Capítulo 38
La celebración del día anterior en su casa había sido divertida, pero realmente lo dejó cansado y muy, muy avergonzado.
Cansado por la parte de tener que limpiar ya que él mismo se negó rotundamente a que Jin hiciera cualquier trabajo relacionado con la limpieza y también porque cuando quiso dejar todo el desastre para esa misma mañana, su bonito novio lo miro en desacuerdo y lo hizo empezar cuando el último de los invitados salió de su hogar. Tal vez después de tantos años debió de recordar que Hoseok es igual a limpieza.
Y avergonzado por como todos los que estuvieron invitados se enteraron de que se tomaría esos días libres en el trabajo para ayudar a su omega con su celo. Quizás eso también había tenido que ver con que su pelirrojo lo pusiera a limpiar durante la madrugada de ese día.
En su defensa, no era totalmente su culpa, sino también de la sincronización de Jimin y de los increíbles sentidos de Jungkook. Ahora tenía claro que el alfa pelinegro poseía unos extraordinarios sentidos del olfato y también del oído.
Dios que vergüenza le dio en cuanto vio lo rojas que estaban las mejillas de Jungkook cuando supo que había escuchado su conversación con Hoseok.
— 𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼 —
— Namjoon-hyung ¿puedo hablar con usted en la cocina?
— Claro Kookie. — Dejando la bebida que sostenía hasta ese momento en la mano de su novio siguió al menor hasta la esquina de la cocina que se encontraba más alejada del arco que formaba la entrada. — Dime Kookie.
En ese momento ya nadie se encontraba en esa habitación pues decidieron que era mejor tener todos los bocadillos juntos en la sala porque ahí era donde todos se encontraban formando diferentes tipos de conversaciones, aún así a pesar de que todos se encontraban hablando y no bailando, la música en un volumen algo alto continuaba sonando y nadie se había dignado a hacer algo al respecto solo se habían dedicado a alzar la voz para hacerse oír por quien lo estaba escuchando.
— Le quiero decir.. que me-me llevaré estos días a Yoongi-hyung a mi casa.
— ¿Por qué? ¿pasó algo?
— No, solo.. mmm solo creo que seria mejor que nos quedáramos allá estos días, para que tu y Hobi-hyung estén más.. cómodos.
— Kookie, no nos sentimos para nada incómodos, nos encanta tenerlos aquí, además esta también es la casa de Yoongi y creo que aquí estará más seguro porque somos más para cuidarlo.
— Gracias hyung, pero me refería a.. yo no quise escuchar, pero mi oído está más desarrollado.. te aseguro que no fue mi intención.. yo..
— Cálmate Kookie. — La mirada del pelinegro lo estaba evadiendo y solo miraba de un lado a otro mientras decía sus oraciones con marcadas pausas entre algunas palabras, típico de cuando estaba nervioso. — Dime de qué hablas, está bien.
El alfa frente a él tomó una profunda respiración y parecía estar juntando las palabras en su mente antes de soltarle la siguiente oración.
— ¡LO ESCUCHE DECIR QUE MAÑANA EMPIEZA EL CELO DE HOBI!... hyung
No, el menor no había subido su tono de voz, habló con el mismo tono en el que estuvieron teniendo su pasada conversación, sin embargo ahora todo estaba en silencio y la alta música que sonaba segundos atrás ya no estaba.
Las mejillas de ambos se llenaron de color rojo, las del alfa apenado por haberlo gritado y las de él por los comentarios y silbidos que llegaron desde la sala de su casa.
Cuando se armó de valor y ambos salieron de la cocina se acercó a su pelirrojo que tapaba su rostro con ambas manos y lo rodeó con sus brazos mientras las burlas de sus amigos no se hacían esperar.
Ahora todos los que eran cercanos a ellos sabían que su novio y él estarían haciendo los siguientes días.
— 𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼 —
El celo era algo normal y natural, pero tampoco era como que las parejas fueran divulgando los días exactos en que eso sucedía. Desde el momento en que todos sus conocidos se enteraron su bonito pelirrojo había estado con sus mejillas constantemente rojas y él había tenido que limpiar aun cuando su cuerpo tenía varias cervezas encima y sus párpados pedían cerrarse.
Ese día en cuanto despertó con su hyung frotando y dejando el aroma a flores que tanto le encantaba en su cuello, se dedicó a mimarlo y hacerlo olvidar el día anterior. Quería mantener feliz a su novio, hacer que sintiera cuanto era lo que él lo amaba y cuán importante era en su vida.
Repartiendo besos por todo el rostro y cuello fue como lo despertó para hacer que bajaran a la cocina a comer algo, los omegas comían muy poco durante los días que sus cuerpos tenían las oleadas de sus calores, ya que su prioridad era otra. Por eso siempre tenía que asegurarse de que unas horas antes comiera bastante para que al finalizar su celo no se encontrará débil.
Se alegró de que el día anterior sobrara comida, así solo podía calentarla y no arriesgarse a inmiscuirse en esa habitación y terminar con algunas quemaduras y unos cuantos cortes. En su lugar pudo enfocarse en repartir caricias y besos mientras esas mejillas se llenaban completamente y abultaban mientras masticaba.
