Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 45

La puerta de entrada se abrió dejando ver a la señora Kim.

— ¡Kookie! — Una amable sonrisa se extendió por la cara de la mayor inmediatamente en cuanto lo vio. — Pasa, pasa. Tae apenas va a desayunar, ¿gustas un poco?

— Normalmente le diría que sí inmediatamente señora Kim, pero necesito hablar urgentemente con Tae y con usted.

La beta lo observó durante lo que dura un parpadeo y solo eso basto para que la grande sonrisa geométrica se borrará de manera rápida para ser sustituida por una mueca de preocupación.

— ¿Pasa algo malo?

— Pues la verdad no se como vaya a tomar la noticia Tae.

Con un asentimiento la mayor empezó a caminar hasta que llegó a la pequeña estancia del departamento, él la siguió de cerca encontrando a su amigo ya acomodado en el sillón de dos plazas con una sonrisa en su rostro mientras observaba el celular.

En serio no quería que esa sonrisa se borrara del rostro de su amigo, pero necesitaba saber lo que estaba sucediendo.

Fue cuestión de menos de un segundo para que Taehyung volteara hasta que se encontró con su mirada.

— Kookie, ven, ven. Tienes que ver el video que me mando Jiminie, esta super divertido.

Quiso regalarle una sonrisa, quería alargar esos segundos de felicidad, pero simplemente le fue imposible no ponerse a pensar en todo lo que había leído en los archivos que le dio Minjae, no podía dejar de pensar en las declaraciones que dio su único testigo, declaraciones en las cuales se preguntaba si un joven Taehyung había pasado por lo mismo y tras las cuales no pudo evitar llorar.

Su amigo se levantó, dejando el celular de lado, se acercó hasta que estuvo frente a él tomándolo de sus hombros.

— ¿Qué sucede Kookie?

Muchas veces había escuchado de parte del beta lo feliz que era de que Jungkook lo conociera tan bien, pero su amigo olvidaba el hecho de que él también podía leer sus emociones tan libremente como si se escribieran en su rostro.

— Taetae, necesitamos hablar.

— Está bien. — Aunque esas dos palabras salieron temblorosas, su pequeña caminata hacia el sillón fue hecha de manera decidida al igual que sus movimientos cuando tomó asiento al lado de su madre, pero eso no le sorprendía, Taehyung siempre fue bueno escondiendo de todos cuanto miedo era el que en realidad sentía.

El único espacio vacío era en el sillón individual, por lo que tomó asiento quedando de frente a los dos pares de ojos que lo miraban con preocupación y curiosidad llenándose por completo.

— Tae, ayer pase a ser parte del equipo de Minjae oficialmente. — Hizo una breve pausa para poder tomar una profunda respiración, intentando calmarse con todas sus fuerzas. — Eso quiere decir que también pase a formar parte de la investigación contra Dong Sung-wook.

El silencio sepulcral le siguió a sus palabras. Parecía que los tres en la habitación mantenían la respiración contenida, la única diferencia radicaba en el beta de cabellos rojos que estaba empezando a temblar.

Odiaba ver los ojos de su amigo llenos de miedo.

— Tae, puede que nuestro tiempo este contado antes de que se nos pida que cerremos la investigación y necesitamos reunir pruebas sólidas u otro testi-

— No, no, no... por favor no Kookie.. no me lo pidas.. no puedo..

Gruesas lágrimas caían por las mejillas de su amigo antes de que los protectores brazos de su madre lo acomodaron en un firme abrazo.

Quería hacer lo mismo, abrazar a su amigo y prometerle que todo estaría bien, pero debía de permanecer fuerte por el momento, por lo menos hasta que terminara de decirlo todo.

— Tae, escúchame. — Los llorosos ojos del beta estaban puestos en él nuevamente, dándole una mirada de dolor que partió su corazón. — Yo no te puedo y no quiero obligarte a nada, solo te estoy pidiendo que lo pienses, tú eres el único que puede decidir. Pero también tienes que saber otras cosas antes de que me digas si vas a hacerlo o no. Tae, no sabemos el número de víctimas que han sufrido a manos de Sung-wook, solo sabemos de quien lo denunció y otras dos que tienen demasiado miedo para confesar, contigo serian cuatro de los que sabemos pero pueden ser más que están igual de asustados para decir cualquier cosa y sabemos que no se detendrá si no hacemos algo, incluso quizás ya tenga en puerta un nuevo matrimonio. — La reacción de su amigo fue inmediata cuando mencionó lo ultimo, los ojos se agrandaron y negaba levemente con la cabeza. — Por favor considera todo esto cuando decidas, también ten en cuenta que yo te protegeré, siempre estaré para ti y ahora tenemos más amigos que estoy seguro que te apoyaran en todo.

— Kookie, ellos... ellos...

