Capítulo 32
Yo sé que otra vez público tarde, pero mañana entraré a trabajar y tenía que terminar la tarea pendiente, aunque ya tenía el capítulo hecho, una me faltaba corregir unos errores.
De todas maneras, espero que les guste, lxs leo en los comentarios 💜.
Con su curiosidad ganando, dejó de mirar hacia el frente para ver a su hyung y lo que vio hizo a su corazón latir más rápido de lo que ya estaba desde que el mayor se sentó a su lado. Cuando sus miradas se cruzaron una de esas bonitas que tanto le encantaban se dibujó en el rostro del contrario, su nariz estaba con la punta adorablemente roja y el rastro de las lágrimas seguía en sus mejillas que, hasta ahora notaba, habían perdido algo de volumen.
¿A caso Hoseok se está alimentando bien?
En su caso comía debido a las amenazas de Jin y Yoongi, quienes se turnaban para llevarle el almuerzo y la cena todos los días y que se molestaban si no terminaba todo. Pero esos últimos días la comida ya no le sabía a nada y había ocasiones en que se tenía que recordar que debía mover la mandíbula para poder masticar.
Sin embargo, ¿quién cuidaba a su hyung?
Estaba claro que él no, solo pasó los días preguntándose qué es lo que había cambiado, pero nunca se fijó en esos detalles. Ahora, con su máscara de fortaleza abajo, se dio cuenta por fin de lo pálido y un poco más delgado que lucía y por supuesto notó la forma en que lo miraba, como si él fuera su todo.
Tuvo que parpadear varias veces y dirigir su vista hacia el suelo de la habitación cuando nuevamente el llanto comenzó a picar en sus ojos y un nudo se instalaba en su garganta impidiéndole decir algo más.
Espero pacientemente a que el mayor comenzara a hablar, aunque por dentro estuviera demasiado ansioso por seguir escuchando esa voz desmintiendo todas las ideas que atravesaron su mente cuando supo del encuentro de Hoseok con Jungkook.
— Hoy llegó mi tío Dak-ho a Seúl. — Volvió a mirar al pelirrojo cuando esa información llegó a sus oídos, pero ahora era el contrario quien no lo miraba y se dedicaba a observar la pared de enfrente. — Dijo que venía a felicitarnos por nuestro noviazgo y que ya sabía que ambos nos gustábamos desde hace tiempo atrás... Cuando te menciono no pude evitar ponerme a llorar y termine contándole lo que pasaba. Le pregunté si acaso podría ser feliz con mi beta y él me dijo una verdad que me conmocionó por unos instantes... Me dijo que él era el destinado de mamá.
Pero... ¿qué?
No sabe qué cara puso, pero tenía una idea bastante cercana, pues el mayor lo volteo a ver y una suave risa salió de los delgados labios.
— Con que así me vi cuando mi tío lo dijo. — La mano izquierda de su hyung subió hasta que quedó contra su mejilla derecha y sin siquiera pensarlo cerró los ojos y se pegó un poco más contra ella. — Dijo que conoció a mis padres cuando ya tenían dos años de relación y que aunque sintió la conexión con ella, él no quería intervenir en su relación, él solo quería ser su amigo. — Sus ojos se abrieron para mirar al mayor frente a él, con su mejilla aun posada en la calidez de la mano un poco más pequeña que la suya. — Me contó que ha investigado sobre las parejas destinas, porque en ese entonces tenía miedo de hacer algo que causara problemas entre mis padres, y hoy compartió lo que ha descubierto conmigo.
》El dice que las almas que tienen que encontrarse en la tierra son unidas por la diosa luna y que al bajar nuestros lobos son capaces de reconocer a esa otra alma. Aunque hay almas a las que las une un profundo amor, hay otras que están unidas por una amistad pura o simplemente están unidas a aquella alma que causara un fuerte impacto en sus vidas o viceversa. Él y sus compañeros dejaron de llamarlas parejas destinadas y lo dejaron solo en destinados, porque no todos debían volverse pareja, hay quienes solo serán grandes amigos, tal como lo fueron mi tío Dak-ho y mamá.
¿Eso era verdad?
¿Podía ser cierto que Hoseok y Jungkook no tenían que ser nada más que amigos?
— Yo no tengo ningún sentimiento romántico por Jungkook. Me tranquiliza su olor, pero cuando opaca el tuyo lo único que quiero es que tu olor vuelva. Es fácil hablar con él, pero prefiero mil veces estar a tu lado aunque ambos estemos en silencio. La primera vez que lo vi, mi omega reconoció a su alfa, pero estaba asustado pensando en que eso significaba que debía de estar con él y alejarme de ti, yo no quería ni quiero eso. Namjoon yo te amo y te amo mucho, no se porque ahora cuando te veo mi lobo pide una marca, pero quiero que lo descubramos juntos, ya no quiero que nos quedemos callados pensando en solucionar nosotros mismos las cosas para no preocupar al otro, quiero que compartamos todo, cuando estemos felices, tristes, enojados, preocupados no importa solo ya no hay que seguir poniendo límites.
