajando hasta que la punta de dos de sus dedos ya estaban presionándose contra su entrada.

Su canal no opuso resistencia alguna, recordandole que la noche anterior estuvo haciendo el amor con su hermoso beta. El ritmo que tomaron sus dedos se sincronizó con la mano que acariciaba su pene y este aumentaba con el pasar de los segundos.

Realmente no tardó nada en que se formara su orgasmo, todo su cuerpo estaba sensible y las imágenes de Namjoon llenando su mente eran el mejor de los estímulos. Abrió un poco más sus piernas buscando alcanzar más profundidad con sus dedos para estimular su punto dulce, ese que su castaño siempre encontraba sin ningún problema.

¡Si!

Sus ojos rodaron hacia atrás cuando finalmente rozó la hinchada glándula en su interior y aumentó el ritmo tanto como pudo, ya se encontraba totalmente en el borde sin embargo seguía faltando algo, había algo que le impedía su esperada liberación.

Sus ojos volvieron a abrirse cuando las cobijas encima de él cayeron hacia el lado de la cama que no ocupaba y su mirada se reunió con esos rasgados ojos que le encantaban y que en ese momento se encontraban totalmente oscurecidos por el deseo. Una sonrisa ladina y con hoyuelos terminaban de formar el rostro de su novio quien lo miraba mientras estaba de pie a un lado de la cama.

— ¿Te despertaste con energía mi bonito?

— Mmmgghh~

Sin lograr que las palabras salieran correctamente de su boca asintió con un movimiento de su cabeza mientras un muy audible gemido escapaba del fondo de su garganta sin poder evitarlo, pero nadie lo podía culpar cuando podía ver de frente a su Namjoon con el torso desnudo y un pantalón de chándal gris con cintura baja que rodeaba sus caderas de la mejor manera.

— Te vez hermoso, Hobi.

— Mmmmh... ¡Nam! — La voz de su castaño, su mirada, su suave olor, eso era lo que le faltaba. Su orgasmo lo golpeó fuertemente y pintó su abdomen y pecho, todo bajo la atenta mirada de su novio sobre él. Lentamente retiró sus dedos del interior y descanso ambas manos sobre su torso esparciendo un poco la perlada sustancia. — Me dejaste... solito en la cama — dijo con un puchero finalmente, cuando su respiración se empezó a calmar.

El lado derecho del colchón se hundió un poco bajo el peso de su menor cuando tomó asiento cerca de él y un beso fue dejado en su vientre quitando un poco del semen que había ahí y dejando un escalofrío que recorrió cada una de sus terminaciones nerviosas. Cuando su castaño se separó lamiendo sus labios otro gemido salió de entre sus labios sin vergüenza alguna, le gustaba que su novio supiera cuánto lo deseaba.

— Mi bonito, te aseguro que me encantaría volver a la cama contigo y hacerte el amor, pero si hago eso probablemente Jin-hyung se enoje mucho conmigo.

— ¿Jin-hyung? — pregunto confundido.

— No puedo creer que en serio no escucharas cuando el celular sonó ni cuando estuve hablando con hyung, fue hace algunos minutos, mi bonito.

— ¡¿En serio?!... Dios, realmente me dejaste agotado anoche — comentó mirando a los ojos de su beta y con una sonrisa traviesa en sus labios.

— Al parecer no tanto, ya que te levantaste con bastante energía — contestó su castaño con otra sonrisa y depositó otro beso pero esta vez en sus labios —. Ahora me tengo que ir por Jin-hyung al aeropuerto y te recuerdo que tu mi bonito, tienes que ir a encontrarte con Jimin-ah para que supervisen los avances de su nueva academia.

— Entonces ya por fin tendremos de regreso a Jin-hyung. — Fue vagamente consciente de que su Namjoon asentía con la cabeza, pero su mente ya estaba siendo ocupada por cientos de preocupaciones con respecto al problema de sus tres amigos. Con los ojos un poco llorosos se encontró nuevamente con la mirada de su menor. — Todo se arreglará de la mejor manera, ¿cierto?

— No puedo darte una respuesta segura a esa pregunta, mi bonito. — Su novio soltó un suspiro y acunó su mejilla. — Pero si te puedo decir que todo quedará en su lugar.

Esperaba, realmente deseaba tener unos cuantos días de descanso.

Sentía que estaba perdiendo bastante energía con tantas emociones impactantes en un periodo de tiempo tan corto.

Yoongi contándole que fue marcado por un alfa.

Enterarse que Jungkook era ese alfa.

Ver a Minjae besando a un dormido Taehyung y después pidiéndole que lo guarde en secreto.

Jin afirmando que conocía a su pareja destinada y que esta era Jimin.

La llegada del hermano de Yoongi.

El distanciamiento de Hoseok y la posterior conversación con Taehyung que lo hizo pensar que Hoseok quería estar con Jungkook y no con él.

La pronta apertura de la academia de Hoseok y Jimin.

La actitud de Jimin durante su último celo.

La ausencia de Taehyung en el trabajo el día anterior.

Y ahora, Jin contándole que su papá omega había arreglado su matrimonio con una omega de Daegu y la pelea que tuvo con su progenitor cuando le confesó lo de Jimin.

Todo sucediendo en un periodo de tres meses. Unas vacaciones muy, muy tranquilas sonaban como la mejor de las ideas.