— Tae, todos te queremos mucho, todos queremos ver siempre tu enorme sonrisa. Confía en ellos, sé que todo resultará bien. — Se levantó del lugar que ocupaba para poder acercarse y quedar de cuclillas frente a su amigo, tomando las manos delgadas entre las suyas, quería mantenerse cerca cuando dijera lo último que tenía que decirle al mayor. — Tengo que decirte algo más... Él está aquí en Seúl.

Ese día se había sentido tan cansado y tan lento.

Su plática con Jungkook por la mañana conllevó demasiadas lágrimas de su parte, tantas que terminó con un horrible dolor de cabeza que no lo dejó concentrarse durante su turno en el restaurante.

Cuando finalmente su pelinegro amigo fue por él al terminar su turno ya se sentía desecho, como si hubiera trabajado días sin parar, todos sus músculos se sentían pesados y perezosos. Después de informarle sobre su decisión a Jungkook ya no fue consciente de nada más.

No tenía ni idea de cómo había entrado al departamento ni tampoco cuando había cambiado su uniforme por su pijama pero por lo menos ya se encontraba recostado en su cómoda cama, aunque esto no lo reconfortó, el silencio de su habitación solo lo hacía pensar en demasiadas cosas que le hacían imposible poder conciliar el sueño.

Dándose por vencido después de re-acomodarse varias veces en su cama se levantó un poco molesto hacia la cocina por un poco de leche tibia, esperando que fuera suficiente para que su ya cansado cuerpo cediera.

A medio camino el timbre del departamento sonó y él empezó a temblar.

Cálmate, Kookie puso una gran cerradura.

Tomó el teléfono de casa que estaba en la mesita lateral del sofá y lo apretó contra su pecho mientras caminaba a la pequeña pantalla que se conectaba con la cámara exterior que su amigo también se encargó de instalar. Presionando el botón para encenderla con un muy tembloroso dedo finalmente pudo respirar tranquilo cuando vio que era Minjae quien esperaba fuera.

Con dos largos pasos terminó de abrir la puerta y se hizo a un lado para que el menor entrara. Le regaló una sonrisa, realmente feliz de verlo, pero la quitó de inmediato cuando vio la cara triste que el alfa tenía.

Tonto, es obvio que Jungkook le tenia que contar a su compañero cuando tu te decidiste a poner la demanda. Él ya sabe.

Término de asegurar la puerta y después de varias respiraciones profundas siguió el camino que el alfa había tomado.

Sin atreverse a levantar la mirada tomó asiento en el mismo lugar en el que había estado por la mañana cuando su amigo le dijo sobre Sung-wook. Podía ver la postura rígida con la que Minjae estaba sentado, era evidente su incomodidad.

— El cabello rojo se te ve muy bien.

— Gra-gracias.

— ¿Cuánto tiempo estará tu madre en Daegu?

¿Eh?

La voz sonaba baja y amable, como si quisiera medir el terreno, pero esas palabras hicieron todo un caos en su mente, haciendo que levantara su mirada.

— ¿M-mi mamá?.. ¿d-de q-qué hablas?

— Tu madre habló con Jungkook para decirle que podía conseguir pruebas en Daegu y que saldría para allá de inmediato, ¿no te aviso?

Tonto.

Su teléfono había sonado varias veces y él solo lo ignoró. Cuando llegó su mente estaba tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera se preocupó por revisar las notificaciones o por ir al cuarto de su madre a saludarla.

Que pésimo hijo.

— Creo que me estuvo marcando, pero no conteste — confesó un poco triste.

— Seguramente mañana te volverá a llamar, no te preocupes.

Asintió mientras cruzaba su mirada con la contraria pero se arrepintió de inmediato cuando vio lastima en esos ojos. El no quería que lo viera de esa manera.

— ¿Qué haces aquí Minjae?

— Me gustaría hablar contigo, como amigo, no como detective.

— ¿Qué te puedo contar? Probablemente el otro testigo ya te haya dicho lo que Sung-wook hace, ¿vienes por más detalles? ¿Vienes a decirme que lo lamentas aun cuando tu no pudiste hacer nada en ese entonces? ¿Quieres decirme que todo estará bien? No necesito de la lastima de nadie-

El calor de los brazos del menor envolviéndolo hicieron que abriera los ojos que mantenía cerrados con fuerza.

— Claro que no necesitas la lastima de nadie Tae, tu eres muy fuerte, tu solo mereces que todos te admiren por ser valiente y enfrentar algo así. Perdón si en algún momento te vi de esa manera. — Lentamente se encontró a sí mismo bajando sus piernas y devolviendo el abrazo mientras las lágrimas escapaban de sus ojos. El menor se encargó de acomodarlos para que estuvieran más cómodos en el sillón de dos plazas y él enseguida enterró su nariz en ese punto en el cuello del alfa donde se desprendía más fuerte el aroma a pino y tierra. — Vine para calmarme a mí mismo en realidad. Quería saber en qué estado te encontrabas y también para hacerte saber que no descansaré hasta que Sung-wook esté en prisión muy lejos de ti, no dejare que te vuelva a lastimar Tae.

