Capítulo 29
Finalmente público el capítulo que espero y les aclare un poco el actuar de Hoseok, no lo odien el es un solecito humano.
Enserio quise actualizar antes pero las tareas no me dejaron, de cualquier manera espero que disfruten mucho la lectura.
NaoDemiuss :
Espero que tu corazoncito haya soportado la espera 💜.
VvTheJungvV :
Ahora sabrás cuál de tus teorías acertaste 😉💜.
Recibir el mensaje de buenos días de Namjoon causó que sus ojos se humedecieran.
Aun estando recostado sobre su lado izquierdo, escribió un rápido "Buenos días a ti también" y dejó que el celular resbalara de sus manos hacia el colchón mientras las lagrimas fluían libremente a través de su rostro para ir a parar en su almohada.
Él no merecía un novio tan magnífico como Namjoon.
Él era un pésimo novio.
Dos semanas resistió el impulso de llorar frente a él, días en los que extrañó enormemente sus abrazos y sus besos cuando ponía tontas excusas de estar cansado, pero al final había hecho daño a su novio.
No estaba seguro sobre esto último, pero eso suponía. Sus últimas conversaciones fueron por mensajes y él solo fue capaz de mandar mensajes cortantes que le transmitieran en cierto modo que no quería hablar por el momento.
Era mentira por supuesto.
Se moría por escuchar la voz de su beta, esa voz algo ronca y un poco profunda que dejaba una sensación de escalofríos en su piel con tan solo mencionar su nombre. Pero no podía, solo mandando mensajes era difícil no confesarle el último pensamiento que estaba rondando su mente, si lo escuchaba, aun a través de una bocina de celular terminaría diciéndole y era probable que lo hiriera.
Solo necesitaba un poco más de tiempo, solo una platica mas con Jungkook para asegurarse, aunque no estaba muy seguro de ello pues hasta donde tenia entendido, y si no mal recordaba las palabras del pelinegro el día que se vieron por segunda vez, él nunca había tenido una relación, pero nada perdía con preguntarle.
El día anterior sólo habían hablado un poco sobre lo que habían sido sus vidas hasta ese momento, incluso el pelinegro le contó varias historias graciosas que le sucedieron debido a lo aventurero que era y él con gusto le compartió varias de las tonterías que lo llevaron a situaciones un tanto vergonzosas en ese entonces.
El tiempo que pasaron juntos se fue en un abrir y cerrar de ojos, realmente se sentía cómodo con el alfa, su olor lo tranquilizaba y podía hablar fácilmente con él, tal y como le pasaba con Jimin.
Era consciente de que Jungkook era su pareja destinada, pero nunca llegó a sentir ni siquiera la mitad de de sentimientos y emociones que llenaban su cuerpo cada que miraba a Namjoon.
Entonces ¿por qué?
¿Por qué ese maldito pensamiento cruzó su mente?
Se levanto lentamente y restregó su cara entre sus manos una y otra vez, aplicando mas fuerza de la necesaria para limpiar esas molestas lagrimas que le recordaban lo estúpido que estaba siendo.
Se dirigió a la cocina, con pasos sumamente lentos, a calentar el ramen que la noche anterior dejó a la mitad. Estaba comiendo muy poco lo sabia, pero simplemente no le daba hambre, solo ingería alimento porque no quería terminar desmayado a media clase y preocupar a sus alumnos, pero tanto él como su lobo se hallaban tristes y no podía evitar querer solo dormir para ver si ese molesto pensamiento por fin abandonaba su cabeza.
Cuando los largos fideos empezaron a sentirse pastosos en su paladar y su mente desistió de ordenarle a su mandíbula que se siguiera moviendo para masticar, dejó lo restante en el triturador de comida y puso el plato a un lado para encargarse de lavarlo más tarde.
Ese fin de semana pasaría increíblemente lento, no podría refugiarse con el pretexto de estar ensayando en la academia o de estar ocupado revisando los avances de la que sería la nueva academia de Jimin y de él, era probable que Namjoon acudiera a su casa por la noche a pedirle una explicación por los últimos mensajes y él tenía que evitar esa conversación más tiempo, solo hasta que sus ideas se aclararan. Y sinceramente esperaba que eso sucediera lo más pronto posible.