Sabía perfectamente a lo que se refería. Inconscientemente o no, ambos seguían con miedo de perder al otro, quizás porque desde que empezó a crecer ese amor mutuo los dos se retringían ciertas acciones y sentimientos o quizás porque aún estaba el tema de Jungkook en medio, tal vez eran ambas pero de alguna manera acordaron sin palabras no conversar y superar los dos temas por miedo a perder lo que habían logrado.
Si algo le molestaba o inquietaba a Hoseok, él solo se apartaba a un lado y esperaba pacientemente a que el mayor le contara lo que estaba pasando y si algunos pensamientos lo dejaban intranquilo él solo se los callaba o se los contaba a Jin o Yoongi, nunca acudía a su hyung aun cuando el problema lo incluyera.
— Tengo miedo Hobi.
— Yo también Nam, tengo mucho miedo a perderte, pero ya comprobé que guardarme las cosas para mi mismo te puede herir aún más y yo no quiero eso. — Extendió su mano automáticamente cuando otra lagrima mas bajo por la mejilla de su pelirrojo, ahora ambos se refugiaban en ese pequeño contacto cálido que el contrario les brindaba. — No se que es lo que va a pasar más adelante, pero estoy seguro y te puedo jurar que intentaré con todas mis fuerzas el hacerte tan feliz como tu a mi.
Con su corazón martillando en su pecho, jalo un poco al mayor en un apretado abrazo, dándose cuenta de que tenía razón, si estaba más delgado. — Ya lo haces hyung. Con tan solo estar a mi lado, ya me hacer el ser mas feliz del mundo. — Tomó ese bonito rostro con su mano y unió sus labios en un beso muy lento y lleno de sentimientos. Había extrañado tanto el tener el calor del mayor junto al suyo, sentir como el corazón de su pelirrojo se aceleraba al mismo ritmo que el de él, escuchar los suaves suspiros cada vez que movían sus labios y oler el dulce aroma natural que desprendía. Todos y cada uno de sus sentidos habían extrañado a su bonito omega.
Cuando se separaron un poco para poder verse a los ojos, ambos se sonrieron siendo un desastre de ojos rojos y llorosos y labios hinchados y húmedos.
— Te amo Namjoonie.
— Te amo Hobi, demasiado.
Sin mucho esfuerzo colocó al mayor en su regazo con las piernas al lado de su cadera, apretó con un brazo la cintura para acercarlo lo mayormente posible hacia él, su otra mano tomo acarició la mejilla derecha de su pelirrojo para poder atraerlo en otro beso, esta vez uno más profundo y demandante que el anterior, pero conservando el ritmo lento que les dejaba sentir como sus papilas gustativas se llenaban del sabor del contrario.
Los cabellos de su nuca fueron jalados un poco cuando el mayor demandó más de aquel beso y su mano se adentro por debajo de la tela que cubría su torso para acariciar con sus dedos la suave piel de su cintura.
La necesidad de sentir el calor de su omega contra él aumentaba con cada segundo que pasaba y en un punto no pudo soportar más que hubiera tanta ropa entre ellos. Bajo el cierre de la acolchada chamarra que traía Hoseok y prosiguió con las dos prendas siguientes hasta que lo pudo ver desnudo de la parte superior. Sus pezones se endurecieron al instante por el cambio de temperatura y su piel también reaccionó por la misma razón haciendo que los poros sobresalieran y se notaran mas bajo su tacto.
Y aunque disfrutaba demasiado de ver a su novio en ese tipo de situaciones, un dolor se instaló en su pecho cuando vio como se le marcaban levemente las costillas, haciendo que perdiera ese aspecto tan saludable que siempre tenía.
— Lo siento mi bonito Hobi. — Su cara mostró miedo y confusión, así que dejó un suave y corto beso en sus labios para tranquilizarlo. — Siento no haberme dado cuenta de que no estabas comiendo.. siento no haber visto que tu también estabas sufriendo.. y siento siempre alejarme y esperar en lugar de hablar contigo y hacerte saber que puedes contar conmigo para resolver juntos cualquier problema que tengas.
— Los dos cometimos errores Namie, pero como dijo Yoongi-hyung, hay que aprender de ellos, cada vez que superemos un nuevo problema nuestra relación se fortalecerá aún más.
— Pues Yoongi-hyung a veces es muy sabio - contestó con una sonrisa volviendo a tener esa atmósfera relajada que siempre mantenían cuando estaban juntos.
— También creo que Jin-hyung es muy sabio.
Su atención viajó hacia esas manos que se colaron por debajo de su playera y la subieron hasta que ya nada cubría su pecho.