Cuando ambos finalizaron, él con su primer plato y su hyung con el tercero, dejó que su mayor se adelantara para meterse en la tina de baño mientras él se dedicaba a dejar la cocina limpia y en orden, también se aseguró de cambiar las sábanas por unas limpias y poner cobijas lo suficientemente gruesas para poder apagar la calefacción y que su omega no se sintiera sofocado cuando su temperatura comenzará a aumentar.
Con todo listo y ordenado se adentro al cuarto de baño para buscar a ese bonito pelirrojo que aun no había salido.
Lo primero que vio al entrar fueron los rojos cabellos luciendo ese hermoso color mucho más intenso por encontrarse totalmente húmedos, el rostro del mayor estaba totalmente sonrojado y sus labios estaban entreabiertos dejando que su respiración excitada escapara entre ellos.
Ya estaba en celo.
Arremango las mangas de su playera y disfrutando de la vista, se acercó hasta que quedó lo suficientemente cerca para hincarse a un lado. Extendiendo su mano izquierda acuno la mejilla contraria viendo como se pegaba tanto como podía al calor que desprendía su palma.
Esos ojos brillosos por el deseo clavaron su vista en los suyos.
— Nam~
— Lo se mi bonito, lo se. Yo te ayudaré amor mio.
Con su mano libre acarició la piel del pecho que quedaba fuera del agua y la movió ligeramente hasta que sus dedos pudieran presionar uno de esos bonitos botones. La reacción fue inmediata y las espalda del mayor se arqueo buscando que el toque que su mano le brindaba no se alejara.
— Eres tan bonito, te amo tanto hyung.
— Ah.. Nam... Namie~
Cuando los párpados de su novio no tuvieron más opción que cerrarse ante el placer, finalmente empezó a descender hasta que pudo tomar la erección de su omega y darle un ligero apretón. La manera en que ese cuerpo se entregaba completamente a él y se dejaba guiar bajo su tacto le estaba haciendo cada vez más difícil el no desviar su atención hacia su miembro erecto que era apretado entre la tela de su bóxer.
Tendría que recordarse lo mala que era la idea de sacar ese húmedo cuerpo y llevarlo a la cama para hundirse en esa calidez de inmediato. Los celos pasados se dio cuenta de que su resistencia definitivamente no era de un alfa, por ello jugaba bastante con ese hermoso cuerpo durante esos días, afortunadamente había varias maneras de hacerle el amor a su omega.
— ¿Quieres correrte mi bonito?
— Si~ por favor.. Nam-ah
Con esas palabras terminando en un suave gemido, dirigió su mano más abajo hasta que sintió la entrada caliente que siempre lo recibía de la mejor manera. Usó su dedo medio para dibujar círculos imaginarios guiándose por ese anillo apretado de músculos.
Se acercó hasta eliminar la distancia que separaba sus labios de los contrarios al mismo tiempo que se introducía lentamente entre esas apretadas paredes. El delicioso gemido que escapó de esos finos labios murió en su propia boca y que causaron que él mismo soltara otro igual de necesitado.
Sus lenguas no tardaron en encontrarse, saborearse y explorando a su antojo. Con su otra mano entrando en el agua acarició la lisa superficie del glande duro y caliente, explorando con su pulgar la abertura de la uretra y con el segundo dedo ingresando en el cuerpo de su omega.
Ver los leves temblores de su hyung lo tenían totalmente hipnotizado, los ojos rodando hacia atrás, los dientes tratando de presionar su labio inferior para no gemir cada vez más fuerte pero fallando en el intento, él como sus manos se aferraban al borde de la tina hasta que los nudillos se pusieron blancos, todos y cada uno de los gestos satisfechos y los movimientos involuntarios y totalmente llenos de placer lo incitaron a mover más rápido y profundo sus dedos.
La punta de sus dedos acariciaba insistentemente en esa glándula ahora hinchada que estaba en el interior, entre esas aterciopeladas paredes que en medio de espasmos presionaba y apretaba sus dedos de manera deliciosa.
— Nam~ mggh~... ¡Ahh! ¡Nam!
Definitivamente ver la cara y cuerpo de su Hoseok cuando su orgasmo lo alcanzaba era su parte favorita en el mundo. Se perdía tanto en el placer que recorría su cuerpo en ese momento, su mente se perdía en algún lugar profundo de su mente, pero aun así su nombre siempre salía de esos hermosos labios.
Saco con mucho cuidado y lentitud sacó sus dedos y soltó el pene semierecto. Dejando una última caricia y un suave beso se alejó un poco, lo suficiente para conseguir la toalla que envolvía ese cuerpo tonificado pero suave a la vez.
— Ven mi bonito, es hora de que te lleve a nuestra cama para hacerte el amor.
Situando sus manos en esa cintura con piel caliente, lo levantó hasta dejarlo de pie para poder pasar la tela seca por sus hombros. Cargando en brazos todo el peso del laxo cuerpo los dirigió hacia la habitación donde tantas veces habían sellado su amor.
Dejó el cuerpo más pequeño situado en medio del suave material del colchón y se dedicó a sacar con mucha prisa cualquier tela que se hallaba cubriendo su cuerpo ante la mirada atenta de su novio.
— Nam..
Cuando la ultima prenda cayó en el piso de aquel cuarto, el se acerco para retirar aquello que impedía la unión de sus pieles y acomodo su cuerpo entre esas moldeadas piernas que se abrían ligeramente para recibirlo.
— Nam~
— Te amo mi bonito Hobi.
— Te amo Nam.. te amo mucho...
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