— Realmente no tenía intención de gritarle a papá y me dolió en el alma ver el dolor que llenó sus ojos, pero a mi también me dolieron los insultos que le dijo a Jimin. Entiendo que el elija defender a quienes son sus hijos, pero no entiendo porqué tomó esa actitud contra Jimin. — Un largo suspiro se escapó de los labios del alfa sentado frente a su escritorio. — Al final mi papá se encerró en su cuarto y mi padre me dijo que hablaría con él, yo tomé mi maleta y me fui al aeropuerto. Perdón por haberte hablado ayer tan temprano Nam, pero mi otra opción era Minjae y en ese momento mi lobo tenía muchas ganas de pelear.

— Wow... Creo que si fue buena idea que ayer te llevara a mi casa en cuanto bajaste de ese avión. Con el humor que te mando tu papá creo que no era una idea que hablaras con Minjae.

— Lo se, gracias Nam. Pero ya pude descansar todo un día y ya no puedo aplazar más la plática con Jae. Hoy tendré que sentarme con él en cuanto salga del trabajo.

El rostro de su amigo lucía cansado, los círculos oscuros bajo sus ojos demostraban las noches en vela y su expresión seria hacía notar cuánto realmente le estaba afectando todo lo que estaba sucediendo con su familia y Jimin.

Yoongi también miraba al mayor con preocupación, obviamente notando lo mismo que él, pero sin poder hacer mucho para ayudarlo, como le había dicho a Hoseok, solo les quedaba estar ahí para darle apoyo a sus amigos.

— No pongan esas caras tristes ni siquiera hemos abierto el restaurante aun y si ustedes andan con ese humor todo el día solo me voy a estresar, mejor díganme que pasa con Taetae, ¿saben si se encuentra bien?

— Kookie habló con él, dijo que estaba bien y que hoy se presentaría como siempre. — Yoongi habló con su mirada fija en en los dedos entrelazados en su regazo. — Por lo que se, hace algunas semanas Tae está lidiando con un problema, Kookie me dijo que él y Minjae lo estaban ayudando pero que solo Tae puede decidir sin nos habla de ello o no.

Demonios. No le gustaba como sonaba eso.

— No creen que a Taetae le haya pasado algo, ¿cierto? — Pregunto con miedo de tener razón, odiaría la idea de que alguien haya lastimado al sonriente beta. — Quiero estar muy equivocado, pero si busco la ayuda de Jungkook y Minjae puede ser porque son sus amigos o porque son detectives en casos que involucran victimas de violaciones y prostitución.

— Ya lo he pensado, Kookie ha estado nervioso y ansioso desde que lo asignaron al equipo de Minjae y habla con Tae todos los días para preguntarle sobre su estado de ánimo — continuó Yoongi.

— Pues será mejor que le hagamos saber que tiene nuestro completo apoyo en cualquier cosa, pero Jungkook tiene razón, depende de él si quiere contarnos o no. Creo que-

Las últimas palabras del mayor se interrumpieron cuando la puerta de su oficina fue abierta y el pequeño Jimin se abalanzó sobre el regazo del alfa.

Solo miró fugazmente que el omega de cabellos plateados aplastó sus labios contra los del alfa antes de que su vista pasará a su pelirrojo parado en la puerta.

Su novio se acercó lentamente hacia donde él se encontraba sentado, mientras mordía su labio inferior con culpa en su rostro.

— Lo siento Namie, se me escapó decir que Jin ya estaba aquí y Jimin insistió en venir.

— Yo no creo que a Jin-hyung le moleste eso — dijo jalando a su omega hasta que quedó acomodado en su regazo y viendo hacia sus amigos que se seguían besando a un lado de un incómodo Yoongi.

— Yo tampoco creo que le moleste, pero si creo que tenemos que separarlos pronto porque Kookie me dijo que Taetae le pidió que se encontraran aquí.

Reviso la hora en su celular antes de suspirar para llamar la atención de Jimin y Jin, o por lo menos intentar hacerlo, porque ninguno de los dos parecía hacerle mucho caso.

— Jungkook vendrá pronto y saben que tiene buen olfato, no creo que sea buena idea que sigan... emm... tan cerca — dijo levantando un poco la voz.

Con un puchero pronunciado y mejillas rojas, Jimin salió del regazo del mayor y se alejó un par de pasos. Según Yoongi y Hoseok el aroma aún perduraba en la habitación cerrada por lo que decidieron que era una mejor idea que se fueran a encontrar con Jungkook en una de las mesas de los clientes.

El pelinegro alfa entró al restaurante unos minutos después con una gran sonrisa al ver a Yoongi, pero esta solo duró unos segundos antes de que su vista viajará hasta el pelirrojo a su lado.

Todos en la mesa se quedaron en silencio cuando Jungkook se paró a un lado de la silla de Hoseok y se arrodillo.

Su mente quedó en blanco, no tenía ni idea de qué pensar ni qué hacer. Los celos no llegaron a él, pero la ansiedad si.

¿Qué estaba pasando?

Después de unos segundos de olfatear el aire alrededor de un sorprendido Hoseok, el alfa sonrió y lo abrazo.

No veía las caras de los otros que estaban presentes, pero si escucho como la respiración de todos pareció detenerse al mismo tiempo. Su boca seguía sin poder soltar ningún sonido y sus extremidades parecían congeladas.

Los grandes ojos del menor se encontraron con su mirada y soltó a su novio para abrazarlo a él. - Felicidades por su cachorro Namjoon-hyung.

¡¿Eh?!