— ¿Por qué dices eso, Hobi?
— Porque me recomendó tener sexo de reconciliación.
Con una sonrisa cubriendo su cara volvió a tomar esos delgados y dulces labios en un beso.
Recostó al mayor en el centro de la cama y se encargó de retirar la ropa restante mientras seguía repartiendo besos por la suave piel de su cuello. Su hyung le repetía una y otra vez que lo amaba y lo ratificaba con cada suspiro que salía del fondo de su garganta.
Las desesperadas manos jalaron el elástico de su pantalón de chándal y tuvo que dejar unos segundos esa calidez para quitar sus últimas prendas. Con cuidado se situó entre las piernas de su omega y un suspiro salió de sus labios cuando sus pieles se unieron.
Ambos se miraban con intensidad por todo lo que habían vivido, pero también se miraban como si fuera la primera vez, dispuestos a descubrir cada uno de sus secretos.
Recorrió la piel debajo de las yemas de sus dedos, trazando un camino imaginario desde la rodilla hasta la cadera de su novio. Sus roces eran contestados con esos suaves gemidos que le encantaban.
Su mano se coló entre sus cuerpos para tocar un poco la erección que presionaba en su abdomen y siguió descendiendo hasta que encontró esa entrada que ya empezaba a soltar lubricante.
— Ahh~ Nam~..
No debería de sorprenderle la sensibilidad de su novio, en pocos días entrará en celo y su cuerpo ya se estaba preparando para ello, por lo que su entrada no puso demasiada resistencia cuando adentro dos de sus dedos.
— Namie.. mgh~ por favor ya.. te necesito..
— Bonito, se paciente, no te quiero lastimar.
— No lo harás, Nam.
Tal vez en ese momento él debería de ser razonable y mantener la calma, pero demonios, el ver así a su omega, tan entregado y necesitado pidiendo que se unieran de esa manera tan íntima le recordaba a la primera vez que vio a su hyung en celo, esa vez que quedó completamente extasiado cuando vio y tocó esa suave piel.
Estirando su mano, abrió el cajón de la mesita de noche y sacó un condón. Tomó su dura erección para poder cubrirla con ese látex y la guío para poder entrar. Todos sus movimientos eran lentos y cuidadosos, sintiendo cómo poco a poco quedaba más atrapado entre las calientes y lubricadas paredes interiores.
No dejó de repartir suaves besos y lamidas por toda la sensible piel del cuello, ni dejó de mover su mano sobre el pene erguido que estaba atrapado entre sus cuerpos. Cuando ya no pudo entrar más y estaba sintiendo como su miembro era aprisionado, pudo apreciar como la espalda de su hyung se despegó por completo del edredón formando un perfecto arco.
— Nam, te amo~... te amo mucho..
— Yo te amo mucho a ti, mi bonito Hobi.
Se acercó para adentrar su lengua entre esos labios entreabiertos que le dieron la bienvenida gustosos e inició con el movimiento que les arrancó un fuerte gemido a los dos. No pasó mucho tiempo antes de que más lubricante natural bajará por el caliente interior causando que la intrusión fuera mucho más fluida y placentera.
La satisfacción recorrió cada uno de los poros de su piel y el gimoteo bajito de su novio le hacía saber que tenía el mismo efecto sobre el cuerpo debajo de él.
En un movimiento se acomodo un poco mejor para poder aumentar el ritmo con el que entraba y salía del interior estrecho que lo rodeaba y con ello cambio el ángulo de las penetraciones. El llamado de su omega le hizo saber que con sus acciones, encontró ese punto dulce que lo hacía llorar de placer.
Las caderas se movían de manera desesperada, intentando encontrarse con sus embestidas y los brazos rodeaban su torso y clavaban las cortas uñas en su espalda incitándolo a moverse de manera más profunda.
— ¡Nam! Más.. mgh rápido~
— ¡Hobi! — Las sensaciones que le causaba el entregado cuerpo debajo de él lo estaban enloqueciendo.
Con sus penetraciones yendo tan profundo como el otro cuerpo le permitía y con sus labios pegados a los contrarios recibiendo cada uno de sus gemidos y cada uno de sus "te amo", ambos llegaron al tan esperado orgasmo, el semen de su novio quedando entre sus cuerpos y el suyo llenando completamente el condón que atrapaba su erección.
Con cuidado salió de su tormentosa y placentera prisión. Después de retirar el preservativo y anudarlo, cargo con delicadeza el menudo cuerpo y los situó a ambos debajo de las cobijas abrazandolo y pegando completamente sus pieles un poco sudadas.
— Te amo, mi bonito Hobi.
— Te amo, Nam. Mi beta.
Con un beso mas sellaron esas palabras que se repetirían una y otra vez durante toda la noche mientras volvían a unirse y entregarse por completo al otro.
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