No tenía el derecho de pedirle aún más tiempo a su novio, pero al parecer eso es lo que tenía que hacer.
Solo un poco más.
— 𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼 —
No podía creer que aun era temprano.
Se alegraba un poco de que su encuentro con Namjoon todavía estuviera un poco lejano ya que tendría que esperar hasta la noche para verlo y por lo tanto para pensar en qué le diría, pero después de limpiar la casa, ducharse y arreglarse creía que por lo menos ya estaría cerca de la hora de su encuentro con Jungkook, pero no era así.
Suspiro largamente, por lo menos podría pensar durante más tiempo las preguntas que le haría al alfa, teniendo cuidado de no incomodarlo.
El sofá parecía ideal para ordenar sus ideas, pero antes de que pudiera llegar, el timbre de la casa resonó en el interior.
Ok, cálmate Hoseok.
No podía ser Namjoon, él aún estaba trabajando y si realmente conocía a su novio, estaba seguro de que si salía antes del restaurante por lo menos esperaría hasta que estuvieran cercanos a la hora de cerrar el local.
Tal vez a Jungkook le adelantaron su hora de comida.
Si, eso era lo más probable.
Se acercó y para abrir la puerta esperando que quien estuviera al otro lado no pudiera notar su olor a tristeza, ya que no tuvo tiempo de aplicar neutralizador.
La persona quedó completamente a su vista una vez que movió la manilla y jalo la puerta y aunque no era quien esperaba sin duda alguna esa visita lo alegró mucho, a él y a su omega.
— ¡Hola pequeño Hoseokie!
— ¡Tio Dak-ho!
Rápidamente se lanzó a rodear con sus brazos el torso del alfa adulto que le regalaba una de esas sonrisas que lo acompañaron durante su su infancia junto a la de sus padres.
El adulto castaño que en esos momentos le regresaba el abrazo no compartía ningún lazo de sangre con él, pero fue un gran amigo de sus padres y formó parte de su infancia incluso más que sus verdaderos tíos y tías.
Era como un hermano para sus padres y sin duda era su tío favorito, quien durante su niñez fue cómplice en sus travesuras, durante su adolescencia fue su confesionario de cosas vergonzosas y ahora en su vida adulta también formaba parte de ella dándole pequeños consejos que le ayudaron a desarrollarse bastante profesionalmente.
Con entusiasmo lo invito a pasar y corrió a la cocina buscando una bebida para que pudieran conversar al igual que la última vez que lo visito.
— Esta vez me tomó bastante tiempo venir Hoseokie, lo lamento pero el trabajo aumentó tanto que me fue imposible viajar antes.
— No digas eso tío, tu última visita fue hace siete, no es necesario que viajes tanto para venir a verme, me basta con llamarte y saber que estas bien tanto tu, como la tía y tus pequeños.
— Aunque me digas eso mi pequeño Hobi, esta vez sí tenía que venir y felicitarte por tu nueva academia y por supuesto y lo más importante, felicitarte por tu noviazgo con Namjoonie, me encantaría cenar con ustedes par de tontos que no querían confesarse cuanto se quieren.
El mayor finalizó con una sonrisa que rápidamente se borro. Si, no pudo evitar que la tristeza nuevamente lo invadiera ante la mención de su beta y estaba seguro que su tío percibió el aroma.
— Hobi no te pongas triste, dime que pasa pequeño, no me digas que se terminó. — No le fue posible formular una simple palabra, así que solo negó con la cabeza mientras el alfa tomaba una de sus manos entre las suyas. — ¿Pelearon Hobi? — Nuevamente negó y sus ojos empezaron a humedecerse y a hacer borrosa su vista. Su cuerpo fue jalado y pronto los brazos del contrario lo rodearon en un abrazo lleno de un sentimiento paterno que le recordaba mucho a sus padres — Está bien llorar, pequeño. Hazlo, estaré aquí para ti, siempre que quieras estaré para escucharte Hobi.
No sabe cuánto fue que duraron en esa posición con sus lágrimas saliendo sin control, pero en ningún momento su tío lo soltó ni interrumpió su llanto.
Cuando por fin se creyó capaz de hablar, se alejó poco a poco hasta que pudo mirar de frente al mayor.
— Tío Dak-ho, soy un pésimo novio.
— Dime porque piensas eso Hobi.
— Pero antes tienes que saber algo que ni siquiera los abuelos saben. — El alfa afirmó y él tomó una gran bocanada de aire para poder continuar. — No le he dicho a los abuelos que.. encontré.. a mi alfa destinado.
Durante un par de segundos sus palabras no recibieron ninguna clase de respuesta y contrario a la mueca de sorpresa que espero, su tío solo lo miró con curiosidad.
— No me digas que dices que eres un mal novio porque ahora encontraste a ese alfa.
— No, no, no. En realidad a ese alfa lo conozco desde antes de empezar mi noviazgo con Namjoon.
— Me estás tratando de decir que ahora quieres estar con ese alfa.
— ¡No! ¡Yo amo a Namjoon! — Tal vez no era necesario gritar, pero quería dejarlo claro.
— Esta bien, ahora si estoy perdido. Explícame porque mencionas a tu alfa destinado si no tiene que ver con que seas un mal novio.
Bajo su mirada hacia sus manos y volvió a tomar aire.
— Mi amigo Jimin encontró a su alfa destinado y hace dos semanas me contó que casi fue marcado por él, también un amigo de Namjoon y mío tiene una marca desde hace algunos meses, cada vez que escucho sobre una marca siento como mi omega pide tener una también, desde hace dos semanas tengo constantemente este estúpido pensamiento y el deseo de tener una marca. — Las lágrimas volvían a deslizarse fuera de sus ojos. — Nam es un beta.. se eso desde que lo conozco y desde hace años estoy enamorado de él, ¡¿porque entonces mi tonto omega no entiende?! — Con la manga de mi camisa limpio un poco de las gotas que se deslizaban por sus mejillas aunque fue inútil porque pronto más lágrimas siguieron cayendo. — Estaba seguro de que lo que siento por Namjoon es mucho más fuerte que lo que siento por mi pareja destinada, pero ¿por qué justo en este momento mi lobo desea una marca? He estado actuando distante con mi novio porque mi lobo siempre esta con ese pensamiento presente y no quiero que Namjoon piense que yo lo que quiero es a un alfa.. no quiero que se aleje de mi.. no quiero perderlo. ¿Que acaso no podré luchar contra mi naturaleza de omega? ¿No podré ser feliz con mi beta solo porque hay una parte de mi que desea un lazo?
Las lágrimas nunca pararon y su voz se quebraba por momentos durante todo lo que dijo, pero realmente en ese momento detestaba esa parte de él que lo hacía desear una marca que solo un alfa le podía proporcionar, él solo quería estar con Namjoon, era lo único que creía necesitar, pero durante esas dos semanas su lobo le estuvo recordando lo contrario.
— Tío Dak-ho, yo solo quiero ser feliz al lado del beta que siempre he amado, ¿acaso mi naturaleza como omega me lo va a impedir? ¿Acaso mi lobo siempre deseara estar con mi alfa destinado?
Las grandes y cálidas manos del mayor limpiaron con cuidado esos caminos de humedad que estaban presentes en sus mejillas y que parecían no querer parar.
— Hobi, escúchame bien, las parejas destinadas no están obligadas a estar juntas — dijo con una mueca tan seria que por un segundo lo creyó.
— No-no mientas tío, du-durante toda nuestra educación nos enseñan es-eso, las parejas destinadas nacieron para estar juntas.
— Entonces dime pequeño Hobi, ¿por qué tu madre fue tan feliz al lado de tu padre si yo era el alfa destinado de ella?
Espera.
¡¿QUE?!
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