Durante varios minutos estuvieron en silencio, solo sentía caricias que se repartían por sus cabellos y su espalda. Sabía que no había necesidad de contarle absolutamente nada, el menor no le estaba pidiendo que le contara su historia, pero aun así sentía que debía de contarle lo sucedido a quien se preocupó tanto por saber si se encontraba bien.

— Mi madre se casó cuando yo cumplí doce.

— Shhh está bien. No necesitas decirme nada Tae. Solo quedémonos así.

— Tendré que dar mi declaración Jae. Quiero contártelo en lugar de que tengas que leer lo que se escribirá en el documento oficial. — Después de un par de segundos escuchó el "Esta bien" del pelinegro y continuó con su historia con su rostro escondido de la mirada del alfa. — Durante un año las cosas fueron bien, mi mamá ya no tenía que trabajar en dos empleos y yo la podía ver más tiempo y mucho más descansada. Sung-wook me obligaba a decirle papá, pero nunca hizo algo que me hiciera sentirme incomodo, me gustaba cuando salíamos a comer en familia y cuando me compraba un nuevo videojuego y se ponía a jugar conmigo para probarlo, me hacía feliz tener a alguien que cuidara de mi y de mamá después de estar tanto tiempo solo nosotros dos. No me parecía extraño que me sentara en su regazo, ni que pusiera su mano en mi cintura, pregunte a mis amigos y ellos dijeron que solo me estaba tratando como un niño mimado y eso me hacía feliz, yo quería un verdadero padre... Pero.. cuando cumplí trece, Sung-wook le dijo a mi madre que su negocio no iba muy bien y mi madre no dudo en decirle que ella conseguiría un nuevo trabajo para ayudar con los gastos, acordaron que él seguiría trabajando en la mañana y mi madre por la tarde así yo no me quedaba solo en ningún momento, pero desde el primer día de trabajo de mamá é-él a-ab-busó de mi.. y lo siguió haciendo por un año.

El agarre a su alrededor se apretó aún más, pero el alfa no dio señales de querer interrumpirlo, sólo le estaba recordando que estaba ahí con él.

— La amenaza que usó contra mí, fue dejarnos en la calle. Hizo que mamá firmara una autorización para que él pusiera todos los bienes a su nombre, o por lo menos eso fue lo que me dijo él. Yo no podía estar seguro de ello, pero el recuerdo de mi madre agotada por tener dos trabajos y por hacer turnos dobles cuando necesitaba un nuevo uniforme o mochila fue lo que me hizo guardar silencio y simplemente soportar. Durante un año tuve que poner una sonrisa para recibir a mi mamá.. tenía que fingir que no estaba adolorido.. y que no me quería morir cuando me tocaba... Todo terminó el día que hubo un accidente en el trabajo de mi mamá y ella regresó temprano, lo encontró abusando de mi y lo enfrentó, pero él la golpeó. Sung-wook salió molesto y nos dijo que al llegar nos golpearía hasta que aprendiéramos a comportarnos, en cuanto él estuvo fuera mi madre empaco comida y ropa en unas mochilas y nos llevó a la parada de trenes, tomamos el primero que salía y terminamos en Busan. Muchas veces ella me pidió que fuéramos a la policía pero tenía miedo de que nos encontrara.. supongo que fui un tonto.

Dos manos cálidas tomaron sus mejillas y elevaron su cabeza hasta que sus rostros quedaron de frente observándose a los ojos. Se removió un poco sin saber que hacer, sus rostros estaban demasiado cerca para su gusto y la respiración caliente chocaba contra sus labios.

— No digas eso, tenías miedo y es totalmente válido. Tenias solo catorce años y viste como un maldito alfa abusador golpeaba a tu madre, Tae. Nunca vuelvas a decir que eres un tonto, ¿entiendes?

No, no. Aléjate.

Era imposible que se concentrará con el rostro de Minjae tan cerca, podia ver esos ojos serios y los labios gruesos estaban creando un cosquilleo en la boca de su estómago, solo tenía que moverse un par de centímetros y podría probar su sabor..

¡NO! ¡Jimin es tu amigo y Minjae es su novio!

— ¿Taetae?

La mano en su mejilla derecha se movió para dar una caricia suave que recorrió desde la raíz de su cabello hasta que paró en su cuello y eso fue todo. No sabe si fue el cansancio del día, los tristes eventos que tuvo que recordar o si simplemente ya no podía mentirse en cuanto la atracción que sentía por ese alfa.

Dejando que todos sus pensamientos abandonaran su mente se dejó llevar y cerró la distancia entre que separaba ambos pares de labios.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro